CON LA ETERNA SONRISA...
Con la eterna sonrisa
de una niña traviesa,
has llegado a mi alma
y dejado tu huella.
Has venido volando,
mariposa coqueta,
en un vuelo sin nombre
y en un año que empieza.
Has venido a mi lado
y conmigo te quedas,
a seguir mi destino
por la vida y las letras.
Yo quisiera enseñarte
la ternura que dejan,
esas luces del cielo
que llamamos estrellas.
Y quisiera, en tu mano
entregar las violetas,
y también los suspiros
que me deja la tierra.
Yo quisiera ser lirio
y trazar las diademas,
que recubran tus sienes,
mi sutil cenicienta.
Y quisiera ser rosa
y amapola sincera,
con sus pétalos tiernos
que te rocen y besan.
Y quisiera ser aire,
temporal y galerna,
y temblar con tu cuerpo
al sentirle tan cerca.
Pero debo calmarme
y volver a la senda,
al camino que un día
emprendí con presteza.
Aquí estoy, con mis sueños,
entre brumas extensas,
con los versos que ansían
convertirse en poemas.
Es por eso que siento
tu venida sincera,
y el tic-tac de otras horas
renovadas y nuevas.
Son callados suspiros
y susurros que dejan
unos labios ansiosos
al oído que tiembla.
"...Con la eterna sonrisa
has llegado a mi puerta,
año nuevo añorado,
dos mil quince que empiezas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/12/14
de una niña traviesa,
has llegado a mi alma
y dejado tu huella.
Has venido volando,
mariposa coqueta,
en un vuelo sin nombre
y en un año que empieza.
Has venido a mi lado
y conmigo te quedas,
a seguir mi destino
por la vida y las letras.
Yo quisiera enseñarte
la ternura que dejan,
esas luces del cielo
que llamamos estrellas.
Y quisiera, en tu mano
entregar las violetas,
y también los suspiros
que me deja la tierra.
Yo quisiera ser lirio
y trazar las diademas,
que recubran tus sienes,
mi sutil cenicienta.
Y quisiera ser rosa
y amapola sincera,
con sus pétalos tiernos
que te rocen y besan.
Y quisiera ser aire,
temporal y galerna,
y temblar con tu cuerpo
al sentirle tan cerca.
Pero debo calmarme
y volver a la senda,
al camino que un día
emprendí con presteza.
Aquí estoy, con mis sueños,
entre brumas extensas,
con los versos que ansían
convertirse en poemas.
Es por eso que siento
tu venida sincera,
y el tic-tac de otras horas
renovadas y nuevas.
Son callados suspiros
y susurros que dejan
unos labios ansiosos
al oído que tiembla.
"...Con la eterna sonrisa
has llegado a mi puerta,
año nuevo añorado,
dos mil quince que empiezas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/12/14
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