NO SE ENTIENDE...
No se entienden las sombras de la noche
con silencios y luces apagadas,
y tampoco se entienden las pupilas
persiguiendo recuerdos y nostalgias.
Es posible que exista una eximente,
una frase perdida en la distancia,
una espina en los labios apretados
que congele la voz y las palabras.
Pero quiero pensar que en ese cuadro,
donde prima la noche con su magia,
y se ven las estrellas en los cielos
hay carencias profundas en las almas.
Puede ser que el pasado esté presente
y que vuelvan con fuerza las resacas,
de ese tiempo, perdido entre la niebla,
con rescoldos, inquietos, de la infancia.
Sin embargo la noche nos obliga
a cubrir esas horas tan sagradas,
a sentir el latido de las venas
y a sacar nuestra voz de las entrañas.
Romperemos, si acaso, los silencios
y alzaremos la vista sobre el agua,
para ir a la luna y las estrellas
como niños buscando nuestra nana.
Yo no sé si en los cielos hallaremos
esa voz primorosa de las hadas,
la que antaño venía en nuestros sueños
y que ahora, en las sombras, bien se extraña.
Pero quiero buscar en la cuartilla
ese verso y la frase tan soñada,
la que rompa las luces y silencios
de esta noche en que quiero su esperanza.
"...No se entienden las sombras de la noche,
con la bruma del mar y las resacas,
si no estás, corazón, entre mis versos
y mis labios te gritan y te aman..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/02/16
con silencios y luces apagadas,
y tampoco se entienden las pupilas
persiguiendo recuerdos y nostalgias.
Es posible que exista una eximente,
una frase perdida en la distancia,
una espina en los labios apretados
que congele la voz y las palabras.
Pero quiero pensar que en ese cuadro,
donde prima la noche con su magia,
y se ven las estrellas en los cielos
hay carencias profundas en las almas.
Puede ser que el pasado esté presente
y que vuelvan con fuerza las resacas,
de ese tiempo, perdido entre la niebla,
con rescoldos, inquietos, de la infancia.
Sin embargo la noche nos obliga
a cubrir esas horas tan sagradas,
a sentir el latido de las venas
y a sacar nuestra voz de las entrañas.
Romperemos, si acaso, los silencios
y alzaremos la vista sobre el agua,
para ir a la luna y las estrellas
como niños buscando nuestra nana.
Yo no sé si en los cielos hallaremos
esa voz primorosa de las hadas,
la que antaño venía en nuestros sueños
y que ahora, en las sombras, bien se extraña.
Pero quiero buscar en la cuartilla
ese verso y la frase tan soñada,
la que rompa las luces y silencios
de esta noche en que quiero su esperanza.
"...No se entienden las sombras de la noche,
con la bruma del mar y las resacas,
si no estás, corazón, entre mis versos
y mis labios te gritan y te aman..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/02/16
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