VEN AQUÍ, MARIPOSA SIN NOMBRE...
Ven aquí, mariposa sin nombre,
que en el aire paseas inquieta,
deja el dulce candor de tus alas,
y ese aroma que atrapa y que besa.
No nos dejes, aún, todavía
precisamos tu imagen señera,
y ese bello plañir de tus alas
que desprenden retazos de cera.
Una magia sutil va contigo
y en el vuelo desprendes cadencias,
mil reflejos de luz y de sombras
es el premio y la paz que nos dejas.
Hay pasión en el vuelo sencillo,
un encanto sin más que embelesa,
son los guiños de eternos colores,
los que inundan la estancia y la llenan.
Ven aquí, mariposa sin nombre,
y en mis ojos rescata la niebla,
esa bruma tan densa y oscura,
que entorpece la marcha serena.
Y si quieres partir de mi lado
dejaré que una noche cualquiera,
cuando cierre los ojos el niño,
aquel hombre te escriba un poema.
Y te deje partir presurosa
y te deje volar a otras tierras,
con las alas mojadas de lluvia
y el rocío que impregna sus letras.
Yo sé bien que has llegado de paso
y que vuelas buscando la puerta,
la ventana que oculta la vida,
y el camino real, con las huellas.
"...Ven aquí, mariposa sin nombre,
y refresca las sienes eternas,
de los niños que siguen soñando
con tus alas, tal vez, tan inquietas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/12/14
que en el aire paseas inquieta,
deja el dulce candor de tus alas,
y ese aroma que atrapa y que besa.
No nos dejes, aún, todavía
precisamos tu imagen señera,
y ese bello plañir de tus alas
que desprenden retazos de cera.
Una magia sutil va contigo
y en el vuelo desprendes cadencias,
mil reflejos de luz y de sombras
es el premio y la paz que nos dejas.
Hay pasión en el vuelo sencillo,
un encanto sin más que embelesa,
son los guiños de eternos colores,
los que inundan la estancia y la llenan.
Ven aquí, mariposa sin nombre,
y en mis ojos rescata la niebla,
esa bruma tan densa y oscura,
que entorpece la marcha serena.
Y si quieres partir de mi lado
dejaré que una noche cualquiera,
cuando cierre los ojos el niño,
aquel hombre te escriba un poema.
Y te deje partir presurosa
y te deje volar a otras tierras,
con las alas mojadas de lluvia
y el rocío que impregna sus letras.
Yo sé bien que has llegado de paso
y que vuelas buscando la puerta,
la ventana que oculta la vida,
y el camino real, con las huellas.
"...Ven aquí, mariposa sin nombre,
y refresca las sienes eternas,
de los niños que siguen soñando
con tus alas, tal vez, tan inquietas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/12/14
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