SOY SIMPLE ESPECTADOR...
Soy simple espectador de las palabras
que surgen de los árboles y rocas,
en unos son murmullos simplemente
y en ellas las arenas con las olas.
Es fácil que el otoño me enternezca,
que venga con sus parques y las hojas,
de robles soñolientos que suspiran
y bancos que se esconden a la sombra.
Entonces yo te busco sin dudarlo
y encuentro tu carita soñadora,
allí donde los ángeles se duermen
y arrullan y pasean las palomas.
Te encuentro en los jardines silenciosos
en medio de los lirios y las rosas,
y flores, cuyo nombre no recuerdo,
más dejan el detalle de tu aroma.
Soy simple espectador del universo
que mira en su reloj, hora tras hora,
el tiempo que transcurre y que se pasa
y el otro, que invisible, ya se asoma.
...Los tintes de emoción y de nostalgia
que ofrecen las benditas caracolas,
la magia de los días y las noches
dejando sensaciones tan hermosas.
Hay una soledad entre mis dedos
que buscan la sonrisa de tu boca,
el brillo de tus ojos tan azules
que guían a mi alma en su derrota.
Te quiero corazón, y tú lo sabes,
y el verso de mis labios ya te roza,
lo siento en los latidos de la sangre
que escucha al corazón que va sin ropa.
"...Soy simple espectador de tu mirada
que rompe las escalas y las normas,
suspiro, si suspiras, simplemente,
y abrazo tu sonrisa encantadora..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/10/14
que surgen de los árboles y rocas,
en unos son murmullos simplemente
y en ellas las arenas con las olas.
Es fácil que el otoño me enternezca,
que venga con sus parques y las hojas,
de robles soñolientos que suspiran
y bancos que se esconden a la sombra.
Entonces yo te busco sin dudarlo
y encuentro tu carita soñadora,
allí donde los ángeles se duermen
y arrullan y pasean las palomas.
Te encuentro en los jardines silenciosos
en medio de los lirios y las rosas,
y flores, cuyo nombre no recuerdo,
más dejan el detalle de tu aroma.
Soy simple espectador del universo
que mira en su reloj, hora tras hora,
el tiempo que transcurre y que se pasa
y el otro, que invisible, ya se asoma.
...Los tintes de emoción y de nostalgia
que ofrecen las benditas caracolas,
la magia de los días y las noches
dejando sensaciones tan hermosas.
Hay una soledad entre mis dedos
que buscan la sonrisa de tu boca,
el brillo de tus ojos tan azules
que guían a mi alma en su derrota.
Te quiero corazón, y tú lo sabes,
y el verso de mis labios ya te roza,
lo siento en los latidos de la sangre
que escucha al corazón que va sin ropa.
"...Soy simple espectador de tu mirada
que rompe las escalas y las normas,
suspiro, si suspiras, simplemente,
y abrazo tu sonrisa encantadora..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/10/14
CANDILEJAS...
Candilejas de papel
que las olas hoy me dejan,
con la brisa del nordeste
y el rumor de las mareas.
Yo las miro sorprendido
y las digo qué me cuentan,
qué me dejan con sus alas
y en los pliegues de las velas.
Porque son como unos sueños
de pequeñas cenicientas,
mariposas sin retorno
que se elevan y que vuelan.
Candilejas sin candil
que tus labios hoy me entregan,
y me dicen muchas cosas
y me atrapan y me besan.
Ellas brotan solitarias
del jardín de las esencias,
que es tu alma tan ardiente
donde escapan tantas mechas.
Hay suspiros contenidos
y susurros de sirenas,
hay pasiones desbordadas
que quisieran ser eternas.
Candilejas de cristal
con mil sueños en las cejas,
que me llevan a tu lado,
mi chiquilla tan traviesa.
Mi pequeña mariposa,
la querida cenicienta,
con los labios temblorosos
recitándome un poema.
Yo te escucho embelesado
y hasta pierdo la cabeza,
se me nublan los sentidos
y consumo la materia.
"...Candilejas del amor
que extendéis vuestras pavesas,
apuradme en ese aceite
que me acerque a las estrellas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/10/14
que las olas hoy me dejan,
con la brisa del nordeste
y el rumor de las mareas.
Yo las miro sorprendido
y las digo qué me cuentan,
qué me dejan con sus alas
y en los pliegues de las velas.
Porque son como unos sueños
de pequeñas cenicientas,
mariposas sin retorno
que se elevan y que vuelan.
Candilejas sin candil
que tus labios hoy me entregan,
y me dicen muchas cosas
y me atrapan y me besan.
Ellas brotan solitarias
del jardín de las esencias,
que es tu alma tan ardiente
donde escapan tantas mechas.
Hay suspiros contenidos
y susurros de sirenas,
hay pasiones desbordadas
que quisieran ser eternas.
Candilejas de cristal
con mil sueños en las cejas,
que me llevan a tu lado,
mi chiquilla tan traviesa.
Mi pequeña mariposa,
la querida cenicienta,
con los labios temblorosos
recitándome un poema.
Yo te escucho embelesado
y hasta pierdo la cabeza,
se me nublan los sentidos
y consumo la materia.
"...Candilejas del amor
que extendéis vuestras pavesas,
apuradme en ese aceite
que me acerque a las estrellas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/10/14
ESPÉRAME MI NIÑA...
Espérame mi niña en la ventana
y mira mientras tanto a las estrellas,
recibe el tibio abrazo de sus rayos
y el beso con mi amor que ellas te llevan.
Recuerda que la vida es poesía
y aroma de salitre en la ribera,
que el hombre necesita del cariño
y el niño de ese lazo del cometa.
Recuerda los momentos tan hermosos
vividos en un mundo sin fronteras,
mis ojos compartiendo con tus ojos
los versos más hermosos que escribiera.
Pupilas encendidas por la fiebre,
miradas amorosas e indiscretas,
la dulce sensación de los sentidos
saciando sensaciones muy diversas.
Espérame mi niña en ese lecho
y encuentra al Peter Pan de la leyenda,
lo tienes en tus sueños infantiles
y aquí, en mi corazón, también se encuentra.
Lo llevas a tu lado vida mía
y sigue cada a día tras tus huellas,
camina con tu mano entre sus manos
a un mundo singular que está muy cerca.
Suspiras y te paras un momento
y sientes como el viento, en la melena,
te deje esa caricia sugerente
y el beso de la brisa sin reservas.
El beso que te excita todo el cuerpo,
la sangre de tus venas que se altera,
el tierno corazón con sus latidos
que busca en mi costado la respuesta.
"...Espérame mi niña en el camino
que allí te entregaré lo que tú esperas,
los labios temblorosos y mis besos
y en ellos el amor que te profesan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/10/14
y mira mientras tanto a las estrellas,
recibe el tibio abrazo de sus rayos
y el beso con mi amor que ellas te llevan.
Recuerda que la vida es poesía
y aroma de salitre en la ribera,
que el hombre necesita del cariño
y el niño de ese lazo del cometa.
Recuerda los momentos tan hermosos
vividos en un mundo sin fronteras,
mis ojos compartiendo con tus ojos
los versos más hermosos que escribiera.
Pupilas encendidas por la fiebre,
miradas amorosas e indiscretas,
la dulce sensación de los sentidos
saciando sensaciones muy diversas.
Espérame mi niña en ese lecho
y encuentra al Peter Pan de la leyenda,
lo tienes en tus sueños infantiles
y aquí, en mi corazón, también se encuentra.
Lo llevas a tu lado vida mía
y sigue cada a día tras tus huellas,
camina con tu mano entre sus manos
a un mundo singular que está muy cerca.
Suspiras y te paras un momento
y sientes como el viento, en la melena,
te deje esa caricia sugerente
y el beso de la brisa sin reservas.
El beso que te excita todo el cuerpo,
la sangre de tus venas que se altera,
el tierno corazón con sus latidos
que busca en mi costado la respuesta.
"...Espérame mi niña en el camino
que allí te entregaré lo que tú esperas,
los labios temblorosos y mis besos
y en ellos el amor que te profesan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/10/14
PORQUE TE BUSCO Y TE ENCUENTRO...
Porque te busco y te encuentro
para robar tu sonrisa,
para beber de tus labios
una inocente alegría...
Eres, sin duda, la rosa,
más especial de mi vida,
la que me cierra los ojos,
la que a mi lado suspira.
Eres la alondra temprana
que vuela y traza mil cintas,
y yo la miro embobado
mientras mis dedos la guían.
Eres la iglesia robusta
que todo el pueblo domina,
con su cigüeña encumbrada
en el nidal que vigila.
Porque te miro y te veo
en esa playa y su orilla,
donde reposan las olas
tras una humilde vigilia.
Eres princesa de noche
y eres sirena de día;
tú vas, con lindos ropajes,
siempre, muy bella vestida.
Eres la voz de mi sangre
y el corazón que palpita,
y aquel susurro que el viento
deja en mi oído deprisa.
Eres el verso que nace
y la palabra que rima,
y cuando cierro los ojos
siento el latir de la brisa.
"...Porque tus letras nerviosas
hacen en mí, maravillas,
eres aquello que busco:
mi singular poesía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/10/14
para robar tu sonrisa,
para beber de tus labios
una inocente alegría...
Eres, sin duda, la rosa,
más especial de mi vida,
la que me cierra los ojos,
la que a mi lado suspira.
Eres la alondra temprana
que vuela y traza mil cintas,
y yo la miro embobado
mientras mis dedos la guían.
Eres la iglesia robusta
que todo el pueblo domina,
con su cigüeña encumbrada
en el nidal que vigila.
Porque te miro y te veo
en esa playa y su orilla,
donde reposan las olas
tras una humilde vigilia.
Eres princesa de noche
y eres sirena de día;
tú vas, con lindos ropajes,
siempre, muy bella vestida.
Eres la voz de mi sangre
y el corazón que palpita,
y aquel susurro que el viento
deja en mi oído deprisa.
Eres el verso que nace
y la palabra que rima,
y cuando cierro los ojos
siento el latir de la brisa.
"...Porque tus letras nerviosas
hacen en mí, maravillas,
eres aquello que busco:
mi singular poesía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/10/14
QUISIERA SENTIRTE CERCA...
Quisiera sentirte cerca
y acariciar tus cabellos,
besar los labios de nácar
y susurrarte en tus sueños.
Dejarte finas caricias.
decirte cuanto te quiero,
para dormirme contigo
y descansar en tu lecho.
Porque preciso el descanso
y reponer todo aquello,
fuerza y también ilusiones
para seguir el sendero.
Quisiera que fueras mía
desde tus pies hasta el pelo,
y suspiraran tus labios
y me gritara tu cuerpo.
Yo cerraría los ojos
y buscaría, en silencio,
ese sagrado episodio
donde el Amor es eterno.
Porque te pienso y me digo
que esta locura es de un cuerdo,
y es por tu culpa, mi niña,
que si me faltas me muero.
Quisiera mirar tus ojos
y muy despacio leerlos
para arrancar los mensajes
de esos poemas sin versos.
Versos que están en tu alma
y que han brotado de dentro,
como latidos ahogados
de ese fogón de tu pecho.
Porque te miro y sonrío
mientras tu abrazo sostengo,
y voy besando tus labios
y ese lunar de tu seno.
"...Quisiera que tú leyeras
este poema incompleto,
y que encontraras la magia
que han intentado mis dedos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/10/14
y acariciar tus cabellos,
besar los labios de nácar
y susurrarte en tus sueños.
Dejarte finas caricias.
decirte cuanto te quiero,
para dormirme contigo
y descansar en tu lecho.
Porque preciso el descanso
y reponer todo aquello,
fuerza y también ilusiones
para seguir el sendero.
Quisiera que fueras mía
desde tus pies hasta el pelo,
y suspiraran tus labios
y me gritara tu cuerpo.
Yo cerraría los ojos
y buscaría, en silencio,
ese sagrado episodio
donde el Amor es eterno.
Porque te pienso y me digo
que esta locura es de un cuerdo,
y es por tu culpa, mi niña,
que si me faltas me muero.
Quisiera mirar tus ojos
y muy despacio leerlos
para arrancar los mensajes
de esos poemas sin versos.
Versos que están en tu alma
y que han brotado de dentro,
como latidos ahogados
de ese fogón de tu pecho.
Porque te miro y sonrío
mientras tu abrazo sostengo,
y voy besando tus labios
y ese lunar de tu seno.
"...Quisiera que tú leyeras
este poema incompleto,
y que encontraras la magia
que han intentado mis dedos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/10/14
PERO AMAR ES LA ILUSIÓN...
Pero amar es la ilusión
que vemos, llega y se pasa
y nos produce un vacío
cuando se ausenta del alma.
Y bien mirado es así,
porque la vida y la nada
son esa raya invisible
que tras cruzarla se acaba.
Una frontera sin nombre,
una galerna sin barcas,
una canción a los sordos
que sin oírla ya cantan.
Por eso pienso en los ciegos
y en sus pupilas opacas,
donde tiniebla y pinturas
forman mil líneas abstractas.
