EN LA QUIETUD DE LA NOCHE...
En la quietud de la noche
la luna mira a la rosa,
y la contempla en silencio
para aliviar su congoja,
ya que en la tarde ha pasado
una muchacha muy sola
a quien temblaban los ojos
con una arruga en la boca,
y es que mirando su vida
sintió el fracaso y derrota
porque en el pecho guardaba
una cuestión dolorosa;
era que amaba sin freno
a un marinero de costa,
los de trainera en el puerto
y con el remo en la boga,
pero el marino citado
marchó a ganarse su bolsa,
cruzó fronteras y mares
con la promesa de boda,
y están pasando los meses
y van corriendo las horas
y en nuestra moza, el silencio,
es una espina dolosa;
salen suspiros amargos,
como si fueran las notas,
de un corazón destrozado
que ya no tiene palomas,
por eso la luna mira,
a la rosa cuando llora,
y la dice que no sufra
por el amor de la moza.
"...En la quietud de la noche
la luna aspira el aroma,
de la rosa de un marino,
que hasta su moza retorna..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/18
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