LA LUNA, AQUELLA NOCHE...
La luna, aquella noche, estaba alerta
y tú la contemplabas con sigilo,
querías rescatarla de ese cielo,
bajarla hasta tu pecho en un suspiro.
Y, en tanto, las gaviotas dormitaban
atentas a las crías, en sus nidos,
oyendo los bramidos en la costa
de un fuerte temporal y su castigo.
Pero algo sucedió en aquel instante,
quedaron en silencio los vinilos,
la música sagrada de los cielos
rasgó tu corazón, como un cuchillo.
Entonces te quedaste sorprendida
tratando de encontrar la voz del lirio,
susurros de unos labios sollozantes
y el agua del meandro, en aquel río.
No sé si las palabras seductoras
dejaron la ilusión en tu vestido,
pero algo sucedió, que tú lo sabes,
cambiando la ruleta del destino.
La luna, enternecida, pidió paso,
y quiso demostrarte su cariño,
llevó hasta tus oídos unas nanas
cubriendo tu figura de platino.
¡Tenía tantos sueños que entregarte!,
mostrarte de este mundo el infinito,
y luego separar tanta hojarasca,
del árbol y el rosal, quizás marchitos.
Por eso te recuerdo aquella imagen
y pienso en las estrellas con sus guiños,
la luna con talante seductora
y tú con el reloj en tu bolsillo.
"...La luna, aquella noche, estaba alerta,
coqueta, como nunca habías visto,
y estaba como tú, enamorada
dejando su candor, por los caminos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/02/16
y tú la contemplabas con sigilo,
querías rescatarla de ese cielo,
bajarla hasta tu pecho en un suspiro.
Y, en tanto, las gaviotas dormitaban
atentas a las crías, en sus nidos,
oyendo los bramidos en la costa
de un fuerte temporal y su castigo.
Pero algo sucedió en aquel instante,
quedaron en silencio los vinilos,
la música sagrada de los cielos
rasgó tu corazón, como un cuchillo.
Entonces te quedaste sorprendida
tratando de encontrar la voz del lirio,
susurros de unos labios sollozantes
y el agua del meandro, en aquel río.
No sé si las palabras seductoras
dejaron la ilusión en tu vestido,
pero algo sucedió, que tú lo sabes,
cambiando la ruleta del destino.
La luna, enternecida, pidió paso,
y quiso demostrarte su cariño,
llevó hasta tus oídos unas nanas
cubriendo tu figura de platino.
¡Tenía tantos sueños que entregarte!,
mostrarte de este mundo el infinito,
y luego separar tanta hojarasca,
del árbol y el rosal, quizás marchitos.
Por eso te recuerdo aquella imagen
y pienso en las estrellas con sus guiños,
la luna con talante seductora
y tú con el reloj en tu bolsillo.
"...La luna, aquella noche, estaba alerta,
coqueta, como nunca habías visto,
y estaba como tú, enamorada
dejando su candor, por los caminos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/02/16
AQUEL PORCHE...
Aquel porche, tan frío y solitario,
contenía retazos y lagunas,
de una vida quizás desesperada
que marchaba detrás de la locura.
Mil momentos quedaron retenidos
en los suelos, cristales y columnas,
y las voces de niños, apagadas,
con los timbres eternos de ternura.
Pero el hombre que fue crucificado
por mirar con sus ojos a la luna,
aquel niño, desnudo y soñoliento,
se quedó bajo el porche con sus dudas.
Porque estaba en un mundo de cobardes
con profetas que empuñan la batuta,
ese mundo de orquestas y silencios
que se vuelve de espaldas y no lucha.
Soledad que estremece los sentidos
y atenaza las almas en su angustia,
con retazos teñidos de recuerdos
y un pasado de fríos y de lluvias.
Él buscaba en el porche aquel perfume,
el del campo y la hierba en las alturas,
que llegaba en la tarde del verano
a dormir, a su lado, y en la cuna.
Y quedaba apagado en el silencio
como duerme el poema con la pluma,
tras la dura pelea de las almas
y esa niebla tan densa de la furia.
Es un tiempo de sueños y deseos
donde surge el abrazo de la bruma,
tras tomar a ese cuerpo, del valiente,
que perdió la batalla tras su lucha.
"...Aquel porche, tan frío y solitario,
me recuerda desiertos con sus dunas,
y quizás a una luna plateada
que besó, con sus labios, mi figura..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/02/16
contenía retazos y lagunas,
de una vida quizás desesperada
que marchaba detrás de la locura.
Mil momentos quedaron retenidos
en los suelos, cristales y columnas,
y las voces de niños, apagadas,
con los timbres eternos de ternura.
Pero el hombre que fue crucificado
por mirar con sus ojos a la luna,
aquel niño, desnudo y soñoliento,
se quedó bajo el porche con sus dudas.
Porque estaba en un mundo de cobardes
con profetas que empuñan la batuta,
ese mundo de orquestas y silencios
que se vuelve de espaldas y no lucha.
Soledad que estremece los sentidos
y atenaza las almas en su angustia,
con retazos teñidos de recuerdos
y un pasado de fríos y de lluvias.
Él buscaba en el porche aquel perfume,
el del campo y la hierba en las alturas,
que llegaba en la tarde del verano
a dormir, a su lado, y en la cuna.
Y quedaba apagado en el silencio
como duerme el poema con la pluma,
tras la dura pelea de las almas
y esa niebla tan densa de la furia.
Es un tiempo de sueños y deseos
donde surge el abrazo de la bruma,
tras tomar a ese cuerpo, del valiente,
que perdió la batalla tras su lucha.
"...Aquel porche, tan frío y solitario,
me recuerda desiertos con sus dunas,
y quizás a una luna plateada
que besó, con sus labios, mi figura..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/02/16
AÚN NO SÉ...
Aún no sé los motivos de mi entrada
ni por qué coincidimos en el tiempo,
pero al verte sentí que la mentira
nuevamente rasgaba mis entrañas.
Porque estabas oculta entre la niebla
escondiendo las galas de tu traje,
mientras yo te pensaba en otros mundos
como iluso en mis sueños y quimeras.
Te llamé pero tú no respondiste,
a pesar de saber de mi llamada,
y salvaste el silencio, en tus latidos,
aguardando mis prisas para irme.
Fue un instante, no más, lo reconozco,
pero tú traicionaste mi esperanza,
ese mundo sincero y sin mentiras
que prefieren los niños y los locos.
Has jugado al amor y te quemaste,
mientras yo conservaba tantos sueños,
retenía momentos muy preciados
en un pecho de niño, con su llave.
Pero tú te encargaste de ese espejo,
de romper sus cristales y sus lunas,
esparciendo dolor y atenazando
la esperanza de un niño y sus recuerdos.
Ya no quiero banderas ni fortunas,
ni esperar como vuelven las mañanas,
aunque sangre con furia mi costado
y mi alma se suma en la locura.
Has quebrado el suspiro en los cipreses
y ahora toca volar en retirada,
a intentar componer una parcela
del poema que muere lentamente.
"...Me negaste tu amor y tus palabras
y lloré, como lloran los cobardes,
aunque nunca te dije los motivos
y guardé tus palabras y tus cartas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/02/16
ni por qué coincidimos en el tiempo,
pero al verte sentí que la mentira
nuevamente rasgaba mis entrañas.
Porque estabas oculta entre la niebla
escondiendo las galas de tu traje,
mientras yo te pensaba en otros mundos
como iluso en mis sueños y quimeras.
Te llamé pero tú no respondiste,
a pesar de saber de mi llamada,
y salvaste el silencio, en tus latidos,
aguardando mis prisas para irme.
Fue un instante, no más, lo reconozco,
pero tú traicionaste mi esperanza,
ese mundo sincero y sin mentiras
que prefieren los niños y los locos.
Has jugado al amor y te quemaste,
mientras yo conservaba tantos sueños,
retenía momentos muy preciados
en un pecho de niño, con su llave.
Pero tú te encargaste de ese espejo,
de romper sus cristales y sus lunas,
esparciendo dolor y atenazando
la esperanza de un niño y sus recuerdos.
Ya no quiero banderas ni fortunas,
ni esperar como vuelven las mañanas,
aunque sangre con furia mi costado
y mi alma se suma en la locura.
Has quebrado el suspiro en los cipreses
y ahora toca volar en retirada,
a intentar componer una parcela
del poema que muere lentamente.
"...Me negaste tu amor y tus palabras
y lloré, como lloran los cobardes,
aunque nunca te dije los motivos
y guardé tus palabras y tus cartas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/02/16
PERO EL BESO SILENTE NO LLEGABA...
Pero el beso silente no llegaba
porque había en los labios otros labios
y tampoco los dedos a esos dedos,
por la mano tomada en otra mano.
Tú querías llegar a sus pupilas,
venerar a sus ojos, que descalzos,
indagaban, mirando el horizonte,
esa mota dejada por los barcos.
