AMORTAJA, SIN MIEDO...
Amortaja, sin miedo, la conciencia
y marcha entre la niebla hacia la nada,
quizás te sentirás indiferente
y puede que consigas lo que ansiabas.
Hoy suenan martillazos, no lejanos,
en clavos que desgarran las entrañas,
retumban en la historia y nos avisan
que hay sangre en una entrega renovada.
La vida y el Amor son un misterio,
de aquel que nos la deja en su palabra,
nosotros la escuchamos sin oírla
vagando por jardines escarlatas.
La túnica del sol está vacía,
se rompe, sin cuchillas, su esperanza,
y quedan temblorosas, en el cielo,
millones de estrellitas solitarias.
Avanzan los desiertos y, los sueños,
se quedan en sopores y legañas,
no existen los oasis de palmeras,
tampoco paraísos en las playas.
La vida se construye día a día,
y en ella participa quien trabaja,
aquel que con su esfuerzo y con su entrega
aporta su granito en esta causa.
Entonces, sin saberlo, la conciencia
escucha los martillos que taladran,
los clavos que penetran en las manos
y entienden el mensaje que le manda.
Debemos levantar, de las cenizas,
un mundo que agoniza y se desangra,
busquemos en sus rimas y en sus versos
la tierna melodía que nos falta.
"...Dejemos que el poema de la vida
nos llegue y nos aporte su templanza,
veamos su mensaje, sin reserva,
cambiando por amor, la cruel espada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/03/16
y marcha entre la niebla hacia la nada,
quizás te sentirás indiferente
y puede que consigas lo que ansiabas.
Hoy suenan martillazos, no lejanos,
en clavos que desgarran las entrañas,
retumban en la historia y nos avisan
que hay sangre en una entrega renovada.
La vida y el Amor son un misterio,
de aquel que nos la deja en su palabra,
nosotros la escuchamos sin oírla
vagando por jardines escarlatas.
La túnica del sol está vacía,
se rompe, sin cuchillas, su esperanza,
y quedan temblorosas, en el cielo,
millones de estrellitas solitarias.
Avanzan los desiertos y, los sueños,
se quedan en sopores y legañas,
no existen los oasis de palmeras,
tampoco paraísos en las playas.
La vida se construye día a día,
y en ella participa quien trabaja,
aquel que con su esfuerzo y con su entrega
aporta su granito en esta causa.
Entonces, sin saberlo, la conciencia
escucha los martillos que taladran,
los clavos que penetran en las manos
y entienden el mensaje que le manda.
Debemos levantar, de las cenizas,
un mundo que agoniza y se desangra,
busquemos en sus rimas y en sus versos
la tierna melodía que nos falta.
"...Dejemos que el poema de la vida
nos llegue y nos aporte su templanza,
veamos su mensaje, sin reserva,
cambiando por amor, la cruel espada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/03/16
¿DE QUÉ ESCRIBIR...?
¿De qué escribir?, me digo en esta noche,
mientras pienso en las calles de Granada,
allí tomé la paz y la energía
y hasta soñé con una rosa blanca.
Pero el sueño, bonito, de septiembre,
se me quedó prendido de sus ramas,
jardines con estanques muy preciosos,
instantes con los dioses en la Alhambra.
Por eso me resisto a revivirlo,
prefiero que se quede en lontananza,
los sueños tan hermosos y las fuentes
prendidas de unos versos en el alma.
Las rosas eran versos instintivos,
remansos de poemas con sus alas,
pequeñas mariposas de colores
surgiendo con las rimas de sus aguas.
¿De qué escribir?, te digo en este instante,
a ti, mi mar, que llegas a la playa,
dejando esos susurros silenciosos
mezclados con salitre de las algas.
Es fácil relatar sobre sirenas,
hablar de marineros y sus barcas,
de fieros temporales y horizontes,
y luego de tabernas y posadas.
Pero lector, yo quiero enamorarte,
llegar con mi poema a tus entrañas,
entonces te hablaré de los poetas
y el mundo en que se forman las palabras.
En él encontrarás la fantasía,
los globos de ilusión de aquella infancia,
los mismos que dormitan en tus sueños
y, a veces, los añoras con nostalgia.
"...¿De qué escribir?, me digo y te repito,
cuando vivir es ya su mejor página;
dejemos que los dedos soñolientos,
nos cubran con sus letras deseadas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/03/16
mientras pienso en las calles de Granada,
allí tomé la paz y la energía
y hasta soñé con una rosa blanca.
Pero el sueño, bonito, de septiembre,
se me quedó prendido de sus ramas,
jardines con estanques muy preciosos,
instantes con los dioses en la Alhambra.
Por eso me resisto a revivirlo,
prefiero que se quede en lontananza,
los sueños tan hermosos y las fuentes
prendidas de unos versos en el alma.
Las rosas eran versos instintivos,
remansos de poemas con sus alas,
pequeñas mariposas de colores
surgiendo con las rimas de sus aguas.
¿De qué escribir?, te digo en este instante,
a ti, mi mar, que llegas a la playa,
dejando esos susurros silenciosos
mezclados con salitre de las algas.
Es fácil relatar sobre sirenas,
hablar de marineros y sus barcas,
de fieros temporales y horizontes,
y luego de tabernas y posadas.
Pero lector, yo quiero enamorarte,
llegar con mi poema a tus entrañas,
entonces te hablaré de los poetas
y el mundo en que se forman las palabras.
En él encontrarás la fantasía,
los globos de ilusión de aquella infancia,
los mismos que dormitan en tus sueños
y, a veces, los añoras con nostalgia.
"...¿De qué escribir?, me digo y te repito,
cuando vivir es ya su mejor página;
dejemos que los dedos soñolientos,
nos cubran con sus letras deseadas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/03/16
ES UN MUNDO CRUEL...
Es un mundo cruel y despreciable,
una tierra caliente y calcinada,
unos hombres que pasan en silencio
y que trazan el rumbo de las almas.
Unos hombres que ofrecen caramelos
a los cuerdos que esperan sus palabras,
y les hacen discretas carantoñas
por los votos que roban a mansalva.
Es así este mundo en que vivimos
con sus guetos, poblados y barriadas,
donde el hombre se vuelve contra el hombre
sin saber, ni siquiera, por qué causa.
Mientras tanto se vive y farolea
en burdeles, teñidos de esperanza,
a dejar tantos cuentos y mentiras
donde acuden las almas solitarias.
Han sonado palabras de profetas
en que animan que acudan a las armas,
a luchar por valores, a los jóvenes,
en un mundo que muere y se desangra.
Y por eso, carentes de sentido,
los borregos se van a la matanza,
a causar, con sus actos y miserias,
todo el daño, posible, que haga falta.
Nada importa, ni el llanto y sufrimiento,
ni que corra la sangre, y las entrañas
se revuelvan asqueadas, vomitando,
su bilis silenciosa hacia la nada.
Es tremendo vivir la pesadilla
y sentir el dolor que te atenaza,
contener la impotencia y el suspiro
mientras sientes tu alma apuñalada.
"...En un mundo cruel y despreciable
han llegado mentiras, a las casas,
y promesas a pechos juveniles
con veneno letal para sus almas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/03/16
NO LLORES NI ENTRISTEZCAS LAS PALABRAS...
No llores ni entristezcas las palabras
y busca sin cesar la poesía,
así comprenderás, por qué las rosas
aumentan el rubor de las mejillas.
También entenderás como las penas
se quedan diluidas en la vida,
igual que las fatigas y sudores
son fruto del quehacer y el día a día.
Por eso caminemos, sin descanso,
buscando en cada paso la sonrisa,
la huella rescatada de la nada
que vaga, sin dudar, por cada esquina.
Hagamos que florezcan los corales,
que vuelen las preciosas golondrinas,
que sigan los estanques y las fuentes
trazando sinuosas maravillas.
Recuerda que este día es importante,
no temas a vivirlo con la brisa,
tampoco a destacarlo de los otros
y siente los latidos que te envía.
Quizás porque, en los mismos, se confunden,
siluetas de poemas con sus rimas,
que nacen, que cabalgan y comulgan
dejando en nuestras almas alegría.
No temas recordar a Dulcineas,
que fueron en su día margaritas,
tampoco a los Quijotes, sin caballo,
buscando por la vida maravillas.
¡Qué gracia, tan sutil, la del poema,
que vibra, que estimula y hasta excita,
haciendo galopar los corazones
en una primavera renacida!
"...Por eso yo te digo que adelante,
no temas al poema que te invita,
tampoco a los mensajes de sus versos
y busca, en su candor, la poesía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/03/16
y busca sin cesar la poesía,
así comprenderás, por qué las rosas
aumentan el rubor de las mejillas.
También entenderás como las penas
se quedan diluidas en la vida,
igual que las fatigas y sudores
son fruto del quehacer y el día a día.
Por eso caminemos, sin descanso,
buscando en cada paso la sonrisa,
la huella rescatada de la nada
que vaga, sin dudar, por cada esquina.
Hagamos que florezcan los corales,
que vuelen las preciosas golondrinas,
que sigan los estanques y las fuentes
trazando sinuosas maravillas.
Recuerda que este día es importante,
no temas a vivirlo con la brisa,
tampoco a destacarlo de los otros
y siente los latidos que te envía.
Quizás porque, en los mismos, se confunden,
siluetas de poemas con sus rimas,
que nacen, que cabalgan y comulgan
dejando en nuestras almas alegría.
No temas recordar a Dulcineas,
que fueron en su día margaritas,
tampoco a los Quijotes, sin caballo,
buscando por la vida maravillas.
¡Qué gracia, tan sutil, la del poema,
que vibra, que estimula y hasta excita,
haciendo galopar los corazones
en una primavera renacida!
"...Por eso yo te digo que adelante,
no temas al poema que te invita,
tampoco a los mensajes de sus versos
y busca, en su candor, la poesía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/03/16
DIME MI AMOR...
