MIRAS SIN VER...
Miras, sin ver, en la noche
de tu vida y de tu tiempo,
con esos ojos que buscan
sin saber que son de un ciego.
Inútilmente preguntan.
Tus ojos son dos luceros,
apagados, temblorosos,
que se duermen en silencio.
Buscan la luz y el latido
entre la brisa y el viento,
recibiendo las caricias
de los días que se fueron.
Buscan la mano que llegue
hasta tu mano y los dedos,
¡esos que dejan ternura
y un especial cosquilleo!
Miras, sin ver, en la noche,
a la luna y su reflejo,
que se estira por las aguas
con sutileza y esmero.
Porque tus ojos presienten
ese baile y su comienzo,
de la luna y las estrellas
por el lago de los sueños.
Pero la noche se pasa
y tus ojos se perdieron
entre brumas variopintas
y sirenas con mil velos.
Es la vida en su conjunto
de los que ven, sin saberlo,
despreciando la ceguera
del que vive y está cuerdo.
"...Miras, sin ver, en la noche
y aunque soy ciego, te veo,
y te digo que adelante,
para sentir nuestros besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/07/17
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