ES DE DÍA...
Es de día y me pregunto
¿dónde está la poesía?,
¿dónde fueron los gorriones
y posaron con sus rimas?
...No lo sé, pues no los veo,
hay rescoldos y cenizas,
hay palabras malsonantes
y otras menos, mal escritas.
Hay personas que se encumbran
de aureolas y de cimas,
sin saber si son montañas
o son montes lo que pisan.
Hay halagos con aplausos
que se dicen y se dictan,
por un plato de lentejas
que le dejan al "artista"
Somos pobres peregrinos,
marionetas de la vida,
los payasos sin frontera
que caminan con su risa.
Y los versos son las flores,
como blancas margaritas,
que temblando en las praderas
se adormecen y se inclinan.
Hay personas sin sentido
que hacen daño en cada esquina,
y hasta escriben mil poemas
sin saber que ya es de día.
Yo abomino de estas gentes,
los juglares de levita,
los que buscan los aplausos
con sus letras retorcidas.
Hay mecenas y hay pasantes
con la pluma boca arriba
y hay personas sin escrúpulos
que se creen sus tonterías.
Y aquí estamos los poetas,
suplicando una sonrisa,
ensayando mil susurros
y encendiendo una cerilla.
...Una llama de ilusiones,
un nordeste con la brisa,
la manita de unos niños
que nos dejen sus caricias.
Porque a nada ya aspiramos,
ni a laureles ni a premisas,
a concursos manirrotos
que se dan como rosquillas.
"...Es de día y me pregunto:
¿Qué te hicieron, poesía?,
¿dónde están aquellos versos
del amor y de la vida?..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/12/14
¿dónde está la poesía?,
¿dónde fueron los gorriones
y posaron con sus rimas?
...No lo sé, pues no los veo,
hay rescoldos y cenizas,
hay palabras malsonantes
y otras menos, mal escritas.
Hay personas que se encumbran
de aureolas y de cimas,
sin saber si son montañas
o son montes lo que pisan.
Hay halagos con aplausos
que se dicen y se dictan,
por un plato de lentejas
que le dejan al "artista"
Somos pobres peregrinos,
marionetas de la vida,
los payasos sin frontera
que caminan con su risa.
Y los versos son las flores,
como blancas margaritas,
que temblando en las praderas
se adormecen y se inclinan.
Hay personas sin sentido
que hacen daño en cada esquina,
y hasta escriben mil poemas
sin saber que ya es de día.
Yo abomino de estas gentes,
los juglares de levita,
los que buscan los aplausos
con sus letras retorcidas.
Hay mecenas y hay pasantes
con la pluma boca arriba
y hay personas sin escrúpulos
que se creen sus tonterías.
Y aquí estamos los poetas,
suplicando una sonrisa,
ensayando mil susurros
y encendiendo una cerilla.
...Una llama de ilusiones,
un nordeste con la brisa,
la manita de unos niños
que nos dejen sus caricias.
Porque a nada ya aspiramos,
ni a laureles ni a premisas,
a concursos manirrotos
que se dan como rosquillas.
"...Es de día y me pregunto:
¿Qué te hicieron, poesía?,
¿dónde están aquellos versos
del amor y de la vida?..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/12/14
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