PASAN LOS DÍAS...


Pasan los días y se pueblan los bosques
con sus troncos.
Figuras envueltas en la niebla
que van quedando descolgadas
entre el musgo de los días,
con la niebla del pasado,
en la espera de unas tardes venideras
en que lleguen las palomas y las aves
con sus cantos.


Se desgrana lentamente el calendario
y se tachan las fechas con un aspa,
en esa cuenta atrás hacia la nada,
sin saber que ese tiempo descontado
es el nuestro,
el que nos queda
ó quizás el que no hemos sabido
consumir correctamente.


Pienso que no debo pensar
y sí dejar que floten los recuerdos
y los sueños,
que se llenen de esperanzas e ilusiones
los proyectos de mi alma,
y que busque mi mirada los latidos
de los astros en la noche
y esa capa del rocío que nos viene de los cielos
se deslice entre mis dedos.


Tengo frío y me estremezco al recordarlo.
Tengo hambre y tengo miedo, quizás sueño,
como tuve de pequeño, siendo niño.


Pero tengo la palabra retendida en tantos versos
que preciso de su risa contenida,
de la dulce maravilla de sus notas celestiales,
de esa música celeste
con su ritmo tan preciso
como el canto de los mares y las olas.


Son mis versos y palabras,
son mis letras y poemas,
es mi vida la que pasa
y la que queda en el cuaderno,
es un trozo desnudado de mi alma
que confiesa sus pecados.


Rafael Sánchez Ortega ©
26/01/12

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