Pero amar es la ilusión,
digo y repito sin ganas,
donde florecen los sueños
y en un suspiro se matan.
Nacen en breves segundos,
brotan al cielo y se alzan,
como buscando las nubes
y el manto azul que les tapa.
Y sin saber cómo y dónde,
llega la mano y la daga,
a cercenar los retoños
en los rocíos del alba.
Y así renacen y mueren
las ilusiones soñadas,
y yo me quedo en silencio
mientras restaño una lágrima.
"...Pero amar es la ilusión,
que el hombre busca y le falta,
aunque el vivir es morir
por un Amor, sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/10/14
que vemos, llega y se pasa
y nos produce un vacío
cuando se ausenta del alma.
Y bien mirado es así,
porque la vida y la nada
son esa raya invisible
que tras cruzarla se acaba.
Una frontera sin nombre,
una galerna sin barcas,
una canción a los sordos
que sin oírla ya cantan.
Por eso pienso en los ciegos
y en sus pupilas opacas,
donde tiniebla y pinturas
forman mil líneas abstractas.
Pero amar es la ilusión,
digo y repito sin ganas,
donde florecen los sueños
y en un suspiro se matan.
Nacen en breves segundos,
brotan al cielo y se alzan,
como buscando las nubes
y el manto azul que les tapa.
Y sin saber cómo y dónde,
llega la mano y la daga,
a cercenar los retoños
en los rocíos del alba.
Y así renacen y mueren
las ilusiones soñadas,
y yo me quedo en silencio
mientras restaño una lágrima.
"...Pero amar es la ilusión,
que el hombre busca y le falta,
aunque el vivir es morir
por un Amor, sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/10/14
SIENTO QUE NACE UN POEMA...
Siento que nace un poema
y que me quema la entraña,
son unos versos sin nombre
como puñales del alma.
Son fantasías que hieren
a las pestañas sin lágrimas,
mientras te miro y me miro
entre la ausencia y la nada.
¡Cuantas cenizas al viento
dejan las nubes tan blancas!,
¡cuántos misterios ocultan
y cuántos otros se apartan!
Porque la vida es un verso,
una batuta sin arpa,
un pentagrama en la noche
al que le falta la escala.
Siento que nace un poema
entre la niebla y las llamas,
y que se ahogan los sueños
porque te vas y te marchas.
Vuelves a un mundo que vive
de fantasías y farras,
cuando tú buscas tu mundo
donde la mar esté en calma.
Donde el amor esté siempre
en ese labio que clama,
en los suspiros que piden
y en los abrazos que faltan.
...En ese mundo no caben
niños cobardes que claman,
ni aquellos otros mayores
que sienten, lloran y callan.
"...Siento que nace un poema
y que se mueren las alas,
de aquel cometa, que un niño,
quiso prender de una nana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/10/14
y que me quema la entraña,
son unos versos sin nombre
como puñales del alma.
Son fantasías que hieren
a las pestañas sin lágrimas,
mientras te miro y me miro
entre la ausencia y la nada.
¡Cuantas cenizas al viento
dejan las nubes tan blancas!,
¡cuántos misterios ocultan
y cuántos otros se apartan!
Porque la vida es un verso,
una batuta sin arpa,
un pentagrama en la noche
al que le falta la escala.
Siento que nace un poema
entre la niebla y las llamas,
y que se ahogan los sueños
porque te vas y te marchas.
Vuelves a un mundo que vive
de fantasías y farras,
cuando tú buscas tu mundo
donde la mar esté en calma.
Donde el amor esté siempre
en ese labio que clama,
en los suspiros que piden
y en los abrazos que faltan.
...En ese mundo no caben
niños cobardes que claman,
ni aquellos otros mayores
que sienten, lloran y callan.
"...Siento que nace un poema
y que se mueren las alas,
de aquel cometa, que un niño,
quiso prender de una nana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/10/14
ENTRE LAS OLAS INQUIETAS...
Entre las olas inquietas
llegan revueltas las algas,
son como arañas sin nombre
que buscan lecho y su casa.
Buscan quizás el abrigo
que les ofrece la playa
y las templadas caricias
de las arenas doradas
Dejan olores y aromas
de ese salitre y resacas,
donde está el yodo presente
que las define y embriaga.
Entre las olas inquietas
siembro en el mar esperanzas,
para más tarde su fruto
verlo surgir de las aguas.
Ver como crecen altivos
tantos suspiros que saltan,
y que se elevan al cielo
entre las nubes tan blancas.
Ver como fuman los dioses
en estas noches tan claras,
y parpadean las puntas
de sus colillas preciadas.
Entre las olas inquietas
brincan los peces y saltan,
yo los contemplo en silencio
mientras empuño mi caña.
Yo los asusto un poquito
con mi batuta encantada,
ya que no tiene sedales
ni esos anzuelos que matan.
Lleva tan solo alegría
para este mar que me abraza,
para las algas hermosas
y para el pez con su magia.
"...Entre las olas inquietas
voy recogiendo su gracia,
para llevarla a tu lado
y junto a ti, disfrutarla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/10/14
llegan revueltas las algas,
son como arañas sin nombre
que buscan lecho y su casa.
Buscan quizás el abrigo
que les ofrece la playa
y las templadas caricias
de las arenas doradas
Dejan olores y aromas
de ese salitre y resacas,
donde está el yodo presente
que las define y embriaga.
Entre las olas inquietas
siembro en el mar esperanzas,
para más tarde su fruto
verlo surgir de las aguas.
Ver como crecen altivos
tantos suspiros que saltan,
y que se elevan al cielo
entre las nubes tan blancas.
Ver como fuman los dioses
en estas noches tan claras,
y parpadean las puntas
de sus colillas preciadas.
Entre las olas inquietas
brincan los peces y saltan,
yo los contemplo en silencio
mientras empuño mi caña.
Yo los asusto un poquito
con mi batuta encantada,
ya que no tiene sedales
ni esos anzuelos que matan.
Lleva tan solo alegría
para este mar que me abraza,
para las algas hermosas
y para el pez con su magia.
"...Entre las olas inquietas
voy recogiendo su gracia,
para llevarla a tu lado
y junto a ti, disfrutarla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/10/14
ESPERO A TU ALMA DESNUDA...
Espero a tu alma desnuda
que me enseñe lo que tenga,
y me diga sin palabras
todo aquello que almacena.
Lo que ocultan tus pupilas,
la mirada tan inquieta,
y ese pecho ya curtido
que suspira a las estrellas.
Pero también esos dedos
deseosos de dar letras,
y llevarlas al cuaderno
cual floridas madreselvas.
Seguro que los suspiros
demostrarán lo que llevan,
los jazmines y las rosas
que vendrán a la libreta.
Espero a tu alma desnuda
temblorosa de impaciencia,
hasta que lleguen mis ojos
a su lado a socorrerla.
Y abriré bien las cortinas
del sagrario en que está envuelta,
y encenderé las farolas
para que escribas poemas.
Para que digas aquello
que te venga a la cabeza,
y sonrías a las nubes
y a los lirios de la huerta.
Yo miraré agradecido
todo aquello que te venga,
lo que nazca entre tus dedos,
lo que escribas sin reserva.
"...Espero a tu alma desnuda
y a tu cuerpo de gacela,
para embriagarme, seguro,
de tu gracia y de tu esencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/10/14
que me enseñe lo que tenga,
y me diga sin palabras
todo aquello que almacena.
Lo que ocultan tus pupilas,
la mirada tan inquieta,
y ese pecho ya curtido
que suspira a las estrellas.
Pero también esos dedos
deseosos de dar letras,
y llevarlas al cuaderno
cual floridas madreselvas.
Seguro que los suspiros
demostrarán lo que llevan,
los jazmines y las rosas
que vendrán a la libreta.
Espero a tu alma desnuda
temblorosa de impaciencia,
hasta que lleguen mis ojos
a su lado a socorrerla.
Y abriré bien las cortinas
del sagrario en que está envuelta,
y encenderé las farolas
para que escribas poemas.
Para que digas aquello
que te venga a la cabeza,
y sonrías a las nubes
y a los lirios de la huerta.
Yo miraré agradecido
todo aquello que te venga,
lo que nazca entre tus dedos,
lo que escribas sin reserva.
"...Espero a tu alma desnuda
y a tu cuerpo de gacela,
para embriagarme, seguro,
de tu gracia y de tu esencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/10/14
NO SÉ, SEGURAMENTE...
No sé, seguramente
esperas mis palabras,
la brisa que nerviosa
repique en tu ventana.
También, por otra parte,
yo busco tu mirada,
preciso de tus besos
que tanto me hacen falta.
No sé, si son los años
o puede que las canas,
que aumentan la locura
del niño y de sus mañas.
Los hombres se sonríen,
camino de la plaza,
las chicas bien dispuestas,
coquetas se preparan.
Y surgen los romances,
los cantos y las nanas,
los cuentos y leyendas
que sacan tantas lágrimas.
Añoro tantas noches
que tú me despertabas,
dejando una caricia
y un beso por mi cara.
Por eso los poemas
contienen esa magia,
de letras reunidas
que quitan telarañas.
Nos hablan de susurros,
suspiros y gargantas,
de nombres pronunciados
y gritos que se escapan.
No sé, seguramente,
tú esperas mi llamada,
igual que yo te espero
soñando con tu falda.
La voz de terciopelo,
la risa tan cercana,
la mano con los dedos
que roza por mi espalda.
Te beso dulcemente,
te siento tan cercana,
te acerco hasta mi pecho
robándote tu alma.
Así, querida niña,
las sombras ya se marchan,
y brillan las estrellas
danzando por las aguas.
"...No sé, mi Amor sincero,
contarte lo que pasa,
te quiero y tú me quieres
y escucho a las cigarras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/10/14
esperas mis palabras,
la brisa que nerviosa
repique en tu ventana.
También, por otra parte,
yo busco tu mirada,
preciso de tus besos
que tanto me hacen falta.
No sé, si son los años
o puede que las canas,
que aumentan la locura
del niño y de sus mañas.
Los hombres se sonríen,
camino de la plaza,
las chicas bien dispuestas,
coquetas se preparan.
Y surgen los romances,
los cantos y las nanas,
los cuentos y leyendas
que sacan tantas lágrimas.
Añoro tantas noches
que tú me despertabas,
dejando una caricia
y un beso por mi cara.
Por eso los poemas
contienen esa magia,
de letras reunidas
que quitan telarañas.
Nos hablan de susurros,
suspiros y gargantas,
de nombres pronunciados
y gritos que se escapan.
No sé, seguramente,
tú esperas mi llamada,
igual que yo te espero
soñando con tu falda.
La voz de terciopelo,
la risa tan cercana,
la mano con los dedos
que roza por mi espalda.
Te beso dulcemente,
te siento tan cercana,
te acerco hasta mi pecho
robándote tu alma.
Así, querida niña,
las sombras ya se marchan,
y brillan las estrellas
danzando por las aguas.
"...No sé, mi Amor sincero,
contarte lo que pasa,
te quiero y tú me quieres
y escucho a las cigarras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/10/14
TENGO GANAS...
Tengo ganas de dormir profundamente,
de cubrirme con las sombras de los sueños,
de volar por esos cielos infinitos
donde el mundo está parado y en silencio.
Tengo ganas de sentir la poesía de las horas,
el tic-tac de los relojes que nos dejan sus lamentos,
la perfecta sinfonía de las olas de los mares
cuando llegan a la orilla y la saludan con sus besos.
Tengo ganas de abrazarte simplemente,
de estirarme y de buscarte por el lecho,
de sentir escalofríos en la sangre
y de ser el lazarillo de los ciegos.
Tengo ganas de mirarte y de contarte muchas cosas,
de decirte, por ejemplo, todo aquello que yo siento,
de rozar esas mejillas deliciosas de tu cara
y de hacerlo, en un instante, con candor y con mis dedos.
Tengo ganas de besarte dulcemente,
de enredar y hacer diabluras en tu pelo,
de buscar una mirada de tus ojos
y atrapar ese suspiro de tu pecho.
Tengo ganas de escuchar la melodía de tus labios,
las palabras que me hablan y susurran mil deseos,
la pasión efervescente de tu sangre y los latidos
que se escapan y que llegan a mi lado como el fuego.
Tengo ganas de ofrecerte mis poemas
y escucharte en la lectura de mis versos,
para luego suspirar, como aquel niño,
que se esfuma en la distancia y a lo lejos.
Tengo ganas de abrazarte y no parar en esta tarde
de llevar a tus oídos una frase y un "te quiero"
de estrechar entre mis manos a tus manos soñolientas
y de abrir mi corazón hasta ese tuyo tan sediento.
"...Tengo ganas de dormir profundamente,
de sentir la quintaesencia de los cuerdos,
de volar por esos cielos de esperanza,
a un mañana sin final, de amor eterno..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/10/14
de cubrirme con las sombras de los sueños,
de volar por esos cielos infinitos
donde el mundo está parado y en silencio.
