CUANDO PASEN LOS AÑOS...
Cuando pasen los años
cerraré las pestañas,
y estos ojos inquietos
dormirán hasta el alba.
Estarán muy cansados
de vivencia cercanas,
de tropiezos sin nombre
y también puñaladas.
Pero habrá unos momentos,
que serán escarlatas,
con ribetes dorados
en un reino de magia.
Y estaré con los niños
y las niñas, sin falta,
dibujando sonrisas
en sus labios de plata.
Cuando pasen los años
crecerán muchas canas,
entre el pelo rebelde
tan poblado en mi barba.
Y otra vez esos niños
volverán a mi casa
con los cuentos de antaño
y leyendas y fábulas.
Y saldremos de noche
para ver a las hadas,
en el bosque señero
de los robles y hayas.
Y al final hallaremos
la casita encantada,
con la puerta entreabierta
invitando a cruzarla.
Cuando pasen los años
y me tiemble la espalda,
pensaré que es el viento
con su beso que llama.
El nordeste rabioso
de la mar tan cercana,
y el salitre salado
transmitiendo su calma.
Las resacas seguidas
que ya invaden las playas,
y el candor de las olas
que con mimo las bañan.
Es un baile en la noche,
un festín con las algas,
con preciosas sirenas
que murmuran y cantan.
Cuando pasen los años
sentiré, con nostalgia,
la alegría inocente
de aquel tiempo de infancia.
Y seré confiado
intentando buscarla,
tras recuerdos y tiempos
en su caja de nácar.
Es posible que encuentre
a la perla adorada,
en tus labios preciosos
con la risa temprana.
Y si así sucediera
besaré tus pestañas,
y tus labios de niña
y tus senos, con ganas.
"...Cuando pasen los años
crecerá la distancia,
que separa a los sueños
del jardín de las almas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/05/15
cerraré las pestañas,
y estos ojos inquietos
dormirán hasta el alba.
Estarán muy cansados
de vivencia cercanas,
de tropiezos sin nombre
y también puñaladas.
Pero habrá unos momentos,
que serán escarlatas,
con ribetes dorados
en un reino de magia.
Y estaré con los niños
y las niñas, sin falta,
dibujando sonrisas
en sus labios de plata.
Cuando pasen los años
crecerán muchas canas,
entre el pelo rebelde
tan poblado en mi barba.
Y otra vez esos niños
volverán a mi casa
con los cuentos de antaño
y leyendas y fábulas.
Y saldremos de noche
para ver a las hadas,
en el bosque señero
de los robles y hayas.
Y al final hallaremos
la casita encantada,
con la puerta entreabierta
invitando a cruzarla.
Cuando pasen los años
y me tiemble la espalda,
pensaré que es el viento
con su beso que llama.
El nordeste rabioso
de la mar tan cercana,
y el salitre salado
transmitiendo su calma.
Las resacas seguidas
que ya invaden las playas,
y el candor de las olas
que con mimo las bañan.
Es un baile en la noche,
un festín con las algas,
con preciosas sirenas
que murmuran y cantan.
Cuando pasen los años
sentiré, con nostalgia,
la alegría inocente
de aquel tiempo de infancia.
Y seré confiado
intentando buscarla,
tras recuerdos y tiempos
en su caja de nácar.
Es posible que encuentre
a la perla adorada,
en tus labios preciosos
con la risa temprana.
Y si así sucediera
besaré tus pestañas,
y tus labios de niña
y tus senos, con ganas.
"...Cuando pasen los años
crecerá la distancia,
que separa a los sueños
del jardín de las almas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/05/15
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario