PARECE QUE ESTÁ LLOVIENDO...
Parece que está lloviendo
y llegan los Reyes Magos,
conmemorando una fecha
y un pesebre ya lejano.
Fue hace tiempo, mucho tiempo,
en realidad dos mil años,
cuando a Belén vino un niño
en un portal de ganado,
allí estaba con el burro,
los corderitos tan blancos,
con San José pensativo
y con María a su lado.
En esto llegan los Reyes
con multitud de regalos,
pero entre tantos destacan
estos tres que dicen tanto:
El oro para ceñirle
los cabellos tan dorados,
como rey que era este Niño,
aunque estuviera descalzo,
incienso para adorarle
reconociendo su rango,
el de ser Dios y ser Hombre
y de su Padre enviado,
por último queda la mirra
con la sustancia y el manto
con que cubrir a su cuerpo
que viene para salvarnos.
Y aquí se queda la historia,
la leyenda y el relato,
aunque habrá otros que duden
tras haberlo analizado.
Yo me quedo con los niños,
los de aquí, que veo sanos,
y también los de otras tierras
donde están abandonados,
porque a Belén vino un Niño
para querernos y amarnos,
para entregarnos su vida
sin pedirnos nada a cambio,
solamente que riéramos,
que nos diéramos la mano,
que miremos a los ojos
cuando hablan los ancianos,
y busquemos los mendigos
por jardines, y en los bancos,
compartiendo la comida
el dinero y el trabajo,
y ante el frío del invierno
les cubramos los harapos,
con las ropas que nos sobran
y que cuelgan del armario,
porque al final las estrellas
dormirán en el regazo,
de los niños y mayores
mientras sonríen sus labios.
"...Parece que está lloviendo,
las zambombas resonando,
y los sueños de los niños
que perduren muchos años..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/01/18
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