Tengo ganas de sentir la poesía de las horas,
el tic-tac de los relojes que nos dejan sus lamentos,
la perfecta sinfonía de las olas de los mares
cuando llegan a la orilla y la saludan con sus besos.
Tengo ganas de abrazarte simplemente,
de estirarme y de buscarte por el lecho,
de sentir escalofríos en la sangre
y de ser el lazarillo de los ciegos.
Tengo ganas de mirarte y de contarte muchas cosas,
de decirte, por ejemplo, todo aquello que yo siento,
de rozar esas mejillas deliciosas de tu cara
y de hacerlo, en un instante, con candor y con mis dedos.
Tengo ganas de besarte dulcemente,
de enredar y hacer diabluras en tu pelo,
de buscar una mirada de tus ojos
y atrapar ese suspiro de tu pecho.
Tengo ganas de escuchar la melodía de tus labios,
las palabras que me hablan y susurran mil deseos,
la pasión efervescente de tu sangre y los latidos
que se escapan y que llegan a mi lado como el fuego.
Tengo ganas de ofrecerte mis poemas
y escucharte en la lectura de mis versos,
para luego suspirar, como aquel niño,
que se esfuma en la distancia y a lo lejos.
Tengo ganas de abrazarte y no parar en esta tarde
de llevar a tus oídos una frase y un "te quiero"
de estrechar entre mis manos a tus manos soñolientas
y de abrir mi corazón hasta ese tuyo tan sediento.
"...Tengo ganas de dormir profundamente,
de sentir la quintaesencia de los cuerdos,
de volar por esos cielos de esperanza,
a un mañana sin final, de amor eterno..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/10/14
DESPERTÉ POR LA MAÑANA...
Desperté por la mañana
en un lecho de violetas,
y he buscado con mis dedos
el perfume de tu esencia.
Me embriagué sin remediarlo
y volví con las estrellas,
a esa noche ya pasada
de esperanzas y promesas.
Porque fuimos muy felices
al sentirnos tan de cerca,
escuchando los rumores
de las olas en la arena.
Tú buscabas a mis ojos,
yo quería tu presencia,
y sin miedo y sin temores,
nos amamos sin pereza.
Desperté por la mañana
con el alba y con la fresca,
y he sentido con mis dedos
ese lecho con tu ausencia.
Y es que pronto amaneciste
y te fuiste a la ribera,
a mirar nacer el alba
de otro día por la tierra.
Más no huiste de este lecho
donde yo quedé sin fuerzas,
ni marchaste de mi lado
a cruzar otras fronteras.
Solo fuiste, en un momento,
a leer el fiel poema,
y a empaparte del rocío
de sus versos y sus letras.
"...Desperté por la mañana
y te he visto cenicienta,
tú dormías a mi lado
toda hermosa en tu inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/10/14
en un lecho de violetas,
y he buscado con mis dedos
el perfume de tu esencia.
Me embriagué sin remediarlo
y volví con las estrellas,
a esa noche ya pasada
de esperanzas y promesas.
Porque fuimos muy felices
al sentirnos tan de cerca,
escuchando los rumores
de las olas en la arena.
Tú buscabas a mis ojos,
yo quería tu presencia,
y sin miedo y sin temores,
nos amamos sin pereza.
Desperté por la mañana
con el alba y con la fresca,
y he sentido con mis dedos
ese lecho con tu ausencia.
Y es que pronto amaneciste
y te fuiste a la ribera,
a mirar nacer el alba
de otro día por la tierra.
Más no huiste de este lecho
donde yo quedé sin fuerzas,
ni marchaste de mi lado
a cruzar otras fronteras.
Solo fuiste, en un momento,
a leer el fiel poema,
y a empaparte del rocío
de sus versos y sus letras.
"...Desperté por la mañana
y te he visto cenicienta,
tú dormías a mi lado
toda hermosa en tu inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/10/14
ECHO DE MENOS TU RISA...
Echo de menos tu risa
y los dedos en mi espalda,
con la brisa de tus ojos
y el candor de su mirada.
Pero recuerdo que cerca
hay suspiros y esperanzas,
hay aromas de tu cuerpo
y una rosa en la ventana.
Yo te busco entre las sombras
y también en esa cama,
donde duermes, muy ajena,
al deseo de mi alma.
Y te veo descansando,
y adivino, entre las sábanas,
la figura tan hermosa
de tu cuerpo que me aguarda.
Echo de menos tus pasos
y ese pliegue de la falda,
que unas piernas tan bonitas
van llenándome de ganas...
...De abrazarte y de besarte,
de estrecharte sin tardanza,
y decirte en tus oídos
todo aquello que esperabas.
Que te amo y que te quiero,
que sin ti la vida es nada,
que suspiro si suspiras
y que callo cuando hablas.
Porque quedo ensimismado
con tu voz limpia y tan clara,
que me llena y que me acuna
recordándome una nana.
"...Echo de menos tus ojos
y esa brillo con su gracia
que me ofrecen cada día
tus pupilas, sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/10/14
y los dedos en mi espalda,
con la brisa de tus ojos
y el candor de su mirada.
Pero recuerdo que cerca
hay suspiros y esperanzas,
hay aromas de tu cuerpo
y una rosa en la ventana.
Yo te busco entre las sombras
y también en esa cama,
donde duermes, muy ajena,
al deseo de mi alma.
Y te veo descansando,
y adivino, entre las sábanas,
la figura tan hermosa
de tu cuerpo que me aguarda.
Echo de menos tus pasos
y ese pliegue de la falda,
que unas piernas tan bonitas
van llenándome de ganas...
...De abrazarte y de besarte,
de estrecharte sin tardanza,
y decirte en tus oídos
todo aquello que esperabas.
Que te amo y que te quiero,
que sin ti la vida es nada,
que suspiro si suspiras
y que callo cuando hablas.
Porque quedo ensimismado
con tu voz limpia y tan clara,
que me llena y que me acuna
recordándome una nana.
"...Echo de menos tus ojos
y esa brillo con su gracia
que me ofrecen cada día
tus pupilas, sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/10/14
CUANDO ANOCHE TE MIRABA...
Cuando anoche te miraba
me quedaba ensimismado,
tú soñabas dulcemente
con la cara entre mis manos.
Yo apartaba tus cabellos
y quería secuestrarlos,
enlazarlos con cariño
y soñar en tu regazo.
Era un tiempo detenido,
un reloj sin calendario,
una nota y un arpegio
suspendidas de tus labios.
Pero el alma proseguía
su tic-tac acelerado,
yo te amaba simplemente
y dormía en tu regazo.
Cuando anoche te miraba
me sentía alborozado,
y mis labios, en silencio,
te besaban sin dudarlo.
Te decían muchas cosas
unos ojos apagados,
que miraban a los tuyos
tan preciosos y tan claros.
Una luna caprichosa
sonreía sobre el lago,
donde iban nuestros sueños
a dormir en su letargo.
Y allí en medio, de las aguas,
como niños nos besamos,
y bailamos sobre ellas
una música temblando.
"...Cuando anoche te miraba
te decía que "te amo",
que te quiero a ti, mi niña,
y no sé como expresarlo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/10/14
me quedaba ensimismado,
tú soñabas dulcemente
con la cara entre mis manos.
Yo apartaba tus cabellos
y quería secuestrarlos,
enlazarlos con cariño
y soñar en tu regazo.
Era un tiempo detenido,
un reloj sin calendario,
una nota y un arpegio
suspendidas de tus labios.
Pero el alma proseguía
su tic-tac acelerado,
yo te amaba simplemente
y dormía en tu regazo.
Cuando anoche te miraba
me sentía alborozado,
y mis labios, en silencio,
te besaban sin dudarlo.
Te decían muchas cosas
unos ojos apagados,
que miraban a los tuyos
tan preciosos y tan claros.
Una luna caprichosa
sonreía sobre el lago,
donde iban nuestros sueños
a dormir en su letargo.
Y allí en medio, de las aguas,
como niños nos besamos,
y bailamos sobre ellas
una música temblando.
"...Cuando anoche te miraba
te decía que "te amo",
que te quiero a ti, mi niña,
y no sé como expresarlo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/10/14
HE SEGUIDO TU SILUETA...
He seguido tu silueta
por los parques y jardines,
esquivando silencioso
esos nervios que me oprimen.
Hay palabras en el aire
y susurros que me dicen,
que no tema, que prosiga,
esos sueños tan felices.
Otras veces, los suspiros,
son el canto de los cisnes,
ese abrazo que nos llega
de los cielos invisible.
Pero todo es poesía
y nosotros somos libres,
para ir donde queramos,
para amar sin tener límites.
He seguido tu silueta,
Amor mío, hasta las lindes,
donde acaban las praderas
y otro mundo va a los cines.
Allí van los revoltosos,
esos cuerpos infantiles,
con los sueños bajo el brazo
y sus ojos tan sensibles.
Allí van los corazones
que sofocan el salitre,
y el galope de sus pechos
que sin duda les oprime.
Nunca es justa la balanza,
cuando suenan los violines,
cuando llegan las caricias
de la brisa a los candiles.
"...He seguido tu silueta
que partió de aquel pupitre,
y ahora duerme con la luna
bellos sueños, increíbles..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/10/14
por los parques y jardines,
esquivando silencioso
esos nervios que me oprimen.
Hay palabras en el aire
y susurros que me dicen,
que no tema, que prosiga,
esos sueños tan felices.
Otras veces, los suspiros,
son el canto de los cisnes,
ese abrazo que nos llega
de los cielos invisible.
Pero todo es poesía
y nosotros somos libres,
para ir donde queramos,
para amar sin tener límites.
He seguido tu silueta,
Amor mío, hasta las lindes,
donde acaban las praderas
y otro mundo va a los cines.
Allí van los revoltosos,
esos cuerpos infantiles,
con los sueños bajo el brazo
y sus ojos tan sensibles.
Allí van los corazones
que sofocan el salitre,
y el galope de sus pechos
que sin duda les oprime.
Nunca es justa la balanza,
cuando suenan los violines,
cuando llegan las caricias
de la brisa a los candiles.
"...He seguido tu silueta
que partió de aquel pupitre,
y ahora duerme con la luna
bellos sueños, increíbles..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/10/14
NO SÉ CÓMO PASÓ...
No sé cómo pasó, no lo recuerdo,
pero sentí el amor de otra manera.
Yo era una barcaza debilucha,
entre chalanas perdidas muy diversas,
tenía un cuerpo frágil y alargado,
y los marinos me llamaban "su trainera".
De noche madrugaba entre los cantos
y aquel rumor de voces y sirenas,
con el bogar pausado de los remos,
trazando sobre el agua mil piruetas.
De pronto sucedió, sin yo saberlo,
y me encontré que el mar y su grandeza
tenía sensaciones muy extrañas
y yo las recibía, en mi inocencia.
Y aquella retahíla de armazones,
formada por los clavos y maderas,
sintió la sabia nueva de la sangre
y el grito que nacía de mis venas.
Sintió la brisa fresca del nordeste
cual beso revolviendo su melena,
la lucha de feroces remolinos
y vientos que dejaban las galernas.
Pero sintió, también, el roce suave
del labio de ese mar que me contempla,
el tierno balanceo de las olas
y el bello despertar de las estrellas.
Y así, me enamoré, lo reconozco,
del agua de ese mar y sus mareas,
de playas y resacas que llegaban
con sueños que dejaban en la arena.
Con cuentos de piratas y marinos,
que mueren, sin dudar, en las tabernas,
con humo de tabaco en las esquinas
y sombras de las luces tan inquietas.
Más yo me conformaba simplemente
volviendo hasta la mar de otra manera,
a impulsos de los remos de los hombres
bogando sin cesar, con su paciencia.
Sentía la ternura de los brazos,
el roce de las olas como seda,
los ojos que miraban dulcemente
la proa precediendo a mi silueta.
...Y yo que me encontré tan orgullosa,
de pronto me olvidé ser cenicienta,
la pobre embarcación de unos marinos
y aquella que llamaban "su trainera"
Las lágrimas vinieron a mis ojos,
al verme abandonada y sin defensa,
cubierta por las algas y el olvido
en una bajamar sin remo y velas.
Los sueños se quedaron con los sueños,
las voces olvidadas en cubierta,
los cantos se perdieron y, las sombras,
cubrieron sin cesar tanta tristeza.
Entonces comprendí cuanto te amaba,
y entonces entendí lo que no era,
la barca soñadora de los cuentos
y un verso que quería ser poema.
Por eso reconozco mi delirio
y digo entre palabras incompletas,
aquello que en mi mente se repite,
y cruje con el tiempo en las cuadernas:
"¡Qué locura más grande he cometido,
amarte yo a ti mar, siendo trainera...!"
Rafael Sánchez Ortega ©
13/10/14
pero sentí el amor de otra manera.
Yo era una barcaza debilucha,
entre chalanas perdidas muy diversas,
tenía un cuerpo frágil y alargado,
y los marinos me llamaban "su trainera".
De noche madrugaba entre los cantos
y aquel rumor de voces y sirenas,
con el bogar pausado de los remos,
trazando sobre el agua mil piruetas.