Dime mi amor, en qué he pecado,
si tengo la noción y la inocencia,
se muestra como tal, en mi conciencia,
viviendo en este mundo ilusionado.
Perdóname mi amor, si no he amado,
y pude confundir a tu paciencia,
con mezcla de ternura y con esencia
del néctar y del cáliz venerado.
Se pierde la razón del caminante
y altera al corazón y sus latidos.
Entonces la locura es la constante
que atrapa a la razón con sus gemidos.
Por eso a ti, mi amor, en este instante,
te entrego el corazón y mis sentidos.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/03/16
si tengo la noción y la inocencia,
se muestra como tal, en mi conciencia,
viviendo en este mundo ilusionado.
Perdóname mi amor, si no he amado,
y pude confundir a tu paciencia,
con mezcla de ternura y con esencia
del néctar y del cáliz venerado.
Se pierde la razón del caminante
y altera al corazón y sus latidos.
Entonces la locura es la constante
que atrapa a la razón con sus gemidos.
Por eso a ti, mi amor, en este instante,
te entrego el corazón y mis sentidos.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/03/16
UN ROMANCE...
Un romance a don Quijote
esta noche yo he leído,
no he querido entrometerme
y seguí con mi cuartillo.
...La posada de Toboso
y su fiesta, San Isidro,
el hogar de Dulcinea
diseñado en un delirio.
He cerrado bien los ojos
para ver el desaliño,
de aquel cuadro que Cervantes
escribió para su alivio.
Es por eso que reniego
de posadas y molinos,
y de curas y barberos
que aparecen en el libro.
Más me fijo en Rocinante
y en su escuálido pollino,
un travieso Sancho Panza
juguetón y divertido.
Quintanar quedaba atrás,
en las letras, con sigilo,
y también quedó Tembleque
en las mismas escondido.
Rocinante no comulga,
va a su paso muy tranquilo,
él espera en Puerto Lápice
ese pienso prometido.
Pero arriba, en su aventura,
en la grupa y el estribo,
hay un algo que se altera
y que grita: ¡Voto a bríos!
Ya divisa, en su locura,
a la dueña de su sino,
la princesa, sin corona
de una Mancha con olivos.
Dulcinea se pasea
por la mente del venido,
que se excita ante su nombre
cual pavesa en un suspiro.
Y se extienden las andanzas
por trigales ya sin trigo,
y cañadas y llanuras
a la orilla de los ríos.
Ya las letras del romance
van glosando su destino,
situando a don Quijote
en la Mancha y sin castillo...
"...Un romance, en esta noche,
ha llegado sin aviso,
larga mano, de aquel manco,
que en Lepanto fue cautivo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/03/16
ME GUSTA CUANDO DUERMES...
Me gusta cuando duermes y te miro
oculta en una capa de bonanza,
no eres Dulcinea en un molino,
tampoco Cenicienta muy cansada.
Conservas ese rostro tan alegre
que llega, que cautiva y que desarma,
lo haces mientras sueñas, en tu lecho,
siguiendo tras los pasos de las hadas.
Hay algo que me llena los sentidos
y pide que te hable sin palabras,
que bese y acaricie tus cabellos
y roce con mis labios a tu cara.
Por eso me concentro en la figura
que yace acurrucada en esa cama,
suspira con el rostro arrebolado
en medio del jardín de la esperanza.
Yo busco por el cielo las estrellas
tratando que aminoren su distancia,
que vengan a mi lado con sus rayos,
e inspiren a mi voz mientras te habla.
Yo quiero que te duermas entre tules,
pequeñas margaritas y cigarras,
envuelta del aroma de la niebla
al son de mis palabras y mi nana.
La dicto para ti, querida mía,
te hablo de riberas y de playas,
aquellas que he pisado siendo niño
y luego acompañado de las algas.
No quieras que te narre de sirenas,
tampoco de galernas desatadas,
dejemos que se eleven los sentidos
y duerman con tus sueños hasta el alba.
"...Me gusta cuando duermes y te miro
pues soy el prisionero de tu alma,
te abrazo y te acaricio, en un instante,
sintiéndome feliz con esta estampa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/03/16
oculta en una capa de bonanza,
no eres Dulcinea en un molino,
tampoco Cenicienta muy cansada.
Conservas ese rostro tan alegre
que llega, que cautiva y que desarma,
lo haces mientras sueñas, en tu lecho,
siguiendo tras los pasos de las hadas.
Hay algo que me llena los sentidos
y pide que te hable sin palabras,
que bese y acaricie tus cabellos
y roce con mis labios a tu cara.
Por eso me concentro en la figura
que yace acurrucada en esa cama,
suspira con el rostro arrebolado
en medio del jardín de la esperanza.
Yo busco por el cielo las estrellas
tratando que aminoren su distancia,
que vengan a mi lado con sus rayos,
e inspiren a mi voz mientras te habla.
Yo quiero que te duermas entre tules,
pequeñas margaritas y cigarras,
envuelta del aroma de la niebla
al son de mis palabras y mi nana.
La dicto para ti, querida mía,
te hablo de riberas y de playas,
aquellas que he pisado siendo niño
y luego acompañado de las algas.
No quieras que te narre de sirenas,
tampoco de galernas desatadas,
dejemos que se eleven los sentidos
y duerman con tus sueños hasta el alba.
"...Me gusta cuando duermes y te miro
pues soy el prisionero de tu alma,
te abrazo y te acaricio, en un instante,
sintiéndome feliz con esta estampa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/03/16
ME PEDÍAS UN POEMA...
Me pedías un poema
para ti, para tus labios,
para hacer encantadora
la sonrisa y el regalo.
Ese cuerpo bien curtido,
tan moreno y deseado,
que temblaba por los hombros
y llegaba hasta los brazos.
En un pecho jadeante
que buscaba, suspirando,
la caricia de los dioses
y ese roce de mis manos.
Así estabas y recuerdo,
recogiendo en tu regazo,
las hermosas campanillas
de aquel día del verano.
Me pedías un poema
y no sé como explicarlo,
fue un instantes, dulcemente,
un suspiro inusitado.
Y mis dedos emprendieron
la tarea sin descanso,
escribiendo rima a rima
aquel néctar tan sagrado.
Un poema con sus versos,
una entrega con mil lazos,
conteniendo las caricias
y los versos deseados.
Fueron tiernas carantoñas
ante un ruego y un halago,
tú querías un poema
yo un motivo para darlo.
"...Me pedías un poema
y escribí, por separado,
unos versos a tus ojos
y unas rimas a quien amo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/03/16
para ti, para tus labios,
para hacer encantadora
la sonrisa y el regalo.
Ese cuerpo bien curtido,
tan moreno y deseado,
que temblaba por los hombros
y llegaba hasta los brazos.
En un pecho jadeante
que buscaba, suspirando,
la caricia de los dioses
y ese roce de mis manos.
Así estabas y recuerdo,
recogiendo en tu regazo,
las hermosas campanillas
de aquel día del verano.
Me pedías un poema
y no sé como explicarlo,
fue un instantes, dulcemente,
un suspiro inusitado.
Y mis dedos emprendieron
la tarea sin descanso,
escribiendo rima a rima
aquel néctar tan sagrado.
Un poema con sus versos,
una entrega con mil lazos,
conteniendo las caricias
y los versos deseados.
Fueron tiernas carantoñas
ante un ruego y un halago,
tú querías un poema
yo un motivo para darlo.
"...Me pedías un poema
y escribí, por separado,
unos versos a tus ojos
y unas rimas a quien amo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/03/16
ANTES DE APAGAR LA LUZ...
Antes de apagar la luz,
quiero tus besos,
tus caricias inquietas,
y tus manos,
recorriendo mi cuerpo en un instante,
profundo, eterno, sin pausa ni descanso.
Antes de apagar la luz,
quiero sentirte
estremecer tu piel en un abrazo,
saciar las mariposas de tu vientre
y ser de ti, quien se quede enamorado.
Antes de apagar la luz,
quiero mirarte,
recorrer tus pupilas con mis labios,
cerrar esas luciérnagas nerviosas
y escuchar a las cigarras con su canto.
Antes de apagar la luz,
quiero decirte
aquello que aprendimos hace tanto
y, antaño, los amantes proclamaban
diciendo: "¡te quiero y te amo!", susurrando.
Antes de apagar la luz,
quiero tu cuerpo
desnudo, estremecido, sacrosanto,
y que tiembles deseando mi presencia
porque yo ansío tu sexo y mi pecado.
Antes de apagar la luz,
quiero dormirme
en medio de un estanque,
y un regalo
que sea colofón de tu sonrisa
y en tus brazos y en tus dedos dibujado.
Antes de apagar la luz,
quiero seguirte,
volar, aleteando, en el espacio,
seguir tras la sencilla golondrina
y luego, retirarme a un gris tejado.
Antes de apagar la luz,
quiero que veas
la vela con que escribo este diario,
la llama incandescente de mis ojos
con el fuego arrasador de este relato.
"...Antes de apagar la luz,
quiero pedirte
que sientas a mi mano en tu regazo,
(a pesar de tus dudas y tus miedos),
y me esperes corazón, ¡no importa cuánto!..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/03/16
quiero tus besos,
tus caricias inquietas,
y tus manos,
recorriendo mi cuerpo en un instante,
profundo, eterno, sin pausa ni descanso.
Antes de apagar la luz,
quiero sentirte
estremecer tu piel en un abrazo,
saciar las mariposas de tu vientre
y ser de ti, quien se quede enamorado.
Antes de apagar la luz,
quiero mirarte,
recorrer tus pupilas con mis labios,
cerrar esas luciérnagas nerviosas
y escuchar a las cigarras con su canto.
Antes de apagar la luz,
quiero decirte
aquello que aprendimos hace tanto
y, antaño, los amantes proclamaban
diciendo: "¡te quiero y te amo!", susurrando.
