REMINISCENCIAS X
X
En realidad la tos, el humo del cigarro,
la espera interminable
de la palabra
que no llega,
la espesa niebla de la vida
que hace y que deshace mil nudos
misteriosos con preguntas
que se funden y confunden
en la nada.
Sí, estos son y han sido los compañeros
inseparables, de este viaje interrumpido,
de esta larga travesía del desierto;
y es aquí, cuando analizo en la distancia,
cuando veo las miserias y grandezas
de la vida y de los hombres
y también, porque así quiero,
el reflejo, en el crisol,
de mi conciencia.
Es por eso que la bruma me devuelve
las escenas más diversas de un teatro
con actor y espectador indivisible
que ahora actúa y que se entrega
con pasión y vehemencia, intentando
demostrar su gran valía.
Sin embargo nadie aplaude sus salidas
y ocurrencias.
Nadie ríe esos chistes
que él esboza.
Nadie siente lo que
él siente,
y allí abajo, en la platea,
un ausente espectador
solo le mira y se pregunta
si es posible semejante extravagancia,
porque hay algo que recuerda vagamente,
como un eco muy lejano que le llega,
un rumor de caracolas sostenido
entre un mundo de cristal que se evapora
y que se esfuma.
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana, 02/05/14
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