EL ECO ME DEVUELVE TUS PALABRAS

El eco me devuelve tus palabras
como un suave rumor de caracolas,
son las dulces palabras y suspiros
salidos de tus labios y tu boca.

Se remueven inquietos los silencios
en el pecho impaciente de la rosa,
es el alma con pétalos mojados
la que espera ese paso de las horas.

Sin embargo prosiguen los latidos,
y los mares golpean en la costa,
y se vuelven de nuevo mansamente
a dormir, en la playa, con sus olas.

Tus palabras de nuevo me conmueven
y presiento esa brisa que se aloja,
esa lava de fuego incandescente
como suave preludio de una nota.

Esa nota arrancada del vacío
como dulce susurro de una viola,
ese canto lejano y sin palabras
que me deja en su vuelo la gaviota.

Hay un breve y sutil escalofrío,
es el néctar vertido en una gota,
es tu vino que llega hasta mis labios,
a saciar esta sed abrasadora.

Tus palabras me llegan con el eco
y sus versos componen una estrofa,
un poema sin rimas ni asonancias
recogiendo el perfume de sus hojas.

Un perfume que embriaga los sentidos
y me llena y me cubre con su aroma,
un perfume del todo diferente
en un beso preciado que me roza.

Y me rozan el eco y tus palabras
y palpita mi pecho que se aloca,
porque siente las letras tan sublimes
que regresan de tierras muy remotas.

"...Tus palabras me vienen con el eco
y se quedan pacientes con mi sombra,
son palabras y ecos que me hablan
mientras besan mis labios sin demora..."

Rafael Sánchez Ortega ©
31/07/10

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