Y temblabas, princesa, sin remedio,
como un lirio en el mar de los Sargazos,
un volcán de pasiones contenidas,
con la lava corriendo río abajo.
Eras fuego y rescoldo, al mismo tiempo,
un clavel en la tecla de un piano,
una cuerda vibrante y sostenida
con la nota de oro en su regazo.
Y ese beso de labios temblorosos,
le cortaba otro labio anticipado,
que posado en el labio de tu anhelo
ya llevaba, en el mismo, mucho rato.
Tú querías romper esas barreras,
impedir este robo desalmado,
y ofrecer con tus labios ese néctar
de candor y ternura, sin dudarlo.
Pero todo llevaba hasta el vacío
y los dedos, pendientes y asustados,
contemplaban la mano estremecida
y otros dedos llevando su regalo.
No sabías qué hacer ni qué decir,
porque el tiempo presente no es pasado,
y tu pecho gritaba presuroso
reclamando ese pecho a tu contacto.
"...Pero el beso silente no llegaba
y escapaba entre brumas y guijarros,
secuestrado de forma misteriosa
por un labio, quizás, desesperado..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/02/16
porque había en los labios otros labios
y tampoco los dedos a esos dedos,
por la mano tomada en otra mano.
Tú querías llegar a sus pupilas,
venerar a sus ojos, que descalzos,
indagaban, mirando el horizonte,
esa mota dejada por los barcos.
Y temblabas, princesa, sin remedio,
como un lirio en el mar de los Sargazos,
un volcán de pasiones contenidas,
con la lava corriendo río abajo.
Eras fuego y rescoldo, al mismo tiempo,
un clavel en la tecla de un piano,
una cuerda vibrante y sostenida
con la nota de oro en su regazo.
Y ese beso de labios temblorosos,
le cortaba otro labio anticipado,
que posado en el labio de tu anhelo
ya llevaba, en el mismo, mucho rato.
Tú querías romper esas barreras,
impedir este robo desalmado,
y ofrecer con tus labios ese néctar
de candor y ternura, sin dudarlo.
Pero todo llevaba hasta el vacío
y los dedos, pendientes y asustados,
contemplaban la mano estremecida
y otros dedos llevando su regalo.
No sabías qué hacer ni qué decir,
porque el tiempo presente no es pasado,
y tu pecho gritaba presuroso
reclamando ese pecho a tu contacto.
"...Pero el beso silente no llegaba
y escapaba entre brumas y guijarros,
secuestrado de forma misteriosa
por un labio, quizás, desesperado..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/02/16
HOY HE VISTO A LA LUNA DE PLATA...
Hoy he visto a la luna de plata
pasear elegante y coqueta,
por un cielo plagado de sombras
y puntitos, fugaces, de estrellas.
Era dulce la estampa mostrada
de esa luna tan bella y tan tierna,
la que evocan los niños que ríen
y también los que escriben poemas.
A los niños, la luna, es un hada,
un misterio de paz y leyendas,
porque abriga, en silencio, los sueños,
con canciones y nanas eternas.
Hay juglares que estiran la mano
y que siente la sed del poeta,
el que busca, en la luna, locuras
y ese amor que convierta en sus letras.
Te confieso, mi luna de plata,
que seré jardinero en la tierra,
y guardián de las olas hermosas,
y clavel que se bañe con ellas.
Porque quiero sentir los latidos
de ese mar donde tú te paseas,
y seguir silencioso tus pasos,
y aspirar tu perfume y esencia.
Eres luna, mi luna de plata,
el susurro que llama a la puerta,
esa brisa que roza mi rostro
y el nordeste fugaz que me besa.
Porque tienes la gracia divina
y tu cara y sonrisa me muestras,
mientras miro hacia el cielo, de noche,
y te buscan mis manos inquietas.
"...Hoy he visto a la luna de plata
y he sentido, sin más, su presencia,
al besarme sus labios hermosos
y aliviar esa sed que me quema..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/02/16
pasear elegante y coqueta,
por un cielo plagado de sombras
y puntitos, fugaces, de estrellas.
Era dulce la estampa mostrada
de esa luna tan bella y tan tierna,
la que evocan los niños que ríen
y también los que escriben poemas.
A los niños, la luna, es un hada,
un misterio de paz y leyendas,
porque abriga, en silencio, los sueños,
con canciones y nanas eternas.
Hay juglares que estiran la mano
y que siente la sed del poeta,
el que busca, en la luna, locuras
y ese amor que convierta en sus letras.
Te confieso, mi luna de plata,
que seré jardinero en la tierra,
y guardián de las olas hermosas,
y clavel que se bañe con ellas.
Porque quiero sentir los latidos
de ese mar donde tú te paseas,
y seguir silencioso tus pasos,
y aspirar tu perfume y esencia.
Eres luna, mi luna de plata,
el susurro que llama a la puerta,
esa brisa que roza mi rostro
y el nordeste fugaz que me besa.
Porque tienes la gracia divina
y tu cara y sonrisa me muestras,
mientras miro hacia el cielo, de noche,
y te buscan mis manos inquietas.
"...Hoy he visto a la luna de plata
y he sentido, sin más, su presencia,
al besarme sus labios hermosos
y aliviar esa sed que me quema..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/02/16
VA A SER QUE SÍ...
Va a ser que sí, que somos diferentes,
la luz, el sol, el hombre y las estrellas,
aunque también seremos un mecano
con piezas sugerentes del poema.
Porque la vida es eso en un conjunto,
la cantidad de penas y de ideas,
la sensación, quizás irrepetible,
de ser y estar en una primavera.
Un verso gris que grita en la mañana,
los pasos y pisadas de la arena,
el niño que sonríe abiertamente,
el hombre que sacude su cabeza...
La eterna calidez de los payasos,
funámbulos de sogas y de ceras,
el circo de la vida, en un instante,
que llama con sonrisas a la puerta...
Pero será que somos diferentes,
porque el reloj nos marca las secuencias,
y un pentagrama azul, de bellas notas,
transporta a nuestros labios unas fresas.
La fruta del placer y del olvido,
la extraña sensación de ver en ellas,
el mundo del amor y de la carne
carente de preguntas y respuestas.
Entonces los suspiros serán rimas
y el humo del cigarro será niebla,
la brisa el componente del silencio
y el hombre soñador será poeta.
...Sonrío cuando paro en el camino
y veo que sí existe diferencia,
los hombres se contentan con la vida,
los niños con los sueños y cometas...
"...Va a ser que sí, y a lo mejor que no,
el mar, el pan, la playa, las sirenas,
un cuadro inenarrable de emociones
trazado con candor en unas letras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/02/16
ES UN TEMA...
Es un tema, difícil, este tema,
pero tema valiente y descarado,
que nos rompe y desgarra las meninges,
y hasta lleva el pecado a nuestros labios.
Escribir sobre un tema, no es problema
aunque tenga este tema mil reparos
y aparezcan, sin duda, pesadillas,
y hasta, puede, que pelos de los gatos.
Es un tema, "temita, sin complejos,
del estilo Visconti en Gatopardo,
aquel rollo de peli quinceañera
con el tema italiano en su reparto.
Pero el tema que intento es otro tema,
colofón de la duda y desencanto,
porque exigen un tema los alumnos
de este humilde bedel descerebrado.
Si les hablo de un tema, ya me dicen,
que ese tema fue escrito en otros años,
que si ruedan las muelas del molino
y sus dientes vacilan entre tacos.
Si sugiero por tema la galerna,
me contestan sus ojos enfadados,
arguyendo anatema, "va de reto",
con latines que es malo pronunciarlos.
Por lo tanto, no quiero, que este tema
se convierta en polémica y escándalo,
y si acaso en un tema sugerente
donde broten las rosas de los cardos.
Viejo tema, escarbar en los burdeles,
y hacer leña y astillas de los santos,
recordando a la madre de los temas
que es la vida que surge a nuestro lado.
"...Por lo tanto me ciño con el tema
y no veo que sea para tanto,
es un tema que estruja los sentidos
de los locos, los cuerdos y los sabios..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/02/16
pero tema valiente y descarado,
que nos rompe y desgarra las meninges,
y hasta lleva el pecado a nuestros labios.
Escribir sobre un tema, no es problema
aunque tenga este tema mil reparos
y aparezcan, sin duda, pesadillas,
y hasta, puede, que pelos de los gatos.
Es un tema, "temita, sin complejos,
del estilo Visconti en Gatopardo,
aquel rollo de peli quinceañera
con el tema italiano en su reparto.
Pero el tema que intento es otro tema,
colofón de la duda y desencanto,
porque exigen un tema los alumnos
de este humilde bedel descerebrado.
Si les hablo de un tema, ya me dicen,
que ese tema fue escrito en otros años,
que si ruedan las muelas del molino
y sus dientes vacilan entre tacos.
