YA VA LLEGANDO LA NOCHE...
Ya va llegando la noche y el frío
se acrecienta en la rosada y el rocío.
Es fácil que ahora tiemblen las estrellas
y se acunen en los brazos de la luna los luceros.
Es fácil que los barcos de la ría ya se duerman
con el suave balanceo de las olas
que nos deja la resaca.
Es posible que las sombras de la noche
se diluyan con la niebla y se junten
con la bruma que penetra por la barra.
Es posible que te escriba en el silencio de este cuarto
mientras siento los latidos de mi pecho
cabalgar tan desbocados porque pienso en tu figura.
Yo no sé lo que ahora piensan los luceros
y los ángeles del cielo
y tampoco sé si existen,
aunque creo, como un niño, que me escoltan
y caminan tras mis huellas.
Yo no sé si tu dormitas en el lecho ó si vagas
en penumbras soñolienta tras el humo del cigarro.
Yo no sé si las lechuzas hacen guardia
en la ventana de la iglesia
y si duermen las palomas de los parques,
ni tampoco si las arpas y violines están listos
y esperando, en la tribuna, a tantos dedos
que les saquen los sonidos.
Sólo sé lo que yo siento,
lo que piensa mi locura soñolienta,
lo que habita entre los pliegues de mi pecho,
el suspiro contenido de mis labios
que te llaman por tu nombre y el susurro que me llega
con el eco, de tu voz y tu recuerdo...
Rafael Sánchez Ortega ©
23/05/12
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