POR UNA RAMA SIN VIDA...
Por una rama sin vida
se marchitan los senderos,
se van muriendo los labios
y la ilusión de los besos.
Es una tenue esperanza
que me surge desde el pecho,
pero ilusiones sin fondo
son los rumores del viento.
¡Qué fácil estar mirando
los rigores del invierno,
tras una hermosa ventana,
con cristales, junto al fuego!
¡Qué fácil gritar tu nombre
y recordar tu cabello,
entre la dulce penumbra
con los rigores del sueño!
Por una rama sin vida
voy comprendiendo al silencio,
en ese grito sin letras
del que agoniza, muriendo.
Es una larga parodia,
un sollozar y un lamento,
un revolver el pasado
y las cenizas del tiempo.
¡Qué fácil volver la vista
y criticar lo mal hecho,
cuando nos ciegan las brumas
y las legañas sin freno!
¡Qué fácil andar descalzo
y recorrer los linderos,
tras las pisadas honradas
del campesino en el huerto!
Por una rama sin vida
sé comprender lo que veo,
ya que la ausencia de flores
suple a mi sangre de anhelos.
Es escribir día a día,
eso que nace y que pienso,
lo que palpita en el alma
y deposito al cuaderno.
¡Qué fácil pedir milagros
y suplicar al eterno,
sin esforzarse siquiera
por musitar un "te quiero"!
¡Qué fácil negarlo todo
y hasta negar lo que siento,
abandonando la risa
en la orfandad de los sueños!
"...Por una rama sin vida
hoy te dedico estos versos,
a ti, mi luna de plata,
que suspirabas partiendo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/10/13
se marchitan los senderos,
se van muriendo los labios
y la ilusión de los besos.
Es una tenue esperanza
que me surge desde el pecho,
pero ilusiones sin fondo
son los rumores del viento.
¡Qué fácil estar mirando
los rigores del invierno,
tras una hermosa ventana,
con cristales, junto al fuego!
¡Qué fácil gritar tu nombre
y recordar tu cabello,
entre la dulce penumbra
con los rigores del sueño!
Por una rama sin vida
voy comprendiendo al silencio,
en ese grito sin letras
del que agoniza, muriendo.
Es una larga parodia,
un sollozar y un lamento,
un revolver el pasado
y las cenizas del tiempo.
¡Qué fácil volver la vista
y criticar lo mal hecho,
cuando nos ciegan las brumas
y las legañas sin freno!
¡Qué fácil andar descalzo
y recorrer los linderos,
tras las pisadas honradas
del campesino en el huerto!
Por una rama sin vida
sé comprender lo que veo,
ya que la ausencia de flores
suple a mi sangre de anhelos.
Es escribir día a día,
eso que nace y que pienso,
lo que palpita en el alma
y deposito al cuaderno.
¡Qué fácil pedir milagros
y suplicar al eterno,
sin esforzarse siquiera
por musitar un "te quiero"!
¡Qué fácil negarlo todo
y hasta negar lo que siento,
abandonando la risa
en la orfandad de los sueños!
"...Por una rama sin vida
hoy te dedico estos versos,
a ti, mi luna de plata,
que suspirabas partiendo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/10/13
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