PORQUE ES TU DÍA...
Porque es tu día, también la noche
y es el momento que sale el sol,
es por lo tanto que te acaricio
cierro los ojos con gran candor.
Viajo despacio, vas a mi lado,
tarareamos una canción,
"cosita linda, nuquita rica"
así te llamo mi linda flor.
Tienes la gracia de las violetas,
tus ojos forman un tornasol,
en ellos miro, busco mi nombre
mientras tu tienes mi corazón.
Eres la rosa, suave y sedosa,
la que así busco con gran ardor.
Eres traviesa, mi fiel princesa
y juguetona como un ratón.
Porque es tu día, digo y repito,
con muchas horas para el amor,
te entrego, entonces, en estos versos,
la gran locura de mi razón.
Contigo vivo, sigo tus pasos,
cual manecilla de un fiel reloj,
porque eres bella, porque eres dulce,
la luz que alumbra mi habitación.
Ese cuartito, donde los duendes
dejan un toque y su resplandor,
para que rías, para que sientas
para que bailes sin ton ni son.
Pero es contigo, donde prefiero
dejar mi pecho con tu calor,
dejar mis ojos, bien cerraditos
en tu regazo, con ilusión.
"...Porque es tu día, y en esta noche
que ahora comienza te quiero yo;
para tenerte, para tomarte,
en este instante, solo los dos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/10/16
y es el momento que sale el sol,
es por lo tanto que te acaricio
cierro los ojos con gran candor.
Viajo despacio, vas a mi lado,
tarareamos una canción,
"cosita linda, nuquita rica"
así te llamo mi linda flor.
Tienes la gracia de las violetas,
tus ojos forman un tornasol,
en ellos miro, busco mi nombre
mientras tu tienes mi corazón.
Eres la rosa, suave y sedosa,
la que así busco con gran ardor.
Eres traviesa, mi fiel princesa
y juguetona como un ratón.
Porque es tu día, digo y repito,
con muchas horas para el amor,
te entrego, entonces, en estos versos,
la gran locura de mi razón.
Contigo vivo, sigo tus pasos,
cual manecilla de un fiel reloj,
porque eres bella, porque eres dulce,
la luz que alumbra mi habitación.
Ese cuartito, donde los duendes
dejan un toque y su resplandor,
para que rías, para que sientas
para que bailes sin ton ni son.
Pero es contigo, donde prefiero
dejar mi pecho con tu calor,
dejar mis ojos, bien cerraditos
en tu regazo, con ilusión.
"...Porque es tu día, y en esta noche
que ahora comienza te quiero yo;
para tenerte, para tomarte,
en este instante, solo los dos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/10/16
CUANDO LLUEVE...
Cuando llueve suspiras y te alegras
porque sientes el alma agradecida,
y quizás son las lágrimas rebeldes
que te besan ahora tus mejillas.
Pero tienes el alma renovada
y la sangre recobra nueva vida,
es la misma que corre por las venas
como esencia del cielo en este día.
Algo tiene la lluvia, que transforma,
por igual desde el hombre hasta la ardilla,
y los ojos se vuelven transparentes
y renacen suspiros y las risas.
Cuando falta se extraña y se reclama
y soñamos con verla en su caída,
descolgando sus gotas, lentamente,
de las nubes tan grises y tan frías.
Nos transporta hasta el mundo de la infancia
donde fuimos amigos, sin rencillas,
se mojaron cabellos y vestidos
en las tardes del cole y las partidas.
Unas veces buscábamos los árboles,
o el zaguán con la puerta ya dormida,
otros ratos jugábamos al corro,
y también con las chapas y canicas.
Pero siempre sentíamos el agua,
con las gotas dejando su armonía,
en los charcos y pozos circundantes
y en las caras ansiosas y sin prisa.
Era un tiempo pasado, que evocamos,
que nos trae esta lluvia a la cuartilla,
y lo hacemos carentes de nostalgia
porque ahora la lluvia no es distinta.
"...Cuando llueve suspiras y te guardas
esa voz que te llega y que te grita;
la que dice que vivas, ¡que adelante!
y que sientas también su poesía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/10/16
porque sientes el alma agradecida,
y quizás son las lágrimas rebeldes
que te besan ahora tus mejillas.
Pero tienes el alma renovada
y la sangre recobra nueva vida,
es la misma que corre por las venas
como esencia del cielo en este día.
Algo tiene la lluvia, que transforma,
por igual desde el hombre hasta la ardilla,
y los ojos se vuelven transparentes
y renacen suspiros y las risas.
Cuando falta se extraña y se reclama
y soñamos con verla en su caída,
descolgando sus gotas, lentamente,
de las nubes tan grises y tan frías.
Nos transporta hasta el mundo de la infancia
donde fuimos amigos, sin rencillas,
se mojaron cabellos y vestidos
en las tardes del cole y las partidas.
Unas veces buscábamos los árboles,
o el zaguán con la puerta ya dormida,
otros ratos jugábamos al corro,
y también con las chapas y canicas.
Pero siempre sentíamos el agua,
con las gotas dejando su armonía,
en los charcos y pozos circundantes
y en las caras ansiosas y sin prisa.
Era un tiempo pasado, que evocamos,
que nos trae esta lluvia a la cuartilla,
y lo hacemos carentes de nostalgia
porque ahora la lluvia no es distinta.
"...Cuando llueve suspiras y te guardas
esa voz que te llega y que te grita;
la que dice que vivas, ¡que adelante!
y que sientas también su poesía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/10/16
NO HACE FALTA QUE ME DIGAN...
