YA NO ESCRIBO MIS LETRAS PARA NADIE
Ya no escribo mis letras para nadie
y mis versos son solo para el viento,
se acabaron los globos de colores
y también los momentos y los sueños.
Era un viejo poeta simplemente
que llevaba sus sueños al cuaderno,
y arrancaba esa nota de alegría
al dejar sus sonidos en los versos.
Pero todo se acaba en este mundo,
y la vida se pasa en un momento,
son las prisas que mueven las pasiones
y se olvidan del hombre que hay adentro.
Pero no, ya no escribo para nadie,
y mis letras se quedan en el pecho,
guardaré los suspiros que me nazcan
y hablaré con mi sombra junto al fresno.
Estoy triste y no tengo la sonrisa,
que afloró a mis labios mucho tiempo,
estoy solo y contemplo el panorama
de la vida que pasa mientras duermo.
Porque duermen por siempre los sentidos
a pesar del dolor y el sufrimiento,
a pesar de recuerdos y saudades
y el sabor ya lejano de los besos.
Volveré a escribir, estoy seguro,
a la vida que guarda sus misterios,
a las aguas tranquilas de los mares
y a la luna y estrellas de los cielos.
Pero aquellas inquietas mariposas,
las que hervían mi sangre y el deseo,
ya no están en la fuente de mi alma
y tampoco me inquietan con su vuelo.
Todo pasa y se cura con la vida,
aunque sufras ahora este tormento,
es posible que debas reponerte
y que el tiempo parezca que es eterno.
El amor no se compra ni se vende,
son las letras que surgen sin saberlo,
y las dicta ese alma enamorada
para el alma que busca en el silencio.
"...Ya no escribo mis letras para nadie
y mis versos quedaron ya muy lejos,
enterrados en campos y sembrados,
custodiando el legado de los muertos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/06/10
y mis versos son solo para el viento,
se acabaron los globos de colores
y también los momentos y los sueños.
Era un viejo poeta simplemente
que llevaba sus sueños al cuaderno,
y arrancaba esa nota de alegría
al dejar sus sonidos en los versos.
Pero todo se acaba en este mundo,
y la vida se pasa en un momento,
son las prisas que mueven las pasiones
y se olvidan del hombre que hay adentro.
Pero no, ya no escribo para nadie,
y mis letras se quedan en el pecho,
guardaré los suspiros que me nazcan
y hablaré con mi sombra junto al fresno.
Estoy triste y no tengo la sonrisa,
que afloró a mis labios mucho tiempo,
estoy solo y contemplo el panorama
de la vida que pasa mientras duermo.
Porque duermen por siempre los sentidos
a pesar del dolor y el sufrimiento,
a pesar de recuerdos y saudades
y el sabor ya lejano de los besos.
Volveré a escribir, estoy seguro,
a la vida que guarda sus misterios,
a las aguas tranquilas de los mares
y a la luna y estrellas de los cielos.
Pero aquellas inquietas mariposas,
las que hervían mi sangre y el deseo,
ya no están en la fuente de mi alma
y tampoco me inquietan con su vuelo.
Todo pasa y se cura con la vida,
aunque sufras ahora este tormento,
es posible que debas reponerte
y que el tiempo parezca que es eterno.
El amor no se compra ni se vende,
son las letras que surgen sin saberlo,
y las dicta ese alma enamorada
para el alma que busca en el silencio.
"...Ya no escribo mis letras para nadie
y mis versos quedaron ya muy lejos,
enterrados en campos y sembrados,
custodiando el legado de los muertos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/06/10
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