ESCRIBO PARA TI...
Escribo para ti lector ausente,
el mismo que contempla mis latidos,
el dulce corazón que me ha robado
la hermosa sensación de ser un niño.
Y escribo para ti, porque tú eres,
la brisa, la ilusión y hasta el suspiro,
el verso perseguido de antemano
y el pecho en que he encontrado tanto alivio..
Las noches se convierten en mil sueños,
los días en los cantos del los ríos,
las tardes en paseos y remansos
buscando el tibio sol del paraíso.
Encuentro entre tus ojos la ternura,
la gracia tan sutil y hasta el camino
para ir hasta tu lado nuevamente
y luego resbalar al infinito.
Escribo para ti, querida mía,
lectora de mis versos y mis libros,
la misma que me mira con descaro
y apoya su cabeza sin permiso.
Lo haces porque tienes mi palabra,
el beso de mis labios ya curtidos,
la eterna sinfonía de los dioses
que esperan que lleguemos al Olimpo.
Y entonces aparecen las palabras,
los trazos tan extraños y los signos,
aquellos que te dicen que adelante
que busques los cometas con su brillo.
Que sigas con tus pasos esas huellas,
retazos que dejaron los vinilos,
las notas discordantes de la vida
vivida intensamente con delirio.
"...Escribo para ti, querida niña
y sabes que mis versos son un grito,
un canto del amor y la esperanza
al tierno corazón que va conmigo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/03/15
el mismo que contempla mis latidos,
el dulce corazón que me ha robado
la hermosa sensación de ser un niño.
Y escribo para ti, porque tú eres,
la brisa, la ilusión y hasta el suspiro,
el verso perseguido de antemano
y el pecho en que he encontrado tanto alivio..
Las noches se convierten en mil sueños,
los días en los cantos del los ríos,
las tardes en paseos y remansos
buscando el tibio sol del paraíso.
Encuentro entre tus ojos la ternura,
la gracia tan sutil y hasta el camino
para ir hasta tu lado nuevamente
y luego resbalar al infinito.
Escribo para ti, querida mía,
lectora de mis versos y mis libros,
la misma que me mira con descaro
y apoya su cabeza sin permiso.
Lo haces porque tienes mi palabra,
el beso de mis labios ya curtidos,
la eterna sinfonía de los dioses
que esperan que lleguemos al Olimpo.
Y entonces aparecen las palabras,
los trazos tan extraños y los signos,
aquellos que te dicen que adelante
que busques los cometas con su brillo.
Que sigas con tus pasos esas huellas,
retazos que dejaron los vinilos,
las notas discordantes de la vida
vivida intensamente con delirio.
"...Escribo para ti, querida niña
y sabes que mis versos son un grito,
un canto del amor y la esperanza
al tierno corazón que va conmigo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/03/15
TE MARCHARÁS...
Te marcharás, un día, cuando sea,
y quedaré mirando la distancia,
ese horizonte gris y blanquecino
donde perdí tus huellas y batalla.
Entonces lloraré, estoy seguro,
y buscaré respuestas sin palabras,
más no vendrán las mismas a mis labios,
y manará la lluvia en mis pestañas.
Me miraré, temblando, en el espejo,
para saber el daño de mi alma,
ese vacío inmenso producido
y la razón profunda de tu marcha.
Entonces me diré muchas disculpas,
palabras sin sentido y muy doradas,
excusas vacilantes y carentes
de gran sinceridad ante mi falta.
Pero te irás, lo sé
y quedará sin rumbo mi barcaza,
los remos solitarios y en silencio,
y el mar, sin más, dejando sus resacas.
No sé muy bien qué hacer,
el tiempo las heridas bien restaña,
sutura los ardores de la sangre
y deja nueva luz en las ventanas.
Aquí me quedaré
tratando de aclararme la garganta,
bebiendo de ese néctar agridulce
que sabe a medicinas muy baratas.
Más tienes que partir
lo sé, y quisiera recordar tu cara,
yo debo de vivir en el invierno
soñando con tu imagen y tu magia.
"...Te marcharás un día, cuando sea,
y dejarás conmigo la nostalgia,
porque te amé, mi Amor, y así lo siento
aunque el dolor lacere mis entrañas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/03/15
y quedaré mirando la distancia,
ese horizonte gris y blanquecino
donde perdí tus huellas y batalla.
Entonces lloraré, estoy seguro,
y buscaré respuestas sin palabras,
más no vendrán las mismas a mis labios,
y manará la lluvia en mis pestañas.
Me miraré, temblando, en el espejo,
para saber el daño de mi alma,
ese vacío inmenso producido
y la razón profunda de tu marcha.
Entonces me diré muchas disculpas,
palabras sin sentido y muy doradas,
excusas vacilantes y carentes
de gran sinceridad ante mi falta.
Pero te irás, lo sé
y quedará sin rumbo mi barcaza,
los remos solitarios y en silencio,
y el mar, sin más, dejando sus resacas.
No sé muy bien qué hacer,
el tiempo las heridas bien restaña,
sutura los ardores de la sangre
y deja nueva luz en las ventanas.
Aquí me quedaré
tratando de aclararme la garganta,
bebiendo de ese néctar agridulce
que sabe a medicinas muy baratas.
Más tienes que partir
lo sé, y quisiera recordar tu cara,
yo debo de vivir en el invierno
soñando con tu imagen y tu magia.
"...Te marcharás un día, cuando sea,
y dejarás conmigo la nostalgia,
porque te amé, mi Amor, y así lo siento
aunque el dolor lacere mis entrañas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/03/15
TU VESTIDO BLANCO...
Tu vestido blanco
me invitaba al baile,
a tomar tus dedos
y cubrir tu talle.
Y así fue, sin duda,
como me llevaste,
con tu risa franca
y tu labio amable.
Porque el beso dulce
me llegó con clave,
me dejó el suspiro
que, en tu pecho, nace.
Y miré tus ojos
y encontré la llave,
porque tus pupilas
se muestran amables.
Tu vestido blanco
tenía un mensaje,
y una primavera
rompía la cárcel.
Aquellas persianas,
de color granate,
cubrían el cielo
sin nubes ni calles.
Y arriba dos niños
buscaban un ángel,
de rizos muy rubios
sin padre ni madre.
Un ángel del cielo,
hermano de sangre,
que juegue y que ría,
que brinque y que salte.
Tu vestido blanco
me invitó a tocarte,
a sentir tu cuerpo
y tus labios suaves.
A buscar tus senos
con temblor de tarde,
y a encontrar tus ojos
sin miedo a buscarme.
Esa bella gasa
yo quiero quitarte,
y rozar mis dedos
tu preciosa carne.
La misma que pide
que llegue y que calme,
la sed tan ansiosa
del pecho que arde.
"...Tu vestido blanco
se muestra radiante,
me hechiza y me embriaga
y me invita al baile..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/03/15
MI PEQUEÑA MARMOTA...
Mi pequeña marmota
anda siempre dormida
y así va por el mundo
con su eterna sonrisa.
Su silueta graciosa,
la mirada tan linda,
y esos ojos azules
que dan luz y alegría.
Es quizás, sin saberlo,
la razón de la vida,
el tic-tac de mi alma
que acelera deprisa.
Es la nota que brota
de la mano divina,
la ilusión de unos ojos
que temblando titilan.
Mi pequeña marmota
es, quizás, muy chiquita,
muy traviesa y astuta
con su pelo de arpilla.
Es su traje de noche
y también el de día,
su vestido de gala
y su estela tan linda.
Anda siempre despacio,
y así mismo camina,
no le asusta la nieve
ni la densa neblina.
Ella acude a los ríos
a buscar su comida,
regresando a su cueva
a dormir muy tranquila.
Mi pequeña marmota
tiene fecha escogida,
primavera que llega
en ciudades distintas.
Y allí cantan y bailan
y festejan con risas,
el final del invierno
que en su etapa termina.
Para mí nada cambia,
mi marmota es bonita,
una nota del arpa
y un suspiro de brisa.
Un clavel vacilante
que despacio se inclina,
un pequeño peluche
que se para y me mira.
"...Mi pequeña marmota
es la esencia que grita,
quien anima a mi alma
y le dice que viva..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/03/15
anda siempre dormida
y así va por el mundo
con su eterna sonrisa.
Su silueta graciosa,
la mirada tan linda,
y esos ojos azules
que dan luz y alegría.
Es quizás, sin saberlo,
la razón de la vida,
el tic-tac de mi alma
que acelera deprisa.
Es la nota que brota
de la mano divina,
la ilusión de unos ojos
que temblando titilan.
Mi pequeña marmota
es, quizás, muy chiquita,
muy traviesa y astuta
con su pelo de arpilla.
Es su traje de noche
y también el de día,
su vestido de gala
y su estela tan linda.
Anda siempre despacio,
y así mismo camina,
no le asusta la nieve
ni la densa neblina.
Ella acude a los ríos
a buscar su comida,
regresando a su cueva
a dormir muy tranquila.
Mi pequeña marmota
tiene fecha escogida,
primavera que llega
en ciudades distintas.
Y allí cantan y bailan
y festejan con risas,
el final del invierno
que en su etapa termina.
Para mí nada cambia,
mi marmota es bonita,
una nota del arpa
y un suspiro de brisa.
Un clavel vacilante
que despacio se inclina,
un pequeño peluche
que se para y me mira.
"...Mi pequeña marmota
es la esencia que grita,
quien anima a mi alma
y le dice que viva..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/03/15
CIERRO LOS OJOS...
Cierro los ojos mientras las lágrimas
inician su camino, en ese viaje,
que emprenden sin retorno.
Me duele la ilusión, me duele el alma
y dejo que mi cuerpo se deslice
entre las sombras.
Quisiera que, de pronto, la alegría
inundara el alma nuevamente
y que una chispa de esperanza la alumbrara
y ella fuera la raiz que floreciera
con la nueva primavera.
