NO TE INQUIETES AMOR...
No te inquietes Amor, no tengas miedo,
ha salido la luna nuevamente
y en la noche ya brillan las estrellas
como bellas luciérnagas de nieve.
Es extraño soñar como se sueña
cuando llega el amor con esta fiebre,
cuando surge el delirio de las almas
y se escucha el rumor de los cipreses.
Sin embargo los labios, temblorosos,
paladean el néctar de las mieles,
en los besos robados a las sombras
cual preludio de finos entremeses.
Un abrazo te acerca hasta mi pecho,
un latido que suena diferente,
un suspiro marcado por tu nombre
y un susurro diciendo que te quieren.
No te inquietes Amor, sigo a tu lado,
y estaré con mis versos, como siempre,
intentando mostrarte mi cariño
y apartando legañas de tu frente.
No te importen las rosas marchitadas
ni tampoco los lirios y claveles,
y si acaso precisas mis abrazos
los tendrás con mis besos tan ardientes.
Porque hay notas que escapan al piano,
melodías que dejan los dinteles,
un adagio escapado de la orquesta
de ese mar tan oscuro y siempre verde.
Y es así en el marco de esta vida
donde tanto vivimos el presente,
donde ansiamos el cuerpo tan amado
y ese alma que embruja como un duende.
"...No te inquietes Amor, estoy contigo,
y estaré con mis besos tan rebeldes,
a tu lado, acunando tu silencio
y besando tus labios dulcemente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/08/14
ha salido la luna nuevamente
y en la noche ya brillan las estrellas
como bellas luciérnagas de nieve.
Es extraño soñar como se sueña
cuando llega el amor con esta fiebre,
cuando surge el delirio de las almas
y se escucha el rumor de los cipreses.
Sin embargo los labios, temblorosos,
paladean el néctar de las mieles,
en los besos robados a las sombras
cual preludio de finos entremeses.
Un abrazo te acerca hasta mi pecho,
un latido que suena diferente,
un suspiro marcado por tu nombre
y un susurro diciendo que te quieren.
No te inquietes Amor, sigo a tu lado,
y estaré con mis versos, como siempre,
intentando mostrarte mi cariño
y apartando legañas de tu frente.
No te importen las rosas marchitadas
ni tampoco los lirios y claveles,
y si acaso precisas mis abrazos
los tendrás con mis besos tan ardientes.
Porque hay notas que escapan al piano,
melodías que dejan los dinteles,
un adagio escapado de la orquesta
de ese mar tan oscuro y siempre verde.
Y es así en el marco de esta vida
donde tanto vivimos el presente,
donde ansiamos el cuerpo tan amado
y ese alma que embruja como un duende.
"...No te inquietes Amor, estoy contigo,
y estaré con mis besos tan rebeldes,
a tu lado, acunando tu silencio
y besando tus labios dulcemente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/08/14
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