No hace falta que me digan
que las prisas no son buenas,
porque el tiempo, que es muy sabio,
ya me avisa con sus piernas.
Voy andando lentamente
desde el puente hasta Vederna,
y allí paro, mientras miro,
a la playa y la marea.
Con las olas nada tengo,
solo admiro su belleza;
de la playa, también digo,
que acaricio sus arenas.
Es por eso, que despacio,
al final siempre se llega,
donde el rumbo de tu nave
se desliza con presteza.
Velas largas, trapo al viento,
con los remos en cubierta,
y en la popa los corales
con los cantos de sirenas.
Hay mil formas de expresarse
y dejar que así se duerman,
esos sueños infantiles
que pululan la cabeza.
Sin embargo son tus pasos
y mis pasos los que rezan,
los que dejan en el suelo
una salve marinera.
Es un algo ya instintivo,
casi casi una respuesta,
la mirada hacia los cielos
y ese rezo a la Barquera.
"...No hace falta que me digan
donde está tu casa y puerta,
yo lo sé y estoy nervioso,
voy despacio y tú me esperas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/10/16
que las prisas no son buenas,
porque el tiempo, que es muy sabio,
ya me avisa con sus piernas.
Voy andando lentamente
desde el puente hasta Vederna,
y allí paro, mientras miro,
a la playa y la marea.
Con las olas nada tengo,
solo admiro su belleza;
de la playa, también digo,
que acaricio sus arenas.
Es por eso, que despacio,
al final siempre se llega,
donde el rumbo de tu nave
se desliza con presteza.
Velas largas, trapo al viento,
con los remos en cubierta,
y en la popa los corales
con los cantos de sirenas.
Hay mil formas de expresarse
y dejar que así se duerman,
esos sueños infantiles
que pululan la cabeza.
Sin embargo son tus pasos
y mis pasos los que rezan,
los que dejan en el suelo
una salve marinera.
Es un algo ya instintivo,
casi casi una respuesta,
la mirada hacia los cielos
y ese rezo a la Barquera.
"...No hace falta que me digan
donde está tu casa y puerta,
yo lo sé y estoy nervioso,
voy despacio y tú me esperas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/10/16
SE VA LA TARDE...
Se va la tarde sin viento
entre suspiros de nácar...
Y yo la veo.
Se va la tarde durmiendo
mientras las sombras avanzan...
Y yo me duermo.
Se va la tarde y el miedo
junto a la nube tan blanca.
Y yo te sueño.
Se va la tarde latiendo
y el corazón sin coraza...
Y yo la anhelo.
Se va la tarde y me quedo
mirando atrás, a mi barca...
Y entonces remo
Rafael Sánchez Ortega
11/10/16
entre suspiros de nácar...
Y yo la veo.
Se va la tarde durmiendo
mientras las sombras avanzan...
Y yo me duermo.
Se va la tarde y el miedo
junto a la nube tan blanca.
Y yo te sueño.
Se va la tarde latiendo
y el corazón sin coraza...
Y yo la anhelo.
Se va la tarde y me quedo
mirando atrás, a mi barca...
Y entonces remo
Rafael Sánchez Ortega
11/10/16
EN UN ÁRBOL TRANQUILO...
En un árbol tranquilo
del otoño que pasa,
hoy descansan las aves
con sus plumas mojadas.
Ha llovido, sin duda,
y es octubre el que manda
este agua del cielo
a lavarnos la cara.
Otro árbol, dormido,
que responde por haya,
permanece impasible
en un sueño y descansa.
En sus ramas las aves
hacen alto y se paran
a mirar a las hojas
y también a sus canas.
Otros árboles lindos
al otoño se abrazan,
y se estiran gozosos
ofreciendo sus ramas.
Hay en ellos cordura,
sensatez y templanza,
y no existe, entre ellos,
esa envidia malsana.
Es por eso que envidio
del otoño su calma,
y a las hojas del árbol
ofreciendo esa nana.
La canción sempiterna
con sus notas doradas,
la que deja y suspira
con un algo de magia.
"...En un árbol tranquilo,
del jardín de las hadas,
he encontrado dos letras
que se abrazan y aman..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/10/16
del otoño que pasa,
hoy descansan las aves
con sus plumas mojadas.
Ha llovido, sin duda,
y es octubre el que manda
este agua del cielo
a lavarnos la cara.
Otro árbol, dormido,
que responde por haya,
permanece impasible
en un sueño y descansa.
En sus ramas las aves
hacen alto y se paran
a mirar a las hojas
y también a sus canas.
Otros árboles lindos
al otoño se abrazan,
y se estiran gozosos
ofreciendo sus ramas.
Hay en ellos cordura,
sensatez y templanza,
y no existe, entre ellos,
esa envidia malsana.
Es por eso que envidio
del otoño su calma,
y a las hojas del árbol
ofreciendo esa nana.
La canción sempiterna
con sus notas doradas,
la que deja y suspira
con un algo de magia.
"...En un árbol tranquilo,
del jardín de las hadas,
he encontrado dos letras
que se abrazan y aman..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/10/16
EN REALIDAD...
En realidad tenía necesidad de huir
y así lo hice.
Mis pasos eran lentos.
Sabían el camino.
La cuesta, muy empinada, invitaba a pensar
y con cada pisada mis pensamientos volaban
a espacios infinitos.
Momentos del pasado,
retazos y proyectos inconclusos
que yacían en el alma,
latidos ocultados en momentos tan precisos,
susurros escuchados en la vida y a personas,
suspiros con mensajes en los mismos.