Analizo los barrotes de mi cárcel
y me veo prisionero de mí mismo.
Son los celos y las dudas,
es el miedo a que el futuro me devuelva
a ese pasado y a ese tiempo transcurrido
que no quiero.
Sin embargo los actores son distintos
y las caras y las manos no responden
a esas otras que dejaron cicatrices en mi alma.
Hoy escucho una palabra diferente
y tengo miedo.
Ya no quiero más palabras y promesas
que no sean las que salgan, de verdad,
del corazón que las pronuncie.
Sé que el mundo no se guía por pretéritos perfectos
y sí acaso condiciona los futuros
y hasta juega y coquetea con mentiras
y con sueños del pasado.
Es la triste realidad que nos rodea.
Es la vida con su carga de inocencia
la que dice que "adelante",
que sigamos nuestros pasos
y avancemos por un mundo calcinado
de mentiras y traiciones,
donde es fácil encontrar lo que no buscas
y embriagarte de pasión para olvidar
que es el Amor lo que persigues
y precisas.
Mientras tanto la fontana de mis ojos
continúa con su lluvia intermitente.
Se me inundan las pupilas por un alma
desbordada de emociones.
Es un grito desgarrado que me sale desde dentro,
que me dice que las sombras atosigan con su avance,
que la noche es más espesa por la bruma
y la niebla que atenaza mis sentidos es profunda
y no precisa de linternas inservibles.
Sin embargo son mis dedos
los que buscan la esperanza,
los que aferran ese clavo tan ardiente
de tus manos,
los que quieren ese roce imperceptible
de tu cuerpo,
de tus brazos, de tus hombros,
de tu cuello y tu cabello,
los que buscan en mis sueños esa dulce realidad
que tantas veces prologamos
y vivimos en silencio.
Y es así porque te quiero sin razón
y el corazón se me desborda, desbocado,
en un galope que me lleva hacia tu lado,
a tomarte entre mis brazos,
a pedirte me perdones,
a decirte que te amo,
y a sentir esa caricia irreverente de tus manos
y a escuchar la tierna frase que,
salida de tus ojos,
deposite en mis pupilas un "te quiero...",
sin palabras.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/03/15
¡QUÉ SILENCIO TAN PROFUNDO...!
¡Qué silencio tan profundo
en la noche que se acaba!,
los minutos van pasando
y se anuncia pronto el alba.
Hay ausencia de sonidos
y también de las campanas,
todo duerme, bajo el lecho,
de los cielos y las almas.
Hay silencio por las calles,
en jardines y en las plazas,
hay silencio entre los cuerpos
que ahora duermen en sus camas.
Pentagrama de ilusiones
que ya esperan el mañana,
con las notas discordantes
de pupilas encantadas.
Sin embargo, los silencios,
tienen formas escarlatas,
caprichosas fantasías
de mil tiempos de la infancia.
Carruseles de colores
con pegasos en sus tablas,
que dan vueltas y más vueltas
entre risas y algazaras.
Yo los veo en mi cabeza
y el silencio se me escapa,
entre notas de azahares
y perfumes de lavanda.
Es un canto tan profundo
que conduce hasta la nada,
y responde con silencios
a quien mira y a quien habla.
"...¡Qué silencio tan profundo
llega hoy de las montañas!,
en la noche que camina
con los sueños y las hadas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/03/15
en la noche que se acaba!,
los minutos van pasando
y se anuncia pronto el alba.
Hay ausencia de sonidos
y también de las campanas,
todo duerme, bajo el lecho,
de los cielos y las almas.
Hay silencio por las calles,
en jardines y en las plazas,
hay silencio entre los cuerpos
que ahora duermen en sus camas.
Pentagrama de ilusiones
que ya esperan el mañana,
con las notas discordantes
de pupilas encantadas.
Sin embargo, los silencios,
tienen formas escarlatas,
caprichosas fantasías
de mil tiempos de la infancia.
Carruseles de colores
con pegasos en sus tablas,
que dan vueltas y más vueltas
entre risas y algazaras.
Yo los veo en mi cabeza
y el silencio se me escapa,
entre notas de azahares
y perfumes de lavanda.
Es un canto tan profundo
que conduce hasta la nada,
y responde con silencios
a quien mira y a quien habla.
"...¡Qué silencio tan profundo
llega hoy de las montañas!,
en la noche que camina
con los sueños y las hadas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/03/15
QUIZÁS EN UN MOMENTO DE LOCURA...
Quizás en un momento de locura
pudiéramos bailar sobre las olas,
los hombres y los niños, simplemente,
soñando con los guiños de las horas.
El tiempo nos abraza y nos rebasa,
nos marca nuestros pasos en las sombras,
nos dice que sigamos adelante
tratando de aliviar nuestra derrota.
La barca, sin sus velas, va despacio,
prosigue su paseo por la costa,
avanza con su garbo tan cansino
y enfila el escenario con su prosa.
La mar y las resacas son constantes,
entonan su canción bajo la aurora,
nos dejan el salitre de sus labios,
temblando, con sus pétalos de rosa.
Quizás, en un momento de locura,
escuche a las pacientes caracolas,
las mismas que rompieron el silencio
y luego secuestraron mi persona.
Con ellas se llevaron mi inocencia,
la casa de cristal de las alondras,
el dulce querubín que en las mañanas
dejaba mil sonrisas con sus notas.
Es fácil que se engañe el forastero
y piense que es producto de una broma,
la brizna que se mete en las pupilas
y el ojo vacilante que la llora.
Por eso le contagio mi locura
y animo a que recoja tantas gotas,
no suele el corazón equivocarse
y late, por amor, hora tras hora.
"...Quizás en un momento de locura
no sepa distinguir hojas de ropa,
y tenga que buscar, en tu sonrisa,
la clave y el candor que me enamora..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/03/15
pudiéramos bailar sobre las olas,
los hombres y los niños, simplemente,
soñando con los guiños de las horas.
El tiempo nos abraza y nos rebasa,
nos marca nuestros pasos en las sombras,
nos dice que sigamos adelante
tratando de aliviar nuestra derrota.
La barca, sin sus velas, va despacio,
prosigue su paseo por la costa,
avanza con su garbo tan cansino
y enfila el escenario con su prosa.
La mar y las resacas son constantes,
entonan su canción bajo la aurora,
nos dejan el salitre de sus labios,
temblando, con sus pétalos de rosa.
Quizás, en un momento de locura,
escuche a las pacientes caracolas,
las mismas que rompieron el silencio
y luego secuestraron mi persona.
Con ellas se llevaron mi inocencia,
la casa de cristal de las alondras,
el dulce querubín que en las mañanas
dejaba mil sonrisas con sus notas.
Es fácil que se engañe el forastero
y piense que es producto de una broma,
la brizna que se mete en las pupilas
y el ojo vacilante que la llora.
Por eso le contagio mi locura
y animo a que recoja tantas gotas,
no suele el corazón equivocarse
y late, por amor, hora tras hora.
"...Quizás en un momento de locura
no sepa distinguir hojas de ropa,
y tenga que buscar, en tu sonrisa,
la clave y el candor que me enamora..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/03/15
CUANDO SIENTO EL SUSURRO DE LAS ROSAS...
Cuando siento el susurro de las rosas
me estremezco de gozo y alegría,
hoy anuncian la nueva primavera
y también el mensaje de la vida.
Es difícil pasar inadvertido
y no ver y gozar tal maravilla,
porque el cuerpo, de pronto, se transforma
y hasta el alma parece que suspira.
Tantas plumas recuerdan estas fechas,
(y lo plasman muy bien en las cuartillas),
que es absurdo insistir en esta imagen
que se queda impaciente en las pupilas.
Solo quiero incidir en esas rosas,
esas flores que anuncian nuevos días,
ese tiempo cargado de esperanzas
que las rosas, temblando, simbolizan.
Cuando siento el susurro de las rosas
una brisa, sin pausa, me acaricia,
es un beso que viene de unos labios
y que el cielo celeste nos envía.
Yo contemplo las calles tan inquietas,
los hoteles cubiertos de cortinas,
las palomas buscando las migajas
y aquel hombre llevando su mochila.
Ya es el tiempo en que asomen los claveles
y también las hermosas margaritas,
en los campos verdean las praderas
y hasta asoman preciosas campanillas.
Es la magia que da la primavera,
el encanto de luz y fantasía,
con la nota del roble soñoliento
y del lirio y del río, en sus orillas.
"...Cuando siento el susurro de las rosas
me detengo a escuchar su letanía,
es tu mano quien roza mis cabellos
primavera, del alma, tan querida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/03/15
me estremezco de gozo y alegría,
hoy anuncian la nueva primavera
y también el mensaje de la vida.
Es difícil pasar inadvertido
y no ver y gozar tal maravilla,
porque el cuerpo, de pronto, se transforma
y hasta el alma parece que suspira.
Tantas plumas recuerdan estas fechas,
(y lo plasman muy bien en las cuartillas),
que es absurdo insistir en esta imagen
que se queda impaciente en las pupilas.
Solo quiero incidir en esas rosas,
esas flores que anuncian nuevos días,
ese tiempo cargado de esperanzas
que las rosas, temblando, simbolizan.
Cuando siento el susurro de las rosas
una brisa, sin pausa, me acaricia,
es un beso que viene de unos labios
y que el cielo celeste nos envía.
Yo contemplo las calles tan inquietas,
los hoteles cubiertos de cortinas,
las palomas buscando las migajas
y aquel hombre llevando su mochila.
Ya es el tiempo en que asomen los claveles
y también las hermosas margaritas,
en los campos verdean las praderas
y hasta asoman preciosas campanillas.
Es la magia que da la primavera,
el encanto de luz y fantasía,
con la nota del roble soñoliento
y del lirio y del río, en sus orillas.
"...Cuando siento el susurro de las rosas
me detengo a escuchar su letanía,
es tu mano quien roza mis cabellos
primavera, del alma, tan querida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/03/15
BENDITA LOCURA AQUELLA...