Antes de apagar la luz,
quiero tu cuerpo
desnudo, estremecido, sacrosanto,
y que tiembles deseando mi presencia
porque yo ansío tu sexo y mi pecado.
Antes de apagar la luz,
quiero dormirme
en medio de un estanque,
y un regalo
que sea colofón de tu sonrisa
y en tus brazos y en tus dedos dibujado.
Antes de apagar la luz,
quiero seguirte,
volar, aleteando, en el espacio,
seguir tras la sencilla golondrina
y luego, retirarme a un gris tejado.
Antes de apagar la luz,
quiero que veas
la vela con que escribo este diario,
la llama incandescente de mis ojos
con el fuego arrasador de este relato.
"...Antes de apagar la luz,
quiero pedirte
que sientas a mi mano en tu regazo,
(a pesar de tus dudas y tus miedos),
y me esperes corazón, ¡no importa cuánto!..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/03/16
PARECE QUE SE DUERMEN...
Parece que se duermen las estrellas
y son acurrucadas por la luna,
sus ojos parpadean levemente
y rompen la quietud de la negrura.
Hay una soledad en esta noche
que llega hasta nosotros, con la bruma,
nos habla y nos susurra, sin palabras,
y aumenta las tensiones y las dudas.
Yo quiero que se rompa este silencio,
que griten las deidades lo que ocultan,
que surjan las pasiones y, las almas,
soporten las galernas más impuras.
Ya sé que es imposible todo esto
que surge de mi mano y de mi pluma,
y puede que me tachen de cobarde,
incluso de habitar en la locura.
A veces se construyen los castillos
encima de verdades diminutas,
se olvidan los cimientos y los cuerpos
que yacen en las fosas y en las tumbas.
Se olvidan las miradas ruborosas,
cual humo de un tabaco como excusa,
los cuerpos sudorosos y cansados
que buscan en la noche su permuta.
No sé si estremecerme porque veo
a un mundo que agoniza, por mi culpa,
atado a mil prejuicios, inherentes,
a un tiempo juvenil y sin preguntas.
Despierta corazón, si estás dormido,
y rompe, en esta noche, la penumbra,
no dejes que se pudra en tus entrañas
la rosa del Amor, que hiciste tuya.
"...Parece que se duermen las estrellas
y acudo, en mi candor, hasta su cuna,
no quiero que se queden sin palabras
los versos que en silencio me torturan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/03/16
y son acurrucadas por la luna,
sus ojos parpadean levemente
y rompen la quietud de la negrura.
Hay una soledad en esta noche
que llega hasta nosotros, con la bruma,
nos habla y nos susurra, sin palabras,
y aumenta las tensiones y las dudas.
Yo quiero que se rompa este silencio,
que griten las deidades lo que ocultan,
que surjan las pasiones y, las almas,
soporten las galernas más impuras.
Ya sé que es imposible todo esto
que surge de mi mano y de mi pluma,
y puede que me tachen de cobarde,
incluso de habitar en la locura.
A veces se construyen los castillos
encima de verdades diminutas,
se olvidan los cimientos y los cuerpos
que yacen en las fosas y en las tumbas.
Se olvidan las miradas ruborosas,
cual humo de un tabaco como excusa,
los cuerpos sudorosos y cansados
que buscan en la noche su permuta.
No sé si estremecerme porque veo
a un mundo que agoniza, por mi culpa,
atado a mil prejuicios, inherentes,
a un tiempo juvenil y sin preguntas.
Despierta corazón, si estás dormido,
y rompe, en esta noche, la penumbra,
no dejes que se pudra en tus entrañas
la rosa del Amor, que hiciste tuya.
"...Parece que se duermen las estrellas
y acudo, en mi candor, hasta su cuna,
no quiero que se queden sin palabras
los versos que en silencio me torturan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/03/16
AGONIZA LA TARDE...
Agoniza la tarde, en este día,
que ha trazado una niebla en el recuerdo,
fantasías ocultas e invernales
con su traje de azules y misterios.
Hoy la lluvia no quiso acompañarnos
y vagó con las nubes por el cielo,
contemplando las lágrimas nacientes
de unos ojos salados y morenos.
Y se fueron al mar aquellos llantos
a buscar el salitre con denuedo,
a mezclar ese agua cristalina
con el fondo sagrado del océano.
Es por eso que dejo en el olvido
a este día de marzo y del invierno,
cuando ya los jardines se apresuran
y nos dicen que vuelven los vencejos.
Ya se acerca una nueva primavera
y con ella suspiros sempiternos,
los llamados susurros de las almas
que los labios recitan en sus versos.
Algo tiene el futuro que yo digo
con su gracia sutil y su embeleso,
el encanto que mueve corazones
y los lleva a fundirse con los sueños.
Me pregunto si vivo en el presente
y si acaso vacilo con mis dedos,
cuando escribo estas letras malsonantes
que me atrapan al mundo de los cuerdos.
Pero sé que te siento, primavera,
como antaño, buscando en los senderos,
esa chispa de alegre colorido
que recorre mi cuerpo con sus besos.
"...Agoniza la tarde, en este día,
y la sombra se extiende en los alberos,
mientras tú corazón, enamorado,
ya desnudas mi noche, con tus dedos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/03/16
que ha trazado una niebla en el recuerdo,
fantasías ocultas e invernales
con su traje de azules y misterios.
Hoy la lluvia no quiso acompañarnos
y vagó con las nubes por el cielo,
contemplando las lágrimas nacientes
de unos ojos salados y morenos.
Y se fueron al mar aquellos llantos
a buscar el salitre con denuedo,
a mezclar ese agua cristalina
con el fondo sagrado del océano.
Es por eso que dejo en el olvido
a este día de marzo y del invierno,
cuando ya los jardines se apresuran
y nos dicen que vuelven los vencejos.
Ya se acerca una nueva primavera
y con ella suspiros sempiternos,
los llamados susurros de las almas
que los labios recitan en sus versos.
Algo tiene el futuro que yo digo
con su gracia sutil y su embeleso,
el encanto que mueve corazones
y los lleva a fundirse con los sueños.
Me pregunto si vivo en el presente
y si acaso vacilo con mis dedos,
cuando escribo estas letras malsonantes
que me atrapan al mundo de los cuerdos.
Pero sé que te siento, primavera,
como antaño, buscando en los senderos,
esa chispa de alegre colorido
que recorre mi cuerpo con sus besos.
"...Agoniza la tarde, en este día,
y la sombra se extiende en los alberos,
mientras tú corazón, enamorado,
ya desnudas mi noche, con tus dedos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/03/16
ME GUSTA...
Me gusta cuando pasas y me besas,
nordeste siempre fiel de mis pecados,
entonces se revuelven las pasiones,
dormidas con el paso de los años.
Me gusta tu presencia, sin palabras,
y sueño que me tomas de la mano,
me llevas por regiones infinitas
a un mundo de ilusión y renovado.
Me gusta la amargura del salitre
que dejas en mi carne con tus labios,
parece la caricia de una amante
y el dedo sinuoso y deseado.
Me gusta cuando envías a la brisa
los días calurosos del verano,
y encuentro, en el saludo, ese recuerdo
del niño juvenil y enamorado.
Me gusta la presencia de tu aliento
que rompe la liturgia del letargo,
sacando mis suspiros a la vida
cual remos de un bajel enarbolado.
Me gusta contemplar a las banderas
que excitas con tu celo y sin reparo,
flamean, como llamas invisibles,
a impulsos de ese viento desatado.
Me gusta imaginarme en la ribera
y ser el compañero de ese cuadro,
tal vez el favorito de tus ojos
y el cuerpo, que desnudo, has dibujado.
Me gusta la premura de tu brisa,
que deja con ternura tanto encanto,
tratando de excitar a mis sentidos
y hacerlos juveniles, largo rato.
"...Me gusta cuando vienes y me miras,
me besas y desnudas, sin descanso,
nordeste que ha quedado por mi tierra,
la brisa inconfundible que yo amo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/03/16
nordeste siempre fiel de mis pecados,
entonces se revuelven las pasiones,
dormidas con el paso de los años.
Me gusta tu presencia, sin palabras,
y sueño que me tomas de la mano,
me llevas por regiones infinitas
a un mundo de ilusión y renovado.
Me gusta la amargura del salitre
que dejas en mi carne con tus labios,
parece la caricia de una amante
y el dedo sinuoso y deseado.
Me gusta cuando envías a la brisa
los días calurosos del verano,
y encuentro, en el saludo, ese recuerdo
del niño juvenil y enamorado.
Me gusta la presencia de tu aliento
que rompe la liturgia del letargo,
sacando mis suspiros a la vida
cual remos de un bajel enarbolado.
Me gusta contemplar a las banderas
que excitas con tu celo y sin reparo,
flamean, como llamas invisibles,
a impulsos de ese viento desatado.
Me gusta imaginarme en la ribera
y ser el compañero de ese cuadro,
tal vez el favorito de tus ojos
y el cuerpo, que desnudo, has dibujado.
Me gusta la premura de tu brisa,
que deja con ternura tanto encanto,
tratando de excitar a mis sentidos
y hacerlos juveniles, largo rato.
"...Me gusta cuando vienes y me miras,
me besas y desnudas, sin descanso,
nordeste que ha quedado por mi tierra,
la brisa inconfundible que yo amo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/03/16
HE MIRADO, DESPACIO, LA PUERTA...
He mirado, despacio, la puerta,
donde tú me esperabas, a veces,
aunque ahora estuviera cerrada
con orín y verdín en su frente.
¡Cuánto tiempo se encuentra pasado
y, quizás, ya perdido por siempre,
si analizo despacio las causas
de esa puerta cerrada y ausente!
Tu figura marchó, desde luego,
a otros mundos de paz y de nieve,
y llevaba con ella canciones
y hasta sueños de amor hoy vigentes.
Pero tú intercambiaste los cromos
y quisiste buscar, un septiembre,
el otoño de ratos dorados
y el ocaso que nunca se duerme.