De pronto sucedió, sin yo saberlo,
y me encontré que el mar y su grandeza
tenía sensaciones muy extrañas
y yo las recibía, en mi inocencia.
Y aquella retahíla de armazones,
formada por los clavos y maderas,
sintió la sabia nueva de la sangre
y el grito que nacía de mis venas.
Sintió la brisa fresca del nordeste
cual beso revolviendo su melena,
la lucha de feroces remolinos
y vientos que dejaban las galernas.
Pero sintió, también, el roce suave
del labio de ese mar que me contempla,
el tierno balanceo de las olas
y el bello despertar de las estrellas.
Y así, me enamoré, lo reconozco,
del agua de ese mar y sus mareas,
de playas y resacas que llegaban
con sueños que dejaban en la arena.
Con cuentos de piratas y marinos,
que mueren, sin dudar, en las tabernas,
con humo de tabaco en las esquinas
y sombras de las luces tan inquietas.
Más yo me conformaba simplemente
volviendo hasta la mar de otra manera,
a impulsos de los remos de los hombres
bogando sin cesar, con su paciencia.
Sentía la ternura de los brazos,
el roce de las olas como seda,
los ojos que miraban dulcemente
la proa precediendo a mi silueta.
...Y yo que me encontré tan orgullosa,
de pronto me olvidé ser cenicienta,
la pobre embarcación de unos marinos
y aquella que llamaban "su trainera"
Las lágrimas vinieron a mis ojos,
al verme abandonada y sin defensa,
cubierta por las algas y el olvido
en una bajamar sin remo y velas.
Los sueños se quedaron con los sueños,
las voces olvidadas en cubierta,
los cantos se perdieron y, las sombras,
cubrieron sin cesar tanta tristeza.
Entonces comprendí cuanto te amaba,
y entonces entendí lo que no era,
la barca soñadora de los cuentos
y un verso que quería ser poema.
Por eso reconozco mi delirio
y digo entre palabras incompletas,
aquello que en mi mente se repite,
y cruje con el tiempo en las cuadernas:
"¡Qué locura más grande he cometido,
amarte yo a ti mar, siendo trainera...!"
Rafael Sánchez Ortega ©
13/10/14
QUIERO LLEGAR DESNUDO HASTA TU LADO...
Quiero llegar desnudo hasta tu lado
para entregarte todo lo que tengo,
un viejo corazón, usado y roto,
y sueños que me guardo en estos versos.
Por eso no me mires cual extraño
y piensa en la razón de todo esto,
es fácil ofuscarse en la locura
que busca la cordura por un precio.
Se piensa que el amor es algo extraño,
un mundo de placer y sentimientos,
un algo muy lejano a nuestras vidas
que plasman los autores en sus cuentos.
No vemos lo que miran nuestros ojos
ni oímos los que exclaman nuestros pechos,
los unos cuando hablan sin palabras,
los otros con suspiros y deseos.
Y así nos convertimos en veletas
que vagan por meandros con el viento,
bajando por el río de la vida
a un mundo de nostalgia y de silencio.
Por eso yo no quiero que se rompa
el lazo tan sutil del firmamento,
y el hilo que nos une a las estrellas
en forma de esos sueños pintorescos.
Te miro y te sonrío dulcemente,
te digo con mis labios que "te quiero",
te entrego la figura ya cansada
de un viejo peregrino sin aliento.
Quedaron en el tiempo y el olvido,
retales del amor tan incompletos,
que hirieron las pupilas muchas veces
y en otras se perdieron sus reflejos.
"...Quiero llegar desnudo hasta tu lado
para cubrir tu cuerpo con mis besos,
para sentir la sangre de tus venas,
vivir el más hermoso de los sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/10/14
para entregarte todo lo que tengo,
un viejo corazón, usado y roto,
y sueños que me guardo en estos versos.
Por eso no me mires cual extraño
y piensa en la razón de todo esto,
es fácil ofuscarse en la locura
que busca la cordura por un precio.
Se piensa que el amor es algo extraño,
un mundo de placer y sentimientos,
un algo muy lejano a nuestras vidas
que plasman los autores en sus cuentos.
No vemos lo que miran nuestros ojos
ni oímos los que exclaman nuestros pechos,
los unos cuando hablan sin palabras,
los otros con suspiros y deseos.
Y así nos convertimos en veletas
que vagan por meandros con el viento,
bajando por el río de la vida
a un mundo de nostalgia y de silencio.
Por eso yo no quiero que se rompa
el lazo tan sutil del firmamento,
y el hilo que nos une a las estrellas
en forma de esos sueños pintorescos.
Te miro y te sonrío dulcemente,
te digo con mis labios que "te quiero",
te entrego la figura ya cansada
de un viejo peregrino sin aliento.
Quedaron en el tiempo y el olvido,
retales del amor tan incompletos,
que hirieron las pupilas muchas veces
y en otras se perdieron sus reflejos.
"...Quiero llegar desnudo hasta tu lado
para cubrir tu cuerpo con mis besos,
para sentir la sangre de tus venas,
vivir el más hermoso de los sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/10/14
A PESAR DE SABER QUE LA VIDA...
A pesar de saber que la vida
es un pozo de sal y sin agua,
que contiene los sueños diversos
y reparten el tiempo y la magia.
Es quizás, cuando llega el otoño,
donde pierden su esencia dorada,
los suspiros se quedan temblando
en los pechos que sufren y callan.
Pero aquellos guardados tan dentro,
donde solo los versos alcanzan,
y una mano de nieve los busca
y unos labios los piden sin falta...
¡Cuántos versos se pierden. Dios mío!,
¡cuánta nota se escapa y se marcha!,
porque vuelan castillos al cielo
de este mundo cruel que me abraza.
Hoy no quiero regalos ni letras,
ni siquiera una estrella de plata.
ni deseo las manos tan dulces
con que un día secaste mis lágrimas.
Solo quiero que llegue el silencio
y me diga su voz, sin palabras,
que la vida merece la pena
a pesar de este pozo que amarga.
A pesar de los sueños, que rotos,
hoy producen locuras que matan,
y se ahogan las almas en ellas
y los cuerpos se quedan sin nada.
Una sed agriculce me acecha,
y la lengua se enquista y se traba,
ya no sé lo que veo a lo lejos
y si Dios es cruel con quien ama.
Porque solos se quedan los muertos
y los ciegos de amor que se apartan,
escuchando la voz que se pierde
con la vida que llega y que pasa.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/10/14
es un pozo de sal y sin agua,
que contiene los sueños diversos
y reparten el tiempo y la magia.
Es quizás, cuando llega el otoño,
donde pierden su esencia dorada,
los suspiros se quedan temblando
en los pechos que sufren y callan.
Pero aquellos guardados tan dentro,
donde solo los versos alcanzan,
y una mano de nieve los busca
y unos labios los piden sin falta...
¡Cuántos versos se pierden. Dios mío!,
¡cuánta nota se escapa y se marcha!,
porque vuelan castillos al cielo
de este mundo cruel que me abraza.
Hoy no quiero regalos ni letras,
ni siquiera una estrella de plata.
ni deseo las manos tan dulces
con que un día secaste mis lágrimas.
Solo quiero que llegue el silencio
y me diga su voz, sin palabras,
que la vida merece la pena
a pesar de este pozo que amarga.
A pesar de los sueños, que rotos,
hoy producen locuras que matan,
y se ahogan las almas en ellas
y los cuerpos se quedan sin nada.
Una sed agriculce me acecha,
y la lengua se enquista y se traba,
ya no sé lo que veo a lo lejos
y si Dios es cruel con quien ama.
Porque solos se quedan los muertos
y los ciegos de amor que se apartan,
escuchando la voz que se pierde
con la vida que llega y que pasa.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/10/14
CIERRA LOS OJOS SIN MIEDO...
Cierra los ojos sin miedo
y no temas. Porque así volverás
sin querer a la vida...
...Sentirás la febril impaciencia
de escuchar sus latidos.
Notarás el oscuro silencio
que precede a las sombras.
Una llama de ardiente pasión
correrá por tus labios.
Y una eterna lujuria brotará
en tus entrañas...
...Y sin prisas ni pausas cerrarás los ojitos
y vendrás a mi lado,
a sentir el latido que nace en mi pecho,
a escuchar el arpegio que grita tu nombre,
a mecer en la cuna dorada tus sueños
y a mirar como llega la luna de otoño
y se pierde en los cielos.
Serás tú la que rompa las sombras,
la que rasgue la oscura cortina
que oculta el silencio,
la que llene de música alegre la casa,
la que traiga la dulce sonrisa de plata
que tanto enamora
y esa luz deseada, que buscan los ciegos,
los hombres que quieren ser niños de nuevo,
los niños que hablando se aman.
Tú serás esa llama que brota del fuego,
la pasión que enamora,
el suspiro que brota despacio,
el susurro que lleva mi nombre,
el temblor de la piel en la noche,
la locura que mueve mis dedos
y el reloj que detiene las horas
y el tiempo.
Y al final estaremos unidos
por lazos de seda,
con miradas y frases que junten
sus hilos,
con caricias y roces que suban de tono,
con resacas profundas y a veces ligeras,
con aromas que dejen salitres y rosas,
y con fuego que agote a las almas y cuerpos
y les haga sentir ese amor que desean,
la pasión que precisan los pechos ardientes,
y la tierna emoción de sentir a la mano querida
rozar a tu pelo
y extenderse a tu espalda...
Rafael Sánchez Ortega ©
08/10/14
AUNQUE ESTOY MUY CANSADO...
Aunque estoy muy cansado,
fatigado y con sueño,
yo persigo tu risa
y tu voz, desde luego,
Y la sigo despacio,
como no, en el silencio,
tras tu cuerpo divino
y tus pies tan ligeros.
Ellos sienten la brisa
de la mar con sus besos,
que los moja y arrulla,
y caminan contentos.
Y se paran un poco
al sentir el aliento
de tu voz infinita
que contagia a los Elfos.
Aunque estoy muy cansado
no reprimo mis versos,
que cansada mi sangre
ellos quieren ser fuego.
Y volcán y cenizas,
y ese arpegio in crescendo,
que acelera las almas
y emociona los cuerpos.
Porque así son las letras
del poema incompleto,
que se unen y juntan
y que buscan el cielo.
Esos ojos profundos
y el azul tan sincero,
donde fluyen los mares
y los dioses eternos.
Hay amores que ofrecen
los pequeños destellos,
las pupilas que brillan
y los dedos inquietos.
Y también esos ojos
cuando ven lo que veo,
cuando buscan mis labios
y me besan el cuello.
Porque siento tus manos
abrazando mi pecho,
mientras salen mis letras
una a una al cuaderno.
Y así acaba la historia
del poema, que intento,
porque tú me susurras
las palabras que anhelo.
"...Aunque estoy muy cansado,
pienso en ti, por supuesto,
y te abrazo enseguida
y te digo "te quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/10/14
fatigado y con sueño,
yo persigo tu risa
y tu voz, desde luego,
Y la sigo despacio,
como no, en el silencio,
tras tu cuerpo divino
y tus pies tan ligeros.
Ellos sienten la brisa
de la mar con sus besos,
que los moja y arrulla,
y caminan contentos.
Y se paran un poco
al sentir el aliento
de tu voz infinita
que contagia a los Elfos.
Aunque estoy muy cansado
no reprimo mis versos,
que cansada mi sangre
ellos quieren ser fuego.
Y volcán y cenizas,
y ese arpegio in crescendo,
que acelera las almas
y emociona los cuerpos.
Porque así son las letras
del poema incompleto,
que se unen y juntan
y que buscan el cielo.
Esos ojos profundos
y el azul tan sincero,
donde fluyen los mares
y los dioses eternos.
Hay amores que ofrecen
los pequeños destellos,
las pupilas que brillan
y los dedos inquietos.
Y también esos ojos
cuando ven lo que veo,
cuando buscan mis labios
y me besan el cuello.
Porque siento tus manos
abrazando mi pecho,
mientras salen mis letras
una a una al cuaderno.
Y así acaba la historia
del poema, que intento,
porque tú me susurras
las palabras que anhelo.
"...Aunque estoy muy cansado,
pienso en ti, por supuesto,
y te abrazo enseguida
y te digo "te quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/10/14
LA VERDAD ES QUE SÍ...
LA VERDAD ES QUE SÍ...
...que a pesar de este estado,
tan cansado y maltrecho
hoy te buscan mis ojos,
y te sigue mi aliento,
te rodean mis brazos
y no sé lo que siento.
Y es así vida mía
con caricias y besos,
ya que nacen del alma
para ir a tu encuentro.
Es preciosa la vida
y vivirla sin freno,
con pasión desbocada
que estremezca los cuerpos.
A pesar del cansancio
y el dolor que ahora tengo,
en los ojos miopes
y también en mis dedos.
Ellos buscan tus ojos
de ese azul tan intenso
y también a tus manos
con sus dedos inquietos.
Hoy no sé lo que digo,
embriagado me encuentro,
de febril calentura
y también de Ibuprofeno.