(Y todo iba saliendo con mis pasos...)
Ascenso prolongado sorbiendo la victoria.
Si huía de mí mismo lo hacía con razón y por la vida.
Debía proseguir ese camino.
Debía continuar esa batalla y no caer rendido
en las primeras escaramuzas de la misma.
La esencia de la vida es la poesía y yo la quiero,
la deseo, la busco.
Trato de acercarme hasta su lado para poder soñar
eternamente.
Quizás esté en un sueño que acabe sin mañana.
No sé, pero aunque sea un iluso e inocente,
(un pardillo, como dicen),
y se rían de mí, y se burlen de mis versos,
yo debo continuar y continúo en esa búsqueda,
en ese caminar y peregrinar hacia el regazo de los dioses.
Allí estará la poesía, (sin duda), y entonces el iluso sonreirá,
y tomará de la mano al niño que va a su lado,
para repartirla entre todos los que les rodean.
Sí, poesía, esencia de la vida, regalo inmerecido
para el hombre que caminaba, sin saber, hacia la nada.
Y ahora puede compartirla, puede escucharla en otros labios,
puede saborearla en cuartillas escritas,
puede vivirla en las mil y una escenas de la propia vida.
***
...Estaba huyendo del pasado pero debía regresar.
Volví a la realidad, volví a ser el hombre cansado,
envejecido, el que huía de sí mismo, como tantas veces.
Sin embargo el corazón latía de una manera especial.
Quizás era la mirada de la capilla. Quizás aquella imagen.
Quizás aquella escena podía ser el principio de un sueño
más importante.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/10/16
EN UNA PLAZOLETA...
En una plazoleta,
pequeña y sin farolas,
había cuatro bancos
que usaban las palomas.
También los viejecitos
sentaban su persona,
allí, cuando los cielos,
gustaban de las bromas.
Dos calles adelante
estaba la fondona,
lugar de peregrinos
portando alguna concha.
La concha de Santiago
en ínclitas personas.
viajeros, como muchos
que escapan de las sombras.
También había iglesia,
románica y con losas,
sepulcros blanqueados
de ancestros que las copan.
Arriba, la cigüeña,
está con pata coja,
mirando al horizonte
sabiéndose señora.
El nido sempiterno
parece que rebosa,
y un día y otro día
nos va dando la hora.
No sé lo que contiene
el pétalo y la rosa,
que porta el peregrino
dejándola en tu boca.
"...En una plazoleta
pasaron muchas cosas,
y allí, con mil caricias,
los labios hoy se rozan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/10/16
pequeña y sin farolas,
había cuatro bancos
que usaban las palomas.
También los viejecitos
sentaban su persona,
allí, cuando los cielos,
gustaban de las bromas.
Dos calles adelante
estaba la fondona,
lugar de peregrinos
portando alguna concha.
La concha de Santiago
en ínclitas personas.
viajeros, como muchos
que escapan de las sombras.
También había iglesia,
románica y con losas,
sepulcros blanqueados
de ancestros que las copan.
Arriba, la cigüeña,
está con pata coja,
mirando al horizonte
sabiéndose señora.
El nido sempiterno
parece que rebosa,
y un día y otro día
nos va dando la hora.
No sé lo que contiene
el pétalo y la rosa,
que porta el peregrino
dejándola en tu boca.
"...En una plazoleta
pasaron muchas cosas,
y allí, con mil caricias,
los labios hoy se rozan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/10/16
YA CANTAN LOS PAJARILLOS...
Ya cantan los pararillos
alegrando la mañana,
y el silencio del otoño
nos devuelve sus tonadas.
Extrañaba estos sonidos
tan hermosos para el alma,
y quería que vinieran,
nuevamente hasta mi casa.
Y llegaron de improviso
con silbidos y algazara,
alegrando las sonrisas
de las bocas marchitadas.
Y cerrando bien los ojos
a su canto yo escuchaba,
elevándome a los cielos
entre sueños y esperanzas.
Es otoño, soy consciente,
de este tiempo y esta etapa,
en que bajan de los árboles
tantas hojas muy doradas.
Y con ellas los colores
nos transportan a la infancia,
a ese punto del poema
donde parte la jornada.
Porque el trino de las aves
nos devuelve hasta la playa,
a la arena con las olas
y a la espuma y la resaca.
Todo encaja en este cuadro
si al final nos da la calma,
aunque sea con suspiros,
y si no con nieve blanca.
"...Ya cantan los pajarillos,
es otoño, y todo encaja,
los suspiros, los susurros
y los besos de quien ama..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/10/16
alegrando la mañana,
y el silencio del otoño
nos devuelve sus tonadas.
Extrañaba estos sonidos
tan hermosos para el alma,
y quería que vinieran,
nuevamente hasta mi casa.
Y llegaron de improviso
con silbidos y algazara,
alegrando las sonrisas
de las bocas marchitadas.
Y cerrando bien los ojos
a su canto yo escuchaba,
elevándome a los cielos
entre sueños y esperanzas.
Es otoño, soy consciente,
de este tiempo y esta etapa,
en que bajan de los árboles
tantas hojas muy doradas.
Y con ellas los colores
nos transportan a la infancia,
a ese punto del poema
donde parte la jornada.
Porque el trino de las aves
nos devuelve hasta la playa,
a la arena con las olas
y a la espuma y la resaca.
Todo encaja en este cuadro
si al final nos da la calma,
aunque sea con suspiros,
y si no con nieve blanca.
"...Ya cantan los pajarillos,
es otoño, y todo encaja,
los suspiros, los susurros
y los besos de quien ama..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/10/16
DESFILAN, SIN CESAR...
