DEJARÉ QUE SE DUERMAN LOS SENTIDOS...


Dejaré que se duerman los sentidos
y que duermas Amor, entre las sábanas,
con la brisa que surge de mis labios
y que dejo en tu lengua con nostalgia.

Porque marcho y me alejo por un tiempo,
a contar los minutos y semanas,
en que vuelva de nuevo hasta tu lado
a sentir ese fuego en mis entrañas.

El calor de tu abrazo irreverente,
el candor de tus labios y mirada,
la caricia paciente de tus dedos
y sentir a tu lengua por mi cara.

Yo me voy pero llevo tus caricias,
en un cofre de nácar encerradas,
y también los suspiros de tus labios
que temblando decían que me amaban.

Dejaré que se duerman los sentidos
para ir a vivir a las montañas,
unos días con luz y fantasía
mientras dejo mi rosa en tu almohada.

Una rosa que diga que te quiero,
que despierte tus ojos con el alba,
que te lleve el aroma del otoño
y te haga vibrar en la mañana.

Porque quiero que sientas mi cariño
a pesar de que aumente la distancia,
y también la pasión con el deseo
que reclame la unión de nuestras almas.

Es un fuego creciente y desbordado,
un volcán de cenizas y de lavas,
dos cometas que vuelan por el cielo
y dos niños soñando por la playa.

"...Dejare que se duerman los sentidos
y que duermas Amor, con mis palabras,
entre versos surgidos de un poema
y con rimas que besen tus pestañas..."

Rafael Sánchez Ortega ©
01/09/14

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