SE ACABARON LOS SUSPIROS...
Se acabaron los suspiros
y cesaron las palabras,
nos quedamos en silencio
contemplando la distancia.
El camino recorrido
nos pesaba en la garganta,
y hasta el polvo irreverente
era actor en esta farsa.
Nos miramos como niños
sin decirnos nunca nada,
y dejamos que las manos,
sin quererlo, se rozaran.
Fue un momento y un instante
el fragor de aquella lágrima,
como lluvia, que del cielo,
resbalara por las caras.
Y lloramos frente a frente
recordando nuestra infancia,
los momentos transcurridos
entre juegos y jaranas.
Revivimos el pasado
y las horas tan sagradas,
los minutos con los sueños
los segundos con su magia.
Y llegó un escalofrío
recorriendo nuestra espalda,
recordando los retales
con verdades tan amargas.
Porque todo, en estas letras,
se resume en una llama,
una astilla mal prendida
y la herida de una lanza.
"...Se acabaron los suspiros
y lloraron nuestras almas,
y lo hicieron en silencio
con un halo de nostalgia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/04/14
y cesaron las palabras,
nos quedamos en silencio
contemplando la distancia.
El camino recorrido
nos pesaba en la garganta,
y hasta el polvo irreverente
era actor en esta farsa.
Nos miramos como niños
sin decirnos nunca nada,
y dejamos que las manos,
sin quererlo, se rozaran.
Fue un momento y un instante
el fragor de aquella lágrima,
como lluvia, que del cielo,
resbalara por las caras.
Y lloramos frente a frente
recordando nuestra infancia,
los momentos transcurridos
entre juegos y jaranas.
Revivimos el pasado
y las horas tan sagradas,
los minutos con los sueños
los segundos con su magia.
Y llegó un escalofrío
recorriendo nuestra espalda,
recordando los retales
con verdades tan amargas.
Porque todo, en estas letras,
se resume en una llama,
una astilla mal prendida
y la herida de una lanza.
"...Se acabaron los suspiros
y lloraron nuestras almas,
y lo hicieron en silencio
con un halo de nostalgia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/04/14
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