Desfilan, sin cesar, las golondrinas
dejando un tibio adiós entre sus alas,
son días del otoño ciertamente
y en ellas se adivina ya su marcha.
Se marchan porque el frío las obliga
y deben protegerse sin tardanza,
no saben los rincones ni el destino,
si acaso hacia la aldea deseada.
Un día volverán, y así lo espero,
en forma de figuras y esperanza,
con ellas llegarán las ilusiones
y el dulce colorido de la infancia.
Nos dejan poesía en el recuerdo
y un antes y un después con añoranza,
quizás porque con ellas nos sentimos
un tanto enamorados del mañana.
Volamos a escribir las poesías,
aquellas que nos surgen desde el alma,
y luego nos quedamos en sus letras
quizás como abubillas atrapadas.
Es fácil comprender tanta dulzura
cerrando el corazón, como ventana,
haciendo que se aisle totalmente
y siendo el Peter Pan de madrugada.
Pequeñas e inocentes peregrinas,
tal son las golondrinas transformadas,
se marchan y nos muestran su camino
dejándonos llorosos y con lágrimas.
Busquemos en sus rimas la respuesta
y puede que encontremos las palabras,
aquellas que precisan nuestros labios
y quedan en los mismos atrofiadas.
"...Desfilan, sin cesar, las golondrinas,
y dejan en silencio nuestras casas,
ya añoro su revuelo y sus piruetas
y encuentro entre las rimas esa calma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/10/16
dejando un tibio adiós entre sus alas,
son días del otoño ciertamente
y en ellas se adivina ya su marcha.
Se marchan porque el frío las obliga
y deben protegerse sin tardanza,
no saben los rincones ni el destino,
si acaso hacia la aldea deseada.
Un día volverán, y así lo espero,
en forma de figuras y esperanza,
con ellas llegarán las ilusiones
y el dulce colorido de la infancia.
Nos dejan poesía en el recuerdo
y un antes y un después con añoranza,
quizás porque con ellas nos sentimos
un tanto enamorados del mañana.
Volamos a escribir las poesías,
aquellas que nos surgen desde el alma,
y luego nos quedamos en sus letras
quizás como abubillas atrapadas.
Es fácil comprender tanta dulzura
cerrando el corazón, como ventana,
haciendo que se aisle totalmente
y siendo el Peter Pan de madrugada.
Pequeñas e inocentes peregrinas,
tal son las golondrinas transformadas,
se marchan y nos muestran su camino
dejándonos llorosos y con lágrimas.
Busquemos en sus rimas la respuesta
y puede que encontremos las palabras,
aquellas que precisan nuestros labios
y quedan en los mismos atrofiadas.
"...Desfilan, sin cesar, las golondrinas,
y dejan en silencio nuestras casas,
ya añoro su revuelo y sus piruetas
y encuentro entre las rimas esa calma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/10/16
ERA UNA LINDA NOVELA...
Era una linda novela
llena de historia y de gracia,
donde el autor, con ingenio,
una princesa inventaba.
Puso "Querida princesa"
para así bien titularla,
y desgranó su escritura
entre la Corte y Montaña.
Sé que estas líneas maestras
serán, tal vez, ignoradas,
porque el autor es novato
y no tendrá quien le aplauda.
Pero no importa, me digo,
ya que escritura y la fama,
son tesituras, sin nombre,
para el lector que las cata.
Me sumergió en esa historia,
del XIX tan larga,
y hasta vibré con sucesos
como el suicidio de Larra.
Luego surgió la Corona
con Amadeo de caza,
en ese tiempo, tan corto,
donde reinó con espada.
Allí nacieron romances,
y hasta una niña, en su infancia,
que con amor concibieron
unas pasiones frustradas.
Hace mención a mi tierra
y cómo no, a La Cavada,
para alabar su trabajo
entre neveros y lana.
"...Era una linda novela
que terminé y que descansa,
en una balda sin nombre,
y en un rincón olvidada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/10/16
llena de historia y de gracia,
donde el autor, con ingenio,
una princesa inventaba.
Puso "Querida princesa"
para así bien titularla,
y desgranó su escritura
entre la Corte y Montaña.
Sé que estas líneas maestras
serán, tal vez, ignoradas,
porque el autor es novato
y no tendrá quien le aplauda.
Pero no importa, me digo,
ya que escritura y la fama,
son tesituras, sin nombre,
para el lector que las cata.
Me sumergió en esa historia,
del XIX tan larga,
y hasta vibré con sucesos
como el suicidio de Larra.
Luego surgió la Corona
con Amadeo de caza,
en ese tiempo, tan corto,
donde reinó con espada.
Allí nacieron romances,
y hasta una niña, en su infancia,
que con amor concibieron
unas pasiones frustradas.
Hace mención a mi tierra
y cómo no, a La Cavada,
para alabar su trabajo
entre neveros y lana.
"...Era una linda novela
que terminé y que descansa,
en una balda sin nombre,
y en un rincón olvidada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/10/16
AUNQUE NO LO SEPAS...
Aunque no lo sepas
te estaré esperando,
en aquella plaza
junto al banco blanco.
Llevo en mi recuerdo
siempre tu retrato,
con tu cara dulce
y ese pelo largo.
Luego tengo el néctar
rico de tus labios,
y aquel beso eterno
que te di al sellarlos.
Eres fantasía,
como un sueño claro
y por eso quiero
sentir tu regazo.
Sentir tus pupilas
cuando estés mirando,
buscando a los ojos
que te quieren tanto.
Por eso repito
que estaré al cuidado,
de que vengas pronto
hasta el dulce banco.
Tendrás lo que quieras,
te daré mi mano,
y una rosa roja
con violeta y nardo.
Serás la princesa
que estoy esperando,
de esa novelita
del vecino rancio.
"...Aunque no lo sepas
te quiero y te amo,
mariposa linda,
que llegas volando..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/10/16
te estaré esperando,
en aquella plaza
junto al banco blanco.
Llevo en mi recuerdo
siempre tu retrato,
con tu cara dulce
y ese pelo largo.
Luego tengo el néctar
rico de tus labios,
y aquel beso eterno
que te di al sellarlos.
Eres fantasía,
como un sueño claro
y por eso quiero
sentir tu regazo.
Sentir tus pupilas
cuando estés mirando,
buscando a los ojos
que te quieren tanto.
Por eso repito
que estaré al cuidado,
de que vengas pronto
hasta el dulce banco.
Tendrás lo que quieras,
te daré mi mano,
y una rosa roja
con violeta y nardo.
Serás la princesa
que estoy esperando,
de esa novelita
del vecino rancio.
"...Aunque no lo sepas
te quiero y te amo,
mariposa linda,
que llegas volando..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/10/16
SI TUVIERAS PACIENCIA...
Si tuvieras paciencia
obtendrías templanza,
un poquito de orujo
y una sílaba blanca.
Pero sé que caminas
como pez en el agua,
que en sus finos bigotes
no se ve ni una escama.
Eres grande y pequeña,
cual estrella de nácar,
y paseas de noche
mientras vas para casa.
Una luz te refleja,
y señala tu marcha,
ese andar tan tranquilo
de princesa que pasa.
Si tuvieras paciencia
buscarías la plaza
y su fuente tan fresca
con el trago de agua.
Pero sé que tus pasos
te conducen al alba,
más allá de la noche
y las sombras aladas.
Eres tímida y dulce
como niña en su infancia,
mariposa sin nombre
que deslumbran tus alas.
Una voz te susurra
y tu nombre proclama,
centinela del norte
que iluminas mi alma.
"...Si tuvieras paciencia
yo no sé qué te daba,
pues los besos y abrazos
ruborizan tu estampa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/10/16
obtendrías templanza,
un poquito de orujo
y una sílaba blanca.
Pero sé que caminas
como pez en el agua,
que en sus finos bigotes
no se ve ni una escama.
Eres grande y pequeña,
cual estrella de nácar,
y paseas de noche
mientras vas para casa.
Una luz te refleja,
y señala tu marcha,
ese andar tan tranquilo
de princesa que pasa.
Si tuvieras paciencia
buscarías la plaza
y su fuente tan fresca
con el trago de agua.
Pero sé que tus pasos
te conducen al alba,
más allá de la noche
y las sombras aladas.
Eres tímida y dulce
como niña en su infancia,
mariposa sin nombre
que deslumbran tus alas.
Una voz te susurra
y tu nombre proclama,
centinela del norte
que iluminas mi alma.
"...Si tuvieras paciencia
yo no sé qué te daba,
pues los besos y abrazos
ruborizan tu estampa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/10/16
FUE UNA TARDE OSCURA...
Fue una tarde oscura
con nubes y viento,
sonaban campanas,
tañendo recuerdos.
Allá por la aldea,
dormida en el tiempo,
las sombras pasaban
camino del templo.
Adentro, en el coro,
se oían lamentos,
quizás cual susurros
llegados con ecos.
Un hombre, en la entrada,
miraba hacia adentro,
al ser invisible
que estaba en el féretro.
Dos lágrimas finas
mojaron su cuello,
dejando su cara
con fino reflejo.
Un cura ya anciano
rompió el embeleso,
tal vez, la tristeza
del acto supremo.
Rezaba una salve,
también padrenuestros,
y todos los fieles
quedaban contentos.
El hombre apartado
rezaba en silencio,
quería justicia
no solo los rezos.
"...Fue una tarde oscura,
camino del pueblo,
donde los amantes
sellaron su acuerdo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/10/16
con nubes y viento,
sonaban campanas,
tañendo recuerdos.
Allá por la aldea,
dormida en el tiempo,
las sombras pasaban
camino del templo.
Adentro, en el coro,
se oían lamentos,
quizás cual susurros
llegados con ecos.
Un hombre, en la entrada,
miraba hacia adentro,
al ser invisible
que estaba en el féretro.
Dos lágrimas finas
mojaron su cuello,
dejando su cara
con fino reflejo.
Un cura ya anciano
rompió el embeleso,
tal vez, la tristeza
del acto supremo.
Rezaba una salve,
también padrenuestros,
y todos los fieles
quedaban contentos.
El hombre apartado
rezaba en silencio,
quería justicia
no solo los rezos.
"...Fue una tarde oscura,
camino del pueblo,
donde los amantes
sellaron su acuerdo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/10/16
RELATAR LAS VACACIONES...
Relatar las vacaciones
es prudente y necesario,
aunque fueran de tormenta
esos días, en mi caso.
Empezar por el principio,
por el junio ya lejano,
y decir que aquellas fechas
eran días de regalo.
Luego julio llegó fuerte,
con calores del verano,
y el anuncio de tormentas
en un cuerpo maltratado.
En agosto fue la cita
y los ángeles lloraron,
me internaron a comienzos
para estar un mes cerrado.
En agosto fue la cita
y los ángeles lloraron,
me internaron a comienzos
para estar un mes cerrado.