Si sugiero por tema la galerna,
me contestan sus ojos enfadados,
arguyendo anatema, "va de reto",
con latines que es malo pronunciarlos.
Por lo tanto, no quiero, que este tema
se convierta en polémica y escándalo,
y si acaso en un tema sugerente
donde broten las rosas de los cardos.
Viejo tema, escarbar en los burdeles,
y hacer leña y astillas de los santos,
recordando a la madre de los temas
que es la vida que surge a nuestro lado.
"...Por lo tanto me ciño con el tema
y no veo que sea para tanto,
es un tema que estruja los sentidos
de los locos, los cuerdos y los sabios..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/02/16
SE VAN MARCHANDO LAS HORAS...
Se van marchando las horas
y con ellas voy allá,
donde los cielos se juntan
en horizontes de paz.
No sé que habrá en esas tierras
ni tampoco que darán,
puede que un mundo distinto
sin mentiras ni verdad.
Puede que existan Quijotes
sin jumentos ni alazán,
y Dulcineas soñadas
y mentadas en el bar.
Puede que existan relojes
en las plazas sin tic-tac,
y manecillas corriendo
impulsadas al azar.
Pero si existen los sueños
encontrarás la verdad,
la alegría de la vida
y la rosa del ojal.
El susurro vacilante
de la brisa de aquel mar,
y el suspiro de las olas
con su perfume de sal.
Habrá suspiros sin nombre
pero nunca soledad,
mientras el pecho palpite
y te diga que ahí está:
Un corazón caminante
con canela y azafrán,
y unos ojos que te aman
y quisieran descansar.
"...Se van marchando las horas
y tras ellas, ya se van,
esos besos de unos labios
que otros labios van a amar..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/02/16
y con ellas voy allá,
donde los cielos se juntan
en horizontes de paz.
No sé que habrá en esas tierras
ni tampoco que darán,
puede que un mundo distinto
sin mentiras ni verdad.
Puede que existan Quijotes
sin jumentos ni alazán,
y Dulcineas soñadas
y mentadas en el bar.
Puede que existan relojes
en las plazas sin tic-tac,
y manecillas corriendo
impulsadas al azar.
Pero si existen los sueños
encontrarás la verdad,
la alegría de la vida
y la rosa del ojal.
El susurro vacilante
de la brisa de aquel mar,
y el suspiro de las olas
con su perfume de sal.
Habrá suspiros sin nombre
pero nunca soledad,
mientras el pecho palpite
y te diga que ahí está:
Un corazón caminante
con canela y azafrán,
y unos ojos que te aman
y quisieran descansar.
"...Se van marchando las horas
y tras ellas, ya se van,
esos besos de unos labios
que otros labios van a amar..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/02/16
HA LLEGADO DE PRONTO EL INVIERNO...
Ha llegado, de pronto, el invierno
y ha temblado mi cuerpo, de veras,
es el frío que roza sus labios
y que altera la sangre en mis venas.
Hacen piña las olas sin nombre,
que en la costa se funden y estrellan,
con cantiles de roca afilados
mientras sopla la fuerte galerna.
Otras olas avanzan sin rumbo
a estirar en la playa sus trenzas,
como hilachas sacadas de un cuadro
y que quieren dormir en la arena.
Hubo un tiempo lejano y caduco
en que vio florecer las leyendas,
y el invierno temblaba gozoso
en las sombras, sin par, de la iglesia.
Pero todo se vuelve silencio
y el pasado hasta polvo de estrellas,
cuando busco la mano de nieve
de ese cuerpo sutil que me anea.
Hay sonrisa en los labios de plata
de la dulce y hermosa sirena,
con sus ojos azules, despiertos,
que me elevan a ellos y sueñan.
Este sueño es un sueño distinto,
sin pasión, temporal ni tormenta,
aunque el fuego se avive en el cuerpo
y redoble las llamas eternas.
Porque el beso que dejan tus labios
tiene miel, y frescura, en su néctar,
y hasta calman tus besos el alma
de este cáliz, sediento, que anhela.
"...Ha llegado, de pronto, el invierno,
me repite una voz tan risueña,
y yo cierro, sin miedo, los ojos,
mientras tú, con tus labios me besas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/02/16
y ha temblado mi cuerpo, de veras,
es el frío que roza sus labios
y que altera la sangre en mis venas.
Hacen piña las olas sin nombre,
que en la costa se funden y estrellan,
con cantiles de roca afilados
mientras sopla la fuerte galerna.
Otras olas avanzan sin rumbo
a estirar en la playa sus trenzas,
como hilachas sacadas de un cuadro
y que quieren dormir en la arena.
Hubo un tiempo lejano y caduco
en que vio florecer las leyendas,
y el invierno temblaba gozoso
en las sombras, sin par, de la iglesia.
Pero todo se vuelve silencio
y el pasado hasta polvo de estrellas,
cuando busco la mano de nieve
de ese cuerpo sutil que me anea.
Hay sonrisa en los labios de plata
de la dulce y hermosa sirena,
con sus ojos azules, despiertos,
que me elevan a ellos y sueñan.
Este sueño es un sueño distinto,
sin pasión, temporal ni tormenta,
aunque el fuego se avive en el cuerpo
y redoble las llamas eternas.
Porque el beso que dejan tus labios
tiene miel, y frescura, en su néctar,
y hasta calman tus besos el alma
de este cáliz, sediento, que anhela.
"...Ha llegado, de pronto, el invierno,
me repite una voz tan risueña,
y yo cierro, sin miedo, los ojos,
mientras tú, con tus labios me besas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/02/16
HOY HE VISTO AL INVIERNO...
Hoy he visto al invierno muy de cerca
y sentido, en mi cuerpo, su llamada,
ha venido, de pronto y sin llamarlo,
a probar los cimientos de mi casa.
Con su viento quebró tanto silencio
que tenía en mis cuartos y en mi sala,
y también alteró las sensaciones
que nacían, vibrantes, en el alma.
Y es así porque estamos en febrero,
otro mes del invierno que se alarga,
aunque tenga ceniza y carnavales
y no alcance a la luna plateada.
Porque el tiempo, imprevisto, es caprichoso
y estos meses carecen de bonanza,
con sus días tan cortos y tan fríos,
y ese bello rocío en las mañanas.
Pero hoy era fecha en calendario
con saetas y dardos señalada,
ya que dicen, que en ella, el sentimiento
es el centro del pecho y de las dianas.
Yo no quiero aumentar lucubraciones
ni tampoco dejar más propaganda,
porque en prensa y en radios ya nos tienen
a los hombres ahogados con sus garras.
Es por eso que vuelvo a la galerna,
al invierno y al viento de montaña,
al que llega con furia hasta mi lado
para luego perderse en lontananza.
Le saludo con miedo y con respeto
mientras buscan mis ojos cierta calma,
la que empieza, quizás, en primavera,
y acelera la sangre en mis entrañas.
"...Hoy he visto al invierno muy de cerca
y temblé como tiemblan las campanas,
cuando el viento las roza y las sacude
con el beso y la fuerza de su rabia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/02/16
y sentido, en mi cuerpo, su llamada,
ha venido, de pronto y sin llamarlo,
a probar los cimientos de mi casa.
Con su viento quebró tanto silencio
que tenía en mis cuartos y en mi sala,
y también alteró las sensaciones
que nacían, vibrantes, en el alma.
Y es así porque estamos en febrero,
otro mes del invierno que se alarga,
aunque tenga ceniza y carnavales
y no alcance a la luna plateada.
Porque el tiempo, imprevisto, es caprichoso
y estos meses carecen de bonanza,
con sus días tan cortos y tan fríos,
y ese bello rocío en las mañanas.
Pero hoy era fecha en calendario
con saetas y dardos señalada,
ya que dicen, que en ella, el sentimiento
es el centro del pecho y de las dianas.
Yo no quiero aumentar lucubraciones
ni tampoco dejar más propaganda,
porque en prensa y en radios ya nos tienen
a los hombres ahogados con sus garras.
Es por eso que vuelvo a la galerna,
al invierno y al viento de montaña,
al que llega con furia hasta mi lado
para luego perderse en lontananza.
Le saludo con miedo y con respeto
mientras buscan mis ojos cierta calma,
la que empieza, quizás, en primavera,
y acelera la sangre en mis entrañas.
"...Hoy he visto al invierno muy de cerca
y temblé como tiemblan las campanas,
cuando el viento las roza y las sacude
con el beso y la fuerza de su rabia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/02/16
ME GUSTA ESCRIBIR TU NOMBRE...
Me gusta escribir tu nombre
y dejarlo en mi cuartilla,
es así, como una rosa,
que me presta su sonrisa.
No son letras, solamente,
ni tampoco es fantasía,
es candor y es sentimiento
que desborda y que palpita.
