JUNTAR LAS LETRAS Y CASAR PALABRAS...



Juntar las letras y casar palabras
para trazar hermosas poesías,
dejar que vuele libre el pensamiento
por todos los rincones de la vida.

Así es, como se tejen los sonetos,
como nacen romances con la brisa,
como surgen los sueños de las almas
detrás de las hermosas margaritas.

Porque quien siente así, de esta manera,
es poeta que busca en su mochila,
la pluma y el tintero simplemente
y el faro que ilumine sus pupilas.

Luego procederá a escribir largo
y tendido, esbozando una sonrisa,
y dejará sus dudas y sus miedos,
en el blanco papel de una cuartilla.

Se mezclan y confunden las palabras,
se forma un carrusel de prosa nívea
que todos la confunden con la ausente,
"la eterna poesía perseguida".

Pero es el corazón de los poetas
quien sabe distinguirla de la envidia,
quien puede rescatarla de las manos
audaces, que la roban y mancillan.

Hay falsos cirujanos de las letras
y mucho embaucador, que con la lira,
pretende confundir a los lectores
tratando de vender su mercancía.

Lo malo es, que sus versos decadentes,
no ofrecen el sabor de la sonrisa,
ni vuelan por jardines encantados
ni rozan esos versos las barbillas.

¡Ay dulce corazón, nunca te engañes
y dejes que te vendan poesías,
aquellos impostores de las letras
que alteran los procesos de la vida!

Rafael Sánchez Ortega ©
22/03/14

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