HE BUSCADO A LA LUNA DE PLATA...
He buscado a la luna de plata
que en el cielo brillaba coqueta,
y sus labios dijeron tu nombre
mi pequeña y sutil cenicienta.
Fue un momento sublime, sin duda,
un cometa fugaz sin estela,
una lágrima simple y perdida
como un verso buscando el poema.
Y sus ojos decían: "te quiere",
no lo dudes, juglar que la esperas,
y no temas que deje de amarte
porque es grande la llama que alberga.
Yo sentí, como sienten los niños,
un abrazo de amor y de seda,
a pesar de saberme desnudo
en un mundo de risas y penas.
He mirado a la luna de plata
y al oído me ha dicho que fuera,
a buscarte y llevarte del brazo
a ese baile del mar y la arena.
Un suspiro salió de mi pecho
y con él la resaca tremenda
que anidaba en el alma cautiva
por nostalgias de atrás muy diversas.
Los recuerdos quedaron anclados
y las sombras con luz se desvelan,
ante el firme fulgor de la luna
y el mensaje de amor que me dejan.
Un candor ha llegado hasta el alma,
una rosa temblando y coqueta,
un perfume sutil y embriagante
y una rosa que sueña despierta.
"...He buscado a la luna de plata
y yo quiero, a mi lado, que duerma,
que descanse en mi pecho de niño
y que, en él, cobren vida sus letras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/12/14
que en el cielo brillaba coqueta,
y sus labios dijeron tu nombre
mi pequeña y sutil cenicienta.
Fue un momento sublime, sin duda,
un cometa fugaz sin estela,
una lágrima simple y perdida
como un verso buscando el poema.
Y sus ojos decían: "te quiere",
no lo dudes, juglar que la esperas,
y no temas que deje de amarte
porque es grande la llama que alberga.
Yo sentí, como sienten los niños,
un abrazo de amor y de seda,
a pesar de saberme desnudo
en un mundo de risas y penas.
He mirado a la luna de plata
y al oído me ha dicho que fuera,
a buscarte y llevarte del brazo
a ese baile del mar y la arena.
Un suspiro salió de mi pecho
y con él la resaca tremenda
que anidaba en el alma cautiva
por nostalgias de atrás muy diversas.
Los recuerdos quedaron anclados
y las sombras con luz se desvelan,
ante el firme fulgor de la luna
y el mensaje de amor que me dejan.
Un candor ha llegado hasta el alma,
una rosa temblando y coqueta,
un perfume sutil y embriagante
y una rosa que sueña despierta.
"...He buscado a la luna de plata
y yo quiero, a mi lado, que duerma,
que descanse en mi pecho de niño
y que, en él, cobren vida sus letras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/12/14
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