Hay poemas agridulces
que empalagan con su rima,
pero hay otros más sensatos
que susurran y suspiran.
Es en estos donde pongo
esas letras tan sencillas,
con tu nombre, tu recuerdo,
y ese azul de tus pupilas.
Me gusta escribir tu nombre
y mirar en tus mejillas,
para encontrar la ternura
que me ofreces, sin pedirla.
Es una escena impagable
contemplar las margaritas,
aspirando ese perfume
de tu carita divina.
Proseguir con el poema
envolviéndote en la brisa,
y sentir entre mis manos
a tus dedos y caricias.
Es así, como yo quiero,
retener esta utopía,
este sueño con tu nombre
en la noche que termina.
"...Me gusta escribir tu nombre
y sentirte, vida mía,
a mi lado y para siempre
mientras cuido tu vigilia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/02/16
y dejarlo en mi cuartilla,
es así, como una rosa,
que me presta su sonrisa.
No son letras, solamente,
ni tampoco es fantasía,
es candor y es sentimiento
que desborda y que palpita.
Hay poemas agridulces
que empalagan con su rima,
pero hay otros más sensatos
que susurran y suspiran.
Es en estos donde pongo
esas letras tan sencillas,
con tu nombre, tu recuerdo,
y ese azul de tus pupilas.
Me gusta escribir tu nombre
y mirar en tus mejillas,
para encontrar la ternura
que me ofreces, sin pedirla.
Es una escena impagable
contemplar las margaritas,
aspirando ese perfume
de tu carita divina.
Proseguir con el poema
envolviéndote en la brisa,
y sentir entre mis manos
a tus dedos y caricias.
Es así, como yo quiero,
retener esta utopía,
este sueño con tu nombre
en la noche que termina.
"...Me gusta escribir tu nombre
y sentirte, vida mía,
a mi lado y para siempre
mientras cuido tu vigilia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/02/16
ME GUSTARÍA ENSEÑARTE ESTE MAR...
Me gustaría enseñarte este mar,
el que tengo tan cerca,
el que se desliza en la playa
con sus olas
que vienen a dormir a ella,
el que te hace cerrar los ojos
con el salitre
y empapa tu pelo llenándolo de magia.
Me gustaría que lo vieras y ver,
a mi vez, tus ojos centrados en las aguas,
en esos rizos ondulantes que llegan
y se vuelven con las resacas.
Quizás hasta restañaría una lágrima
de tus ojos alegres,
al contemplar tanta belleza.
Dicen que los sueños de los poetas
y los niños se confunden
y yo he perdido la cuenta de ellos,
pero el mar, ese mar, "mi mar",
con toda la tragedia que él encierra,
también tiene su belleza y hermosura
y precisamente esto es lo que nos invita a soñar,
a deslizarnos por sus aguas,
a remar en las viejas traineras,
a esperar en los muelles la llegada de los marinos,
a mirar aquellas figuras femeninas que aguardaban
y rezaban a sus seres más queridos,
a jugar con los niños que añoraban a sus padres
y a correr hacia los barcos
y a besar a aquellos hombres con su cara tan morena,
y quemada por el sol,
para alisarles sus arrugas y sacarles
la sonrisa de sus labios.
...Puedo hablar de las gaviotas,
de las playas, de los barcos,
de las redes, de los faros.
...Pero hablaré del mar con mi silencio
y con mis versos,
con el tic-tac de un corazón muy remendado,
dejando en los latidos ese aliento de las aguas,
el suspiro de las tardes cristalinas,
el susurro vacilante de esos vientos del nordeste
y aquel cuadro irrepetible, de la bruma,
que perdura en mi memoria.
Así es el mar, mi mar, la mar,
por eso yo te invito a que lo veas algún día,
forastero, y a que sientas todo esto,
porque estoy seguro de que tu pecho vibrará
con mil latidos diferentes y sentirá
mucho más de lo que cuento en estas letras.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/02/16
HOY ROMPO LAS CADENAS...
Hoy rompo las cadenas del recuerdo
y vuelo en libertad por esta tierra,
planeo con mis versos, dulcemente,
en busca de la rima y el poema.
No quiero telarañas y nostalgias
que arranquen unas lágrimas inquietas,
tampoco temporales ya vencidos
que vengan con claveles y con penas.
Prefiero comenzar pasito a paso,
volando hacia la luna y las estrellas,
batiendo con mis alas, lentamente,
un mundo de emoción y de sorpresas.
Preservo a las pupilas soñadoras
de escenas de utopías y de guerras,
no quiero que se empañen sus cristales
y tiemblen, con razón, por sus escenas.
La plaza permanece en el silencio,
las rosas del jardín están abiertas,
palomas que pululan por el parque,
viejitos que dan pan entre sus piernas.
Hermosa caracola la del cuadro
y trazo singular para el poeta,
que añora recoger esas miguitas
y ser el portador de las ofrendas.
No importa que las prisas le atosiguen,
tampoco que vacile con sus letras,
prefiero que prosiga con sus versos
y marche más allá de las galernas.
Quedaron, en el suelo, los barrotes,
sumidos entre brumas y entre nieblas,
no debe regresar a ese pasado,
el hombre soñador que al cielo vuela.
"...Hoy rompo las cadenas del recuerdo
y acudo hasta tu lado en esa iglesia,
tu mano entre mis manos, y tus labios,
buscando esa caricia, que es eterna..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/02/16
y vuelo en libertad por esta tierra,
planeo con mis versos, dulcemente,
en busca de la rima y el poema.
No quiero telarañas y nostalgias
que arranquen unas lágrimas inquietas,
tampoco temporales ya vencidos
que vengan con claveles y con penas.
Prefiero comenzar pasito a paso,
volando hacia la luna y las estrellas,
batiendo con mis alas, lentamente,
un mundo de emoción y de sorpresas.
Preservo a las pupilas soñadoras
de escenas de utopías y de guerras,
no quiero que se empañen sus cristales
y tiemblen, con razón, por sus escenas.
La plaza permanece en el silencio,
las rosas del jardín están abiertas,
palomas que pululan por el parque,
viejitos que dan pan entre sus piernas.
Hermosa caracola la del cuadro
y trazo singular para el poeta,
que añora recoger esas miguitas
y ser el portador de las ofrendas.
No importa que las prisas le atosiguen,
tampoco que vacile con sus letras,
prefiero que prosiga con sus versos
y marche más allá de las galernas.
Quedaron, en el suelo, los barrotes,
sumidos entre brumas y entre nieblas,
no debe regresar a ese pasado,
el hombre soñador que al cielo vuela.
"...Hoy rompo las cadenas del recuerdo
y acudo hasta tu lado en esa iglesia,
tu mano entre mis manos, y tus labios,
buscando esa caricia, que es eterna..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/02/16
UNAS NUBES...
Unas nubes ensombrecen tus vestidos,
lindo cielo que me miras y me abrazas,
es invierno y yo lo sé, está lloviendo,
y me mojas con las gotas que desgranas.
Hay encanto y calidez en tu mensaje,
una fina sensación inmaculada,
un suspiro de este tiempo y de sus nubes
con la lluvia de este norte por mi cara.
Yo regreso lentamente a mi escritorio
voy en busca de un poema y su esperanza,
de esos versos que estimulen los sentidos
y separen de la luz las telarañas.
Pero encuentro que el salón está ocupado
por las sombras del ayer y la nostalgia,
y me oculto, sin querer, tras las cortinas
a escuchar los recovecos de esta casa.
Esta casa, que es mi casa, y no lo niego,
la que grita cuando extiendo sus ventanas,
que me amarra con sus lazos y cristales
a ese cuarto y al poema que me aguarda.
Porque está la poesía en un estante
y allí duermen los versículos del alma,
allí están las golondrinas en sus nidos
deseando ver el vuelo con sus alas.
Y regresan los susurros de los montes
con los sueños de los niños y las hadas,
y se forman utopías en los juegos
y hasta suenan cascabeles y campanas.
Es febrero, ya lo sé, lo reconozco,
el invierno sigue fiel con sus nevadas,
con los cielos cenicientos e irascibles
y con tantos pergaminos en sus páginas.
"...Unas nubes ensombrecen los caminos
y la voz se le congela a quien te llama,
corazón que aquí me escuchas, tú responde,
y estaré, junto a tu lado, sin tardanza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/02/16
lindo cielo que me miras y me abrazas,
es invierno y yo lo sé, está lloviendo,
y me mojas con las gotas que desgranas.
Hay encanto y calidez en tu mensaje,
una fina sensación inmaculada,
un suspiro de este tiempo y de sus nubes
con la lluvia de este norte por mi cara.
Yo regreso lentamente a mi escritorio
voy en busca de un poema y su esperanza,
de esos versos que estimulen los sentidos
y separen de la luz las telarañas.