Una estancia muy sombría,
donde estuve, sin estarlo,
apretando bien los puños
entre tanto matasanos.
No me quejo de sus charlas,
ni tampoco de su trato,
soy consciente que la vida
tiene mucho de milagro.
Y es por eso, que en septiembre,
para casa me mandaron,
con el alma maltratada
y mi cuerpo remendado.
Pero aquí todo es distinto
y hasta el sol me da sus rayos,
con caricias contenidas
de unos ángeles hermanos.
He tenido mucha suerte,
y aunque avance paso a paso,
voy ufano por la senda
con amigos y entre abrazos.
A Dios debo mi fortuna
y también poder contarlo,
ya que ha sido por su gracia
el que escriba este diario.
Estos versos que aquí nacen,
desastrosos y sin garbo,
son reflejo de mi alma
y de un cuerpo atormentado.
"...Relatar mis vacaciones
es locura en que no caigo,
yo las vivo cada día
porque Dios me da su mano..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/10/16
es prudente y necesario,
aunque fueran de tormenta
esos días, en mi caso.
Empezar por el principio,
por el junio ya lejano,
y decir que aquellas fechas
eran días de regalo.
Luego julio llegó fuerte,
con calores del verano,
y el anuncio de tormentas
en un cuerpo maltratado.
En agosto fue la cita
y los ángeles lloraron,
me internaron a comienzos
para estar un mes cerrado.
En agosto fue la cita
y los ángeles lloraron,
me internaron a comienzos
para estar un mes cerrado.
Una estancia muy sombría,
donde estuve, sin estarlo,
apretando bien los puños
entre tanto matasanos.
No me quejo de sus charlas,
ni tampoco de su trato,
soy consciente que la vida
tiene mucho de milagro.
Y es por eso, que en septiembre,
para casa me mandaron,
con el alma maltratada
y mi cuerpo remendado.
Pero aquí todo es distinto
y hasta el sol me da sus rayos,
con caricias contenidas
de unos ángeles hermanos.
He tenido mucha suerte,
y aunque avance paso a paso,
voy ufano por la senda
con amigos y entre abrazos.
A Dios debo mi fortuna
y también poder contarlo,
ya que ha sido por su gracia
el que escriba este diario.
Estos versos que aquí nacen,
desastrosos y sin garbo,
son reflejo de mi alma
y de un cuerpo atormentado.
"...Relatar mis vacaciones
es locura en que no caigo,
yo las vivo cada día
porque Dios me da su mano..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/10/16
VERSOS PRISIONEROS...
Versos prisioneros de tus dedos
llenos de ilusión y de esperanza
dime donde dejan las sonrisas
esas que deseo para el alma.
Quiero sonreír, como sonríen,
tantas mariposas de mañana,
ellas corretean por jardines,
vuelan y amanecen con el alba.
Una sensación insuperable
llena el corazón y las entrañas,
tantas sensaciones reunidas
son como caricias en la cara.
Busco los poemas en tus labios,
siento el corazón en su llamada,
bebo de tus letras prisioneras,
sacio la pasión de tu garganta.
Dicen que los versos son eternos,
otros que se pierden en la nada,
yo los magnifico en mis pupilas
y hago con los mismos una nana.
Esa melodía inconfundible
con que cada noche me acompañas,
cuando me refugio entre mis sueños
y a tu lado voy entre las sábanas.
Dulce paraíso el de los niños
porque para ellos es la infancia,
esa que los hombres tanto añoran
y otra que se aleja con nostalgia.
Cuando lo analizo, en el silencio,
veo tantos versos por las ramas,
que algo se me escapa de las manos,
puede que con tinta derramada.
"...Versos prisioneros de tus dedos,
quiero que me entreguen lo que manan,
besos con abrazos y cariño
y esa sensación de que me llaman..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/09/16
llenos de ilusión y de esperanza
dime donde dejan las sonrisas
esas que deseo para el alma.
Quiero sonreír, como sonríen,
tantas mariposas de mañana,
ellas corretean por jardines,
vuelan y amanecen con el alba.
Una sensación insuperable
llena el corazón y las entrañas,
tantas sensaciones reunidas
son como caricias en la cara.
Busco los poemas en tus labios,
siento el corazón en su llamada,
bebo de tus letras prisioneras,
sacio la pasión de tu garganta.
Dicen que los versos son eternos,
otros que se pierden en la nada,
yo los magnifico en mis pupilas
y hago con los mismos una nana.
Esa melodía inconfundible
con que cada noche me acompañas,
cuando me refugio entre mis sueños
y a tu lado voy entre las sábanas.
Dulce paraíso el de los niños
porque para ellos es la infancia,
esa que los hombres tanto añoran
y otra que se aleja con nostalgia.
Cuando lo analizo, en el silencio,
veo tantos versos por las ramas,
que algo se me escapa de las manos,
puede que con tinta derramada.
"...Versos prisioneros de tus dedos,
quiero que me entreguen lo que manan,
besos con abrazos y cariño
y esa sensación de que me llaman..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/09/16
HAY DÍAS COMO HOY...
Hay días como hoy, ¡benditos días!,
donde la sonrisa inunda el alma,
cuando llega por sorpresa una noticia,
que no esperas.
Es, entonces, cuando ves mucho más claro
todo aquello que tú tienes y que ignoras,
y hasta puede que valores las pequeñas
telarañas que acompañan a tu vida.
Es, quizás, cuando conoces tu persona
y la ves tan diminuta y caprichosa
que hasta miedo te produce su figura
y precisas recordar ciertos momentos.