Fantasía arrancada a la vida
en sus versos precisos y breves,
y un conjunto de rimas y rosas
esperando la mano que llegue.
Yo no sé si pensaste que afuera,
en la calle y sintiendo el nordeste,
se quedaba la mano sin pulso
que a la tuya tomó muchas veces.
Quizás fuera una mano precisa,
el temblor que nació de repente,
o el fulgor de la tierna mirada
la que trajo el reposo a mis sienes.
Y me dije que no, sin dudarlo,
despreciando recuerdos y fiebres;
no quería vivir en un mundo
prisionero de oscuros cipreses.
"...He mirado, despacio, la puerta
y no vi, en el dintel, algo alegre,
soledad y silencio, tan solo,
y una niebla sutil y envolvente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/03/16
donde tú me esperabas, a veces,
aunque ahora estuviera cerrada
con orín y verdín en su frente.
¡Cuánto tiempo se encuentra pasado
y, quizás, ya perdido por siempre,
si analizo despacio las causas
de esa puerta cerrada y ausente!
Tu figura marchó, desde luego,
a otros mundos de paz y de nieve,
y llevaba con ella canciones
y hasta sueños de amor hoy vigentes.
Pero tú intercambiaste los cromos
y quisiste buscar, un septiembre,
el otoño de ratos dorados
y el ocaso que nunca se duerme.
Fantasía arrancada a la vida
en sus versos precisos y breves,
y un conjunto de rimas y rosas
esperando la mano que llegue.
Yo no sé si pensaste que afuera,
en la calle y sintiendo el nordeste,
se quedaba la mano sin pulso
que a la tuya tomó muchas veces.
Quizás fuera una mano precisa,
el temblor que nació de repente,
o el fulgor de la tierna mirada
la que trajo el reposo a mis sienes.
Y me dije que no, sin dudarlo,
despreciando recuerdos y fiebres;
no quería vivir en un mundo
prisionero de oscuros cipreses.
"...He mirado, despacio, la puerta
y no vi, en el dintel, algo alegre,
soledad y silencio, tan solo,
y una niebla sutil y envolvente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/03/16
CUANDO VEO Y CUANDO LEO...
Cuando veo y cuando leo ciertas cosas
me pregunto si es verdad que estoy despierto,
si no son las campanillas celestiales
las que suenan y desgranan cual borregos.
Pero tengo que decir, en desagravio,
que el borrego que he citado no está ciego,
y que pasta mansamente en las praderas
mientras mueve su cabeza bajo el cielo.
Son los hombres, los borregos que ahora cito,
los voceras y llamados plañideros,
los que saben desde el alfa hasta el omega
y predican los más crudos sentimientos.
Son profetas de boquilla, solamente,
que transmiten la locura de los necios,
el perfecto pentagrama de la vida
en un cuadro de ajedrez que está desierto.
Cuando veo y cuando escucho a tanto listo
me pregunto dónde está lo verdadero,
la palabra que, sincera, nos permita,
distinguir la realidad, de tanto cieno.
Yo no quiero las mentiras de los hombres,
ni esos labios que resultan traicioneros,
aunque digan las verdades con sonrisas
y confundan sus envases con mil sueños.
Yo no quiero a las personas que me engañan,
y que mienten sin ambages ni recelos,
porque aspiran a trepar, en esa hilera,
de parásitos, ladrones y usureros.
Es muy triste confirmar que te han mentido
muchas gentes y personas con sus versos,
y lo hacen con sentencias venenosas
que pasean por un mundo que está muerto.
"...Cuando veo y cuando siento a tanta gente
anunciar la solución del universo,
hay un algo que me deja sin palabras
y yo mismo me estremezco, y no de miedo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/03/16
me pregunto si es verdad que estoy despierto,
si no son las campanillas celestiales
las que suenan y desgranan cual borregos.
Pero tengo que decir, en desagravio,
que el borrego que he citado no está ciego,
y que pasta mansamente en las praderas
mientras mueve su cabeza bajo el cielo.
Son los hombres, los borregos que ahora cito,
los voceras y llamados plañideros,
los que saben desde el alfa hasta el omega
y predican los más crudos sentimientos.
Son profetas de boquilla, solamente,
que transmiten la locura de los necios,
el perfecto pentagrama de la vida
en un cuadro de ajedrez que está desierto.
Cuando veo y cuando escucho a tanto listo
me pregunto dónde está lo verdadero,
la palabra que, sincera, nos permita,
distinguir la realidad, de tanto cieno.
Yo no quiero las mentiras de los hombres,
ni esos labios que resultan traicioneros,
aunque digan las verdades con sonrisas
y confundan sus envases con mil sueños.
Yo no quiero a las personas que me engañan,
y que mienten sin ambages ni recelos,
porque aspiran a trepar, en esa hilera,
de parásitos, ladrones y usureros.
Es muy triste confirmar que te han mentido
muchas gentes y personas con sus versos,
y lo hacen con sentencias venenosas
que pasean por un mundo que está muerto.
"...Cuando veo y cuando siento a tanta gente
anunciar la solución del universo,
hay un algo que me deja sin palabras
y yo mismo me estremezco, y no de miedo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/03/16
ALGO TIENE LA NOCHE...
Algo tiene la noche
que inspira tanto,
su profunda negrura,
su velo largo,
ese tierno embeleso
que pone un canto,
y hasta el leve perfume
del rostro huraño.
Algo tiene la noche
que va dejando
a los hombres tranquilos
y sin tabaco,
a los niños durmiendo,
ya sin zapatos,
y a una luna, despierta,
con rostro blanco.
Algo tiene la noche,
me dice el gato,
con sus finos bigotes
tan alisados,
que parece que esconde,
tras los geranios,
los ratones esquivos,
que van al paso.
Algo tiene la noche,
no hay que dudarlo,
pues parece que surgen
luz y milagros,
chirimías y sueños,
bellos regalos,
para el hombre y el niño
que esquiva años.
Algo tiene la noche,
bendito manto,
que protege y acoge
buenos y malos,
ella ofrece sonrisas
cambiando llantos,
y también unos besos
del tierno labio.
Algo tiene la noche,
prosigo y callo,
que acelera mis dedos,
también mis manos,
y me dice que siga,
paso tras paso,
persiguiendo las huellas,
tus pies descalzos.
Algo tiene la noche
que estoy llorando,
pero no de tristeza,
sigo soñando,
con un mundo distinto,
quizás me engaño,
donde el hambre y la guerra
se han terminado.
Algo tiene la noche,
y en este rato,
campanillas silvestres
van río abajo,
mariposas muy lindas
pasan rezando
y las miro y me quedo
con su retrato.
"...Algo tiene la noche
que estoy llamando,
a tu puerta,mi niña
con un regalo,
pero nadie contesta
a este reclamo,
y me quedo muy quieto,
dormido y cauto..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/03/16
que inspira tanto,
su profunda negrura,
su velo largo,
ese tierno embeleso
que pone un canto,
y hasta el leve perfume
del rostro huraño.
Algo tiene la noche
que va dejando
a los hombres tranquilos
y sin tabaco,
a los niños durmiendo,
ya sin zapatos,
y a una luna, despierta,
con rostro blanco.
Algo tiene la noche,
me dice el gato,
con sus finos bigotes
tan alisados,
que parece que esconde,
tras los geranios,
los ratones esquivos,
que van al paso.
Algo tiene la noche,
no hay que dudarlo,
pues parece que surgen
luz y milagros,
chirimías y sueños,
bellos regalos,
para el hombre y el niño
que esquiva años.
Algo tiene la noche,
bendito manto,
que protege y acoge
buenos y malos,
ella ofrece sonrisas
cambiando llantos,
y también unos besos
del tierno labio.
Algo tiene la noche,
prosigo y callo,
que acelera mis dedos,
también mis manos,
y me dice que siga,
paso tras paso,
persiguiendo las huellas,
tus pies descalzos.
Algo tiene la noche
que estoy llorando,
pero no de tristeza,
sigo soñando,
con un mundo distinto,
quizás me engaño,
donde el hambre y la guerra
se han terminado.
Algo tiene la noche,
y en este rato,
campanillas silvestres
van río abajo,
mariposas muy lindas
pasan rezando
y las miro y me quedo
con su retrato.
"...Algo tiene la noche
que estoy llamando,
a tu puerta,mi niña
con un regalo,
pero nadie contesta
a este reclamo,
y me quedo muy quieto,
dormido y cauto..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/03/16
NUNCA PIERDAS NI OLVIDES...
Nunca pierdas ni olvides la sonrisa
aunque tengas motivos de negarla,
porque quiero tus labios temblorosos
y esa fuente de luz en la mirada.
Hay momentos, quizás, desesperados,
en que falta el humor, y las palabras
se congelan y atoran en la mente,
provocando galernas y nostalgias.
Pero entonces despierta un torbellino,
una flor de pasión, desmelenada,
esa nota que surge de tus versos
y nos deja sonrisas en las almas.
Porque tienen el néctar sacrosanto
y esa chispa de luz tan deseada,
la pimienta que acera los sentidos
y que excita y eleva las entrañas.
Nunca pierdas el rumbo de tus pasos
ni aunque sople el nordeste por la playa,
para así continuar, con mi trainera,
y seguir esas huellas delicadas.
Es posible que vayan hacia el cabo
a mirar como llegan las resacas,
o penetren al mar azul celeste
a fundirse, en un soplo, con el agua.
Pero siempre estarán en movimiento
más allá de suspiros y esperanzas,
y las olas sabrán como cubrirlos
de salitres, de espumas y de algas.
Seguiré, si me dejas, esas huellas,
para ir a escribirte a lontananza,
unos versos que aparten la negrura
y recojan la brisa de tu espalda.