Pero así son las cosas
de este otoño y mis miedos,
en que busco la brisa
y me abrazan los vientos.
Hay nordestes febriles
y calores inmensos,
que ya secan mi lengua
mientras busca tus besos.
Van pasando las horas
de este día incruento,
pero sigo pensando
que tu amor es eterno.
Y que sigues conmigo
y que voy a tu encuentro,
nos tomamos la mano
para irnos muy lejos,
a ese reino sin nombre,
de ilusión y silencio.
Y seremos felices,
bailaremos sin freno,
en las aguas tranquilas
de ese lago que pienso.
Y tal vez, en la noche,
leeremos un cuento,
que nos dicte la luna
con su abrazo indiscreto.
Más ya ves niña mía
que te adoro y te quiero
y no tengo palabras
de expresar todo esto.
Se me espesa la frente,
las meninges y el velo,
y no sé lo que escribo
porque casi me duermo.
Pero quiero tu abrazo,
tu cariño y tus besos
y la inmensa ternura
que destilan tus dedos.
Es Amor, vida mía
lo que grita mi pecho
y tu nombre pronuncian
estos labios sedientos.
Y repiten tu nombre
Amor mío y te quiero,
y me duermo a tu lado
y te abrazo y te siento.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/10/14
...que a pesar de este estado,
tan cansado y maltrecho
hoy te buscan mis ojos,
y te sigue mi aliento,
te rodean mis brazos
y no sé lo que siento.
Y es así vida mía
con caricias y besos,
ya que nacen del alma
para ir a tu encuentro.
Es preciosa la vida
y vivirla sin freno,
con pasión desbocada
que estremezca los cuerpos.
A pesar del cansancio
y el dolor que ahora tengo,
en los ojos miopes
y también en mis dedos.
Ellos buscan tus ojos
de ese azul tan intenso
y también a tus manos
con sus dedos inquietos.
Hoy no sé lo que digo,
embriagado me encuentro,
de febril calentura
y también de Ibuprofeno.
Pero así son las cosas
de este otoño y mis miedos,
en que busco la brisa
y me abrazan los vientos.
Hay nordestes febriles
y calores inmensos,
que ya secan mi lengua
mientras busca tus besos.
Van pasando las horas
de este día incruento,
pero sigo pensando
que tu amor es eterno.
Y que sigues conmigo
y que voy a tu encuentro,
nos tomamos la mano
para irnos muy lejos,
a ese reino sin nombre,
de ilusión y silencio.
Y seremos felices,
bailaremos sin freno,
en las aguas tranquilas
de ese lago que pienso.
Y tal vez, en la noche,
leeremos un cuento,
que nos dicte la luna
con su abrazo indiscreto.
Más ya ves niña mía
que te adoro y te quiero
y no tengo palabras
de expresar todo esto.
Se me espesa la frente,
las meninges y el velo,
y no sé lo que escribo
porque casi me duermo.
Pero quiero tu abrazo,
tu cariño y tus besos
y la inmensa ternura
que destilan tus dedos.
Es Amor, vida mía
lo que grita mi pecho
y tu nombre pronuncian
estos labios sedientos.
Y repiten tu nombre
Amor mío y te quiero,
y me duermo a tu lado
y te abrazo y te siento.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/10/14
ME ENAMORÉ DE TUS LABIOS...
Me enamoré de tus labios
y tu carita de fresa,
de tu figura elegante
y del candor de tus piernas.
Porque dejabas ternura
yo te seguía las huellas,
y tú marchabas sin rumbo
junto a las olas inquietas.
Ellas llegaban cansadas
para dormir en la arena,
pero dejaban un beso
para tus pies y melena.
Tú, indiferente seguías,
por esa orilla secreta,
entre el rumor de resacas
para tus ojos sin pena.
Me enamoré de tus ojos
y su mirada tan tierna,
que recordaban los cielos
con ese azul que embelesa.
Pero sin duda, en la noche,
ellos buscaban estrellas,
y aquella luna brillante,
tan perezosa y señera.
Luna, lunita de plata,
y ojos de azul cenicienta,
¿por qué robáis mis suspiros
en cuanto asomo a la puerta?
¿Por qué me besa la brisa
de este nordeste, con fuerza,
si solo sigo sus pasos
y hasta me muerdo la lengua...?
"...Me enamoré de tu risa
y de tu voz tan sincera,
cuando leíste mis versos
y me miraste serena..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/10/14
y tu carita de fresa,
de tu figura elegante
y del candor de tus piernas.
Porque dejabas ternura
yo te seguía las huellas,
y tú marchabas sin rumbo
junto a las olas inquietas.
Ellas llegaban cansadas
para dormir en la arena,
pero dejaban un beso
para tus pies y melena.
Tú, indiferente seguías,
por esa orilla secreta,
entre el rumor de resacas
para tus ojos sin pena.
Me enamoré de tus ojos
y su mirada tan tierna,
que recordaban los cielos
con ese azul que embelesa.
Pero sin duda, en la noche,
ellos buscaban estrellas,
y aquella luna brillante,
tan perezosa y señera.
Luna, lunita de plata,
y ojos de azul cenicienta,
¿por qué robáis mis suspiros
en cuanto asomo a la puerta?
¿Por qué me besa la brisa
de este nordeste, con fuerza,
si solo sigo sus pasos
y hasta me muerdo la lengua...?
"...Me enamoré de tu risa
y de tu voz tan sincera,
cuando leíste mis versos
y me miraste serena..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/10/14
ME ENCANTA CUANDO TE VEO...
Me encanta cuando te veo,
me gustas cuando apareces,
con tu cara sonrojada
y aceptando mis claveles.
Porque te veo distinta
con tu cara sonriente,
con tus labios que ya tiemblan
y tus ojos que se mueven.
Te extremeces, vida mía,
y suspiras muchas veces,
y me tomas de la mano
y me besas dulcemente.
Me encanta cuando te veo
y el deseo vibra y quiere,
con mis dedos dibujarte
y grabarte en sus pinceles.
Porque todo es poesía
y tu cuerpo se estremece,
se apodera de tu alma
y también de los cipreses.
Y se alegra tu sonrisa
y se extiende por la frente,
por tus ojos que se cierran,
por los labios que se mueven.
Me encanta cuando te veo
y sonrío, simplemente,
yo te hablo sin palabras,
tú me miras y te ofreces.
Y es entonces que te digo
todo aquello que tú quieres,
que te amo y que te adoro
y deseo lo que tienes.
Lo que guardas en tu pecho,
y en la sangre tan ardiente,
que galopa y que se inflama
cual gacela por la nieve.
"...Me encanta cuando te veo
y quiero abrazarte siempre,
arrancarte mil suspiros
y cuidarte mientras duermes..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/10/12
me gustas cuando apareces,
con tu cara sonrojada
y aceptando mis claveles.
Porque te veo distinta
con tu cara sonriente,
con tus labios que ya tiemblan
y tus ojos que se mueven.
Te extremeces, vida mía,
y suspiras muchas veces,
y me tomas de la mano
y me besas dulcemente.
Me encanta cuando te veo
y el deseo vibra y quiere,
con mis dedos dibujarte
y grabarte en sus pinceles.
Porque todo es poesía
y tu cuerpo se estremece,
se apodera de tu alma
y también de los cipreses.
Y se alegra tu sonrisa
y se extiende por la frente,
por tus ojos que se cierran,
por los labios que se mueven.
Me encanta cuando te veo
y sonrío, simplemente,
yo te hablo sin palabras,
tú me miras y te ofreces.
Y es entonces que te digo
todo aquello que tú quieres,
que te amo y que te adoro
y deseo lo que tienes.
Lo que guardas en tu pecho,
y en la sangre tan ardiente,
que galopa y que se inflama
cual gacela por la nieve.
"...Me encanta cuando te veo
y quiero abrazarte siempre,
arrancarte mil suspiros
y cuidarte mientras duermes..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/10/12
SENSACIONES CONFUSAS Y AGRADABLES...
Sensaciones confusas y agradables
se amontonan en mi cabeza
y tú eres el recuerdo de las mismas,
la figura central de ese pequeño universo
que ahora late y que palpita en mi corazón
enamorado.
Porque todo, de pronto, se ha transformado.
Todo ha cobrado vida.
Todo tiene un color diferente,
quizás como este otoño que ahora tenemos
y que la naturaleza nos brinda
con tanta generosidad.
Hay aromas en el aire que se mezclan y confunden
y el salitre y el almíbar son perfumes embriagantes
y que enervan los sentidos.
Hay olores a tomillo y a lavanda
que se mezclan con las fresas esparcidas
por tu cuerpo sabiamente
y que unos dedos colocaron muy nerviosas.
Allí esperan a que vayan unos labios en su busca,
a que arranquen sensaciones muy diversas,
a que toquen y a que rocen esas fibras
tan sensibles de tu alma
y a que saquen de tu piel esos suspiros,
el deseo de tu cuerpo que proclama que le bese,
que le abrace y acaricie,
que recorra con mis labios sus senderos,
que succione con mi lengua esas gotas,
tan sabrosas, del almíbar que ha bajado
de tus senos.
Y es así como llegamos al momento tan sublime
donde explota la pasión,
y la lujuria se hace carne y se mezcla
con la sangre, y el deseo de los cuerpos y las almas,
con las manos temblorosas que se buscan,
con los labios vacilantes que pronuncian
las palabras añoradas,
con los ojos que se miran y se hablan
y se dicen tantas cosas en silencio,
con el roce de los cuerpos que precisan del calor
del cuerpo amado
y también de su ternura y sus caricias,
como brisa enamorada, que les roza
y que les llega.
Y así nacen los poemas en el día.
Y así duermen los amantes en el lecho,
bajo el manto de la noche que los cubre
y amparados por el verso inagotable del amor
que se renueva y que renace
tras volver de la batalla...
Victoriosos y contentos, con el alma enamorada,
compartiendo las delicias que lograron de sus cuerpos
y sintiendo la hermosura del presente
y de un momento que lograron extasiarse
y congelar ese tic-tac de los relojes de su vida.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/10/14
AUNQUE NO LO PAREZCA...
Aunque no lo parezca
yo preciso tus besos
y también tus caricias
y el candor de tus dedos.
Esa brisa sublime
que recorre mi cuerpo,
deja en mí sensaciones
y no sé lo que siento.
Se desborda la mente
con pasión y deseos,
y te busco en el día
con mis ojos inquietos.
Porque quiero el latido
que desprenden tus senos,
y el temblor impaciente
de tus labios resecos.
Aunque no lo parezca
siento envidia del fuego,
y quisiera ser lava
y el volcán en tu sexo.
Y quisiera llevarte
a ese mundo perfecto,
más allá de las nubes,
más allá de los cielos.
Donde el niño se duerme
y se apagan los miedos,
la pasión se relaja
y el amor es el centro.
Porque quiero tu abrazo
Amor mío, y te quiero,
a mi lado y por siempre
con tus ojos sinceros.
"...Aunque no lo parezca
la pasión va en aumento,
y es por ti, vida mía,
la razón de estos versos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/10/14
yo preciso tus besos
y también tus caricias
y el candor de tus dedos.
Esa brisa sublime
que recorre mi cuerpo,
deja en mí sensaciones
y no sé lo que siento.
Se desborda la mente
con pasión y deseos,
y te busco en el día
con mis ojos inquietos.
Porque quiero el latido
que desprenden tus senos,
y el temblor impaciente
de tus labios resecos.
Aunque no lo parezca
siento envidia del fuego,
y quisiera ser lava
y el volcán en tu sexo.
Y quisiera llevarte
a ese mundo perfecto,
más allá de las nubes,
más allá de los cielos.
Donde el niño se duerme
y se apagan los miedos,
la pasión se relaja
y el amor es el centro.
Porque quiero tu abrazo
Amor mío, y te quiero,
a mi lado y por siempre
con tus ojos sinceros.
"...Aunque no lo parezca
la pasión va en aumento,
y es por ti, vida mía,
la razón de estos versos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/10/14
DIME QUE EL CIELO SONRÍE...
Dime que el cielo sonríe
y que es azul su vestido,
que tus pestañas se abren
y que recobran su brillo.
Porque tus labios de plata
tienen pacientes suspiros,
que van naciendo en el pecho
con el rumor de los míos.
Dime que quieres mi abrazo
y que me ofreces un lirio,
intercambiemos mil besos
y sonriamos tranquilos.
Porque tus dedos de seda
quieren palpar el rocío
que va surgiendo del alma
y que en mis versos destilo.
Dime que duermen las olas
en ese lecho infinito,
donde los dioses se acuestan
al regresar del Olimpo.
Porque tu lecho de rosas
tiene el aroma divino,
donde me embriaga, sin duda,
ese perfume que aspiro.
Dime que quieres mi mano
para llevarte conmigo,
y cruzaremos los valles
donde ya duermen los tilos.
Porque tu mano, en mi mano,
es el presente que aspiro,
es esa unión de las almas
y compartir sus destinos.