Pero nada se detiene en tu camino
y es el sol de la mañana que aparece
con sus rayos temblorosos y te roza,
te acaricia y te murmura que adelante.
Y es tu Dios, el dios del niño avergonzado,
el que sale en tu defensa y te protege,
como siempre ha sucedido desde un día
en que naciste y te puso en su regazo.
Por eso digo que hay días, como hoy,
¡benditos días!, cuando el tiempo se detiene,
a pesar de que prosiguen los relojes
en su avance acelerado hacia el mañana.
Pero la vida, ¡hermoso don y primavera!,
sigue estando ahí, latiendo fuerte,
en un romance de promesas y de sueños,
donde los niños se hacen hombres.
Y los hombres dan mil gracias a los cielos
porque sienten hoy, más cerca, lo imposible,
el milagro de volver a ser la esencia
de una vida irrepetible y añorada.
"Yo nada tengo, pero quiero vivir",
dijo aquel niño en medio del desierto,
y el Dios que le cuidaba le escuchó
y le concedió aquel premio tan ansiado.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/09/16
donde la sonrisa inunda el alma,
cuando llega por sorpresa una noticia,
que no esperas.
Es, entonces, cuando ves mucho más claro
todo aquello que tú tienes y que ignoras,
y hasta puede que valores las pequeñas
telarañas que acompañan a tu vida.
Es, quizás, cuando conoces tu persona
y la ves tan diminuta y caprichosa
que hasta miedo te produce su figura
y precisas recordar ciertos momentos.
Pero nada se detiene en tu camino
y es el sol de la mañana que aparece
con sus rayos temblorosos y te roza,
te acaricia y te murmura que adelante.
Y es tu Dios, el dios del niño avergonzado,
el que sale en tu defensa y te protege,
como siempre ha sucedido desde un día
en que naciste y te puso en su regazo.
Por eso digo que hay días, como hoy,
¡benditos días!, cuando el tiempo se detiene,
a pesar de que prosiguen los relojes
en su avance acelerado hacia el mañana.
Pero la vida, ¡hermoso don y primavera!,
sigue estando ahí, latiendo fuerte,
en un romance de promesas y de sueños,
donde los niños se hacen hombres.
Y los hombres dan mil gracias a los cielos
porque sienten hoy, más cerca, lo imposible,
el milagro de volver a ser la esencia
de una vida irrepetible y añorada.
"Yo nada tengo, pero quiero vivir",
dijo aquel niño en medio del desierto,
y el Dios que le cuidaba le escuchó
y le concedió aquel premio tan ansiado.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/09/16
CERRARON CON PREMURA EL CAMPOSANTO...
Cerraron con premura el camposanto,
las puertas centenarias de la iglesia,
las flores se quedaron marchitadas
y el canto del juglar quedó en la escuela.
No tengo las secuencias de este acto
ni sé qué corresponde a cada escena,
intuyo que son prisas renovadas
quizás por el otoño con sus fiestas.
Las fiestas de septiembre, que me dicen,
y luego las de octubre con su esencia,
temblando por noviembre, en sus inicios,
y el culto y la oración a quien nos deja.
Por eso considero la premura
del cierre de ventanas y de puertas,
como una sensación acelerada
de un mundo que se aleja de la tierra.
Me paro y me detengo en el camino
y veo, tras las sendas a la aldea,
allí donde nacieron las sonrisas
bañadas por mil lágrimas someras.
La casa solariega de la infancia,
la plaza con su barro y sus carretas,
la fuente juguetona, en su sonido,
del agua recogida con presteza.
Yo creo en el silencio de los hombres
igual que en el respeto a sus creencias,
por eso si cerraron los suspiros,
entiendo que no busquen las estrellas.
Y dentro del respeto que les tengo,
me niego a responder de igual manera,
yo soy el prisionero de mis sueños
y gozo con los mismos en mis letras.
"...Cerraron con premura los rosales
los pétalos sinceros del poema,
quedando tu recuerdo en mi costado
y el beso inolvidable que me dieras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/09/16
las puertas centenarias de la iglesia,
las flores se quedaron marchitadas
y el canto del juglar quedó en la escuela.
No tengo las secuencias de este acto
ni sé qué corresponde a cada escena,
intuyo que son prisas renovadas
quizás por el otoño con sus fiestas.
Las fiestas de septiembre, que me dicen,
y luego las de octubre con su esencia,
temblando por noviembre, en sus inicios,
y el culto y la oración a quien nos deja.
Por eso considero la premura
del cierre de ventanas y de puertas,
como una sensación acelerada
de un mundo que se aleja de la tierra.
Me paro y me detengo en el camino
y veo, tras las sendas a la aldea,
allí donde nacieron las sonrisas
bañadas por mil lágrimas someras.
La casa solariega de la infancia,
la plaza con su barro y sus carretas,
la fuente juguetona, en su sonido,
del agua recogida con presteza.
Yo creo en el silencio de los hombres
igual que en el respeto a sus creencias,
por eso si cerraron los suspiros,
entiendo que no busquen las estrellas.
Y dentro del respeto que les tengo,
me niego a responder de igual manera,
yo soy el prisionero de mis sueños
y gozo con los mismos en mis letras.
"...Cerraron con premura los rosales
los pétalos sinceros del poema,
quedando tu recuerdo en mi costado
y el beso inolvidable que me dieras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/09/16
ESPERO QUE LAS HOJAS DEL OTOÑO...
Espero que las hojas del otoño
inunden de ilusión y de alegría,
los parques, los jardines y las fuentes,
y todo lo que excita y tiene vida.