Bendita locura aquella
la de soñar con tus manos,
la de sentir a tus dedos
venir a mí, sin reparo.
Porque los sueños son sueños,
pero soñar es acaso,
la tentación del poeta
en su cuaderno encantado.
Es la ilusión de los niños,
la de los padres y ancianos,
la de las madres ansiosas
con su canción en los labios.
Pero soñar es aquello
que nos transporta al espacio,
que nos embriaga sin vino
pero nos deja extasiados.
Bendita locura aquella
la que me diste en un rato,
cuando cambiamos los cromos
y te cogí de la mano.
Eran dos sueños de niño
y entre los dos los tomamos,
para vivirlos de cerca
y en su grandeza escaparnos.
Porque seguimos los sueños
durante meses y años,
mientras pasaba la vida
con primavera y veranos.
Hasta que un día, los sueños,
fueron cristales rayados,
porque la vida y los hombres
en su raíz marchitaron.
Bendita locura aquella,
(digo en los versos que canto),
porque sentí, que tu cuerpo,
era un suspiro en mis brazos.
Era pasión y alegría,
era deseo dorado,
y era la gracia sublime
de tus pezones temblando.
Era un jardín y una fuente,
donde buscamos un banco,
era un abrazo en el tiempo
y un minutero parado.
Era tu cuerpo divino
junto a mi cuerpo, en un lazo,
y eran tus labios nerviosos
los que mis labios buscaron.
"...Bendita locura aquella
la que vivimos amando
y compartieron sin miedo
nuestros relojes parados..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/03/15
la de soñar con tus manos,
la de sentir a tus dedos
venir a mí, sin reparo.
Porque los sueños son sueños,
pero soñar es acaso,
la tentación del poeta
en su cuaderno encantado.
Es la ilusión de los niños,
la de los padres y ancianos,
la de las madres ansiosas
con su canción en los labios.
Pero soñar es aquello
que nos transporta al espacio,
que nos embriaga sin vino
pero nos deja extasiados.
Bendita locura aquella
la que me diste en un rato,
cuando cambiamos los cromos
y te cogí de la mano.
Eran dos sueños de niño
y entre los dos los tomamos,
para vivirlos de cerca
y en su grandeza escaparnos.
Porque seguimos los sueños
durante meses y años,
mientras pasaba la vida
con primavera y veranos.
Hasta que un día, los sueños,
fueron cristales rayados,
porque la vida y los hombres
en su raíz marchitaron.
Bendita locura aquella,
(digo en los versos que canto),
porque sentí, que tu cuerpo,
era un suspiro en mis brazos.
Era pasión y alegría,
era deseo dorado,
y era la gracia sublime
de tus pezones temblando.
Era un jardín y una fuente,
donde buscamos un banco,
era un abrazo en el tiempo
y un minutero parado.
Era tu cuerpo divino
junto a mi cuerpo, en un lazo,
y eran tus labios nerviosos
los que mis labios buscaron.
"...Bendita locura aquella
la que vivimos amando
y compartieron sin miedo
nuestros relojes parados..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/03/15
Y VUELVO AL MAR...
Y vuelvo al mar y el mar silente a mí,
porque en el mar encuentro las palabras,
allí, entre los pliegues de las olas
con tanta fantasía y filigrana.
El mar, mi mar, se viste con coraje,
se pone el manto azul como una capa,
se viste con su verde inmaculado,
el mismo que adormece las barcazas.
Pero este mar no sabe de fronteras,
tampoco de inocencias y distancias,
se bate con denuedo por las costas
y llega, mansamente, hasta las playas.
El mar, azul, mi amigo irreverente,
caudal de fantasías desbordadas,
la cuna de la vida y la existencia
del nido y el amor de tantas almas.
Y surgen las gaviotas atrevidas
que juegan, sobre el mar, que las reclama,
la imagen nos hechiza y enternece,
sorprende la hermosura de esta estampa.
Y así es el mar, un día y otro día,
el mar de mis sonrisas y mis lágrimas,
aquel que tanto vi cuando era niño
y luego he conservado en mis entrañas.
Porque este mar, que esconde mil tesoros,
se muestra singular, con tanta magia,
tejiendo con los sueños de los hombres,
suspiros de los niños en su infancia.
El mar tan especial, este mar mío,
el mar de las sirenas y las hadas,
el mar de las eternas singladuras
que abraza, que acaricia y nos embriaga.
Por eso el mar pervive en la retina
y sigue su runrún con las resacas,
me atrapa con su hechizo y me subyuga
ese salitre fiel que así me alcanza.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/03/15
porque en el mar encuentro las palabras,
allí, entre los pliegues de las olas
con tanta fantasía y filigrana.
El mar, mi mar, se viste con coraje,
se pone el manto azul como una capa,
se viste con su verde inmaculado,
el mismo que adormece las barcazas.
Pero este mar no sabe de fronteras,
tampoco de inocencias y distancias,
se bate con denuedo por las costas
y llega, mansamente, hasta las playas.
El mar, azul, mi amigo irreverente,
caudal de fantasías desbordadas,
la cuna de la vida y la existencia
del nido y el amor de tantas almas.
Y surgen las gaviotas atrevidas
que juegan, sobre el mar, que las reclama,
la imagen nos hechiza y enternece,
sorprende la hermosura de esta estampa.
Y así es el mar, un día y otro día,
el mar de mis sonrisas y mis lágrimas,
aquel que tanto vi cuando era niño
y luego he conservado en mis entrañas.
Porque este mar, que esconde mil tesoros,
se muestra singular, con tanta magia,
tejiendo con los sueños de los hombres,
suspiros de los niños en su infancia.
El mar tan especial, este mar mío,
el mar de las sirenas y las hadas,
el mar de las eternas singladuras
que abraza, que acaricia y nos embriaga.
Por eso el mar pervive en la retina
y sigue su runrún con las resacas,
me atrapa con su hechizo y me subyuga
ese salitre fiel que así me alcanza.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/03/15
SOY UN LIBRO POSADO EN UNA BALDA...
Soy un libro posado en una balda,
un cuaderno de sombras y de letras,
el reposo y la paz de los amantes
y el refugio de sueños y de ideas.
Han pasado miradas por mis hojas
y pupilas un tanto soñolientas,
en virtud de los hombres y los días
y del fruto y humor de su paciencia.
He nacido de un bosque centenario
y me vi, en un instante entre galernas,
compartiendo productos muy diversos
y llegando, por fin, hasta la imprenta.
Compañeros de risas y de llantos
fueron muchos los libros a la hoguera,
en virtud de los hombres ambiciosos
y estrechez de miradas y conciencias.
Soy un libro posado en una balda,
un gorrión escapado de un poema,
una rima que suena vacilante
y que busca en la noche a las estrellas.
Pero soy el amigo olvidadizo,
el guardián de las lágrimas y penas,
el que alienta los pechos más amargos
y al Olimpo les lleva sin promesas.
Y así soy, por la mano del artista,
amanuense sin pelos en la lengua,
el que escribe de día y por la noche
a la luz de candiles y de velas.
Porque existe el poema y el relato
y también el diario del asceta,
aunque queden las huellas agridulces
de aquel niño jugando por la arena.
"...Soy un libro posado en una balda,
una voz de la infancia en la conciencia,
soy un verso volcado del pasado
para ti, primavera, que me esperas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/03/15
un cuaderno de sombras y de letras,
el reposo y la paz de los amantes
y el refugio de sueños y de ideas.
Han pasado miradas por mis hojas
y pupilas un tanto soñolientas,
en virtud de los hombres y los días
y del fruto y humor de su paciencia.
He nacido de un bosque centenario
y me vi, en un instante entre galernas,
compartiendo productos muy diversos
y llegando, por fin, hasta la imprenta.
Compañeros de risas y de llantos
fueron muchos los libros a la hoguera,
en virtud de los hombres ambiciosos
y estrechez de miradas y conciencias.
Soy un libro posado en una balda,
un gorrión escapado de un poema,
una rima que suena vacilante
y que busca en la noche a las estrellas.
Pero soy el amigo olvidadizo,
el guardián de las lágrimas y penas,
el que alienta los pechos más amargos
y al Olimpo les lleva sin promesas.
Y así soy, por la mano del artista,
amanuense sin pelos en la lengua,
el que escribe de día y por la noche
a la luz de candiles y de velas.
Porque existe el poema y el relato
y también el diario del asceta,
aunque queden las huellas agridulces
de aquel niño jugando por la arena.
"...Soy un libro posado en una balda,
una voz de la infancia en la conciencia,
soy un verso volcado del pasado
para ti, primavera, que me esperas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/03/15
TE DEJARÉ VOLAR...
Te dejaré volar, si así lo quieres,
mi bella mariposa de colores,
y seguiré tu vuelo embelesado
mientras el cielo anuncia nubarrones.
Que tienes que partir, es evidente,
lo sé porque lo anuncian los tambores,
timbales y trompetas del destino
que anuncian la partida de los hombres.
Mas tú te quedarás en el recuerdo
y nunca olvidaré, las ocasiones,
que hiciste que sintiera que la vida
es néctar que se bebe y que se absorbe.
Me diste tantas cosas, niña mía,
que ahora, al recordarlas, duele el nombre,
abrazos y caricias de tus manos,
paseos descubriendo el horizonte.
También, con tu sonrisa candorosa,
mis ojos se animaron con las flores,
pupilas que brillaban con la lluvia,
de un llanto transformado en fino acorde.
Tenías esa gracia transparente
que enhebra los sentidos como el cobre,
el hilo conductor de mis latidos,
la sangre irreverente de aquel joven.
Mis manos te buscaban sin descanso
trazando carantoñas en desorden,
quería que sintieras mi presencia
y el pecho alborotado de pasiones.
