SE ACUMULAN LOS CRESPONES...
Se acumulan los crespones
con las flores de mi vida,
y van muriendo las rosas
una a una, cada día.
Siento una enorme tristeza,
y no puedo reprimirla,
por tantas flores que marchan
de este mundo ya marchitas.
Sé que es cosa del destino
quien lo manda y así dicta,
en virtud de algunas reglas
que al nacer van asumidas.
Pero siento que en el alma
hay un algo que me grita,
una voz que se rebela
y no acepta tal medida.
Se acumulan los crespones
y una gran melancolía,
es el fruto de un pasado
racional y sin mentiras.
Todo muere y todo llega
en un viaje que termina,
que empezó, sin darnos cuenta,
con abrazos y sonrisas.
Hoy aquellos se han secado
y también las margaritas,
se han vaciado las fontanas
y en el campo hay solo arcilla.
Se han marchado las alondras
y también las golondrinas,
a otros puertos más lejanos
y a otros nidos sin heridas.
Se acumulan los crespones
en coronas mortecinas,
y las flores ya se mueren
con sus pétalos sin vida.
He perdido la esperanza
de escuchar su voz tan linda,
por encima de laureles
y de sienes blanquecinas.
Mas despierto de este sueño,
(en la eterna fantasía),
y me veo entre las sombras
mendigando una pupila.
Una luz, que desde el cielo,
me señale y me dirija,
a otro mundo sin palabras
con las rosas encendidas.
"...Se acumulan los crespones
con amargas melodías,
por las flores y las rosas
que ya anuncian su partida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/10/13
con las flores de mi vida,
y van muriendo las rosas
una a una, cada día.
Siento una enorme tristeza,
y no puedo reprimirla,
por tantas flores que marchan
de este mundo ya marchitas.
Sé que es cosa del destino
quien lo manda y así dicta,
en virtud de algunas reglas
que al nacer van asumidas.
Pero siento que en el alma
hay un algo que me grita,
una voz que se rebela
y no acepta tal medida.
Se acumulan los crespones
y una gran melancolía,
es el fruto de un pasado
racional y sin mentiras.
Todo muere y todo llega
en un viaje que termina,
que empezó, sin darnos cuenta,
con abrazos y sonrisas.
Hoy aquellos se han secado
y también las margaritas,
se han vaciado las fontanas
y en el campo hay solo arcilla.
Se han marchado las alondras
y también las golondrinas,
a otros puertos más lejanos
y a otros nidos sin heridas.
Se acumulan los crespones
en coronas mortecinas,
y las flores ya se mueren
con sus pétalos sin vida.
He perdido la esperanza
de escuchar su voz tan linda,
por encima de laureles
y de sienes blanquecinas.
Mas despierto de este sueño,
(en la eterna fantasía),
y me veo entre las sombras
mendigando una pupila.
Una luz, que desde el cielo,
me señale y me dirija,
a otro mundo sin palabras
con las rosas encendidas.
"...Se acumulan los crespones
con amargas melodías,
por las flores y las rosas
que ya anuncian su partida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/10/13
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