Pero encuentro que el salón está ocupado
por las sombras del ayer y la nostalgia,
y me oculto, sin querer, tras las cortinas
a escuchar los recovecos de esta casa.
Esta casa, que es mi casa, y no lo niego,
la que grita cuando extiendo sus ventanas,
que me amarra con sus lazos y cristales
a ese cuarto y al poema que me aguarda.
Porque está la poesía en un estante
y allí duermen los versículos del alma,
allí están las golondrinas en sus nidos
deseando ver el vuelo con sus alas.
Y regresan los susurros de los montes
con los sueños de los niños y las hadas,
y se forman utopías en los juegos
y hasta suenan cascabeles y campanas.
Es febrero, ya lo sé, lo reconozco,
el invierno sigue fiel con sus nevadas,
con los cielos cenicientos e irascibles
y con tantos pergaminos en sus páginas.
"...Unas nubes ensombrecen los caminos
y la voz se le congela a quien te llama,
corazón que aquí me escuchas, tú responde,
y estaré, junto a tu lado, sin tardanza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/02/16
ENCUENTRO...
Encuentro una fuente en los caminos
y sacio tanta sed de mi garganta,
refresco los rincones de mis sienes
y sigo caminando en la mañana.
Encuentro una moneda por los suelos
que rompe, con su brillo, la calzada,
me inclino y la recojo dulcemente,
no quiero que se altere y despertarla.
Encuentro que los días son más largos,
que avanzan los segundos para el alba,
y extienden sus bracitos soñolientos,
las tardes agridulces y soñadas.
Encuentro que tu mano va en mi mano
igual que tu mirada va a mi cara,
y siento la pupila que suspira,
hablando y susurrando sin palabras.
Encuentro tus ojitos seductores
mirando al horizonte y la distancia,
entonces yo les vuelvo hacia mis ojos
y beso, con placer, esas pestañas.
Encuentro tu figura encantadora
cual fruto juvenil que nos separa,
y pienso en primaveras venideras
y en tiernas margaritas solapadas.
Encuentro que los años pasan pronto
y el tiempo no remite ni se para,
rodamos por la infancia, en un instante,
y vamos a un futuro de nostalgias.
Encuentro que el presente está presente
y grita muy ceñudo en nuestras almas,
se pasan los minutos y las horas
igual que una perfecta filigrana.
"...Encuentro, corazón, que estés pensando,
y esperes la palabra que te llama,
recibo los latidos de tus besos
y encuentro ese candor, que a mí me falta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/02/16
y sacio tanta sed de mi garganta,
refresco los rincones de mis sienes
y sigo caminando en la mañana.
Encuentro una moneda por los suelos
que rompe, con su brillo, la calzada,
me inclino y la recojo dulcemente,
no quiero que se altere y despertarla.
Encuentro que los días son más largos,
que avanzan los segundos para el alba,
y extienden sus bracitos soñolientos,
las tardes agridulces y soñadas.
Encuentro que tu mano va en mi mano
igual que tu mirada va a mi cara,
y siento la pupila que suspira,
hablando y susurrando sin palabras.
Encuentro tus ojitos seductores
mirando al horizonte y la distancia,
entonces yo les vuelvo hacia mis ojos
y beso, con placer, esas pestañas.
Encuentro tu figura encantadora
cual fruto juvenil que nos separa,
y pienso en primaveras venideras
y en tiernas margaritas solapadas.
Encuentro que los años pasan pronto
y el tiempo no remite ni se para,
rodamos por la infancia, en un instante,
y vamos a un futuro de nostalgias.
Encuentro que el presente está presente
y grita muy ceñudo en nuestras almas,
se pasan los minutos y las horas
igual que una perfecta filigrana.
"...Encuentro, corazón, que estés pensando,
y esperes la palabra que te llama,
recibo los latidos de tus besos
y encuentro ese candor, que a mí me falta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/02/16
HOY TENGO EL CORAZÓN A LA DERIVA...
Hoy tengo el corazón a la deriva,
decía aquel grumete en su ignorancia,
mi barca va por mares tenebrosos
y un duro temporal me la desplaza.
Galernas juveniles en el pecho,
temblores en la sangre y en las almas,
pequeñas mariposas y claveles
y un mundo soñador en las espaldas.
Existen los suspiros de los ciegos
y niños que recogen sus palabras,
hay llantos y sonrisas en sus frases,
y puede que hasta alguna telaraña.
Se mezcla la pasión y el pensamiento,
luchando cada uno por su causa,
no quieren rendición, sin condiciones,
la eterna realidad les acompaña.
Hoy tengo el corazón a la deriva,
decía aquel marino en lontananza,
lo llevo con las olas, y a mi lado,
en medio de profundas marejadas.
Visiones de un cariño irrepetible,
recuerdos de otro puerto, en la distancia,
la casa solariega, junto al parque
y un rostro que se asoma a la ventana.
La escena del marino y la tormenta
refleja este presente y el mañana,
la lucha contra el mar y el sentimiento
de un hombre soñador que no descansa.
Existen los presentes definidos
y algunos siguen hoy en su batalla,
el pan para el presente, a duras penas,
y el roce, con un beso, para el alma.
"...Hoy tengo el corazón entristecido,
decía aquel poeta, en una carta,
mi rima está quebrada, y bien lo siento,
y hay olas de cristal en la garganta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/02/16
decía aquel grumete en su ignorancia,
mi barca va por mares tenebrosos
y un duro temporal me la desplaza.
Galernas juveniles en el pecho,
temblores en la sangre y en las almas,
pequeñas mariposas y claveles
y un mundo soñador en las espaldas.
Existen los suspiros de los ciegos
y niños que recogen sus palabras,
hay llantos y sonrisas en sus frases,
y puede que hasta alguna telaraña.
Se mezcla la pasión y el pensamiento,
luchando cada uno por su causa,
no quieren rendición, sin condiciones,
la eterna realidad les acompaña.
Hoy tengo el corazón a la deriva,
decía aquel marino en lontananza,
lo llevo con las olas, y a mi lado,
en medio de profundas marejadas.
Visiones de un cariño irrepetible,
recuerdos de otro puerto, en la distancia,
la casa solariega, junto al parque
y un rostro que se asoma a la ventana.
La escena del marino y la tormenta
refleja este presente y el mañana,
la lucha contra el mar y el sentimiento
de un hombre soñador que no descansa.
Existen los presentes definidos
y algunos siguen hoy en su batalla,
el pan para el presente, a duras penas,
y el roce, con un beso, para el alma.
"...Hoy tengo el corazón entristecido,
decía aquel poeta, en una carta,
mi rima está quebrada, y bien lo siento,
y hay olas de cristal en la garganta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/02/16
ME VUELVO A LAS REGIONES DE LOS SUEÑOS...
Me vuelvo a las regiones de los sueños
buscando la ilusión y fantasía,
los bosques que regaban los marjales
con cantos y con hojas, en su orilla.
No quiero que me venza la nostalgia
y cubra de recuerdos la empatía,
yo busco en esos sueños que persigo
la gracia y esperanza de la vida.
Ya sé que es dura y ardua la tarea
y llena de galernas y utopías,
y sé que en los senderos de los sueños
anida la inocencia contenida.
Espero que me lleguen las palabras,
los versos de la vida, con sus rimas,
las hadas que soñamos de pequeños,
los elfos y pegasos con sus liras.
Quizás en ese mundo de la infancia
estaba la respuesta perseguida,
y ahora, con el tiempo ya pasado,
ansiemos otras metas más precisas.
Por eso me estremezco, nuevamente,
y sueño con vibrantes margaritas,
producto de una nueva primavera,
que venga y que me deje sus caricias.
No olvido que los sueños son suspiros,
estrellas de otro cielo que ilumina,
pasiones contenidas en el alma,
susurros de una luna que dormita.
Por eso yo me quedo acurrucado
leyendo con placer su poesía,
saciando los ardores de mi sangre
y oyendo tanta música divina.
"...Me vuelvo a las regiones de los sueños
y quiero, entre sus bosques, ser ardilla,
la tierna marioneta de unos ojos,
que busca, entre los suyos, compañía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/02/16
HOY HE VISTO VIBRAR A LAS MAREAS...
Hoy he visto vibrar a las mareas
llegando muy furiosas a la playa,
dejando los suspiros contenidos
en forma de escuadrones y resacas.
Tenían ese tono, tan amargo,
por culpa del oeste que soplaba,
colores llamativos y plomizos,
mezclados con la espuma de las aguas.
Subía la marea, sin descanso,
el viento con la arena se mostraba,
chocaban en mis piernas sus granitos
y luego se perdían en la nada.
Las conchas se asomaban por el suelo,
en forma de tesoros y de alhajas,
mi mano se extendía hacia las mismas
notando la caricia de su nácar.
Un paso y otro paso en mi camino,
"avante corazón, ten confianza",
así yo me animaba, sin saberlo,
haciendo más amena la distancia.