"...Dime que el cielo sonríe
y si es así, yo sonrío,
mientras te beso en los labios
y tú me das tu cariño..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/10/14
y que es azul su vestido,
que tus pestañas se abren
y que recobran su brillo.
Porque tus labios de plata
tienen pacientes suspiros,
que van naciendo en el pecho
con el rumor de los míos.
Dime que quieres mi abrazo
y que me ofreces un lirio,
intercambiemos mil besos
y sonriamos tranquilos.
Porque tus dedos de seda
quieren palpar el rocío
que va surgiendo del alma
y que en mis versos destilo.
Dime que duermen las olas
en ese lecho infinito,
donde los dioses se acuestan
al regresar del Olimpo.
Porque tu lecho de rosas
tiene el aroma divino,
donde me embriaga, sin duda,
ese perfume que aspiro.
Dime que quieres mi mano
para llevarte conmigo,
y cruzaremos los valles
donde ya duermen los tilos.
Porque tu mano, en mi mano,
es el presente que aspiro,
es esa unión de las almas
y compartir sus destinos.
"...Dime que el cielo sonríe
y si es así, yo sonrío,
mientras te beso en los labios
y tú me das tu cariño..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/10/14
NUEVO DÍA...
Nuevo día y nuevo cielo
que se asoma en la ventana.
A lo lejos las agujas de la torre de la iglesia
y su lindo campanario se destacan orgullosas.
Unas tejas, indiscretas,
no me dejan ver los montes
que,sin duda, se deslizan suavemente
en la distancia.
Es bonito abrir los ojos y sentir que con la luz
una vida renovada te recorre las pupilas.
Hay esencia de poemas en el aire,
hay sutiles madreselvas invisibles
que nos llegan y acarician,
hay retazos de esos sueños, que en la noche,
nos cubrieron y abrazaron con su manto,
hay un nombre que perdura entre los labios
y es tu nombre y una frase y dos palabras
susurrando que "te quiero".
Es hermoso comprobar que los poemas
se fabrican en el alma y que surgen en el pecho
y que brotan a los dedos
y se escapan, con la brisa y el nordeste,
para ir hasta tu lado
y decirte con palabras sugerentes
lo que pienso y lo que siento,
aunque luego me despierte de mi sueño
y contemple a mi cara soñolienta en el espejo
y a la barba ya crecida que me espera
y a los ojos semiabiertos
deseando que les quite las legañas,
y a esa ducha necesaria que me haga estremecer
y me devuelva nuevamente hasta la vida.
Nuevo día el que ahora empiezo
y de nuevo me sonríe el universo
con su risa silenciosa,
con detalles y con gestos
que se acercan a mis ojos
y que atrapan los sentidos,
porque todo es poesía en esta vida
y la magia y la hermosura está en su esencia
y es allí donde el sediento
tiene el agua necesaria,
la locura irreverente del poema que precisa,
el embrujo que le brindan las palabras silenciosas
de las cosas y personas que pasean a su lado.
Sin embargo me detengo en el paseo
y a lo lejos veo el mar azul celeste
con sus olas hoy dormidas.
Veo el mar y te recuerdo.
Una dulce melodía me estremece
y es aquella que escuchamos en la noche,
y es la misma que albergó nuestros deseos,
nuestros besos silenciosos,
los abrazos y caricias que nos dimos,
y los besos renovados de unos labios
que querían ese beso apasionado
y el suspiro de ese pecho tan amado.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/10/14
MI CORAZÓN...
Mi corazón se excita
y gime en tu presencia
y luego se hace ola
y ardiente caracola,
que roza tu melena,
te llena de caricias,
te besa ardientemente
y luego se desborda.
Mi corazón no sabe
vivir sin tus regalos
pues late presuroso,
recibe tus latidos,
el roce de tus manos,
la voz tan deliciosa
que llega de tus labios.
Mi corazón es tuyo
y no lo niego nunca,
te sigue presuroso,
recorre tu figura,
palpita tras tus pasos
que llevan a la luna
y al baile, que en las aguas,
le presten tu cintura.
Mi corazón de niño
te busca en la distancia,
te dice que te quiere,
lo hace sin palabras,
revuelve tus cabellos
cual brisa en la mañana,
te mira y te remira,
susurra que te ama.
Mi corazón no sabe
ni atiende a las razones
que dictan los sentidos
de sabios y de hombres,
su eterna taquicardia
levanta las pasiones
del cuerpo enamorado
y el alma que se esconde.
Mi corazón me dice
que busque tu barbilla,
que te hable dulcemente,
que busque tu pupila,
que lea allí los versos
sensibles de tu rima,
pues dicen que me quieres
y me amas cada día.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/10/14
y gime en tu presencia
y luego se hace ola
y ardiente caracola,
que roza tu melena,
te llena de caricias,
te besa ardientemente
y luego se desborda.
Mi corazón no sabe
vivir sin tus regalos
pues late presuroso,
recibe tus latidos,
el roce de tus manos,
la voz tan deliciosa
que llega de tus labios.
Mi corazón es tuyo
y no lo niego nunca,
te sigue presuroso,
recorre tu figura,
palpita tras tus pasos
que llevan a la luna
y al baile, que en las aguas,
le presten tu cintura.
Mi corazón de niño
te busca en la distancia,
te dice que te quiere,
lo hace sin palabras,
revuelve tus cabellos
cual brisa en la mañana,
te mira y te remira,
susurra que te ama.
Mi corazón no sabe
ni atiende a las razones
que dictan los sentidos
de sabios y de hombres,
su eterna taquicardia
levanta las pasiones
del cuerpo enamorado
y el alma que se esconde.
Mi corazón me dice
que busque tu barbilla,
que te hable dulcemente,
que busque tu pupila,
que lea allí los versos
sensibles de tu rima,
pues dicen que me quieres
y me amas cada día.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/10/14
SUPONGO Y...
Supongo y pienso que es una fortuna
poder abrir los ojos y ver que estás muy cerca,
y a mi lado,
que tus ojos me persiguen y que buscan mi figura,
y que miras como voy a la ventana,
como corro las cortinas y me quedo contemplando
más allá de los tejados y la plaza,
a las nubes muy cercanas que ahora pasan embobadas
y también a las palomas, que en el parque,
van buscando aquellas migas invisibles por el suelo.
Supongo y creo que es un sueño lo que veo
y lo que siento
y que es mi mente la que juega un papel en esta escena
y me presenta todo aquello que he soñado por la noche
y hasta el sueño irreverente de tu cuerpo
entre mis brazos,
de tus labios en mis labios
y mis manos recorriendo tu cintura
y las tuyas apoyadas en mi pecho y en mi espalda,
con el bello y sugerente caramelo de tus labios
con sabor a miel y a fresas, que agradezco.
Supongo y tengo la completa seguridad de saber que no,
que no es un sueño lo que veo
y lo que captan mis sentidos,
porque cerca, y a mi lado está tu ropa en una silla,
está tu cuerpo en ese lecho
y estás Amor, con la dulzura de tus ojos
persiguiendo mis latidos
y mis idas y venidas por el cuarto.
Supongo y siento, que es amor lo que me embarga,
que es la sangre que ha cobrado nueva vida,
que es, en fin, la poesía la que ha llegado
en esta noche del otoño con su magia y con su embrujo
a decirme que me amas,
que han venido mariposas con el alba
a dejar el colorido de sus alas en mis ojos
y también en tus pupilas,
que han llegado los cometas de la infancia
a volar y a discurrir por esos cielos
en un baile sin control y sin sentido,
perseguidos por tus dedos y mis dedos,
entre risas y jadeos.
Supongo y quiero, que se hagan realidad estos anhelos,
que las almas se liberen de grilletes y cadenas,
que mis ojos hoy te busquen
y se encuentren con los tuyos,
que tu voz tan singular a mí me llegue
y que llene mis oídos con la música sublime
de esos labios que yo ansío y que deseo
y que tiemble el corazón enamorado
y se rompa en dos mitades al sentir
la dulce flecha de Cupido
que atraviesa mi costado
para darte y entregarte
tanto Amor que por ti siento.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/09/14
QUIEREN AMOR...
Quieren Amor, que callen mis palabras,
que duerman ese sueño del olvido,
que queden en silencio los recuerdos
y mueran los proyectos sin abrirlos.
Quieren cortar las hojas de un otoño
y hacerlas deslizar por ese río,
el mismo que nos lleva a las cloacas
y acaba con los sueños de los niños.
Quieren que cierre presto las pestañas,
que ignore los temblores de los lirios,
que mudo me enloquezca, en la ceguera,
y sea un vagabundo en el camino.
Quieren que escriba solo vaguedades,
que calle lo que dictan mis sentidos,
que diga lo que al mundo no le importa
y evite hablar de amor en lo que digo.
Quieren Amor, que muerda mis palabras,
que encuentre la pureza de los libros,
y explique con mis versos y poemas
los restos de mentiras y delirios.
Quieren que diga solo lo que esperan
aquellos puritanos escondidos,
los mismos que se ceban con la muerte
e ignoran las heridas de los vivos.
Quieren que oculte todo lo que siento
y hasta la sangre del soldado herido,
por solo combatir con la palabra
en un mundo de locos y de pillos.
Quieren cerrar mi pluma en un instante,
y hasta cerrar del alma los suspiros,
para lograr con ello la victoria
y mis labios se plieguen sin un grito.
Quieren Amor, que olvide los poemas,
que escriba de otros temas más sencillos,
e ignoran que el amor está en mi sangre
y es algo superior a lo que escribo.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/09/14
que duerman ese sueño del olvido,
que queden en silencio los recuerdos
y mueran los proyectos sin abrirlos.
Quieren cortar las hojas de un otoño
y hacerlas deslizar por ese río,
el mismo que nos lleva a las cloacas
y acaba con los sueños de los niños.
Quieren que cierre presto las pestañas,
que ignore los temblores de los lirios,
que mudo me enloquezca, en la ceguera,
y sea un vagabundo en el camino.
Quieren que escriba solo vaguedades,
que calle lo que dictan mis sentidos,
que diga lo que al mundo no le importa
y evite hablar de amor en lo que digo.
Quieren Amor, que muerda mis palabras,
que encuentre la pureza de los libros,
y explique con mis versos y poemas
los restos de mentiras y delirios.
Quieren que diga solo lo que esperan
aquellos puritanos escondidos,
los mismos que se ceban con la muerte
e ignoran las heridas de los vivos.
Quieren que oculte todo lo que siento
y hasta la sangre del soldado herido,
por solo combatir con la palabra
en un mundo de locos y de pillos.
Quieren cerrar mi pluma en un instante,
y hasta cerrar del alma los suspiros,
para lograr con ello la victoria
y mis labios se plieguen sin un grito.
Quieren Amor, que olvide los poemas,
que escriba de otros temas más sencillos,
e ignoran que el amor está en mi sangre
y es algo superior a lo que escribo.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/09/14
SE PAGARON LAS LUCES...
Se apagaron las luces,
se cerraron las puertas,
la quietud y el silencio
se adueñó de la iglesia.
El incienso dormido
resurgió en las tinieblas,
con su olor penetrante,
peculiar y sin mezcla.
En los bancos vacíos
unas sombras se alegran,
de la paz que ha llegado
a dejar sus esencias.
A cubrir los espacios
de la iglesia desierta,
a escalar sus paredes,
sus ventanas y rejas.
Se apagaron las luces
y quedaron las velas,
alumbrando los santos
y figuras de cera.
Porque solo el silencio
era el dueño de veras,
del recinto sagrado
y su magia incompleta.
Hasta el órgano amable
ha dormido sus cuerdas,
y ha extendido sus notas
por los muros y piedras.
En las viejas paredes
hay alegres vidrieras,
que dan luz y dan vida,
con bonitas escenas.
"...Se apagaron las luces
y hasta el sol parpadea,
en la iglesia del pueblo,
donde un niño confiesa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/09/14
se cerraron las puertas,
la quietud y el silencio
se adueñó de la iglesia.
El incienso dormido
resurgió en las tinieblas,
con su olor penetrante,
peculiar y sin mezcla.
En los bancos vacíos
unas sombras se alegran,
de la paz que ha llegado
a dejar sus esencias.
A cubrir los espacios
de la iglesia desierta,
a escalar sus paredes,
sus ventanas y rejas.
Se apagaron las luces
y quedaron las velas,
alumbrando los santos
y figuras de cera.
Porque solo el silencio
era el dueño de veras,
del recinto sagrado
y su magia incompleta.
Hasta el órgano amable
ha dormido sus cuerdas,
y ha extendido sus notas
por los muros y piedras.
En las viejas paredes
hay alegres vidrieras,
que dan luz y dan vida,
con bonitas escenas.
"...Se apagaron las luces
y hasta el sol parpadea,
en la iglesia del pueblo,
donde un niño confiesa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/09/14
AHORA QUE LLEGA EL OTOÑO...
Ahora que llega el otoño
y nos habla sin palabras,
con sus tonos de colores
y sus tardes sonrojadas...
Siento que el cielo se abre
y que suenan mil campanas,
que la noche se hace día
y que saludan las ramas.