"...Nunca pierdas amor, esa sonrisa
ni tampoco los pasos hacia el alba,
porque quiero contigo, y en mis sueños,
susurrarte estos versos y una nana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/03/16
aunque tengas motivos de negarla,
porque quiero tus labios temblorosos
y esa fuente de luz en la mirada.
Hay momentos, quizás, desesperados,
en que falta el humor, y las palabras
se congelan y atoran en la mente,
provocando galernas y nostalgias.
Pero entonces despierta un torbellino,
una flor de pasión, desmelenada,
esa nota que surge de tus versos
y nos deja sonrisas en las almas.
Porque tienen el néctar sacrosanto
y esa chispa de luz tan deseada,
la pimienta que acera los sentidos
y que excita y eleva las entrañas.
Nunca pierdas el rumbo de tus pasos
ni aunque sople el nordeste por la playa,
para así continuar, con mi trainera,
y seguir esas huellas delicadas.
Es posible que vayan hacia el cabo
a mirar como llegan las resacas,
o penetren al mar azul celeste
a fundirse, en un soplo, con el agua.
Pero siempre estarán en movimiento
más allá de suspiros y esperanzas,
y las olas sabrán como cubrirlos
de salitres, de espumas y de algas.
Seguiré, si me dejas, esas huellas,
para ir a escribirte a lontananza,
unos versos que aparten la negrura
y recojan la brisa de tu espalda.
"...Nunca pierdas amor, esa sonrisa
ni tampoco los pasos hacia el alba,
porque quiero contigo, y en mis sueños,
susurrarte estos versos y una nana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/03/16
SI DEBO DESPRENDERME DEL OLVIDO...
Si debo desprenderme del olvido
y ver como se pierde en la distancia,
entonces me daré la media vuelta
saciando en mis poemas la palabra.
Lo malo es que en los versos se destilen
recuerdos y saudades con nostalgia,
que puedan contagiarse con las rimas
dejando mal sabor al encontrarlas.
Se olvidan los recados en las tiendas,
igual que los saludos cuando andas,
se olvida que vivimos un presente
y es antes que empecemos el mañana.
Por eso los olvidos son livianos
y olvidan las fatigas y las ansias,
es fácil recurrir a los cilicios
del alma que se encuentra atormentada.
Pero es que el corazón, con tanto olvido,
ignora los latidos que le lanza,
la vida que le llega, presurosa,
y el soplo con la brisa de la playa.
Olvida hasta el sombrero de Tres Picos,
la orquesta con un solo de guitarra,
la voz altisonante de la Diva
lanzando al auditorio su proclama.
Los padres no se olvidan de los niños,
los niños sí se olvidan cuando vagan,
por calles y rincones indiscretos
jugando a las caninas y las chapas.
No sé si tanto olvido es necesario
y puede que me pase de la raya,
es cierto que olvidar es algo duro
debiendo de alejar tanta amenaza.
"...No olvides, corazón, que yo te quiero,
cuando hablo del olvido y de otras caras,
porque ese es el motivo de mis letras
y tú la Cenicienta de mi causa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/03/16
y ver como se pierde en la distancia,
entonces me daré la media vuelta
saciando en mis poemas la palabra.
Lo malo es que en los versos se destilen
recuerdos y saudades con nostalgia,
que puedan contagiarse con las rimas
dejando mal sabor al encontrarlas.
Se olvidan los recados en las tiendas,
igual que los saludos cuando andas,
se olvida que vivimos un presente
y es antes que empecemos el mañana.
Por eso los olvidos son livianos
y olvidan las fatigas y las ansias,
es fácil recurrir a los cilicios
del alma que se encuentra atormentada.
Pero es que el corazón, con tanto olvido,
ignora los latidos que le lanza,
la vida que le llega, presurosa,
y el soplo con la brisa de la playa.
Olvida hasta el sombrero de Tres Picos,
la orquesta con un solo de guitarra,
la voz altisonante de la Diva
lanzando al auditorio su proclama.
Los padres no se olvidan de los niños,
los niños sí se olvidan cuando vagan,
por calles y rincones indiscretos
jugando a las caninas y las chapas.
No sé si tanto olvido es necesario
y puede que me pase de la raya,
es cierto que olvidar es algo duro
debiendo de alejar tanta amenaza.
"...No olvides, corazón, que yo te quiero,
cuando hablo del olvido y de otras caras,
porque ese es el motivo de mis letras
y tú la Cenicienta de mi causa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/03/16
YO TE CONTESTO...
Yo te contesto, siempre te contesto,
y el corazón me pide que te olvide,
pero algo, en mi interior, es quien decide
y acudo, a mi pesar, aunque protesto.
No entiendo la razón de tu secreto,
tampoco este latir que me divide,
espero que tu voz no me descuide
y llegue hasta tu lado con lo puesto.
Quisiera compensarte tiernamente,
dejarte ensimismada por un rato
y ser el prisionero de tu mente.
¡Lo sé, lo sé!, locura y arrebato
producen los delirios del ausente
que busca el sueño vil del insensato.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/03/16
y el corazón me pide que te olvide,
pero algo, en mi interior, es quien decide
y acudo, a mi pesar, aunque protesto.
No entiendo la razón de tu secreto,
tampoco este latir que me divide,
espero que tu voz no me descuide
y llegue hasta tu lado con lo puesto.
Quisiera compensarte tiernamente,
dejarte ensimismada por un rato
y ser el prisionero de tu mente.
¡Lo sé, lo sé!, locura y arrebato
producen los delirios del ausente
que busca el sueño vil del insensato.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/03/16
YO NO SÉ...
Yo no sé lo que falla, en este mundo,
ni por qué se pervierten las palabras,
y se mira a los ojos del extraño
suplicando promesas y migajas.
Aunque entiendo a los hombres que protestan,
al que cruza desiertos por el agua,
al que escarba y revuelve la basura
y al que espera comida en su garganta.
Es posible que tiemblen las estrellas,
que las olas se duerman en la playa,
que susurren los ríos y meandros
y que dios no se entere de esta farsa.
Porque un mundo cruel y envilecido
es el cáliz que, afuera, nos aguarda,
el que pinta a los ricos de colores
y a los pobres les hurga las entrañas.
Yo no sé tantas cosas, lo confieso,
que me guardo las mismas en el alma,
y me digo que sí, que estoy soñando,
y que son pesadillas que me alcanzan.
Es por eso que bajo a los marjales
para ver los flamencos como nadan,
y paseo sin rumbo, en la ribera,
hasta dar con la arena de la playa.
Yo quisiera ser viento, en un momento,
temporal y galerna desatada,
y un compendio de grito enfurecido,
que limpiara a mi alma de su rabia.
Porque creo en el hombre, sin reservas,
en su lucha y sudor en la batalla,
por un mundo mejor y sin complejos,
y también por la paz tan deseada.
"...Yo no sé corazón, si estás dormido,
o si Dios te protege y te reclama,
pero quiero que vuelvas a mi lado
y me ayudes a ver, sin telarañas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/03/16
ni por qué se pervierten las palabras,
y se mira a los ojos del extraño
suplicando promesas y migajas.
Aunque entiendo a los hombres que protestan,
al que cruza desiertos por el agua,
al que escarba y revuelve la basura
y al que espera comida en su garganta.
Es posible que tiemblen las estrellas,
que las olas se duerman en la playa,
que susurren los ríos y meandros
y que dios no se entere de esta farsa.
Porque un mundo cruel y envilecido
es el cáliz que, afuera, nos aguarda,
el que pinta a los ricos de colores
y a los pobres les hurga las entrañas.
Yo no sé tantas cosas, lo confieso,
que me guardo las mismas en el alma,
y me digo que sí, que estoy soñando,
y que son pesadillas que me alcanzan.
Es por eso que bajo a los marjales
para ver los flamencos como nadan,
y paseo sin rumbo, en la ribera,
hasta dar con la arena de la playa.
Yo quisiera ser viento, en un momento,
temporal y galerna desatada,
y un compendio de grito enfurecido,
que limpiara a mi alma de su rabia.
Porque creo en el hombre, sin reservas,
en su lucha y sudor en la batalla,
por un mundo mejor y sin complejos,
y también por la paz tan deseada.
"...Yo no sé corazón, si estás dormido,
o si Dios te protege y te reclama,
pero quiero que vuelvas a mi lado
y me ayudes a ver, sin telarañas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/03/16
ENVUELVE LOS CLAVELES...
Envuelve los claveles que te sobran
y deja que se posen en mis dedos,
conmigo volarán a las estrellas
y así se cumplirán tantos deseos.
Hagamos que este mundo indiferente
recobre por un día sus anhelos,
y sea el epicentro de la vida,
la tierra del amor y de los sueños.
Seamos como niños, indolentes,
que juegan en las plazas de los pueblos,
igual que aquellos otros, en ciudades,
que corren por los parques y recreos.
Cerremos las pupilas un instante,
hagamos como hacen los abuelos,
quitemos las legañas de las almas
y luego continuemos el paseo.
La vida se construye paso a paso,
las nubes se diluyen en los cielos,
las rosas recogidas por los hombres
ya quedan señaladas en los versos.
Eterna sensación la que produce,
amarte corazón, y estar despierto,
sentir esos latidos que me ofreces
y el ser destinatario de tus besos.
No olvido los claveles del principio,
la seda tan sutil que va con ellos,
la dulce sensación del peregrino
que escribe por tu espalda con sus dedos.
Perdona mi torpeza, en esta tarde,
la mano que te escribe está pidiendo,
un poco de cariño, solamente,
y luego los claveles soñolientos.
"...Enjuágate tus lágrimas preciosas
y saca la sonrisa de tu pecho,
tú eres la esperanza, en la mañana,
la rosa inmaculada que yo quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/03/16
y deja que se posen en mis dedos,
conmigo volarán a las estrellas
y así se cumplirán tantos deseos.
Hagamos que este mundo indiferente
recobre por un día sus anhelos,
y sea el epicentro de la vida,
la tierra del amor y de los sueños.
