PARECE QUE LA NOCHE NOS CONFUNDE...
Parece que la noche nos confunde
y aumenta los temores de las almas,
es algo que nos legan los inviernos
que dejan, a su paso, mil resacas.
La noche es señorial, en su concepto,
y fuente de leyendas que relatan,
amor y desamor a todas horas
e historias de romances y batallas.
Bien saben las estrellas la fortuna
que tienen con la noche y las cigarras,
unidas en eterna melodía
al coro de sirenas en la playa.
Se juntan los misterios de los hombres
y surgen los murmullos en las plazas,
hay algo que alimenta a los gorriones
que cruzan indolentes las ventanas.
La noche con sus sombras nos confunde
haciendo que suspiren las fontanas,
en medio de un silencio solitario
que funde y estremece las entrañas.
Hay niños que se cubren en los sueños
y hay otros que deliran en sus camas,
quizás hay querubines en las nubes
que velan y vigilan esta infancia.
Se forjan los medallas día a día,
a base de esculpirse y de labrarlas
quizás porque la vida así lo exige,
surgiendo del trabajo y la esperanza.
Por eso, cuando en medio de la noche,
nos llegan sin cesar tantas nostalgias,
sentimos que las almas se confunden
en medio de la niebla y la borrasca.
"...Parece que la noche, en los inviernos,
altera las pasiones con la lava,
de aquellos corazones indomables
que hicieron del amor su gran hazaña..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana 02/05/13
y aumenta los temores de las almas,
es algo que nos legan los inviernos
que dejan, a su paso, mil resacas.
La noche es señorial, en su concepto,
y fuente de leyendas que relatan,
amor y desamor a todas horas
e historias de romances y batallas.
Bien saben las estrellas la fortuna
que tienen con la noche y las cigarras,
unidas en eterna melodía
al coro de sirenas en la playa.
Se juntan los misterios de los hombres
y surgen los murmullos en las plazas,
hay algo que alimenta a los gorriones
que cruzan indolentes las ventanas.
La noche con sus sombras nos confunde
haciendo que suspiren las fontanas,
en medio de un silencio solitario
que funde y estremece las entrañas.
Hay niños que se cubren en los sueños
y hay otros que deliran en sus camas,
quizás hay querubines en las nubes
que velan y vigilan esta infancia.
Se forjan los medallas día a día,
a base de esculpirse y de labrarlas
quizás porque la vida así lo exige,
surgiendo del trabajo y la esperanza.
Por eso, cuando en medio de la noche,
nos llegan sin cesar tantas nostalgias,
sentimos que las almas se confunden
en medio de la niebla y la borrasca.
"...Parece que la noche, en los inviernos,
altera las pasiones con la lava,
de aquellos corazones indomables
que hicieron del amor su gran hazaña..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana 02/05/13
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario