NO VEO TUS PISADAS EN LA ARENA
No veo tus pisadas en la arena
ni las huellas dejada por tus pasos,
quizás equivocastes el camino
o puede que tomaras hacia el lago.
Allí las golondrinas revoltosas
se cruzan y descruzan todo el rato,
en vuelos que parecen una danza
sin música que suene en el espacio.
También hay margaritas que renacen
y alegran ese verde de los campos,
le ponen los botones de blancura
y un beso silencioso de regalo.
Las aguas onduladas por la brisa
acunan con su ritmo a los balandros,
y entonan un suspiro sus reflejos
del cielo tan intenso y azulado.
Hay magia y fantasía en el ambiente,
que plasman los poetas en un cuadro,
no sabes describir los sentimientos,
parece que la vida se ha parado.
Por eso saboreas la belleza
y apuras este néctar tan amargo,
los dedos con tu pluma se detienen,
nerviosos, impacientes y asustados.
Quizás te has desviado de la playa
en busca de ese lago y sus espacios,
allí caminarás por su ribera,
envuelta por las ranas y sus cantos.
Hay unas mariposas que se acercan,
te miran y se posan en tus labios,
te besan con sus alas temblorosas
y sueñas como nunca tu has soñado.
Sonríe tu mirada sin saberlo
y mandas a los cielos un abrazo,
la sangre se acelera de repente
y sientes inquietud en tu costado.
Precisas de la vida y de los sueños,
y quieres, en tus versos reflejarlos,
esperas con la pluma y la cuartilla
el tibio movimiento de tu mano.
No temas, otra mano te proteje,
hay dedos que a tus dedos se han juntado,
escribe simplemente lo que sientas
y cuélgalo en el cielo con un lazo.
...No veo tus pisadas en la arena
y pienso que quizás te has despistado,
mas puede que la senda que buscaras
esté con el amor, en ese lago.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/04/10
ni las huellas dejada por tus pasos,
quizás equivocastes el camino
o puede que tomaras hacia el lago.
Allí las golondrinas revoltosas
se cruzan y descruzan todo el rato,
en vuelos que parecen una danza
sin música que suene en el espacio.
También hay margaritas que renacen
y alegran ese verde de los campos,
le ponen los botones de blancura
y un beso silencioso de regalo.
Las aguas onduladas por la brisa
acunan con su ritmo a los balandros,
y entonan un suspiro sus reflejos
del cielo tan intenso y azulado.
Hay magia y fantasía en el ambiente,
que plasman los poetas en un cuadro,
no sabes describir los sentimientos,
parece que la vida se ha parado.
Por eso saboreas la belleza
y apuras este néctar tan amargo,
los dedos con tu pluma se detienen,
nerviosos, impacientes y asustados.
Quizás te has desviado de la playa
en busca de ese lago y sus espacios,
allí caminarás por su ribera,
envuelta por las ranas y sus cantos.
Hay unas mariposas que se acercan,
te miran y se posan en tus labios,
te besan con sus alas temblorosas
y sueñas como nunca tu has soñado.
Sonríe tu mirada sin saberlo
y mandas a los cielos un abrazo,
la sangre se acelera de repente
y sientes inquietud en tu costado.
Precisas de la vida y de los sueños,
y quieres, en tus versos reflejarlos,
esperas con la pluma y la cuartilla
el tibio movimiento de tu mano.
No temas, otra mano te proteje,
hay dedos que a tus dedos se han juntado,
escribe simplemente lo que sientas
y cuélgalo en el cielo con un lazo.
...No veo tus pisadas en la arena
y pienso que quizás te has despistado,
mas puede que la senda que buscaras
esté con el amor, en ese lago.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/04/10
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