Quería caminar hacia el Olimpo
y allí ser muy feliz, entre los dioses,
tú eras, mariposa, mi esperanza,
yo era el vendaval y el Don Quijote.
"...Más tienes que marchar, querida niña,
la nueva primavera traza el norte,
y aquí me quedaré, con tu recuerdo,
mi bella mariposa de la noche..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/03/15
mi bella mariposa de colores,
y seguiré tu vuelo embelesado
mientras el cielo anuncia nubarrones.
Que tienes que partir, es evidente,
lo sé porque lo anuncian los tambores,
timbales y trompetas del destino
que anuncian la partida de los hombres.
Mas tú te quedarás en el recuerdo
y nunca olvidaré, las ocasiones,
que hiciste que sintiera que la vida
es néctar que se bebe y que se absorbe.
Me diste tantas cosas, niña mía,
que ahora, al recordarlas, duele el nombre,
abrazos y caricias de tus manos,
paseos descubriendo el horizonte.
También, con tu sonrisa candorosa,
mis ojos se animaron con las flores,
pupilas que brillaban con la lluvia,
de un llanto transformado en fino acorde.
Tenías esa gracia transparente
que enhebra los sentidos como el cobre,
el hilo conductor de mis latidos,
la sangre irreverente de aquel joven.
Mis manos te buscaban sin descanso
trazando carantoñas en desorden,
quería que sintieras mi presencia
y el pecho alborotado de pasiones.
Quería caminar hacia el Olimpo
y allí ser muy feliz, entre los dioses,
tú eras, mariposa, mi esperanza,
yo era el vendaval y el Don Quijote.
"...Más tienes que marchar, querida niña,
la nueva primavera traza el norte,
y aquí me quedaré, con tu recuerdo,
mi bella mariposa de la noche..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/03/15
LA MAGIA DE TUS SENOS...
La magia de tus senos
desboca en sensaciones,
dos lindas mariposas
que salen en desorden.
Y surgen tras el cáliz
tan fiel de los pezones,
y gritan y suspiran
sus alas de colores.
Se mueven caprichosas
por locos corazones
causando remolinos
y alteran los relojes.
El hielo se derrite
y surgen las pasiones,
palabras y gemidos
de cuerpos que se esconden.
La magia de tus senos
es gracia entre las flores,
cual rosa perfumada
que exhala tentaciones.
Dos tiernas mariposas
emulan a gorriones,
y vuelan presurosas
a pechos de los hombres.
Se escapan de un recinto
que exhibe mil colores,
con néctar embriagante
que emiten por las noches.
Por eso la lujuria
no atiende a las razones
y atrapa entre sus garras
a chicos y a mayores.
"...Bendita fantasía
de sueños multiformes,
dos bellas mariposas
en busca de otros goces..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/03/15
desboca en sensaciones,
dos lindas mariposas
que salen en desorden.
Y surgen tras el cáliz
tan fiel de los pezones,
y gritan y suspiran
sus alas de colores.
Se mueven caprichosas
por locos corazones
causando remolinos
y alteran los relojes.
El hielo se derrite
y surgen las pasiones,
palabras y gemidos
de cuerpos que se esconden.
La magia de tus senos
es gracia entre las flores,
cual rosa perfumada
que exhala tentaciones.
Dos tiernas mariposas
emulan a gorriones,
y vuelan presurosas
a pechos de los hombres.
Se escapan de un recinto
que exhibe mil colores,
con néctar embriagante
que emiten por las noches.
Por eso la lujuria
no atiende a las razones
y atrapa entre sus garras
a chicos y a mayores.
"...Bendita fantasía
de sueños multiformes,
dos bellas mariposas
en busca de otros goces..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/03/15
...PERO EL AMOR...
...Pero el Amor no sabe de palabras
y busca en los latidos las respuestas,
preguntas que se hacen las personas
con ecos que devuelven las mareas.
Hay una soledad en las entrañas
que abraza hasta las almas más inquietas,
las sume en un profundo cataclismo
llevando sus cenizas a la arena.
Por eso las galernas y resacas
porfían por llevarse su parcela,
la prenda de ternura de unos ojos
que arrancan celosías muy traviesas.
Los hombres se convierten en gigantes
y buscan más allá de sus cabezas,
los signos invisibles de la vida
que acerque un corazón hasta su puerta.
...Pero el Amor se busca día a día
en todos los lugares de la tierra,
lo buscan las personas más humildes
que quieren recibirlo sin reservas.
Hay hombres y mujeres que lo siguen,
que miran por la noche las estrellas,
que indagan en las playas solitarias,
las olas sin que tapen esas huellas.
Las huellas del amor y la esperanza
se extienden por las vías y traviesas,
la línea que conduce al infinito
y lleva a sensaciones muy diversas.
Palpitan corazones solitarios
que sacan los suspiros de las venas,
las almas se estremecen, nuevamente,
y entonces se estimulan nuestras fuerzas.
...Pero el Amor que ignora las palabras
sí sabe de caricias y poemas,
las lleva entre las letras de su nombre
y acuña en corazones tanta esencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/03/15
y busca en los latidos las respuestas,
preguntas que se hacen las personas
con ecos que devuelven las mareas.
Hay una soledad en las entrañas
que abraza hasta las almas más inquietas,
las sume en un profundo cataclismo
llevando sus cenizas a la arena.
Por eso las galernas y resacas
porfían por llevarse su parcela,
la prenda de ternura de unos ojos
que arrancan celosías muy traviesas.
Los hombres se convierten en gigantes
y buscan más allá de sus cabezas,
los signos invisibles de la vida
que acerque un corazón hasta su puerta.
...Pero el Amor se busca día a día
en todos los lugares de la tierra,
lo buscan las personas más humildes
que quieren recibirlo sin reservas.
Hay hombres y mujeres que lo siguen,
que miran por la noche las estrellas,
que indagan en las playas solitarias,
las olas sin que tapen esas huellas.
Las huellas del amor y la esperanza
se extienden por las vías y traviesas,
la línea que conduce al infinito
y lleva a sensaciones muy diversas.
Palpitan corazones solitarios
que sacan los suspiros de las venas,
las almas se estremecen, nuevamente,
y entonces se estimulan nuestras fuerzas.
...Pero el Amor que ignora las palabras
sí sabe de caricias y poemas,
las lleva entre las letras de su nombre
y acuña en corazones tanta esencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/03/15
EN UNA TARDE TRANQUILA...
En una tarde tranquila,
que ya huele a primavera,
voy persiguiendo sus pasos
a través de la pradera.
Veo campiñas sin nombre,
margaritas que destellan,
y una brisa cantarina
que acaricia y que refresca.
Veo también corazones
de los niños que ahora juegan,
en pegasos cantarines
que dan vueltas y más vueltas.
Pero también en la imagen
hay hayedos tras su verja,
robledales que se alzan
y cipreses en la puerta.
En una tarde tranquila,
y al anuncio de las Ferias,
un corazón desbocado
grita y clama por sus venas.
Dice que quiere vivir
y volar a las estrellas,
y llevarte de la mano
por el cielo en un cometa.
Que te quiere enamorar
y leerte mil poemas,
para embriagar tus sentidos
y robarte la cabeza.
Dice que quiere tus labios,
esos que saben a fresas,
y a bombón y a chocolate
y a todo lo que tú llevas.
En una tarde de Marzo
voy desgranando un poema,
mi pensamiento está aquí,
mi corazón en las letras.
Por eso quiero dejar
estas rosas tempraneras,
simples pétalos sin nombre
que te rozan y te anean.
Flores sencillas, sin duda,
que nacen, viven y tiemblan,
que van sembrando canciones
y embriagando las conciencias.
Son pequeñas mariposas
con sus alas tan inquietas,
las que vuelan en las almas
de una forma tan traviesa.
"...En una tarde tranquila
ya he sentido tu presencia,
compañera de mis sueños,
que me abrazas y me besas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/03/15
que ya huele a primavera,
voy persiguiendo sus pasos
a través de la pradera.
Veo campiñas sin nombre,
margaritas que destellan,
y una brisa cantarina
que acaricia y que refresca.
Veo también corazones
de los niños que ahora juegan,
en pegasos cantarines
que dan vueltas y más vueltas.
Pero también en la imagen
hay hayedos tras su verja,
robledales que se alzan
y cipreses en la puerta.
En una tarde tranquila,
y al anuncio de las Ferias,
un corazón desbocado
grita y clama por sus venas.
Dice que quiere vivir
y volar a las estrellas,
y llevarte de la mano
por el cielo en un cometa.
Que te quiere enamorar
y leerte mil poemas,
para embriagar tus sentidos
y robarte la cabeza.
Dice que quiere tus labios,
esos que saben a fresas,
y a bombón y a chocolate
y a todo lo que tú llevas.
En una tarde de Marzo
voy desgranando un poema,
mi pensamiento está aquí,
mi corazón en las letras.
Por eso quiero dejar
estas rosas tempraneras,
simples pétalos sin nombre
que te rozan y te anean.
Flores sencillas, sin duda,
que nacen, viven y tiemblan,
que van sembrando canciones
y embriagando las conciencias.
Son pequeñas mariposas
con sus alas tan inquietas,
las que vuelan en las almas
de una forma tan traviesa.
"...En una tarde tranquila
ya he sentido tu presencia,
compañera de mis sueños,
que me abrazas y me besas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/03/15
QUE SE APAGUEN...
Que se apaguen las estrellas con su abrazo
y que surja la ilusión del mediodía,
es posible que se cierren las ventanas
y que vibre el corazón con nueva vida.
Que no vuelvan los fantasmas del pasado
y que llegue el vendaval con sus caricias,
es posible que las almas se desnuden
y veamos la ilusión de sus pupilas.
Que se callen los rumores, para siempre,
y que dejen las trompetas su alegría,
es posible que los cielos ya descansen
y sintamos los cometas y sonrisas.
Que se marchan las promesas insidiosas
y que vengan las palabras tan queridas,
es posible que la sangre se acelere
y galopen nuestros pechos más aprisa.
