SOBRE LAS RODILLAS...
Sobre las rodillas
tenía sus manos,
nerviosas e inquietas
con dedos muy largos,
al verlas, de pronto,
pensé en el trabajo,
los días de lluvia,
cavando en el barro,
también en el puerto
en busca del barco,
la eterna trainera
pintada de blanco,
y allí, entre el silencio,
le vi suspirando,
¡la ninfa divina
salida de un cuadro!
Su anciana cabeza,
de pelo tan cano,
tenía ese sello
que otorgan los años,
y allí los susurros,
los meses de mayo,
los gratos recuerdos
y aquellos ingratos,
todos se veían
y estaban mezclados,
pedían clemencia
latiendo y gritando,
y yo, que miraba,
las manos temblando,
los dedos de nieve
y el rezo en sus labios.
"...Perfecta la estampa,
de un hombre cansado,
allí en el otoño
buscando un regazo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/01/18
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