Las pequeñas mariposas
con sus alas encantadas,
ya van cubriendo los suelos
desde el ocaso hasta el alba.
Porque la luz se pronuncia
en tono azul y escarlata,
con mil ribetes dorados
que ya presagian la escarcha.
Llega en la noche el rocío,
vuelve el temblor a las almas,
y hasta las flores de octubre
tienen su página blanca.
Para que en ella tu escribas
esa sutil añoranza,
todas las frases que piensas
al ver la imagen sagrada.
Porque el otoño es sagrado,
tiene también esa magia,
ese precioso embeleso
con mil suspiros que embriagan.
Y nos arropa en sus brazos
y nos susurra una nana,
mientras afuera los vientos
silban con voz muy extraña.
Ahora que llega el otoño
siento su voz que me habla,
y que me dice que siga,
que no me pare ante nada.
Porque la vida del hombre
es retornar a la infancia,
es primavera y verano
y es apurar el mañana.
Para que nunca se acabe
este presente que marcha,
esta emoción tan sublime
de la fontana sagrada.
...Quiero embriagarme en su néctar,
quiero beber de su agua,
quiero sentir el otoño
con sus claveles de plata.
Para a su lado dormirme,
y traducir sus palabras,
mientras la luna se esconde
y entre las nubes me abraza.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/09/14
y nos habla sin palabras,
con sus tonos de colores
y sus tardes sonrojadas...
Siento que el cielo se abre
y que suenan mil campanas,
que la noche se hace día
y que saludan las ramas.
Las pequeñas mariposas
con sus alas encantadas,
ya van cubriendo los suelos
desde el ocaso hasta el alba.
Porque la luz se pronuncia
en tono azul y escarlata,
con mil ribetes dorados
que ya presagian la escarcha.
Llega en la noche el rocío,
vuelve el temblor a las almas,
y hasta las flores de octubre
tienen su página blanca.
Para que en ella tu escribas
esa sutil añoranza,
todas las frases que piensas
al ver la imagen sagrada.
Porque el otoño es sagrado,
tiene también esa magia,
ese precioso embeleso
con mil suspiros que embriagan.
Y nos arropa en sus brazos
y nos susurra una nana,
mientras afuera los vientos
silban con voz muy extraña.
Ahora que llega el otoño
siento su voz que me habla,
y que me dice que siga,
que no me pare ante nada.
Porque la vida del hombre
es retornar a la infancia,
es primavera y verano
y es apurar el mañana.
Para que nunca se acabe
este presente que marcha,
esta emoción tan sublime
de la fontana sagrada.
...Quiero embriagarme en su néctar,
quiero beber de su agua,
quiero sentir el otoño
con sus claveles de plata.
Para a su lado dormirme,
y traducir sus palabras,
mientras la luna se esconde
y entre las nubes me abraza.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/09/14
ES POSIBLE...
Es posible que las flores se marchiten en otoño
y las fuentes se vacíen de las aguas;
que los ríos cantarinos ya se duerman
y se queden silenciosas sus riberas.
Es posible que los niños se apresuren,
en los buses,
cuando marchan al colegio en la mañana,
cuando salen presurosos en la tarde
con los ojos aburridos y cansados
de unos temas que no entienden
y que encima, les obligan a seguir,
en sus cuadernos, los perfectos profesores
que olvidaron los rincones de su infancia.
Es posible que el amor esté perdiendo la batalla
en un mundo donde prima el egoísmo,
donde el hombre no respira sin su móvil,
donde vaga el sentimiento entre las sombras
y el recuerdo,
de una época pasada y ya lejana,
de una oscura prehistoria que se pierde en la memoria,
de una piel endurecida que ha tenido que adaptarse
a los guiones que le marca el día a día.
Es posible que perduren corazones solitarios
y que vayan por la noche en esa playa
solamente con la luz de la linterna,
esperando rescatar de entre las sombras,
la figura estremecida que soñaron, siendo niños,
y que hablaba con palabras muy sencillas
del amor y de los sueños.
Es posible corazón, que tengas miedo,
y que pienses, como tantos,
que la vida se termina,
que el pasaje que has pagado llega al fin,
en este tren, con sus vagones, que te lleva
y que te arrastra hasta un andén muy solitario,
porque nadie está esperando tu llegada,
y las dudas y el vacío, bien se esconden
tras sus puertas.
Es posible que te aferres a la vida
y que quieras renacer de tus cenizas,
rehuir ese final al que te llevan los railes
y volver a ver los versos, con la luz y la esperanza,
de un mañana diferente,
de una mano, en el presente, que te busque muy nerviosa,
de unos dedos que te hablen solamente con caricias
y unos ojos que susurren en los tuyos
mil poemas sin palabras.
Es posible que te busque sin descanso
y que añore el contenido de tu risa cantarina,
y ese timbre de tu voz, tan armoniosa,
que me embriaga los sentidos,
y la hermosa sinfonía de tu cuerpo y tu figura
por mis sueños de cristal,
en esas hojas que el otoño deposita, lentamente,
en estos días con su encanto.
¡Es posible...!
(Pd. Y como hoy hace un día maravilloso
y el sol luce en todo su esplendor,
creo que todo "es posible",
y hasta amar y querer así es más sencillo
y verdadero,
ya que la vida surge de una manera sincera
y sin prisas,
con la palabra en los labios,
con la mirada buscando en la distancia
y con los dedos sintiendo ese roce invisible,
de otros dedos, que llegan y los rozan
con un beso y con un verso en este otoño...)
Rafael Sánchez Ortega ©
27/09/14
SE DICE QUE LA VIDA ES UNA ROSA...
Se dice que la vida es una rosa,
una flor con sus pétalos de plata,
un rosario cambiante de colores
y una voz que se pierde en la distancia.
Pero yo te aseguro, niña mía,
que la vida es un verso que se traza,
un poema que surge en cada instante,
y que brota del alma en las mañanas.
...Es otoño, lo sé, no te estremezcas,
aunque veas la luna enamorada
con su brillo, bailando con las olas,
y estirando su cuerpo por las aguas.
Los sonidos del mar forman rumores,
melodías que llegan a las playas,
y se mezclan de brisa y de salitre
con las algas que dejan las resacas.
Yo repaso, despacio, mi conciencia
y te busco detrás de la ventana,
esperando tu rostro y tu figura
y ese cáliz de sangre acelerada.
Porque quiero tus labios temblorosos
y ese beso que pido y que me falta,
y deseo tus manos en mis manos
y sentir el candor de tu mirada.
Y es entonces que veo que te acercas,
que saludan tus ojos y me llamas,
que pronuncias mi nombre en un susurro,
y lo haces sin voces ni palabras...
Te deseo, y lo sabes, vida mía,
y el amor se desborda por el alma,
va a tu lado en mis versos y poemas
a dejar en tu oído lo que ansiabas.
Que te quiero sin rosas ni claveles,
sin cometas anclados en la infancia,
y a pesar de las dudas y los miedos
que pudieran nacer en mis pestañas.
"...Se dice que la vida es una rosa,
una flor con su mezcla de nostalgia,
pero debo decirte, que así mismo
esa vida es un rayo de esperanza..."
Y la busco y la vivo en cada instante
como busca el sediento la fontana,
y te busco, mi niña, en el sendero,
y a tu linda sonrisa plateada.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/09/14
una flor con sus pétalos de plata,
un rosario cambiante de colores
y una voz que se pierde en la distancia.
Pero yo te aseguro, niña mía,
que la vida es un verso que se traza,
un poema que surge en cada instante,
y que brota del alma en las mañanas.
...Es otoño, lo sé, no te estremezcas,
aunque veas la luna enamorada
con su brillo, bailando con las olas,
y estirando su cuerpo por las aguas.
Los sonidos del mar forman rumores,
melodías que llegan a las playas,
y se mezclan de brisa y de salitre
con las algas que dejan las resacas.
Yo repaso, despacio, mi conciencia
y te busco detrás de la ventana,
esperando tu rostro y tu figura
y ese cáliz de sangre acelerada.
Porque quiero tus labios temblorosos
y ese beso que pido y que me falta,
y deseo tus manos en mis manos
y sentir el candor de tu mirada.
Y es entonces que veo que te acercas,
que saludan tus ojos y me llamas,
que pronuncias mi nombre en un susurro,
y lo haces sin voces ni palabras...
Te deseo, y lo sabes, vida mía,
y el amor se desborda por el alma,
va a tu lado en mis versos y poemas
a dejar en tu oído lo que ansiabas.
Que te quiero sin rosas ni claveles,
sin cometas anclados en la infancia,
y a pesar de las dudas y los miedos
que pudieran nacer en mis pestañas.
"...Se dice que la vida es una rosa,
una flor con su mezcla de nostalgia,
pero debo decirte, que así mismo
esa vida es un rayo de esperanza..."
Y la busco y la vivo en cada instante
como busca el sediento la fontana,
y te busco, mi niña, en el sendero,
y a tu linda sonrisa plateada.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/09/14
¡QUÉ LARGO SE HACE ESTE DÍA...
¡Qué largo se hace este día
y cuánto añoro las sombras!,
será sin duda, nostalgia
o el vil recuerdo que aflora.
Será la brisa que llega
con el volar de la alondra,
será el reloj de la torre
que marca y dice las hora.
No sé si es vida la vida
y poesía las olas,
o si hasta incluso el sendero
lleva mis pasos a Roma.
Quiero vivir suspirando
para beber en tu boca,
ese licor de tus besos
que me emborracha y me roza.
¡Qué largo se hace este día
y cuántos nervios asoman!,
será sin duda que pienso,
y ese pensar ya me aloca.
Hace que sienta tus manos
como pinceles sin brocha,
que van pintando mi cuerpo,
y me desnudan la ropa.
Siento temblar a mi alma
mientras la sangre galopa,
en un volcán sin sentido
que de mi pecho desborda.
Es que te veo y te miro,
es que ya busco tu boca,
para besar a tus labios
con esta lengua traidora.
¡Qué largo se hace el camino
y cuánto pesa esta losa!
"...por eso busco tu barca
y compartir su derrota..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/09/14
y cuánto añoro las sombras!,
será sin duda, nostalgia
o el vil recuerdo que aflora.
Será la brisa que llega
con el volar de la alondra,
será el reloj de la torre
que marca y dice las hora.
No sé si es vida la vida
y poesía las olas,
o si hasta incluso el sendero
lleva mis pasos a Roma.
Quiero vivir suspirando
para beber en tu boca,
ese licor de tus besos
que me emborracha y me roza.
¡Qué largo se hace este día
y cuántos nervios asoman!,
será sin duda que pienso,
y ese pensar ya me aloca.
Hace que sienta tus manos
como pinceles sin brocha,
que van pintando mi cuerpo,
y me desnudan la ropa.
Siento temblar a mi alma
mientras la sangre galopa,
en un volcán sin sentido
que de mi pecho desborda.
Es que te veo y te miro,
es que ya busco tu boca,
para besar a tus labios
con esta lengua traidora.
¡Qué largo se hace el camino
y cuánto pesa esta losa!
"...por eso busco tu barca
y compartir su derrota..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/09/14
PUDE CERRAR LA PUERTA DE MI CUARTO...
Pude cerrar la puerta de mi cuarto
y también, en la alcoba, mi ventana
y hasta perder mis pasos en la niebla
y fundirme en la bruma tan extraña...
Pero volví la vista hasta tus ojos,
a esas pupilas lindas que me hablaban,
a los pequeños versos que fluían
y dejaban las letras de tu alma;
y me encontré de pronto entre la risa
y el bullicio,
en esa transición de fuego y agua
donde el clamor enorme de la vida
hacía que temblaran mis pestañas.
¡Estabas tan preciosa en el silencio
que contagió a mis labios tu mirada,
quizás la que evocaba vagamente
y tú me transmitías sin palabras.
Rozaste nuevamente mi costado,
llenaste con tus besos mi esperanza,
hiciste que volaran los cometas...
¡que de nuevo mis labios te besaran!
...No sé cuanto duró aquel momento,
ni sé cuándo secaste tantas lágrimas;
quedé adormilado entre tus brazos
y tú, con tu carita sonrojada,
me hablabas sin parar, constantemente;
¡me hablabas y decías que me amabas!
Y yo me lo creí querida niña,
y así te comprendí sin pedir nada...
¡Tenías tantas cosas que contarme
que ansiaba tu candor en la distancia.!
Tu voz tan juvenil y seductora,
decía con amor lo que soñabas
y yo me estremecía entre tus brazos
amando y compartiendo tu mirada.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/09/14
y también, en la alcoba, mi ventana
y hasta perder mis pasos en la niebla
y fundirme en la bruma tan extraña...
Pero volví la vista hasta tus ojos,
a esas pupilas lindas que me hablaban,
a los pequeños versos que fluían
y dejaban las letras de tu alma;
y me encontré de pronto entre la risa
y el bullicio,
en esa transición de fuego y agua
donde el clamor enorme de la vida
hacía que temblaran mis pestañas.
¡Estabas tan preciosa en el silencio
que contagió a mis labios tu mirada,
quizás la que evocaba vagamente
y tú me transmitías sin palabras.