Que amanezcan nuevos días en la tierra
y que vuelen las borrascas y celliscas,
es posible que el invierno pase pronto
y una nueva, primavera, esté a la vista.
Que los robles centenarios ya se duerman
y susurren los cipreses melodías,
es posible que se alegren los oídos
y que el manto del ciprés surja en la orilla.
Que los hombres abandonen sus temores
y que busquen en la vida fantasías,
es posible que hasta encuentren lo perdido
y hasta el canto del malvís, en una esquina.
Que los niños temerosos, hoy, no tiemblen
y que alcancen, en sus sueños, el tranvía,
es posible que abandonen las ciudades
y que vuelvan a la magia, con su risa.
"...Que se apaguen esos versos tan amargos
y que sanen tantas almas malheridas,
es posible que la paz esté al alcance
y no sea solo un verso la utopía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/03/15
y que surja la ilusión del mediodía,
es posible que se cierren las ventanas
y que vibre el corazón con nueva vida.
Que no vuelvan los fantasmas del pasado
y que llegue el vendaval con sus caricias,
es posible que las almas se desnuden
y veamos la ilusión de sus pupilas.
Que se callen los rumores, para siempre,
y que dejen las trompetas su alegría,
es posible que los cielos ya descansen
y sintamos los cometas y sonrisas.
Que se marchan las promesas insidiosas
y que vengan las palabras tan queridas,
es posible que la sangre se acelere
y galopen nuestros pechos más aprisa.
Que amanezcan nuevos días en la tierra
y que vuelen las borrascas y celliscas,
es posible que el invierno pase pronto
y una nueva, primavera, esté a la vista.
Que los robles centenarios ya se duerman
y susurren los cipreses melodías,
es posible que se alegren los oídos
y que el manto del ciprés surja en la orilla.
Que los hombres abandonen sus temores
y que busquen en la vida fantasías,
es posible que hasta encuentren lo perdido
y hasta el canto del malvís, en una esquina.
Que los niños temerosos, hoy, no tiemblen
y que alcancen, en sus sueños, el tranvía,
es posible que abandonen las ciudades
y que vuelvan a la magia, con su risa.
"...Que se apaguen esos versos tan amargos
y que sanen tantas almas malheridas,
es posible que la paz esté al alcance
y no sea solo un verso la utopía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/03/15
UN COMETA ABANDONADO...
Un cometa abandonado
ha caído entre las zarzas,
ilusiones de los niños
que se rompen y se acaban.
Son las bellas fantasías,
desgajadas de unas ramas,
con las notas tan excelsas
de aquel viejo pentagrama.
Es la historia de la vida,
es el mar y las resacas,
pensamientos fugitivos
que se ven y no se alcanzan.
Un cometa abandonado
hoy he visto y no descansa,
porque está roto y deshecho
entre escajos y entre bardas.
Al mirarlo yo he sentido
un gran peso sobre el alma,
los suspiros y recuerdos
de algún vuelo con sus alas.
Eran tiempos muy felices
con los niños en la playa,
y castillos en la arena
al compás de las resacas.
Un cometa abandonado,
ha quedado entre las garras,
del olvido más profundo
con su tela destrozada.
Hay quien llora por recuerdos
y otros gimen de nostalgias,
más las lágrimas del niño
son la sal que tanto falta.
Son las bellas mariposas,
los susurros con el alba,
el tic-tac de los relojes
y la risa tan sagrada.
"...Un cometa abandonado
hoy remueve mis entrañas,
y me lleva a aquellos años
tan felices de la infancia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/03/15
ha caído entre las zarzas,
ilusiones de los niños
que se rompen y se acaban.
Son las bellas fantasías,
desgajadas de unas ramas,
con las notas tan excelsas
de aquel viejo pentagrama.
Es la historia de la vida,
es el mar y las resacas,
pensamientos fugitivos
que se ven y no se alcanzan.
Un cometa abandonado
hoy he visto y no descansa,
porque está roto y deshecho
entre escajos y entre bardas.
Al mirarlo yo he sentido
un gran peso sobre el alma,
los suspiros y recuerdos
de algún vuelo con sus alas.
Eran tiempos muy felices
con los niños en la playa,
y castillos en la arena
al compás de las resacas.
Un cometa abandonado,
ha quedado entre las garras,
del olvido más profundo
con su tela destrozada.
Hay quien llora por recuerdos
y otros gimen de nostalgias,
más las lágrimas del niño
son la sal que tanto falta.
Son las bellas mariposas,
los susurros con el alba,
el tic-tac de los relojes
y la risa tan sagrada.
"...Un cometa abandonado
hoy remueve mis entrañas,
y me lleva a aquellos años
tan felices de la infancia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/03/15
UNA VIEJA CARPETA...
Una vieja carpeta,
polvorienta y sin dueño,
vino a mí, aquella tarde,
y quizás sin saberlo.
Tras sus tapas usadas
contenía recuerdos,
con promesas y llantos
de unos pechos sedientos.
Yo miré sus papeles,
y por eso lo cuento,
y observé la ternura
que escapaban de ellos.
Eran cartas y notas,
que expresaban deseos,
de un mañana futuro
y un pasado perfecto.
Más la vieja carpeta
me cegó en un momento,
y olvidé donde estaban
recorriendo mis dedos.
Olvidé que la vida
es presente, sin miedo,
y se vive y se goza,
y se llora sin cuento.
Porque somos humanos
y guardamos secretos,
de dolores y risas
cuando estamos sedientos.
Y también nos dejamos
tantos lazos pequeños,
donde atamos la luna
a los pechos hambrientos.
Yo cerré la carpeta
tras leer tantos sueños,
y pensé que los míos
eran guiños traviesos.
Eran sueños de un alma
que volvían de lejos,
como cantos del cisne
de aquel lago desierto.
Viejas letras trazadas
con pasión en los versos,
y relatos de viajes
de otro viejo cuaderno.
Fantasías, sin duda,
y locuras de cuerdos,
de aquel niño, que antaño,
musitaba un "te quiero".
Yo cerré la carpeta
y quedé en el silencio,
de la estancia cerrada
y el desván incompleto.
Allí estaba una vida
de ilusión y proyectos,
primaveras pasadas
con otoños e inviernos.
Y gorriones y rimas
con sus vuelos inquietos
descansaban en nidos
y también en aleros.
Unas viejas pestañas
con placer sonrieron
y buscaron la mano
del calor y consuelo.
"...Y dejé la carpeta
y me vine a tu encuentro,
primavera del alma
que reclamas mis besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/03/15
polvorienta y sin dueño,
vino a mí, aquella tarde,
y quizás sin saberlo.
Tras sus tapas usadas
contenía recuerdos,
con promesas y llantos
de unos pechos sedientos.
Yo miré sus papeles,
y por eso lo cuento,
y observé la ternura
que escapaban de ellos.
Eran cartas y notas,
que expresaban deseos,
de un mañana futuro
y un pasado perfecto.
Más la vieja carpeta
me cegó en un momento,
y olvidé donde estaban
recorriendo mis dedos.
Olvidé que la vida
es presente, sin miedo,
y se vive y se goza,
y se llora sin cuento.
Porque somos humanos
y guardamos secretos,
de dolores y risas
cuando estamos sedientos.
Y también nos dejamos
tantos lazos pequeños,
donde atamos la luna
a los pechos hambrientos.
Yo cerré la carpeta
tras leer tantos sueños,
y pensé que los míos
eran guiños traviesos.
Eran sueños de un alma
que volvían de lejos,
como cantos del cisne
de aquel lago desierto.
Viejas letras trazadas
con pasión en los versos,
y relatos de viajes
de otro viejo cuaderno.
Fantasías, sin duda,
y locuras de cuerdos,
de aquel niño, que antaño,
musitaba un "te quiero".
Yo cerré la carpeta
y quedé en el silencio,
de la estancia cerrada
y el desván incompleto.
Allí estaba una vida
de ilusión y proyectos,
primaveras pasadas
con otoños e inviernos.
Y gorriones y rimas
con sus vuelos inquietos
descansaban en nidos
y también en aleros.
Unas viejas pestañas
con placer sonrieron
y buscaron la mano
del calor y consuelo.
"...Y dejé la carpeta
y me vine a tu encuentro,
primavera del alma
que reclamas mis besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/03/15
EN ALGUNA PARTE...
En alguna parte
estará tu nombre
con su letra clara
y en pleno desorden.
Tu nombre de niña,
de bellos colores,
la voz sin fisuras,
que suena y responde.
Ya sé que los niños,
hoy saltan y corren,
no piensan en guerras
tampoco en rencores.
Si acaso en envidias
y celos muy torpes,
"pelusas", les llaman
las madres sin orden.
En alguna parte,
y no sé ni dónde,
estará tu casa,
tu jardín enorme.
Estarán los sueños
mezclados con soles,
y lindas estrellas
lucirán sus bordes.
Y estarán las hadas,
los elfos del bosque,
la magia sublime
de niños y hombres.
Y entre todo aquello
surgirán veloces,
hermosos pegasos
mariposas torpes.
En alguna parte,
sentiré que corre
la fontana brava,
que riega las flores.
Y estará en tu pecho
esa rosa noble,
la que fue entregada
una dulce noche.
Y estarán los besos
con verdad y errores,
y estarán las risas
y llantos que esconden.
Pero no te aflijas,
que vendrán las doce,
y entonces los sueños
marcharán veloces.
Serán Dulcineas
y lindos Quijotes,
serán las barcazas
que pasan y corren.
Serán esas nubes
que arriba, cual bronce,
se estiran y aprietan,
se alargan y encogen.
Serán mis latidos
en versos del norte,
que van y que vienen
formando borrones.
Serán los poemas
que surgen de golpe,
que sacan los sueños
formando pasiones.