El viento continuaba impetuoso,
las olas blanquecinas no paraban,
y yo me encaminaba a mi destino
buscando caracolas en el alma.
Las tiernas carantoñas de los niños,
los sueños y palabras de la infancia,
un mundo de utopías y claveles,
vivido, anteriormente, con su magia.
Quisiera revivir esos momentos,
trazando estos instantes sin nostalgia,
el tiempo que pasó ya está pasado.
y un viento diferente nos alcanza.
"...Hoy he visto vibrar a las mareas
y sentí, corazón a tu campana,
venías con las olas y los vientos
y luego, con tus besos, me abrazabas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/02/16
llegando muy furiosas a la playa,
dejando los suspiros contenidos
en forma de escuadrones y resacas.
Tenían ese tono, tan amargo,
por culpa del oeste que soplaba,
colores llamativos y plomizos,
mezclados con la espuma de las aguas.
Subía la marea, sin descanso,
el viento con la arena se mostraba,
chocaban en mis piernas sus granitos
y luego se perdían en la nada.
Las conchas se asomaban por el suelo,
en forma de tesoros y de alhajas,
mi mano se extendía hacia las mismas
notando la caricia de su nácar.
Un paso y otro paso en mi camino,
"avante corazón, ten confianza",
así yo me animaba, sin saberlo,
haciendo más amena la distancia.
El viento continuaba impetuoso,
las olas blanquecinas no paraban,
y yo me encaminaba a mi destino
buscando caracolas en el alma.
Las tiernas carantoñas de los niños,
los sueños y palabras de la infancia,
un mundo de utopías y claveles,
vivido, anteriormente, con su magia.
Quisiera revivir esos momentos,
trazando estos instantes sin nostalgia,
el tiempo que pasó ya está pasado.
y un viento diferente nos alcanza.
"...Hoy he visto vibrar a las mareas
y sentí, corazón a tu campana,
venías con las olas y los vientos
y luego, con tus besos, me abrazabas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/02/16
CAMINO...
Camino por cañadas y senderos
en busca de la paz y el nuevo día,
no importan los espinos mañaneros
que empañan con nostalgia la alegría.
Saludo con la vista a los obreros,
sumisos de su rol y profecía,
avanzan con sesudos compañeros
a un mundo de ilusión y de utopía.
La vida es una eterna interrogante
carente de respuestas bien formadas.
Por eso este presente es un instante,
con sueños y pasiones olvidadas.
Me paro en el camino, vacilante,
tratando de aguantar tantas arcadas.
(La vida es una fina paradoja,
que atrapa al ser humano en su congoja)
Rafael Sánchez Ortega ©
06/02/16
en busca de la paz y el nuevo día,
no importan los espinos mañaneros
que empañan con nostalgia la alegría.
Saludo con la vista a los obreros,
sumisos de su rol y profecía,
avanzan con sesudos compañeros
a un mundo de ilusión y de utopía.
La vida es una eterna interrogante
carente de respuestas bien formadas.
Por eso este presente es un instante,
con sueños y pasiones olvidadas.
Me paro en el camino, vacilante,
tratando de aguantar tantas arcadas.
(La vida es una fina paradoja,
que atrapa al ser humano en su congoja)
Rafael Sánchez Ortega ©
06/02/16
PRONUNCIÉ TU NOMBRE...
Pronuncié tu nombre
pero ya no estabas,
y quedé muy triste
en aquella sala.
Dejaste el silencio
con mucha nostalgia
y lluvia en los ojos,
rocío de lágrimas.
No sé si el recuerdo
será la medalla,
que supla tu nombre,
tu cuerpo y tu gracia.
Quizás el destino
me lleve a la playa,
a ver esas olas
que dan las resacas.
Pronuncié tu nombre
sin mucha esperanza,
marchabas ya lejos
rompiéndome el alma.
Tus pasos menudos
mil huellas dejaban,
zig-zag en la arena,
senderos de plata.
No supe seguirte,
mi niña gitana,
correr a tu lado,
menguar la distancia.
Y así, poco a poco,
marchaste a la nada,
a un mundo distinto
que tú no buscabas.
Pronuncié tu nombre
con una palabra,
quizás lo escuchaste
más ya no me amabas.
Por eso el silencio
cubrió mi garganta,
tus labios de nieve
no fueron la causa.
Maldigo aquel día,
la noche tan larga,
la voz suplicante
buscando migajas.
Si acaso, me digo,
no temas al alba,
un día comienza
y en él otra etapa.
"...Pronuncié tu nombre
sabiendo tu marcha,
la luna, en el cielo,
suplió mi ignorancia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/02/16
ME PEDÍAS UN CUENTO...
Me pedías un cuento muy sencillo
donde el niño y la magia se encontraran,
y que fueran valientes, de la mano,
por el bosque de gnomos y de hadas.
Y te hablé, como hablan los poetas
con la pluma en la mano y la batalla,
intentando llevarte de paseo,
entre robles y encinas centenarias.
Te contaba de niños y de niñas
y también de enanitos que jugaban,
caminando por cientos de senderos
entre setas que iban a sus casas.
Te contaba de ciervos y pegasos
que a la orilla del río se acercaban
a beber de sus aguas cristalinas
para luego volver a las montañas.
Pero tú, con el ceño entristecido,
hacia el cielo mirabas y me hablabas,
pretendiendo que fueran las estrellas
las actrices del cuento con su magia.
Y me hiciste viajar por el espacio
de ese bosque bendito y de sus ramas,
para luego volver, con mi cuaderno,
y traerte una luna plateada.
Y volví a contarte, muy despacio,
ese cuento escuchado, sin palabras,
donde llega la luna hasta los bosques
y a los niños les roza con sus alas.
Unas alas plagadas de hormiguitas,
carantoñas de mimos en la infancia,
sortilegios que mandan las estrellas
para un sueño que dure hasta mañana.
"...Me pedías un cuento muy sencillo
y traté, corazón, que le escucharas,
para ir a tu lado, con sus versos,
y cerrar tus ojitos con mi nana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/02/16
donde el niño y la magia se encontraran,
y que fueran valientes, de la mano,
por el bosque de gnomos y de hadas.
Y te hablé, como hablan los poetas
con la pluma en la mano y la batalla,
intentando llevarte de paseo,
entre robles y encinas centenarias.
Te contaba de niños y de niñas
y también de enanitos que jugaban,
caminando por cientos de senderos
entre setas que iban a sus casas.
Te contaba de ciervos y pegasos
que a la orilla del río se acercaban
a beber de sus aguas cristalinas
para luego volver a las montañas.
Pero tú, con el ceño entristecido,
hacia el cielo mirabas y me hablabas,
pretendiendo que fueran las estrellas
las actrices del cuento con su magia.
Y me hiciste viajar por el espacio
de ese bosque bendito y de sus ramas,
para luego volver, con mi cuaderno,
y traerte una luna plateada.
Y volví a contarte, muy despacio,
ese cuento escuchado, sin palabras,
donde llega la luna hasta los bosques
y a los niños les roza con sus alas.
Unas alas plagadas de hormiguitas,
carantoñas de mimos en la infancia,
sortilegios que mandan las estrellas
para un sueño que dure hasta mañana.
"...Me pedías un cuento muy sencillo
y traté, corazón, que le escucharas,
para ir a tu lado, con sus versos,
y cerrar tus ojitos con mi nana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/02/16
NO SE ENTIENDE...
No se entienden las sombras de la noche
con silencios y luces apagadas,
y tampoco se entienden las pupilas
persiguiendo recuerdos y nostalgias.
Es posible que exista una eximente,
una frase perdida en la distancia,
una espina en los labios apretados
que congele la voz y las palabras.
Pero quiero pensar que en ese cuadro,
donde prima la noche con su magia,
y se ven las estrellas en los cielos
hay carencias profundas en las almas.
Puede ser que el pasado esté presente
y que vuelvan con fuerza las resacas,
de ese tiempo, perdido entre la niebla,
con rescoldos, inquietos, de la infancia.
Sin embargo la noche nos obliga
a cubrir esas horas tan sagradas,
a sentir el latido de las venas
y a sacar nuestra voz de las entrañas.
Romperemos, si acaso, los silencios
y alzaremos la vista sobre el agua,
para ir a la luna y las estrellas
como niños buscando nuestra nana.
Yo no sé si en los cielos hallaremos
esa voz primorosa de las hadas,
la que antaño venía en nuestros sueños
y que ahora, en las sombras, bien se extraña.
Pero quiero buscar en la cuartilla
ese verso y la frase tan soñada,
la que rompa las luces y silencios
de esta noche en que quiero su esperanza.
"...No se entienden las sombras de la noche,
con la bruma del mar y las resacas,
si no estás, corazón, entre mis versos
y mis labios te gritan y te aman..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/02/16
con silencios y luces apagadas,
y tampoco se entienden las pupilas
persiguiendo recuerdos y nostalgias.