Rozaste nuevamente mi costado,
llenaste con tus besos mi esperanza,
hiciste que volaran los cometas...
¡que de nuevo mis labios te besaran!
...No sé cuanto duró aquel momento,
ni sé cuándo secaste tantas lágrimas;
quedé adormilado entre tus brazos
y tú, con tu carita sonrojada,
me hablabas sin parar, constantemente;
¡me hablabas y decías que me amabas!
Y yo me lo creí querida niña,
y así te comprendí sin pedir nada...
¡Tenías tantas cosas que contarme
que ansiaba tu candor en la distancia.!
Tu voz tan juvenil y seductora,
decía con amor lo que soñabas
y yo me estremecía entre tus brazos
amando y compartiendo tu mirada.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/09/14
LA PUERTA ESTABA ENTORNADA...
La puerta estaba entornada
y yo la quise cruzar,
con dos rosas para darte
y mis sueños de cristal.
Pero no vi, tras la puerta,
la careta y antifaz,
de otros sueños olvidados
que se dejaron atrás.
Sueños bellos, sueños nobles,
sueños de niños en paz,
con el rocío en sus notas
y una esperanza detrás.
Así que pasé la puerta
y me azotó el vendaval,
la galerna tan furiosa
no se hizo de rogar.
Hubo besos traicioneros
y hasta abrazos y un puñal
y los sueños de aquel niño
se quedaron más allá.
Se encogieron con el miedo
y sus lágrimas de mar,
se fundieron con la brisa,
el salitre y alquitrán.
Unas lágrimas sinceras
le bajaron por su faz,
y los ojos temblorosos
no cesaban de llorar.
Dos pupilas soñadoras
y dos versos nada más,
que querían ver los labios
y posarse en un rosal.
...Dicen que todo se pasa
que el amor es "saciedad",
que se agotan los suspiros
y la brisa sabe a sal.
Pero la puerta entreabierta
yo la quiero recordar,
con los sueños infantiles
que durmieron con la edad.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/09/14
y yo la quise cruzar,
con dos rosas para darte
y mis sueños de cristal.
Pero no vi, tras la puerta,
la careta y antifaz,
de otros sueños olvidados
que se dejaron atrás.
Sueños bellos, sueños nobles,
sueños de niños en paz,
con el rocío en sus notas
y una esperanza detrás.
Así que pasé la puerta
y me azotó el vendaval,
la galerna tan furiosa
no se hizo de rogar.
Hubo besos traicioneros
y hasta abrazos y un puñal
y los sueños de aquel niño
se quedaron más allá.
Se encogieron con el miedo
y sus lágrimas de mar,
se fundieron con la brisa,
el salitre y alquitrán.
Unas lágrimas sinceras
le bajaron por su faz,
y los ojos temblorosos
no cesaban de llorar.
Dos pupilas soñadoras
y dos versos nada más,
que querían ver los labios
y posarse en un rosal.
...Dicen que todo se pasa
que el amor es "saciedad",
que se agotan los suspiros
y la brisa sabe a sal.
Pero la puerta entreabierta
yo la quiero recordar,
con los sueños infantiles
que durmieron con la edad.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/09/14
A VECES EL OTOÑO...
A veces el otoño
se mete con los niños,
revuelve sus cabellos,
sus ojos infinitos.
Les cuenta mil leyendas
de hazañas y de indios,
que atrapan sus legañas
en sueños y delirios.
A veces el otoño
se acerca hasta los ríos,
que van por las quebradas,
meandros y pasillos.
Les deja las canciones
de dioses del Olimpo,
los salmos misteriosos
de juncos y de lirios.
A veces el otoño
emite cien suspiros,
de jóvenes amantes
buscando su destino.
Y deja el dulce abrazo,
dorado y con cariño,
el beso inconfundible
del labio tan querido.
A veces el otoño
se muestra muy tranquilo,
no sabe de tormentas
ni nieva por los riscos.
Entonces los poetas
le buscan con ahínco,
se empapan de sus versos
y roban su vestido.
A veces el otoño
te llama con un grito,
te pide que le sigas
por sendas y caminos.
Y entonces una mano
te lleva, sin peligro,
al labio que tu quieres
y al beso prometido.
",,,A veces el otoño
es dulce y muy sencillo
y atrapa corazones
dejándoles dormidos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/09/14
se mete con los niños,
revuelve sus cabellos,
sus ojos infinitos.
Les cuenta mil leyendas
de hazañas y de indios,
que atrapan sus legañas
en sueños y delirios.
A veces el otoño
se acerca hasta los ríos,
que van por las quebradas,
meandros y pasillos.
Les deja las canciones
de dioses del Olimpo,
los salmos misteriosos
de juncos y de lirios.
A veces el otoño
emite cien suspiros,
de jóvenes amantes
buscando su destino.
Y deja el dulce abrazo,
dorado y con cariño,
el beso inconfundible
del labio tan querido.
A veces el otoño
se muestra muy tranquilo,
no sabe de tormentas
ni nieva por los riscos.
Entonces los poetas
le buscan con ahínco,
se empapan de sus versos
y roban su vestido.
A veces el otoño
te llama con un grito,
te pide que le sigas
por sendas y caminos.
Y entonces una mano
te lleva, sin peligro,
al labio que tu quieres
y al beso prometido.
",,,A veces el otoño
es dulce y muy sencillo
y atrapa corazones
dejándoles dormidos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/09/14
MARIPOSA BLANCA...
Mariposa blanca
con tus alas tiernas,
¿dónde vas amiga
a dejar tu ofrenda?
¿Dónde vas de día
a bailar coqueta,
en un baile nuevo
sin atril ni orquesta?
Quizás a la playa
o a la orilla aquella,
donde la ola rompe,
donde el niño juega.
Quizás a la casa
donde está la mesa,
y una linda pluma
la cuartilla espera.
Allí está el cuaderno
y la silla vieja,
junto a la ventana
con sus finas trenzas.
Mariposa blanca
dime lo que sea,
lo que no me guste,
lo que tú más quieras.
Dime que la noche
se viste de fiesta,
y arriba la luna
ya se despereza.
Que luego sonríe
junto a las estrellas,
que salen al baile
de la noche eterna.
Pues van a las olas
a bañarse en ellas,
y luego se estiran
y duermen contentas.
Dime que los niños
sonríen de veras
pues son, sin dudarlo,
la flor de un poema.
"...Mariposa blanca
vuela las praderas,
y busca a los hombres
que amando te esperan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/09/14
con tus alas tiernas,
¿dónde vas amiga
a dejar tu ofrenda?
¿Dónde vas de día
a bailar coqueta,
en un baile nuevo
sin atril ni orquesta?
Quizás a la playa
o a la orilla aquella,
donde la ola rompe,
donde el niño juega.
Quizás a la casa
donde está la mesa,
y una linda pluma
la cuartilla espera.
Allí está el cuaderno
y la silla vieja,
junto a la ventana
con sus finas trenzas.
Mariposa blanca
dime lo que sea,
lo que no me guste,
lo que tú más quieras.
Dime que la noche
se viste de fiesta,
y arriba la luna
ya se despereza.
Que luego sonríe
junto a las estrellas,
que salen al baile
de la noche eterna.
Pues van a las olas
a bañarse en ellas,
y luego se estiran
y duermen contentas.
Dime que los niños
sonríen de veras
pues son, sin dudarlo,
la flor de un poema.
"...Mariposa blanca
vuela las praderas,
y busca a los hombres
que amando te esperan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/09/14
HA LLEGADO LA LLUVIA...
Ha llegado la lluvia
y con ella el invierno,
aunque estemos de otoño
y el verano ya lejos.
Ha pasado deprisa
el calor veraniego,
el nordeste temprano
y el azul de los cielos.
Ahora quedan vacíos
los inmensos paseos,
con sus bancos calientes
de los rayos inquietos.
Porque el sol se ha marchado
a buscar otros puertos,
otras aguas azules
y el rumor de sus besos.
Ha llegado la lluvia
y no sé lo que siento,
si hay tristeza en el alma
o nostalgia en el pecho.
Porque pesa el verano
y la luz, y el recuerdo,
no se apaga y pervive,
y lo llevo muy dentro.
Pero sé que el otoño
tiene rimas y versos,
a través de sus días
y colores tan frescos.
Hoy los cielos ya lloran
y refrescan mi cuerpo,
y percibo el sonido
cuando moja los suelos.
"...Ha llegado la lluvia
vida mía y te quiero,
en verano y otoño,
con mi amor que te entrego..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/09/14
y con ella el invierno,
aunque estemos de otoño
y el verano ya lejos.
Ha pasado deprisa
el calor veraniego,
el nordeste temprano
y el azul de los cielos.
Ahora quedan vacíos
los inmensos paseos,
con sus bancos calientes
de los rayos inquietos.
Porque el sol se ha marchado
a buscar otros puertos,
otras aguas azules
y el rumor de sus besos.
Ha llegado la lluvia
y no sé lo que siento,
si hay tristeza en el alma
o nostalgia en el pecho.
Porque pesa el verano
y la luz, y el recuerdo,
no se apaga y pervive,
y lo llevo muy dentro.
Pero sé que el otoño
tiene rimas y versos,
a través de sus días
y colores tan frescos.
Hoy los cielos ya lloran
y refrescan mi cuerpo,
y percibo el sonido
cuando moja los suelos.
"...Ha llegado la lluvia
vida mía y te quiero,
en verano y otoño,
con mi amor que te entrego..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/09/14
POR UN PUENTE DE PLATA...
Por un puente de plata
caminaba descalzo,
con los sueños a cuestas
y siguiendo mis pasos.
Ibas tú, dulce niña,
con tu mano en mi mano,
y tus labios preciosos,
casi, casi temblando.
Esperabas mi beso
y con él el regalo,
la diadema sin nombre
y el jazmín perfumado.
Esperabas la risa
que surgiera del árbol,
y el sonido del río
con su canto embrujado.
Esperabas al hombre
que surgiera del lago,
con la estrella y la luna
y aquel sol del verano.
Por un puente de plata
caminaba despacio,
sin temor a la vida
y a sus dardos dorados.
Iba a ti, como siempre,
a buscar un abrazo,
y aquel verso agridulce
de tus ojos tan claros.
Pero tú detuviste
la canción de mis labios,
y clavaste en mi pecho
una espina en tu dardo.
Una herida profunda
recorrió mi costado,
y murieron mis sueños
como mueren los nardos.
Marchitados y sucios,
sin siquiera regarlos,
suplicando clemencia
y un favor marchitado.
"...Por un puente de plata
se perdieron tus pasos,
y quedé en el silencio
conteniendo mi llanto..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/09/14
caminaba descalzo,
con los sueños a cuestas
y siguiendo mis pasos.
Ibas tú, dulce niña,
con tu mano en mi mano,
y tus labios preciosos,
casi, casi temblando.
Esperabas mi beso
y con él el regalo,
la diadema sin nombre
y el jazmín perfumado.
Esperabas la risa
que surgiera del árbol,
y el sonido del río
con su canto embrujado.
Esperabas al hombre
que surgiera del lago,
con la estrella y la luna
y aquel sol del verano.
Por un puente de plata
caminaba despacio,
sin temor a la vida
y a sus dardos dorados.
Iba a ti, como siempre,
a buscar un abrazo,
y aquel verso agridulce
de tus ojos tan claros.
Pero tú detuviste
la canción de mis labios,
y clavaste en mi pecho
una espina en tu dardo.
Una herida profunda
recorrió mi costado,
y murieron mis sueños
como mueren los nardos.
Marchitados y sucios,
sin siquiera regarlos,
suplicando clemencia
y un favor marchitado.
"...Por un puente de plata
se perdieron tus pasos,
y quedé en el silencio
conteniendo mi llanto..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/09/14
LA VERDAD ES QUE ES...
La verdad es que es bonito,
y tan sencillo amarte,
que basta cerrar los ojos
y sentirte así, a mi lado,
en cada instante.
Basta cruzar los dedos
y notar los tuyos entre los míos,
y besar el aire con mis labios
para notar la brisa
buscando los míos dulcemente.
Basta abrazar mi cuerpo
para sentir al tuyo estremecerse
entre mis brazos
y escuchar el galope desenfrenado
de tu corazón.
Basta cerrar los ojos un segundo
y dejarse deslizar entre las sombras
y las sábanas,
y encontrar tu desnudez junto a la mía
y fundirse en un temblor dos cuerpos,
ya de adultos, que se aman y desean
en la eterna juventud de un paraíso renovado.
Basta estirar los brazos en el lecho
y sentir que la almohada cobra vida
y es tu cuerpo el que respira
y es tu sangre quien circula en cada pliegue
de la cama,
y es tu oído el que me escucha
y tu boca quien respira
y es tu aliento el que me dice que prosiga
en esa búsqueda incesante por tu cuerpo
intentando hacer vibrar
cada rincón de ese poema tan hermoso
que es tu cuerpo y es tu vida...
Rafael Sánchez Ortega ©
19/09/14
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