A PESAR QUE LA VIDA...
A pesar que la vida
nos recorte los sueños,
es preciso seguirlos
y añorar con tenerlos.
Sueña el niño inocente
y hasta el joven con elfos
y también el anciano
aunque llegue el invierno.
Porque sueña la brisa,
desprendida del viento,
con rozar a los rostros
y dejarles un beso.
Sueña el roble plantado
en el bosque lobrego,
con el haya cercana
y su porte coqueto.
La trainera sonríe,
porque sueña en el puerto,
con surcar esos mares
del azul tan intenso.
Sueñan olas y playas
y también los conventos,
aunque en éstos los frailes
solo recen al cielo.
Una bella paloma
busca migas y pienso,
en un sueño imposible
enjaulada en el tiempo.
El juglar, mientras tanto,
se recrea en los versos,
y allí lleva y transforma
a los sueños eternos.
"...A pesar que la vida
es un soplo y aliento,
yo deseo que llegue
esa brisa a mi pecho..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/08/17
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