"...En alguna parte
y en un viejo roble,
estarán mis besos
que dirán tu nombre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/03/15
estará tu nombre
con su letra clara
y en pleno desorden.
Tu nombre de niña,
de bellos colores,
la voz sin fisuras,
que suena y responde.
Ya sé que los niños,
hoy saltan y corren,
no piensan en guerras
tampoco en rencores.
Si acaso en envidias
y celos muy torpes,
"pelusas", les llaman
las madres sin orden.
En alguna parte,
y no sé ni dónde,
estará tu casa,
tu jardín enorme.
Estarán los sueños
mezclados con soles,
y lindas estrellas
lucirán sus bordes.
Y estarán las hadas,
los elfos del bosque,
la magia sublime
de niños y hombres.
Y entre todo aquello
surgirán veloces,
hermosos pegasos
mariposas torpes.
En alguna parte,
sentiré que corre
la fontana brava,
que riega las flores.
Y estará en tu pecho
esa rosa noble,
la que fue entregada
una dulce noche.
Y estarán los besos
con verdad y errores,
y estarán las risas
y llantos que esconden.
Pero no te aflijas,
que vendrán las doce,
y entonces los sueños
marcharán veloces.
Serán Dulcineas
y lindos Quijotes,
serán las barcazas
que pasan y corren.
Serán esas nubes
que arriba, cual bronce,
se estiran y aprietan,
se alargan y encogen.
Serán mis latidos
en versos del norte,
que van y que vienen
formando borrones.
Serán los poemas
que surgen de golpe,
que sacan los sueños
formando pasiones.
"...En alguna parte
y en un viejo roble,
estarán mis besos
que dirán tu nombre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/03/15
POR UNA MIRADA TUYA...
Por una mirada tuya
correría al infinito,
sin descanso, a paso largo,
para encontrar tus suspiros.
Y una vez los alcanzara
quedaría más tranquilo,
soñaría muy despacio,
en tus brazos, como un niño.
Por un roce de tus dedos
temblaría como un lirio,
aunque luego se juntaran
en un dulce escalofrío.
Un temblor que recorriera
por mi cuerpo, sus caminos,
las veredas y rincones
de jardines y de ríos.
Por una palabra tuya
perdería los sentidos,
correría hasta tu lado
a escucharte con delirio.
Y tu voz y tu palabra
llegaría hasta mi sino,
a embriagarme con tu nombre
y tu rostro afín de niño.
Por un beso de tus labios
ya no sé ni lo que digo,
marcharía hasta la luna
a robarle su vestido.
Y una vez lo consiguiera
bajaría con sigilo,
a cubrirte con sus gasas
y también con su corpiño.
"...Por una mirada tuya
yo sabría por qué vivo,
y también por qué te amo
por los siglos de los siglos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/03/15
correría al infinito,
sin descanso, a paso largo,
para encontrar tus suspiros.
Y una vez los alcanzara
quedaría más tranquilo,
soñaría muy despacio,
en tus brazos, como un niño.
Por un roce de tus dedos
temblaría como un lirio,
aunque luego se juntaran
en un dulce escalofrío.
Un temblor que recorriera
por mi cuerpo, sus caminos,
las veredas y rincones
de jardines y de ríos.
Por una palabra tuya
perdería los sentidos,
correría hasta tu lado
a escucharte con delirio.
Y tu voz y tu palabra
llegaría hasta mi sino,
a embriagarme con tu nombre
y tu rostro afín de niño.
Por un beso de tus labios
ya no sé ni lo que digo,
marcharía hasta la luna
a robarle su vestido.
Y una vez lo consiguiera
bajaría con sigilo,
a cubrirte con sus gasas
y también con su corpiño.
"...Por una mirada tuya
yo sabría por qué vivo,
y también por qué te amo
por los siglos de los siglos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/03/15
QUIERO APRENDER DE TUS OJOS...
Quiero aprender de tus ojos
los secretos de la vida
y saciarme eternamente
del saber de tus pupilas.
Estoy seguro que, en ellos,
encontraré la alegría,
y tantas cosas hermosas
para poder transmitirlas.
Por eso quiero tus ojos,
con esa gracia sencilla,
y que me entreguen tus sueños
y otras palabras bonitas.
Quiero aprender de tus ojos
eso que llevan y gritan,
lo que deseo en el alma
y hasta mis labios suplican.
Es conseguir ese néctar
lleno de miel y de almíbar,
para sentir en la sangre
que se desbocan sus bridas.
Debo robar los tesoros
de tu mirada infinita,
esa que busca a lo lejos
entre la noche y el día.
Y cuando encuentre tus besos
me volveré hacia la orilla,
para abrazarte muy fuerte
y ser tu mano y tu guía.
"...Quiero aprender de tus ojos
el resplandor de tu risa,
para llevarla a mis labios
y así, dormirme, enseguida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/03/15
los secretos de la vida
y saciarme eternamente
del saber de tus pupilas.
Estoy seguro que, en ellos,
encontraré la alegría,
y tantas cosas hermosas
para poder transmitirlas.
Por eso quiero tus ojos,
con esa gracia sencilla,
y que me entreguen tus sueños
y otras palabras bonitas.
Quiero aprender de tus ojos
eso que llevan y gritan,
lo que deseo en el alma
y hasta mis labios suplican.
Es conseguir ese néctar
lleno de miel y de almíbar,
para sentir en la sangre
que se desbocan sus bridas.
Debo robar los tesoros
de tu mirada infinita,
esa que busca a lo lejos
entre la noche y el día.
Y cuando encuentre tus besos
me volveré hacia la orilla,
para abrazarte muy fuerte
y ser tu mano y tu guía.
"...Quiero aprender de tus ojos
el resplandor de tu risa,
para llevarla a mis labios
y así, dormirme, enseguida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/03/15
ESTOY BUSCANDO...
Estoy buscando, ahora, en la memoria
aquel momento, tierno, entre tus brazos,
soñamos y sentimos diferente
y hasta vibró la yema de las manos.
Decir lo que pasó sería inútil
llegó la primavera con regalos,
las flores animaban los jardines,
las aves saludaban con sus cantos.
Por eso este parón en el camino,
quizás para mirar qué es lo que hago,
procedo de un lugar algo remoto
y marcho en este tren destartalado.
Contemplo a las montañas hoy nevadas,
cubiertas con fervor del manto blanco,
se sienten orgullosas de su hechizo
y extienden ese encanto de los magos.
La risa cantarina que recuerdo,
los ojos tan preciosos y azulados,
la eterna sinfonía de las olas
y el soplo del nordeste en tu regazo.
Vivimos dulcemente aquel instante
y entonces los relojes se pararon,
quedaron sus tic-tacs tan silenciosos
que incluso suspiraron nuestros labios.
No sé cómo ocurrió tal maravilla,
la tierra amaneció de su letargo,
los niños susurraron con asombro,
los hombres de sus sueños despertaron.
Y entonces el amor volvió a la vida,
trinaron con gran fuerza los canarios,
incluso las ardillas tan inquietas
buscaron las encinas sin descanso.
"...Estoy buscando, ahora, en la memoria
el bello carrusel de tu regazo,
mi cuerpo descansando entre tu pecho,
tus manos a las mías musitando..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/03/15
aquel momento, tierno, entre tus brazos,
soñamos y sentimos diferente
y hasta vibró la yema de las manos.
Decir lo que pasó sería inútil
llegó la primavera con regalos,
las flores animaban los jardines,
las aves saludaban con sus cantos.
Por eso este parón en el camino,
quizás para mirar qué es lo que hago,
procedo de un lugar algo remoto
y marcho en este tren destartalado.
Contemplo a las montañas hoy nevadas,
cubiertas con fervor del manto blanco,
se sienten orgullosas de su hechizo
y extienden ese encanto de los magos.
La risa cantarina que recuerdo,
los ojos tan preciosos y azulados,
la eterna sinfonía de las olas
y el soplo del nordeste en tu regazo.
Vivimos dulcemente aquel instante
y entonces los relojes se pararon,
quedaron sus tic-tacs tan silenciosos
que incluso suspiraron nuestros labios.
No sé cómo ocurrió tal maravilla,
la tierra amaneció de su letargo,
los niños susurraron con asombro,
los hombres de sus sueños despertaron.
Y entonces el amor volvió a la vida,
trinaron con gran fuerza los canarios,
incluso las ardillas tan inquietas
buscaron las encinas sin descanso.
"...Estoy buscando, ahora, en la memoria
el bello carrusel de tu regazo,
mi cuerpo descansando entre tu pecho,
tus manos a las mías musitando..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/03/15
NO NACEN LAS PALABRAS...
No nacen las palabras en mi mente,
tampoco se aceleran los latidos,
parece que el invierno no me deja
y sigue con mis dedos hoy tan fríos.
Me cuesta elaborar un pensamiento,
seguir las carcajadas de los niños,
mirar por las ventanas a los campos
vacíos de sembrados y del trigo.
Estoy abandonado en un garaje
buscando entre las baldas ese libro,
aquel que reunía entre sus versos
poemas de oración, por ser sencillos.
No fuerzo al corazón a que acelere
los pasos y el tic-tac de sus sonidos,
ni quiero que la sangre de mis venas
destile los colores amarillos.
No es bueno que los sueños se entremezclen
y hagan que perdamos los sentidos,
tampoco que nos lleven a un espacio
repleto de condenas y de gritos.
Vivimos una eterna paradoja
y somos los payasos de su circo,
quizás por esa carga de los miedos
que a todos nos agobia sin decirlo.
Estoy encadenado a esta galera
y busco día a día el infinito,
las manos encalladas ya no duelen
y puede que los dedos no sean míos.
Me duele el corazón, me duele el alma
y vuelco ese dolor en mis escritos,
la mente temblorosa no responde,
los versos se han perlado de rocío.
"...No nacen las palabras esta noche
y creo que, en el fondo, estoy vencido,
ganaste, primavera, en tu batalla
y puede que, al final, vuelva contigo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/03/15
tampoco se aceleran los latidos,
parece que el invierno no me deja
y sigue con mis dedos hoy tan fríos.
