AUNQUE...
Aunque sienta que se parte el universo,
aunque note que vacilan las estrellas,
yo seré la campanilla de tus labios
y seré la fantasía que deseas.
Aunque tenga el corazón envejecido,
aunque fallen las premuras y las fuerzas,
yo seré la quintaesencia que precisas
y la rosa que apacigüe tu impaciencia.
Aunque venga con el alma destrozada,
aunque vea que me abruman las mareas,
yo seré la impenitente caracola
con esencias de salitres y de arenas.
Aunque rompan los cristales sus reflejos,
aunque chillen las entrañas de impotencia,
yo seré la estrofa suelta, de un romance
que resguarde en tus pupilas la galerna.
Aunque sepa la verdad de todo aquello,
aunque griten y rechinen las cadenas,
yo seré tu carcelero silencioso
y el guardián de tus secretos y carencias.
Aunque sufra tus silencios y desaires,
aunque pida el corazón tenerte cerca,
yo seré el enamorado, que en la noche,
dio su vida, por tu amor, en un poema.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/01/14
aunque note que vacilan las estrellas,
yo seré la campanilla de tus labios
y seré la fantasía que deseas.
Aunque tenga el corazón envejecido,
aunque fallen las premuras y las fuerzas,
yo seré la quintaesencia que precisas
y la rosa que apacigüe tu impaciencia.
Aunque venga con el alma destrozada,
aunque vea que me abruman las mareas,
yo seré la impenitente caracola
con esencias de salitres y de arenas.
Aunque rompan los cristales sus reflejos,
aunque chillen las entrañas de impotencia,
yo seré la estrofa suelta, de un romance
que resguarde en tus pupilas la galerna.
Aunque sepa la verdad de todo aquello,
aunque griten y rechinen las cadenas,
yo seré tu carcelero silencioso
y el guardián de tus secretos y carencias.
Aunque sufra tus silencios y desaires,
aunque pida el corazón tenerte cerca,
yo seré el enamorado, que en la noche,
dio su vida, por tu amor, en un poema.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/01/14
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