Es posible que exista una eximente,
una frase perdida en la distancia,
una espina en los labios apretados
que congele la voz y las palabras.
Pero quiero pensar que en ese cuadro,
donde prima la noche con su magia,
y se ven las estrellas en los cielos
hay carencias profundas en las almas.
Puede ser que el pasado esté presente
y que vuelvan con fuerza las resacas,
de ese tiempo, perdido entre la niebla,
con rescoldos, inquietos, de la infancia.
Sin embargo la noche nos obliga
a cubrir esas horas tan sagradas,
a sentir el latido de las venas
y a sacar nuestra voz de las entrañas.
Romperemos, si acaso, los silencios
y alzaremos la vista sobre el agua,
para ir a la luna y las estrellas
como niños buscando nuestra nana.
Yo no sé si en los cielos hallaremos
esa voz primorosa de las hadas,
la que antaño venía en nuestros sueños
y que ahora, en las sombras, bien se extraña.
Pero quiero buscar en la cuartilla
ese verso y la frase tan soñada,
la que rompa las luces y silencios
de esta noche en que quiero su esperanza.
"...No se entienden las sombras de la noche,
con la bruma del mar y las resacas,
si no estás, corazón, entre mis versos
y mis labios te gritan y te aman..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/02/16
RECORRIENDO...
Recorriendo paso a paso tus sentidos
he notado que me hablabas sin palabras,
con el tierno escalofrío de tu cuerpo
y el susurro de tu alma enamorada.
He sentido que pedías más caricias,
que mis dedos suavizaran tus espaldas,
que acallaran esos gritos de tu sangre
y te dieran masajitos en las nalgas.
Pero luego, recorriendo otros caminos,
entre senos sinuosos y garganta,
he sentido la dulzura de los dioses
y ese mundo suntuoso de las hadas.
Allí estabas, corazón, entre mis manos,
con los ojos que tapaban tus pestañas,
con el grito, entre tus labios, contenido
y ese vientre tentador a mi mirada.
Y me hablaste con tu sexo estremecido,
con los muslos portadores de la magia,
con las curvas encantadas de tu cuerpo
y esa eterna primavera en tu fontana.
Y mis labios reemplazaron a mis manos,
y mis dedos se volvieron telarañas,
intentando prepararte, con lujuria,
para el sueño tan sutil que tú esperabas.
Fue un instante nada más, y bien lo sabes,
conseguimos derrotar tanta nostalgia
y subir hasta los cielos los dos juntos
y juntar nuestras salivas con el alba.
Allí, unidos, tiritamos como niños,
y buscamos el volcán de nuestra lava
para ir en fumarolas a los cielos,
y sentir a nuestras almas desbocadas.
"...Recorriendo, paso a paso, tus sentidos,
he sentido corazón que ya me amabas,
y querías estrecharme con tus brazos
para darme todo aquello que me falta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/02/16
he notado que me hablabas sin palabras,
con el tierno escalofrío de tu cuerpo
y el susurro de tu alma enamorada.
He sentido que pedías más caricias,
que mis dedos suavizaran tus espaldas,
que acallaran esos gritos de tu sangre
y te dieran masajitos en las nalgas.
Pero luego, recorriendo otros caminos,
entre senos sinuosos y garganta,
he sentido la dulzura de los dioses
y ese mundo suntuoso de las hadas.
Allí estabas, corazón, entre mis manos,
con los ojos que tapaban tus pestañas,
con el grito, entre tus labios, contenido
y ese vientre tentador a mi mirada.
Y me hablaste con tu sexo estremecido,
con los muslos portadores de la magia,
con las curvas encantadas de tu cuerpo
y esa eterna primavera en tu fontana.
Y mis labios reemplazaron a mis manos,
y mis dedos se volvieron telarañas,
intentando prepararte, con lujuria,
para el sueño tan sutil que tú esperabas.
Fue un instante nada más, y bien lo sabes,
conseguimos derrotar tanta nostalgia
y subir hasta los cielos los dos juntos
y juntar nuestras salivas con el alba.
Allí, unidos, tiritamos como niños,
y buscamos el volcán de nuestra lava
para ir en fumarolas a los cielos,
y sentir a nuestras almas desbocadas.
"...Recorriendo, paso a paso, tus sentidos,
he sentido corazón que ya me amabas,
y querías estrecharme con tus brazos
para darme todo aquello que me falta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/02/16
YO VI UNA ROSA PERDIDA...
Yo vi una rosa perdida,
solitaria, entre maleza,
en un bosque silencioso
del invierno de mi tierra.
Y charlé con gran cariño
a la rosa tan dispuesta,
preguntando que qué hacía
en un bosque y sin violetas.
Porque pienso que esas flores,
son hermanas, como estrellas,
y la guardan compañía
con el sol y las tormentas.
Nada dijo aquella rosa,
de mis dudas y sospechas,
y la vi como lloraban
esos pétalos de cera.
Gotas finas, del rocío,
finas láminas de cera,
que dejaban en las almas
sentimientos y respuestas.
Las primeras, con los sueños,
eran juegos de muñecas,
fantasías infantiles
con canicas y rayuelas.
Las segundas, con las dudas,
eran néctar de mareas,
que dejaban sus canciones
en los pechos y en la arena.
Y al final, con esa lluvia,
vi a la rosa tan sincera,
tan hermosa en ese bosque
que seguí con mi cometa.
"...Yo vi una rosa perdida,
tan hermosa y tan coqueta,
que a pesar de estar muy sola,
la tomé por compañera..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/02/16
solitaria, entre maleza,
en un bosque silencioso
del invierno de mi tierra.
Y charlé con gran cariño
a la rosa tan dispuesta,
preguntando que qué hacía
en un bosque y sin violetas.
Porque pienso que esas flores,
son hermanas, como estrellas,
y la guardan compañía
con el sol y las tormentas.
Nada dijo aquella rosa,
de mis dudas y sospechas,
y la vi como lloraban
esos pétalos de cera.
Gotas finas, del rocío,
finas láminas de cera,
que dejaban en las almas
sentimientos y respuestas.
Las primeras, con los sueños,
eran juegos de muñecas,
fantasías infantiles
con canicas y rayuelas.
Las segundas, con las dudas,
eran néctar de mareas,
que dejaban sus canciones
en los pechos y en la arena.
Y al final, con esa lluvia,
vi a la rosa tan sincera,
tan hermosa en ese bosque
que seguí con mi cometa.
"...Yo vi una rosa perdida,
tan hermosa y tan coqueta,
que a pesar de estar muy sola,
la tomé por compañera..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/02/16
ABUNDAN LOS CEGATOS...
Abundan los cegatos solitarios
que buscan, en las sombras, como hormigas,
la eterna primavera de un invierno
que tenga en sus entrañas poesía.
Pululan por los pueblos y las plazas
siguiendo sus callejas infinitas,
incluso se deslizan por aceras
marchando por alguna alcantarilla.
Hay gafas para el alma, del cobarde,
con mezcla de pudor y fantasía,
tras ellas muchos ojos se refugian
y en otros hasta esperan a la brisa.
El ciego que suspira, en estos tiempos,
es alguien que está vivo y que camina,
que lleva el corazón enamorado
a punto de explotar su rebeldía.
No quieren las palabras seductoras
ni aquellas que contengan mucho almíbar,
si acaso la mirada penetrante
que emiten, en silencio, las pupilas.
Se busca un prototipo de poeta
que lleve todo esto en su mochila,
que empleé su libertad para los otros
y escriba los dictados de la vida.
Yo miro, por el aire, en esta tarde
y veo como vuelan golondrinas,
suspiro, recordando los poemas,
de aquel que las plasmó en su Sevilla.
Un genio extravagante de las letras,
poeta de leyendas y de rimas,
el hombre enamorado, tantas veces,
dejando su legado en las cuartillas.
"...Abundan los cegatos y cobardes
y aumenta la tristeza en las sonrisas,
las almas se rebelan en los hombres
que buscan el Amor, día tras día..."
Rafael Sánchez Ortega ©
31/01/16
que buscan, en las sombras, como hormigas,
la eterna primavera de un invierno
que tenga en sus entrañas poesía.
Pululan por los pueblos y las plazas
siguiendo sus callejas infinitas,
incluso se deslizan por aceras
marchando por alguna alcantarilla.
Hay gafas para el alma, del cobarde,
con mezcla de pudor y fantasía,
tras ellas muchos ojos se refugian
y en otros hasta esperan a la brisa.
El ciego que suspira, en estos tiempos,
es alguien que está vivo y que camina,
que lleva el corazón enamorado
a punto de explotar su rebeldía.
No quieren las palabras seductoras
ni aquellas que contengan mucho almíbar,
si acaso la mirada penetrante
que emiten, en silencio, las pupilas.