Me cuesta elaborar un pensamiento,
seguir las carcajadas de los niños,
mirar por las ventanas a los campos
vacíos de sembrados y del trigo.
Estoy abandonado en un garaje
buscando entre las baldas ese libro,
aquel que reunía entre sus versos
poemas de oración, por ser sencillos.
No fuerzo al corazón a que acelere
los pasos y el tic-tac de sus sonidos,
ni quiero que la sangre de mis venas
destile los colores amarillos.
No es bueno que los sueños se entremezclen
y hagan que perdamos los sentidos,
tampoco que nos lleven a un espacio
repleto de condenas y de gritos.
Vivimos una eterna paradoja
y somos los payasos de su circo,
quizás por esa carga de los miedos
que a todos nos agobia sin decirlo.
Estoy encadenado a esta galera
y busco día a día el infinito,
las manos encalladas ya no duelen
y puede que los dedos no sean míos.
Me duele el corazón, me duele el alma
y vuelco ese dolor en mis escritos,
la mente temblorosa no responde,
los versos se han perlado de rocío.
"...No nacen las palabras esta noche
y creo que, en el fondo, estoy vencido,
ganaste, primavera, en tu batalla
y puede que, al final, vuelva contigo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/03/15
DÉJAME...
Déjame que escoja las palabras,
déjate llevar por mis suspiros,
piensa que la vida es un momento,
algo que al mirarlo ya se ha ido.
Déjame sentir las sensaciones,
deja de temblar y no de frío,
busca en tus pupilas el secreto
ese que esta cerca y va contigo.
Déjame mirar el horizonte,
deja que naveguen los navíos,
trata de escuchar a las sirenas
esas que en el alma dan cariño.
Déjame buscar las caracolas,
deja que se pliegue tu vestido,
quiero que la brisa te acaricie
con un beso ardiente y muy preciso.
Déjame seguir a las palomas,
deja que se arrullen en sus nidos,
vamos a tratar que las promesas
lleguen a las almas de los niños.
Déjame escribir, aunque no quiera,
deja que mis dedos tracen signos,
he de conseguir que las palabras
digan lo que quiero sin remilgos.
Déjame volar junto a la fuente,
deja que retenga lo que he visto,
tengo que lograr que tantos sueños
sean realidad en estos signos.
Déjame escuchar los corazones,
deja que yo aprecie sus latidos,
debo procurar que los silencios
sigan los dictados más sencillos.
Déjame mi Amor, entre la gente,
deja que camine sin permiso,
tengo que llegar hasta tu lado
quiero demostrarte que estoy vivo.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/03/15
déjate llevar por mis suspiros,
piensa que la vida es un momento,
algo que al mirarlo ya se ha ido.
Déjame sentir las sensaciones,
deja de temblar y no de frío,
busca en tus pupilas el secreto
ese que esta cerca y va contigo.
Déjame mirar el horizonte,
deja que naveguen los navíos,
trata de escuchar a las sirenas
esas que en el alma dan cariño.
Déjame buscar las caracolas,
deja que se pliegue tu vestido,
quiero que la brisa te acaricie
con un beso ardiente y muy preciso.
Déjame seguir a las palomas,
deja que se arrullen en sus nidos,
vamos a tratar que las promesas
lleguen a las almas de los niños.
Déjame escribir, aunque no quiera,
deja que mis dedos tracen signos,
he de conseguir que las palabras
digan lo que quiero sin remilgos.
Déjame volar junto a la fuente,
deja que retenga lo que he visto,
tengo que lograr que tantos sueños
sean realidad en estos signos.
Déjame escuchar los corazones,
deja que yo aprecie sus latidos,
debo procurar que los silencios
sigan los dictados más sencillos.
Déjame mi Amor, entre la gente,
deja que camine sin permiso,
tengo que llegar hasta tu lado
quiero demostrarte que estoy vivo.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/03/15
HOY HE VISTO FUGAZMENTE...
Hoy he visto fugazmente
por el cielo dos estrellas,
dos diamantes de colores
que brillaban como perlas.
Eran alas encantadas,
golondrinas muy traviesas,
que llegaban de otros campos
a anunciar la primavera.
También vi unas mariposas
con un aire de princesas,
que buscaban esas flores
por jardines y macetas.
Quedé un poco sorprendido,
lo confieso sin reservas,
contemplando este saludo
proveniente de la tierra.
Sin quererlo, ni evitarlo,
hirvió sangre por mis venas,
desbocando mis sentidos
como lava que despierta.
Es la vida, me decía,
son los ciclos que comienzan,
estaciones que se anuncian
en la fauna y la floresta.
Sin embargo queda invierno
y seguro que galernas,
temporales y resacas
con nevadas y tormentas.
Más la vida pasa y pasa
y esperamos lo que venga,
sobre todo los colores
de una etapa linda y nueva.
"...Hoy he visto, fugazmente,
por el cielo, la silueta,
de una luna entre las nubes
anunciando que está cerca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/03/15
por el cielo dos estrellas,
dos diamantes de colores
que brillaban como perlas.
Eran alas encantadas,
golondrinas muy traviesas,
que llegaban de otros campos
a anunciar la primavera.
También vi unas mariposas
con un aire de princesas,
que buscaban esas flores
por jardines y macetas.
Quedé un poco sorprendido,
lo confieso sin reservas,
contemplando este saludo
proveniente de la tierra.
Sin quererlo, ni evitarlo,
hirvió sangre por mis venas,
desbocando mis sentidos
como lava que despierta.
Es la vida, me decía,
son los ciclos que comienzan,
estaciones que se anuncian
en la fauna y la floresta.
Sin embargo queda invierno
y seguro que galernas,
temporales y resacas
con nevadas y tormentas.
Más la vida pasa y pasa
y esperamos lo que venga,
sobre todo los colores
de una etapa linda y nueva.
"...Hoy he visto, fugazmente,
por el cielo, la silueta,
de una luna entre las nubes
anunciando que está cerca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/03/15
PARA QUE SIENTAS MI MANO...
Para que sientas mi mano
y con ella, mi presencia,
en este largo paseo
que conduce hasta la meta...
...Es por eso que te escribo
aunque a veces no me entiendas,
y te hable de la luna
y también de las estrellas.
Y te suba hasta los cielos
para ver a los cometas,
y a las nubes caprichosas
que se estiran y dan vueltas.
Y también te cuente cuentos
de juglares y princesas,
paseando por los bosques
con sus cestos de merienda.
Otras veces serán playas
donde canten las sirenas,
con las olas extendiendo
por la arena sus melenas.
Para que sientas mi mano
y la tomes, mientras tiembla,
es por eso que te escribo,
sin rubores, estas letras...
Unas letras para ti,
por tu infinita paciencia,
por ser mi sombra y mi ángel
y por abrirme tu puerta.
Porque siempre vas conmigo
y de lejos, me aconsejas,
y hasta estás en mi recuerdo
aunque tú nunca lo creas.
Por ser mi guía y mi faro,
timonel en mis galernas,
capitana de mis sueños
y estar siempre tan atenta.
Por ser la rosa temprana
de una nueva primavera,
a pesar de que el otoño
roce ya tu cabellera.
"...Para que sientas mi mano
hoy escribo este poema;
un poema para ti
con un beso en esta fecha..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/02/15
y con ella, mi presencia,
en este largo paseo
que conduce hasta la meta...
...Es por eso que te escribo
aunque a veces no me entiendas,
y te hable de la luna
y también de las estrellas.
Y te suba hasta los cielos
para ver a los cometas,
y a las nubes caprichosas
que se estiran y dan vueltas.
Y también te cuente cuentos
de juglares y princesas,
paseando por los bosques
con sus cestos de merienda.
Otras veces serán playas
donde canten las sirenas,
con las olas extendiendo
por la arena sus melenas.
Para que sientas mi mano
y la tomes, mientras tiembla,
es por eso que te escribo,
sin rubores, estas letras...
Unas letras para ti,
por tu infinita paciencia,
por ser mi sombra y mi ángel
y por abrirme tu puerta.
Porque siempre vas conmigo
y de lejos, me aconsejas,
y hasta estás en mi recuerdo
aunque tú nunca lo creas.
Por ser mi guía y mi faro,
timonel en mis galernas,
capitana de mis sueños
y estar siempre tan atenta.
Por ser la rosa temprana
de una nueva primavera,
a pesar de que el otoño
roce ya tu cabellera.
"...Para que sientas mi mano
hoy escribo este poema;
un poema para ti
con un beso en esta fecha..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/02/15
PALOMAS QUE VAIS LLEGANDO...
Palomas que vais llegando
sobre las olas y el mar,
con ese ramo de olivo
que simboliza la paz.
No pretendáis que los niños
ahora dejen de jugar,
porque son niños tan solo
que suplican la verdad.
Un mundo libre y sincero
sin rencores y sin mal,
donde los ojos que buscan
encuentren la libertad.
Palomas que vais llegando
agotadas de volar,
con ese lindo mensaje
que todos queremos ya.
Haced posible que el hombre
vuelva pronto a suspirar,
a contemplar la belleza
de la rosa y el rosal.
Que se enamore de nuevo
y que sienta ese tic-tac,
del corazón desbocado
por un amor de verdad.
Palomas que vais llegando
necesitáis descansar,
cerrar los ojos sin miedo
y dormir en el nidal.
Los hombres están rezando,
los niños quieren soñar,
por ese mundo más justo
que no es de aquí ni de allá.
Un mundo rico y valiente
que desea despertar,
y alterar los corazones
para encontrar la verdad.
"...Palomas que vais llegando
de una forma puntual
con un mensaje a las almas
sin distinción de su edad..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/02/15
sobre las olas y el mar,
con ese ramo de olivo
que simboliza la paz.