Seamos como niños, indolentes,
que juegan en las plazas de los pueblos,
igual que aquellos otros, en ciudades,
que corren por los parques y recreos.
Cerremos las pupilas un instante,
hagamos como hacen los abuelos,
quitemos las legañas de las almas
y luego continuemos el paseo.
La vida se construye paso a paso,
las nubes se diluyen en los cielos,
las rosas recogidas por los hombres
ya quedan señaladas en los versos.
Eterna sensación la que produce,
amarte corazón, y estar despierto,
sentir esos latidos que me ofreces
y el ser destinatario de tus besos.
No olvido los claveles del principio,
la seda tan sutil que va con ellos,
la dulce sensación del peregrino
que escribe por tu espalda con sus dedos.
Perdona mi torpeza, en esta tarde,
la mano que te escribe está pidiendo,
un poco de cariño, solamente,
y luego los claveles soñolientos.
"...Enjuágate tus lágrimas preciosas
y saca la sonrisa de tu pecho,
tú eres la esperanza, en la mañana,
la rosa inmaculada que yo quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/03/16
HE PISADO POR LAS CALLES...
He pisado por las calles
de baldosas más bien frías
en invierno y en verano,
bajo luces mortecinas.
Unas vecen en silencio,
otras tantas con sonrisas,
pero siempre caminando
hacia el puerto y mi barquía.
Y allí estaba, en la ribera,
esperando muy tranquila,
con los remos en reposo
y meciéndose en la orilla.
Y lo hacía muy coqueta
con las olas que venían
de la barra y la bocana,
tras pasar por la capilla.
He pasado por las calles,
muchas noches con sus días,
soñoliento y cabizbajo,
en la lucha por la vida.
Yo recuerdo aquella tarde
en que estuve en tu casita,
con las manos temblorosas
y una nube en mis pupilas.
Te llevaba rosas rosas
como ofrenda preferida,
y un mensaje muy velado
que en el fondo se leía.
Y decían que te amaban
esas tiernas florecitas,
rosas rojas, silenciosas,
mensajeras de mi dicha.
"...He sentido por las calles
el jazmín de las delicias,
ese aroma de tu cuerpo
que me embriaga y que me excita..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/03/16
de baldosas más bien frías
en invierno y en verano,
bajo luces mortecinas.
Unas vecen en silencio,
otras tantas con sonrisas,
pero siempre caminando
hacia el puerto y mi barquía.
Y allí estaba, en la ribera,
esperando muy tranquila,
con los remos en reposo
y meciéndose en la orilla.
Y lo hacía muy coqueta
con las olas que venían
de la barra y la bocana,
tras pasar por la capilla.
He pasado por las calles,
muchas noches con sus días,
soñoliento y cabizbajo,
en la lucha por la vida.
Yo recuerdo aquella tarde
en que estuve en tu casita,
con las manos temblorosas
y una nube en mis pupilas.
Te llevaba rosas rosas
como ofrenda preferida,
y un mensaje muy velado
que en el fondo se leía.
Y decían que te amaban
esas tiernas florecitas,
rosas rojas, silenciosas,
mensajeras de mi dicha.
"...He sentido por las calles
el jazmín de las delicias,
ese aroma de tu cuerpo
que me embriaga y que me excita..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/03/16
SE BUSCA GOLONDRINA SIN PAREJA...
Se busca golondrina, sin pareja,
que vuele sobre el mar, hacia la nada,
pensamos que es mejor, volar sin rimas,
que estar sobrecargada de palabras.
Dejemos la ironía en otro lado,
volvamos a los pueblos y a las plazas,
pensemos en los niños que ahora juegan
ajenos a las guerras y batallas.
Pensemos en los seres tan queridos
que esperan de nosotros la mirada,
la mano que les llegue hasta su rostro,
dejando carantoñas en su cara.
No caben en estrofas estos gestos,
tampoco en unos versos y baladas,
es fácil que tampoco los comprendan
los hombres, con sus prisas, que trabajan.
Se busca golondrina, sin pareja,
decía aquel muchacho en la distancia,
quizás enamorado de la luna
y ajeno a su blancura por la playa.
Estaba enamorado, sin saberlo,
de un mundo superior, donde la calma,
el viento, la pasión y la galerna,
formaban torbellinos con su infancia.
¡Bendita condición la de ese joven,
que mueve los cimientos de su alma!,
los dioses no distinguen los poemas
y él busca la razón que así le alarma.
Le late el corazón, tan fuertemente,
que incluso se confunden las cigarras,
y cantan, en la noche, tan oscura,
al cielo solitario sus plegarias.
"...Se busca golondrina sin pareja,
que acoja un corazón, entre sus alas,
le lleve, con su vuelo, hacia las nubes,
y cierre, con un beso, sus pestañas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/03/16
que vuele sobre el mar, hacia la nada,
pensamos que es mejor, volar sin rimas,
que estar sobrecargada de palabras.
Dejemos la ironía en otro lado,
volvamos a los pueblos y a las plazas,
pensemos en los niños que ahora juegan
ajenos a las guerras y batallas.
Pensemos en los seres tan queridos
que esperan de nosotros la mirada,
la mano que les llegue hasta su rostro,
dejando carantoñas en su cara.
No caben en estrofas estos gestos,
tampoco en unos versos y baladas,
es fácil que tampoco los comprendan
los hombres, con sus prisas, que trabajan.
Se busca golondrina, sin pareja,
decía aquel muchacho en la distancia,
quizás enamorado de la luna
y ajeno a su blancura por la playa.
Estaba enamorado, sin saberlo,
de un mundo superior, donde la calma,
el viento, la pasión y la galerna,
formaban torbellinos con su infancia.
¡Bendita condición la de ese joven,
que mueve los cimientos de su alma!,
los dioses no distinguen los poemas
y él busca la razón que así le alarma.
Le late el corazón, tan fuertemente,
que incluso se confunden las cigarras,
y cantan, en la noche, tan oscura,
al cielo solitario sus plegarias.
"...Se busca golondrina sin pareja,
que acoja un corazón, entre sus alas,
le lleve, con su vuelo, hacia las nubes,
y cierre, con un beso, sus pestañas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/03/16
EN MEDIO DE LA VIDA Y DE LOS SUEÑOS...
En medio de la vida y de los sueños
mostraba una sonrisa encantadora,
un trozo de canción, en la mañana,
brotaba sutilmente por su boca.
Los ojos se cerraban con su canto,
vagaban por regiones muy remotas,
subían por montañas a sus cumbres,
bajaban por cañadas peligrosas.
El pájaro cantor, que se escuchaba,
rompía los silencios con sus notas,
hacía con las nubes maravillas,
secando la humedad de tantas cosas.
Algunos corazones muy sensibles
también se desgranaban gota a gota,
sacando sus neblinas de las almas
de modo que pudieran ser preciosas.
En medio de la vida y de los sueños,
mi mano se encontró que estaba sola,
y entonces, por virtud de un bello canto,
sintió la cercanía de tu boca.
Tu mano apareció de la penumbra,
tus dedos se acercaron a mi ropa,
tus ojos me miraron fijamente
y entonces te sentí, junto a las olas.
Estabas corazón tan concentrado,
altivo en tu quehacer, sobre la roca,
ajeno a los vaivenes de la sangre
buscando el norte fiel, de tu derrota.
Tenías el latido acelerado,
marcando ese tic-tac que dan las horas,
segundos que se pasan lentamente
y son, cual florecillas, tan hermosas...
"...En medio de la vida y de los sueños
mi mente y la razón se volvió loca,
tenía que entregarte mil caricias
y en ellas este beso con mi rosa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/03/16
mostraba una sonrisa encantadora,
un trozo de canción, en la mañana,
brotaba sutilmente por su boca.
Los ojos se cerraban con su canto,
vagaban por regiones muy remotas,
subían por montañas a sus cumbres,
bajaban por cañadas peligrosas.
El pájaro cantor, que se escuchaba,
rompía los silencios con sus notas,
hacía con las nubes maravillas,
secando la humedad de tantas cosas.
Algunos corazones muy sensibles
también se desgranaban gota a gota,
sacando sus neblinas de las almas
de modo que pudieran ser preciosas.
En medio de la vida y de los sueños,
mi mano se encontró que estaba sola,
y entonces, por virtud de un bello canto,
sintió la cercanía de tu boca.
Tu mano apareció de la penumbra,
tus dedos se acercaron a mi ropa,
tus ojos me miraron fijamente
y entonces te sentí, junto a las olas.
Estabas corazón tan concentrado,
altivo en tu quehacer, sobre la roca,
ajeno a los vaivenes de la sangre
buscando el norte fiel, de tu derrota.
Tenías el latido acelerado,
marcando ese tic-tac que dan las horas,
segundos que se pasan lentamente
y son, cual florecillas, tan hermosas...
"...En medio de la vida y de los sueños
mi mente y la razón se volvió loca,
tenía que entregarte mil caricias
y en ellas este beso con mi rosa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/03/16
ESTARÉ CONTIGO...
Estaré contigo
mi paloma blanca,
aunque tú no quieras
despertarte al alba.
Tomaré la rosa
del jardín, sin falta,
y una vez con ella
volveré a la casa.
A beber caliente
el café en la taza,
y ese cigarrillo
que ya sé me mata.
Porque quiero verte
y saber que marchas,
a vivir tu día
y estirar las alas.
Estaré contigo
mi gentil cigarra,
para oír tus cantos
con sabor a nata.
Bellos torbellinos
de blancura y nácar,
dulces caracolas
de una extensa playa.
Margaritas tiernas
bailarán con ganas,
mientras tú las silbas
y ante ti se callan.
Porque son zafiros
de estrellas lejanas,
quizás amapolas
en olas muy bravas.
Estaré contigo
mariposa extraña
que con tus colores
mis pupilas alzas.
Eres diminuta
pero traes la salsa,
el placer inmenso
y la eterna calma.
