MARGARITA ROTA...
Margarita rota
de mirada enferma,
¿dónde está tu magia,
tu virtud serena?
¿Dónde tu perfume
guarda las esencias
y aquella colonia
de tardes tan frescas?
Un día una mano
rasgó tu belleza,
queriendo llevarte
muy lejos con ella.
Quizás a otras manos,
a un pelo cualquiera,
que besa la brisa
y el agua lo riega.
El agua de lluvia
que moja la tierra,
la empapa, la cala
y así la renueva.
Más tú, indiferente
buscabas las hebras,
los rizos tan lindos,
cascadas eternas.
Allí te posaron
en linda cabeza,
y tú te dormiste
de buenas maneras.
Arriba la luna
lucía con fuerza,
abajo las olas
bailaban serenas.
Más tú, en tu destino,
dormías coqueta,
ajena a los vientos
y fieras galernas.
Ausente de un mundo
con mucha violencia,
con gritos silentes,
peleas y guerras.
Margarita rota
que duermes la siesta,
no lances suspiros
la prisa no es buena.
Recuerda los besos
y el labio que tiembla,
la luz de unos ojos
que amando te sueñan.
Así están los míos,
(bendita princesa),
un tanto llorosos
por ver que te alejas.
Sabiendo que marchas,
sin luz y linterna,
a un mundo sombrío
con solo tinieblas.
"...Margarita rota,
margarita enferma,
no quiero que marches
ni dejes mi vera.
Te quiero a mi lado,
sencilla promesa,
por hoy y por siempre
hasta que me muera..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/03/14
de mirada enferma,
¿dónde está tu magia,
tu virtud serena?
¿Dónde tu perfume
guarda las esencias
y aquella colonia
de tardes tan frescas?
Un día una mano
rasgó tu belleza,
queriendo llevarte
muy lejos con ella.
Quizás a otras manos,
a un pelo cualquiera,
que besa la brisa
y el agua lo riega.
El agua de lluvia
que moja la tierra,
la empapa, la cala
y así la renueva.
Más tú, indiferente
buscabas las hebras,
los rizos tan lindos,
cascadas eternas.
Allí te posaron
en linda cabeza,
y tú te dormiste
de buenas maneras.
Arriba la luna
lucía con fuerza,
abajo las olas
bailaban serenas.
Más tú, en tu destino,
dormías coqueta,
ajena a los vientos
y fieras galernas.
Ausente de un mundo
con mucha violencia,
con gritos silentes,
peleas y guerras.
Margarita rota
que duermes la siesta,
no lances suspiros
la prisa no es buena.
Recuerda los besos
y el labio que tiembla,
la luz de unos ojos
que amando te sueñan.
Así están los míos,
(bendita princesa),
un tanto llorosos
por ver que te alejas.
Sabiendo que marchas,
sin luz y linterna,
a un mundo sombrío
con solo tinieblas.
"...Margarita rota,
margarita enferma,
no quiero que marches
ni dejes mi vera.
Te quiero a mi lado,
sencilla promesa,
por hoy y por siempre
hasta que me muera..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/03/14
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