No pretendáis que los niños
ahora dejen de jugar,
porque son niños tan solo
que suplican la verdad.
Un mundo libre y sincero
sin rencores y sin mal,
donde los ojos que buscan
encuentren la libertad.
Palomas que vais llegando
agotadas de volar,
con ese lindo mensaje
que todos queremos ya.
Haced posible que el hombre
vuelva pronto a suspirar,
a contemplar la belleza
de la rosa y el rosal.
Que se enamore de nuevo
y que sienta ese tic-tac,
del corazón desbocado
por un amor de verdad.
Palomas que vais llegando
necesitáis descansar,
cerrar los ojos sin miedo
y dormir en el nidal.
Los hombres están rezando,
los niños quieren soñar,
por ese mundo más justo
que no es de aquí ni de allá.
Un mundo rico y valiente
que desea despertar,
y alterar los corazones
para encontrar la verdad.
"...Palomas que vais llegando
de una forma puntual
con un mensaje a las almas
sin distinción de su edad..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/02/15
POR MÁS QUE INTENTE...
Por más que intente rebuscar, en los recuerdos,
ese pequeño trozo de la infancia
donde miraba el cielo, por las noches,
en busca de la luna y las estrellas,
siempre estará la sombra con la bruma,
formando telarañas en el barro.
Ya sé que los recuerdos son pasado y no presente,
que forman unas capas de cebolla que han prendido
en nuestras almas,
y algunas han clavado sus raíces, tan profundo,
llegando al corazón y las entrañas.
Más debo continuar en esta espera
hasta que llegue el tren que veo en la distancia,
para subirme a él casi llorando,
diciendo adiós a un tiempo de la infancia
y juventud ya marchitada y caducada.
Pero el rocío sigue en las mañanas
dejando esa estela inolvidable
en que la escarcha tiembla y se estremece, con nostalgia,
mientras el alba inicia su andadura con el día.
Hay una laxitud en el ambiente,
quizás como el preludio de un adagio de tormenta.
Sin embargo, por encima, está la música celeste.
Esas notas invisibles que llegan hasta el alma
y embriagan los sentidos,
ese latido inconfundible de la vida,
ese rincón maravilloso y lleno de ternura
donde se juntan todos los sentidos
para que una mano llegue y acaricie este teclado.
...Y estás tú también, mi corazón herido,
pensando en una nueva primavera,
deseoso de emprenderla y caminarla,
de verla florecer y pasear por las praderas
en busca de la luz y el colorido.
Seguro que serás un hombre nuevo y renovado,
y también tu corazón florecerá,
con los latidos y el tic-tac, del aire nuevo
que te llegue con la brisa.
En ella encontrarás esos suspiros que te faltan
y los besos deseados que desprenden los almendros.
Entonces temblarás junto a las rosas
y una lágrima impaciente recorrerá
sin prisas tus pupilas.
¡Es el amor!, dirás y así será,
porque tu alma lo desea intensamente.
Rafael Sánchez Ortega ©
26/02/15
ES UN VIEJO CALENDARIO...
Es un viejo calendario
con los meses ya vencidos,
el que está sobre la mesa
con un blanco mortecino.
Son los días de un pasado
de ese tiempo transcurrido,
el que pende en sus pestañas
y nos deja mil suspiros.
Es la sombra del piano
la que exhala los sonidos,
invisibles portadores
de unas pompas en el limbo.
Son los nervios del muchacho
traicioneros como lirios,
los que aguantan las mareas
y resacas del navío.
Es la dulce carantoña
de la madre hacia su hijo,
con destellos y ternura
más allá del infinito.
Son los besos a una frente
y el abrazo y el cariño,
que se deja en ese cuerpo
tan amado y tan querido.
Es un hombre enamorado
el que tiembla, y no de frío,
el que aguanta las pasiones
con paciencia, como un rito.
Son las rosas perfumadas
con sus rayos tan divinos,
y esos pétalos soñados
para un pelo con sus rizos.
Es amor el que ahora nace
a estos versos, en que escribo,
dedicado a los que sueñan
y a ese mundo de los niños.
Son poemas simplemente
los que salen en un grito,
los que buscan la esperanza
porque quieren ser distintos.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/02/15
con los meses ya vencidos,
el que está sobre la mesa
con un blanco mortecino.
Son los días de un pasado
de ese tiempo transcurrido,
el que pende en sus pestañas
y nos deja mil suspiros.
Es la sombra del piano
la que exhala los sonidos,
invisibles portadores
de unas pompas en el limbo.
Son los nervios del muchacho
traicioneros como lirios,
los que aguantan las mareas
y resacas del navío.
Es la dulce carantoña
de la madre hacia su hijo,
con destellos y ternura
más allá del infinito.
Son los besos a una frente
y el abrazo y el cariño,
que se deja en ese cuerpo
tan amado y tan querido.
Es un hombre enamorado
el que tiembla, y no de frío,
el que aguanta las pasiones
con paciencia, como un rito.
Son las rosas perfumadas
con sus rayos tan divinos,
y esos pétalos soñados
para un pelo con sus rizos.
Es amor el que ahora nace
a estos versos, en que escribo,
dedicado a los que sueñan
y a ese mundo de los niños.
Son poemas simplemente
los que salen en un grito,
los que buscan la esperanza
porque quieren ser distintos.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/02/15
BUSCARÉ TU VESTIDO...
Buscaré tu vestido
con mis manos inquietas
y mis dedos nerviosos
abrirán esa prenda.
El recinto sagrado
donde el fuego comienza,
donde nacen suspiros
y pasiones diversas.
Es un fuego inclemente
con mil llamas que queman,
con pasiones que surgen
y estremecen la lengua.
Son los besos robados,
lametones de fresas,
son quizás esos sueños
del amor en su esencia.
Eres tú vida mía
quien mi cuerpo desea,
y yo a ti con premura
te concedo una estrella.
Una estrella de plata
cual gentil lentejuela,
que se prende a mi pecho
y recorre mis venas.
Porque todo es hermoso
en tu piel de canela,
y se asombra la brisa
cuando besa tus piernas.
Y caminas de día
y de noche te acuestas
a esperar que yo llegue
a leerte un poema.
"...Buscaré tu vestido
con mis manos traviesas
para verte desnuda
y sentirte más cerca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/02/15
con mis manos inquietas
y mis dedos nerviosos
abrirán esa prenda.
El recinto sagrado
donde el fuego comienza,
donde nacen suspiros
y pasiones diversas.
Es un fuego inclemente
con mil llamas que queman,
con pasiones que surgen
y estremecen la lengua.
Son los besos robados,
lametones de fresas,
son quizás esos sueños
del amor en su esencia.
Eres tú vida mía
quien mi cuerpo desea,
y yo a ti con premura
te concedo una estrella.
Una estrella de plata
cual gentil lentejuela,
que se prende a mi pecho
y recorre mis venas.
Porque todo es hermoso
en tu piel de canela,
y se asombra la brisa
cuando besa tus piernas.
Y caminas de día
y de noche te acuestas
a esperar que yo llegue
a leerte un poema.
"...Buscaré tu vestido
con mis manos traviesas
para verte desnuda
y sentirte más cerca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/02/15
ME ENCUENTRO CONFUNDIDO...
Me encuentro confundido en esta noche,
no sé por dónde vagan mis palabras.
Se marchan y escabullen de mis sienes
y corren como estrellas muy lejanas.
Entiendo que los hombres nacen libres,
que buscan paraísos sin marañas,
que sienten ambiciones y delirios
y quieren la dulzura de las almas.
Entiendo que los hombres se enamoren
que miren las pupilas siempre claras,
que sigan los dictados de sus dedos
y escriban en cuartillas y en espaldas.
Por eso no me asustan muchas letras
que dicen y que dictan lo que hablan,
que expresan lo que piensan las personas
y ansían sentimientos y mañanas.
Si acaso si me asustan los cobardes
que agradan y edulcoran con su "magia",
palabras deliciosas y sensibles
que mienten y equivocan al que calla.
No entiendo a los Quijotes de este tiempo
sembrando la lujuria y la cizaña,
tampoco a Dulcineas candorosas
haciendo del amor una patraña.
No siento la pasión por el pasado
y creo que el presente es quien nos marca,
pensando en el futuro compartido
y siempre sin cadenas con amarras.
Debemos aprender que las personas
albergan un tesoro en sus entrañas,
la sangre y los latidos de un poema
que son la quintaesencia del que ama.
"...Me encuentro confundido en esta noche
quizás porque el invierno ya se acaba,
se funden los suspiros con la nieve
y marchan con mis sueños a la nada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/02/15
no sé por dónde vagan mis palabras.
Se marchan y escabullen de mis sienes
y corren como estrellas muy lejanas.
Entiendo que los hombres nacen libres,
que buscan paraísos sin marañas,
que sienten ambiciones y delirios
y quieren la dulzura de las almas.
Entiendo que los hombres se enamoren
que miren las pupilas siempre claras,
que sigan los dictados de sus dedos
y escriban en cuartillas y en espaldas.
Por eso no me asustan muchas letras
que dicen y que dictan lo que hablan,
que expresan lo que piensan las personas
y ansían sentimientos y mañanas.
Si acaso si me asustan los cobardes
que agradan y edulcoran con su "magia",
palabras deliciosas y sensibles
que mienten y equivocan al que calla.
No entiendo a los Quijotes de este tiempo
sembrando la lujuria y la cizaña,
tampoco a Dulcineas candorosas
haciendo del amor una patraña.
No siento la pasión por el pasado
y creo que el presente es quien nos marca,
pensando en el futuro compartido
y siempre sin cadenas con amarras.
Debemos aprender que las personas
albergan un tesoro en sus entrañas,
la sangre y los latidos de un poema
que son la quintaesencia del que ama.
"...Me encuentro confundido en esta noche
quizás porque el invierno ya se acaba,
se funden los suspiros con la nieve
y marchan con mis sueños a la nada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/02/15
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