Eres impaciente
y mi mano alcanzas,
me trasladas lejos
a estirar tu capa.
Tierna poesía
que hasta ti me llama,
y me lleva, afuera,
al jardín de infancia.
Estaré contigo
mi princesa y hada,
corazón hermoso
que alimenta el alma.
Y en la nueva tarde
volveré a tu casa,
tomaré tu mano
tan sincera y clara.
Porque estoy contento
y tu voz me alcanza,
me anima los labios,
te beso sin pausa.
Dormiremos juntos
una siesta larga
tras rezar al cielo
y escuchar su nana.
"...Estaré contigo
junto al bosque de hayas,
corazón hermoso,
que me das tu magia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/03/16
mi paloma blanca,
aunque tú no quieras
despertarte al alba.
Tomaré la rosa
del jardín, sin falta,
y una vez con ella
volveré a la casa.
A beber caliente
el café en la taza,
y ese cigarrillo
que ya sé me mata.
Porque quiero verte
y saber que marchas,
a vivir tu día
y estirar las alas.
Estaré contigo
mi gentil cigarra,
para oír tus cantos
con sabor a nata.
Bellos torbellinos
de blancura y nácar,
dulces caracolas
de una extensa playa.
Margaritas tiernas
bailarán con ganas,
mientras tú las silbas
y ante ti se callan.
Porque son zafiros
de estrellas lejanas,
quizás amapolas
en olas muy bravas.
Estaré contigo
mariposa extraña
que con tus colores
mis pupilas alzas.
Eres diminuta
pero traes la salsa,
el placer inmenso
y la eterna calma.
Eres impaciente
y mi mano alcanzas,
me trasladas lejos
a estirar tu capa.
Tierna poesía
que hasta ti me llama,
y me lleva, afuera,
al jardín de infancia.
Estaré contigo
mi princesa y hada,
corazón hermoso
que alimenta el alma.
Y en la nueva tarde
volveré a tu casa,
tomaré tu mano
tan sincera y clara.
Porque estoy contento
y tu voz me alcanza,
me anima los labios,
te beso sin pausa.
Dormiremos juntos
una siesta larga
tras rezar al cielo
y escuchar su nana.
"...Estaré contigo
junto al bosque de hayas,
corazón hermoso,
que me das tu magia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/03/16
DICEN QUE HAY TONTOS...
Dicen que hay tontos, sin duda,
en este mundo perverso,
pero el peor de los tontos
es el que asusta con miedo.
Dirás lector que a qué viene
esta actitud y cabreo,
cuando en la noche tranquila
manda la luna sus versos.
Será que soy muy sensible
con lo que escucho y releo,
sobre personas cobardes
que sueltan hiel y veneno.
Hay muchos seres prendados
de su figura y su verbo
y con palabras hirientes
dejan temblor en los pechos.
Dicen que hay tontos perdidos
y otros que son más aviesos,
desde el fantasma en las "redes"
hasta el anónimo tuerto.
Y sé muy bien lo que escribo
de estos galanes excelsos,
los defensores de un mundo
donde su centro es el sexo.
¡Tontos, quizás pervertidos,
la realidad nunca es eso,
porque en el mundo, que existe,
hay mil caricias latiendo!
Unas están en los labios,
otras en ojos inquietos,
aunque también en sonrisas
y, sin dudar, en silencios.
Dicen que hay tontos de noche
aunque de día son menos,
pero yo digo que todos
son, como poco, borregos.
Por eso amiga, te digo,
que a la "tontura" del necio,
nunca le des tu sonrisa
ni le concedas un tiempo.
Eso es, quizás, lo que espera,
esa persona que es "memo",
para alejar a tu alma
de tu rincón siempre eterno.
Llora, si quieres, un poco,
tienes amigos despiertos,
ellos te prestan palabras
y si es preciso un pañuelo.
"...Pero no olvides que, el tonto,
es el que trata de hacernos,
tontos, también, con sus mañas,
aunque se gane el desprecio..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/02/16
en este mundo perverso,
pero el peor de los tontos
es el que asusta con miedo.
Dirás lector que a qué viene
esta actitud y cabreo,
cuando en la noche tranquila
manda la luna sus versos.
Será que soy muy sensible
con lo que escucho y releo,
sobre personas cobardes
que sueltan hiel y veneno.
Hay muchos seres prendados
de su figura y su verbo
y con palabras hirientes
dejan temblor en los pechos.
Dicen que hay tontos perdidos
y otros que son más aviesos,
desde el fantasma en las "redes"
hasta el anónimo tuerto.
Y sé muy bien lo que escribo
de estos galanes excelsos,
los defensores de un mundo
donde su centro es el sexo.
¡Tontos, quizás pervertidos,
la realidad nunca es eso,
porque en el mundo, que existe,
hay mil caricias latiendo!
Unas están en los labios,
otras en ojos inquietos,
aunque también en sonrisas
y, sin dudar, en silencios.
Dicen que hay tontos de noche
aunque de día son menos,
pero yo digo que todos
son, como poco, borregos.
Por eso amiga, te digo,
que a la "tontura" del necio,
nunca le des tu sonrisa
ni le concedas un tiempo.
Eso es, quizás, lo que espera,
esa persona que es "memo",
para alejar a tu alma
de tu rincón siempre eterno.
Llora, si quieres, un poco,
tienes amigos despiertos,
ellos te prestan palabras
y si es preciso un pañuelo.
"...Pero no olvides que, el tonto,
es el que trata de hacernos,
tontos, también, con sus mañas,
aunque se gane el desprecio..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/02/16
MIRO AL PÉNDULO...
Miro al péndulo del reloj que, en el pasillo,
va avanzando lentamente y desgrana
los segundos.
Sigo atento, a su tic-tac, tan juguetón,
y cuya música susurra en el silencio
de la tarde.
Hace un dúo, sin dudar, con el sonido
de la brisa del nordeste que penetra
en la ventana.
Aquí estoy, en esta tarde, contemplando
la fachada de tu casa y la ventana, sugerente,
donde muestras tu figura.
Pero hoy no estás y yo lo sé, aunque te busco
tras esas piedras revocadas de nostalgia
porque añoro tu presencia.
Una tierna golondrina se detiene en el alero
y contemplo su hermosura mientras sueño.
Hay instantes que perviven, y no mueren,
y que siguen floreciendo en las entrañas.
Hay rescoldos de otros fuegos y fogones
con las llamas crepitando y ofreciendo
sus lamentos.
Es el fuego y el amor que se producen
en la hoguera de las almas convirtiendo
la pasión en un incendio inenarrable.
De momento estoy despierto y voy siguiendo
el recorrido de esa aguja, del reloj,
en su camino hacia la nada.
Hay palabras que no dicen y que guardan sus secretos,
hay sonidos revoltosos de rincones y de niños,
hay pequeñas mariposas en sonrisas encubiertas,
hay cometas infantiles en los hombres ya maduros,
hay aromas de personas y de lechos,
hay preciosas margaritas que reflejan las pupilas,
hay castillos en el aire con un halo de cristal
y transparencia
y hay suspiros del que dicta estas palabras,
del que toma entre sus manos el cuaderno,
del que escucha en esta tarde al reloj
con ese péndulo, insensible,
que no para y continúa su camino
a no sé dónde...
...Y al final es un pasillo en una casa.
Son recuerdos personales que uno tiene,
sensaciones de un pasado,
pesadillas que te acosan y te abrazan
mientras sientes a la vida, y su tic-tac,
en ese lento deslizarse por el tiempo,
descontando los segundos de ese viaje al infinito.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/02/16
POR SI NO LO SABÍAS...
Por si no lo sabías
hay un gato en el patio,
con sus ojos profundos
y bigotes muy lacios.
Yo no sé lo que busca
este gato con garbo,
ni si quiere comida
o si acaso un halago.
Pero al verle he sentido
un temblor en los labios,
y el susurro en el cuerpo
que dictaban sus pasos.
Caminaba tranquilo
meneando su rabo,
cual galán satisfecho
esperando un regalo.
Por si no lo sabías,
hoy te estuve esperando,
como el gato que digo
bajo el parque y el árbol.
Es un banco pequeño
del estanque dorado,
donde abundan ardillas
con los elfos y magos.
Hay también mariposas
con vestidos bordados,
y castillos altivos
vigilando los campos.
Pero tú no llegaste
a este cuadro citado,
y quedaron las rimas
a dormir en mi mano.
"...Por si no lo sabías
hoy ya somos dos gatos,
el que escribe estas letras
y el del patio citado..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/02/16
hay un gato en el patio,
con sus ojos profundos
y bigotes muy lacios.
Yo no sé lo que busca
este gato con garbo,
ni si quiere comida
o si acaso un halago.
Pero al verle he sentido
un temblor en los labios,
y el susurro en el cuerpo
que dictaban sus pasos.
Caminaba tranquilo
meneando su rabo,
cual galán satisfecho
esperando un regalo.
Por si no lo sabías,
hoy te estuve esperando,
como el gato que digo
bajo el parque y el árbol.
Es un banco pequeño
del estanque dorado,
donde abundan ardillas
con los elfos y magos.
Hay también mariposas
con vestidos bordados,
y castillos altivos
vigilando los campos.
Pero tú no llegaste
a este cuadro citado,
y quedaron las rimas
a dormir en mi mano.
"...Por si no lo sabías
hoy ya somos dos gatos,
el que escribe estas letras
y el del patio citado..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/02/16
NO ME BUSQUES, AMIGO, LA PUERTA...
No me busques, amigo, la puerta,
que ha entornado, sin prisas, tu mano,
ni me busques aquella ventana
con postigos, también, ya cerrados.
Mira al cielo que azul te contempla,
a ese sol que te envía sus rayos,
y calienta tu cuerpo, con ganas,
para así, combatir, el letargo.
Pero luego suspira, si quieres,
y contempla a la anciana, rezando,
a esas manos, tal vez, temblorosas,
y a los dedos pasando el rosario.