Se busca un prototipo de poeta
que lleve todo esto en su mochila,
que empleé su libertad para los otros
y escriba los dictados de la vida.
Yo miro, por el aire, en esta tarde
y veo como vuelan golondrinas,
suspiro, recordando los poemas,
de aquel que las plasmó en su Sevilla.
Un genio extravagante de las letras,
poeta de leyendas y de rimas,
el hombre enamorado, tantas veces,
dejando su legado en las cuartillas.
"...Abundan los cegatos y cobardes
y aumenta la tristeza en las sonrisas,
las almas se rebelan en los hombres
que buscan el Amor, día tras día..."
Rafael Sánchez Ortega ©
31/01/16
NO SÉ POR QUÉ LAS FLORES...
No sé por qué las flores
hoy quieren ser estrellas,
pequeños saltamontes
bailando por la arena.
Tampoco yo comprendo
las olas tan coquetas,
que extienden por la playa
salitres y melenas.
Hay algo variopinto
y mucho de poemas,
en cuadros tan absurdos
que evocan mil escenas.
Jardines encantados
con niños y cometas,
y lirios con las rosas
durmiendo bien la siesta.
No sé por qué los hombres
aceptan a la guerra,
y siguen los dictados
de mentes muy perversas.
Hay tiernas amapolas
cuidando las trincheras,
y bellas margaritas
calmando las trompetas.
Los odios, tan dispares,
son fruto de la tierra,
la sangre derramada
abona esta certeza.
¡Dios mío, no lo entiendo!,
no admito esta tragedia,
ni admito la locura
del hombre sin respuestas.
"...No sé por qué la vida
nos pone estas traviesas,
carriles sin sentido
que dan a vías muertas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/01/16
hoy quieren ser estrellas,
pequeños saltamontes
bailando por la arena.
Tampoco yo comprendo
las olas tan coquetas,
que extienden por la playa
salitres y melenas.
Hay algo variopinto
y mucho de poemas,
en cuadros tan absurdos
que evocan mil escenas.
Jardines encantados
con niños y cometas,
y lirios con las rosas
durmiendo bien la siesta.
No sé por qué los hombres
aceptan a la guerra,
y siguen los dictados
de mentes muy perversas.
Hay tiernas amapolas
cuidando las trincheras,
y bellas margaritas
calmando las trompetas.
Los odios, tan dispares,
son fruto de la tierra,
la sangre derramada
abona esta certeza.
¡Dios mío, no lo entiendo!,
no admito esta tragedia,
ni admito la locura
del hombre sin respuestas.
"...No sé por qué la vida
nos pone estas traviesas,
carriles sin sentido
que dan a vías muertas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/01/16
PECASTE HOY...
Pecaste hoy, mi Amor, por mis caricias,
por estar en un sueño renovado,
por hacer con el mismo filigranas
y jugar con mis dedos en tus labios.
Pero me alegro sí, de tu caída,
de ese paso y lujuria en tu pecado,
de buscar los rincones más sensibles
que se alteran al roce de tu mano.
Y es, por eso, que gozo al contemplarte
y pensar que el pecado ocasionado,
fue la lava surgida en tus entrañas
de un volcán de ese cuerpo que yo amo.
Porque sientes la llama, en el presente,
de ese fuego que excita hasta los santos,
y hasta notas la sangre por tus venas
en un ritmo febril y acalorado.
Por eso busco a la figura tan velada,
posando para mí, sin gran recato,
la imagen seductora y femenina
pecando como tal, en ese cuadro.
Te veo con tu gracia y tus suspiros,
ansiosa y con tus ojos suplicando,
que el sueño no se acabe todavía
y pueda prolongarse mucho rato.
¡Tenías tantas ganas de extasiarte,
de ser la Cenicienta de los lagos,
la dulce Blanca Nieves de los bosques,
la eterna Campanilla de los astros...!
Y me buscaste Amor, en esa escena,
querías disfrutar de aquel contacto,
saberte desnudada por mis dedos
y ser la prisionera del teatro.
"...Pecaste hoy, me dices sin palabras,
para saciar la sed de tu costado,
y yo, que te quería dulcemente,
te quiero, un poco más, tras tu relato..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/01/16
por estar en un sueño renovado,
por hacer con el mismo filigranas
y jugar con mis dedos en tus labios.
Pero me alegro sí, de tu caída,
de ese paso y lujuria en tu pecado,
de buscar los rincones más sensibles
que se alteran al roce de tu mano.
Y es, por eso, que gozo al contemplarte
y pensar que el pecado ocasionado,
fue la lava surgida en tus entrañas
de un volcán de ese cuerpo que yo amo.
Porque sientes la llama, en el presente,
de ese fuego que excita hasta los santos,
y hasta notas la sangre por tus venas
en un ritmo febril y acalorado.
Por eso busco a la figura tan velada,
posando para mí, sin gran recato,
la imagen seductora y femenina
pecando como tal, en ese cuadro.
Te veo con tu gracia y tus suspiros,
ansiosa y con tus ojos suplicando,
que el sueño no se acabe todavía
y pueda prolongarse mucho rato.
¡Tenías tantas ganas de extasiarte,
de ser la Cenicienta de los lagos,
la dulce Blanca Nieves de los bosques,
la eterna Campanilla de los astros...!
Y me buscaste Amor, en esa escena,
querías disfrutar de aquel contacto,
saberte desnudada por mis dedos
y ser la prisionera del teatro.
"...Pecaste hoy, me dices sin palabras,
para saciar la sed de tu costado,
y yo, que te quería dulcemente,
te quiero, un poco más, tras tu relato..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/01/16
QUIZÁS ME SURJA UN POEMA...
Quizás me surja un poema
entre las sombras oscuras,
en la quietud y el silencio
de este hospital en penumbras.
Pero si nacen los versos
será cantando a la luna,
a esa carita de plata
con su brillante figura.
Será su luz y misterio
los que mis sueños dibujan
cuando la miro y le hablo
mientras con gracia me acuna.
Se está acabando el camino
y el más allá no se oculta,
pasan las almas rezando
y el temporal deja furia.
Cuánta quietud en la noche
y en las entrañas las dudas,
por resolver los secretos
de la verdad tan profunda.
¡Amor, amor, sin palabras...!
pide el poeta y su pluma,
como el infante en la iglesia
clama ante Dios su aleluya.
Pero los cuervos tan negros
grajan de noche con bula,
para aumentar los temores
y recordarnos las tumbas.
Por eso yo me estremezco
y siento sed y lujuria,
por alcanzar esa cima
llena de paz y dulzura.
"...Quizás me surja un poema
con estas rimas menudas,
aunque la noche me abrace
con su pasión y locura..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana, 28/01/16
entre las sombras oscuras,
en la quietud y el silencio
de este hospital en penumbras.
Pero si nacen los versos
será cantando a la luna,
a esa carita de plata
con su brillante figura.
Será su luz y misterio
los que mis sueños dibujan
cuando la miro y le hablo
mientras con gracia me acuna.
Se está acabando el camino
y el más allá no se oculta,
pasan las almas rezando
y el temporal deja furia.
Cuánta quietud en la noche
y en las entrañas las dudas,
por resolver los secretos
de la verdad tan profunda.
¡Amor, amor, sin palabras...!
pide el poeta y su pluma,
como el infante en la iglesia
clama ante Dios su aleluya.
Pero los cuervos tan negros
grajan de noche con bula,
para aumentar los temores
y recordarnos las tumbas.
Por eso yo me estremezco
y siento sed y lujuria,
por alcanzar esa cima
llena de paz y dulzura.
"...Quizás me surja un poema
con estas rimas menudas,
aunque la noche me abrace
con su pasión y locura..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana, 28/01/16
NO ME PIDAS, AMOR...
No me pidas Amor, que no te quiera,
ni que guarde en mi pecho lo que siento,
porque amarte es soñar con la escalera
que me lleve, a tu lado, con el viento.
Quiero estar, silencioso, en la escollera
y robar ese verso de tu aliento,
esa rima sutil, que estremeciera,
el poema que causa mi tormento.
Porque quiero quererte, en la distancia,
y obtener tu cariño, simplemente.
...Recordar las promesas de la infancia,
la oración confiada del creyente...
Y al final, y pecando de ignorancia,
quiero amar y quererte en el presente.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/01/16
ni que guarde en mi pecho lo que siento,
porque amarte es soñar con la escalera
que me lleve, a tu lado, con el viento.
Quiero estar, silencioso, en la escollera
y robar ese verso de tu aliento,
esa rima sutil, que estremeciera,
el poema que causa mi tormento.
Porque quiero quererte, en la distancia,
y obtener tu cariño, simplemente.
...Recordar las promesas de la infancia,
la oración confiada del creyente...
Y al final, y pecando de ignorancia,
quiero amar y quererte en el presente.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/01/16
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