UNOS LABIOS DE FRESA...
Unos labios de fresa simplemente,
una voz que surgía en la penumbra
una flor que temblaba dulcemente
y una luz que nos ciega y que deslumbra.
Pero encuentro un vacío torpemente
en los ojos del ciego que se encumbra,
al cotero más alto y reluciente
intentando ahuyentar tanta quejumbra.
Porque el alma es la eterna marioneta
y un corcel que se doma sin cuidado.
Y es así sin alfombras ni moqueta
y a pesar del amor tan deseado.
Pero vuelvo a los labios de opereta
y al susurro, sin fin, del ser amado.
Y los cierro, sin más, en este día,
en que nace y despierta la alegría.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/01/14
una voz que surgía en la penumbra
una flor que temblaba dulcemente
y una luz que nos ciega y que deslumbra.
Pero encuentro un vacío torpemente
en los ojos del ciego que se encumbra,
al cotero más alto y reluciente
intentando ahuyentar tanta quejumbra.
Porque el alma es la eterna marioneta
y un corcel que se doma sin cuidado.
Y es así sin alfombras ni moqueta
y a pesar del amor tan deseado.
Pero vuelvo a los labios de opereta
y al susurro, sin fin, del ser amado.
Y los cierro, sin más, en este día,
en que nace y despierta la alegría.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/01/14
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