Mira bien las callejas vacías
con los baches cubiertos de charcos,
donde el agua, sin vida, se muere
añorando claveles y nardos.
Porque el hombre que busca, en la vida,
es el niño, jovial, de hace años,
con su cara infantil e inocente,
y esos ojos azules y claros.
Buscador de ilusiones y sueños,
caminando en la playa descalzo,
vas a un mundo de paz, diferente,
todo lleno de risas y encanto.
No confundas tus sueños, ahora,
y los mezcles con rosas y llantos,
ten en cuenta la voz que te dicta
y la mano que guía tus pasos.
Nunca dejes, a medias, la senda
y procura evitar los atajos,
porque cerca, te acecha el peligro
y el pecado te sigue rondando.
"...No me busques por tierras vacías
ni tampoco por campos extraños,
porque voy en tu sangre y tus venas,
y también con tu nombre en mis labios..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/02/16
que ha entornado, sin prisas, tu mano,
ni me busques aquella ventana
con postigos, también, ya cerrados.
Mira al cielo que azul te contempla,
a ese sol que te envía sus rayos,
y calienta tu cuerpo, con ganas,
para así, combatir, el letargo.
Pero luego suspira, si quieres,
y contempla a la anciana, rezando,
a esas manos, tal vez, temblorosas,
y a los dedos pasando el rosario.
Mira bien las callejas vacías
con los baches cubiertos de charcos,
donde el agua, sin vida, se muere
añorando claveles y nardos.
Porque el hombre que busca, en la vida,
es el niño, jovial, de hace años,
con su cara infantil e inocente,
y esos ojos azules y claros.
Buscador de ilusiones y sueños,
caminando en la playa descalzo,
vas a un mundo de paz, diferente,
todo lleno de risas y encanto.
No confundas tus sueños, ahora,
y los mezcles con rosas y llantos,
ten en cuenta la voz que te dicta
y la mano que guía tus pasos.
Nunca dejes, a medias, la senda
y procura evitar los atajos,
porque cerca, te acecha el peligro
y el pecado te sigue rondando.
"...No me busques por tierras vacías
ni tampoco por campos extraños,
porque voy en tu sangre y tus venas,
y también con tu nombre en mis labios..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/02/16
HAGO UN ALTO EN LA NOCHE...
Hago un alto en la noche
para acariciarte con mis letras,
para dejarlas, en silencio, a tu lado,
y que sean ellas las que te acaricien,
las que te besen y rocen tu cuerpo,
las que rescaten tus suspiros,
las que recojan los susurros de ese sueño
que te envuelve
y las que te digan, muy bajito, en tu oído,
que te quiero y que te amo.
Porque quiero construír este poema
mientras paso mis dedos por tu cuerpo
y siento ese escalofrío de tu piel
que vibra y que palpita a mi contacto.
Por eso me estiro y aspiro,
para tomar tu aliento,
para sentir tus latidos,
para encontrar tu abrazo,
para fundirme en tus sueños
y para estar, así, más cerca de tu lado
y vigilando que no se pierda nunca
tu sonrisa.
Ya sé que duermes y no quiero despertarte,
pero por eso hago este alto en la noche,
para mirar tu rostro,
para apartar el pelo que cruza tus mejillas,
para tomar tus manos y acariciar tus dedos,
para soplar en tus ojos y decirles que sigan cerrados,
para besar tus labios y dejar en ellos el mensaje,
que en silencio, he mandado a las estrellas.
Porque debes descansar y yo seguir, en mi vigilia,
procurando te relajes
y no lleguen hasta ti falsas tormentas,
que no crezcan las galernas ni borrascas,
y que sepas que hay un sol, cada mañana,
que sale para ti,
y tu corazón lo debe rescatar
e iluminar con él cada rincón de los senderos
que transites, desde el alba hasta el ocaso.
Hago un alto en la noche para decirte que sí,
que te quiero,
que te llevo en mi recuerdo y en mi alma,
y que estás en cada gota de mi sangre,
alimentado ese tic-tac del corazón,
que así bombea, con sus remos,
la trainera de mi vida en un poema inacabado.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/02/16
SUPONGAMOS...
Supongamos que la vida es un instante,
un rincón donde se rifan carcajadas,
ese pozo irreverente de los sueños
y ese paso que conduce hacia la nada.
Supongamos que me escribes y te leo
y que luego te diviso en la ventana,
que te miro, que te hablo, que me escuchas,
y que luego me respondes sin palabras.
Supongamos que yo soy un nuevo rico
y que compro los caprichos que te faltan,
las pequeñas mariposas de colores,
las estrellas que desprenden mil guirnaldas.
Supongamos que es invierno, todavía,
que ha nevado y que blanquean las montañas,
que tus pasos y mis pasos van parejos
y caminan por senderos y cañadas.
Supongamos que te quiero y soy cobarde,
que me guardo el sentimiento en las entrañas,
que no sé como decirte que te amo
y me pierdo en tus pupilas y miradas.
Supongamos que me miras y te miro,
que vagamos por el bosque de las hadas,
que escuchamos la canción de los flamencos
que en el río y en el lago nos aguardan.
Supongamos que ya somos mayorcitos
y queremos las caricias de la infancia,
y quizás las carantoñas juveniles
de unos labios que rezaban y que hablaban.
Supongamos que no somos marionetas,
que pensamos y sentimos lo que pasa,
que nos duele las mentiras de los otros
cuando ofrecen y te venden mil patrañas.
"...Supongamos que la vida es un poema
y tú tienes esa rima tan soñada,
eres verso y poesía, en un instante,
y yo soy el prisionero de tu alma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/02/16
un rincón donde se rifan carcajadas,
ese pozo irreverente de los sueños
y ese paso que conduce hacia la nada.
Supongamos que me escribes y te leo
y que luego te diviso en la ventana,
que te miro, que te hablo, que me escuchas,
y que luego me respondes sin palabras.
Supongamos que yo soy un nuevo rico
y que compro los caprichos que te faltan,
las pequeñas mariposas de colores,
las estrellas que desprenden mil guirnaldas.
Supongamos que es invierno, todavía,
que ha nevado y que blanquean las montañas,
que tus pasos y mis pasos van parejos
y caminan por senderos y cañadas.
Supongamos que te quiero y soy cobarde,
que me guardo el sentimiento en las entrañas,
que no sé como decirte que te amo
y me pierdo en tus pupilas y miradas.
Supongamos que me miras y te miro,
que vagamos por el bosque de las hadas,
que escuchamos la canción de los flamencos
que en el río y en el lago nos aguardan.
Supongamos que ya somos mayorcitos
y queremos las caricias de la infancia,
y quizás las carantoñas juveniles
de unos labios que rezaban y que hablaban.
Supongamos que no somos marionetas,
que pensamos y sentimos lo que pasa,
que nos duele las mentiras de los otros
cuando ofrecen y te venden mil patrañas.
"...Supongamos que la vida es un poema
y tú tienes esa rima tan soñada,
eres verso y poesía, en un instante,
y yo soy el prisionero de tu alma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/02/16
UN DÍA DESPERTÉ DE TANTOS SUEÑOS...
Un día desperté de tantos sueños
y me encontré desnudo, frente al alba,
estaba soñoliento y tembloroso,
cubierto de sudor y de legañas.
Quería levantarme y ver el mundo,
andar por sus estepas y sabanas,
sentir esas caricias de la brisa
y ver la nieve fiel, en las montañas.
Pensaba que la vida es un instante,
un soplo y un rubor que así se pasa,
el sueño ilusionado de los niños,
que llega y les abraza con la infancia.
Por eso yo quería apresurarme,
subir, casi corriendo, a las montañas,
vagar por las praderas infinitas
y estar allí, junto a la aldea blanca.
¡Casitas y casitas bien visibles,
puntitos de un pequeño pentagrama!,
un pueblo abandonado en la meseta,
y al lado de la iglesia, está mi casa.
Los sueños son geranios de colores,
conjuntos de canciones y de nanas,
hermosas sensaciones y latidos
que dejan en los pechos llamaradas.
No puedo incorporarme sin los sueños,
ni ser un peregrino sin albarcas,
los unos me acompañan y estimulan,
las otras marcan bien mis caminatas.
Pequeño soñador es el poeta
que vive con su pluma y no descansa,
él busca en los caminos las respuestas,
y el beso y el candor de una mirada.
"...Un día desperté de tantos sueños
y supe comprender que tú no estabas,
pues eras el latido de mis venas,
la sangre, trasplantada, de mi alma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/02/16
y me encontré desnudo, frente al alba,
estaba soñoliento y tembloroso,
cubierto de sudor y de legañas.
Quería levantarme y ver el mundo,
andar por sus estepas y sabanas,
sentir esas caricias de la brisa
y ver la nieve fiel, en las montañas.
Pensaba que la vida es un instante,
un soplo y un rubor que así se pasa,
el sueño ilusionado de los niños,
que llega y les abraza con la infancia.
Por eso yo quería apresurarme,
subir, casi corriendo, a las montañas,
vagar por las praderas infinitas
y estar allí, junto a la aldea blanca.
¡Casitas y casitas bien visibles,
puntitos de un pequeño pentagrama!,
un pueblo abandonado en la meseta,
y al lado de la iglesia, está mi casa.
Los sueños son geranios de colores,
conjuntos de canciones y de nanas,
hermosas sensaciones y latidos
que dejan en los pechos llamaradas.
No puedo incorporarme sin los sueños,
ni ser un peregrino sin albarcas,
los unos me acompañan y estimulan,
las otras marcan bien mis caminatas.
Pequeño soñador es el poeta
que vive con su pluma y no descansa,
él busca en los caminos las respuestas,
y el beso y el candor de una mirada.
"...Un día desperté de tantos sueños
y supe comprender que tú no estabas,
pues eras el latido de mis venas,
la sangre, trasplantada, de mi alma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/02/16
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