Hay hojas que parecen mariposas
y vuelan produciendo algarabía,
movidas por impulso de los vientos
que llena sus membranas de caricias.
Estamos en otoño, nuevamente
y vemos los colores que destila,
dorados por los rayos de los cielos
y el ocre amancebado que te admira.
Es tiempo de arrancar mil emociones
y tiempo de buscar la poesía,
quizás en los rincones más distintos
y allí, donde se fijan las pupilas.
Se funden en lejanos horizontes,
quizás donde no llegan los tranvías,
tampoco los timbales de las fiestas
y acaso ni el silencio ni las risas.
Si encuentras esas lindas mariposas,
las hojas voladoras de este día,
tendrás un gran tesoro ante tus ojos,
y un beso que te llega y que suspira.
Tendrás mil emociones en tu pecho
surgiendo porque sí, en tu cuartilla,
y entonces obtendrás lo que deseas,
la paz en la jornada que termina.
No olvides a las hojas del otoño
que son cual mariposas renacidas,
ni olvides sus colores sugerentes
que tienen ese amor que necesitas.
"...Espero que estas hojas del otoño
nos dejen, en el fondo, tanta dicha,
que siempre las guardemos en el pecho
igual que mariposas renacidas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/09/16
inunden de ilusión y de alegría,
los parques, los jardines y las fuentes,
y todo lo que excita y tiene vida.
Hay hojas que parecen mariposas
y vuelan produciendo algarabía,
movidas por impulso de los vientos
que llena sus membranas de caricias.
Estamos en otoño, nuevamente
y vemos los colores que destila,
dorados por los rayos de los cielos
y el ocre amancebado que te admira.
Es tiempo de arrancar mil emociones
y tiempo de buscar la poesía,
quizás en los rincones más distintos
y allí, donde se fijan las pupilas.
Se funden en lejanos horizontes,
quizás donde no llegan los tranvías,
tampoco los timbales de las fiestas
y acaso ni el silencio ni las risas.
Si encuentras esas lindas mariposas,
las hojas voladoras de este día,
tendrás un gran tesoro ante tus ojos,
y un beso que te llega y que suspira.
Tendrás mil emociones en tu pecho
surgiendo porque sí, en tu cuartilla,
y entonces obtendrás lo que deseas,
la paz en la jornada que termina.
No olvides a las hojas del otoño
que son cual mariposas renacidas,
ni olvides sus colores sugerentes
que tienen ese amor que necesitas.
"...Espero que estas hojas del otoño
nos dejen, en el fondo, tanta dicha,
que siempre las guardemos en el pecho
igual que mariposas renacidas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/09/16
HE BUSCADO EN LA TARDE...
He buscado en la tarde
tu silueta a lo lejos,
y no vi la figura
que perfila tu cuerpo.
Sin embargo los rayos,
del ocaso que veo,
me transportan al mundo
donde habitan los sueños.
Y me quedo extasiado,
y suspiro muy dentro,
aunque yo no te vea
y me abrace el silencio.
Porque sé que tus alas
volverán de muy lejos,
y vendrás a mi lado
a cubrirme de besos.
Mariposa sencilla,
recubierta de velos,
y también de colores
y con tonos diversos.
Eres paz y alegría
en un mundo de cuerdos,
y nos dejas canciones
con tu vuelo sincero.
Ese vuelo que entrega
mil suspiros eternos,
arrancando a las almas
del pasado y recuerdo.
Yo te busco en la tarde
porque anhelo tu cielo,
entre nubes y estrellas
que te dan su reflejo.
"...He buscado en la tarde
a tu mano y tus dedos,
que llevé hasta mis labios
a decir que te quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/09/16
tu silueta a lo lejos,
y no vi la figura
que perfila tu cuerpo.
Sin embargo los rayos,
del ocaso que veo,
me transportan al mundo
donde habitan los sueños.
Y me quedo extasiado,
y suspiro muy dentro,
aunque yo no te vea
y me abrace el silencio.
Porque sé que tus alas
volverán de muy lejos,
y vendrás a mi lado
a cubrirme de besos.
Mariposa sencilla,
recubierta de velos,
y también de colores
y con tonos diversos.
Eres paz y alegría
en un mundo de cuerdos,
y nos dejas canciones
con tu vuelo sincero.
Ese vuelo que entrega
mil suspiros eternos,
arrancando a las almas
del pasado y recuerdo.
Yo te busco en la tarde
porque anhelo tu cielo,
entre nubes y estrellas
que te dan su reflejo.
"...He buscado en la tarde
a tu mano y tus dedos,
que llevé hasta mis labios
a decir que te quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/09/16
POR SI TE ANIMAS NIÑA...
Tendrás, si quieres, toda mi vida,
tendrás la rosa que yo te ofrezco,
también el cáliz, la paz eterna,
la suave brisa que deja el viento.
Tendrás un traje con mil claveles,
unos zapatos de charol viejo,
una mantilla para la noche
y una violeta para tu pelo.
Tendrás mi mano junto a tu mano,
y entre tus dedos tendrás mis dedos,
serán caricias, serán ternura
las rozaduras que allí te dejo.
Tendrás un ángel en tu costado
y si tú quieres tendrás silencio,
la zarabanda que llena el alma
y que alimenta, también, los sueños.
Tendrás la fuente que mana fresca
con ese chorro que baja al suelo;
tú te refrescas, tal vez, la frente,
la cara tierna y el bello cuello.
Tendrás el bosque lleno de gnomos,
con hadas y elfos que son sus dueños,
pero te entregan, a ti, las llaves
de esa hermosura que ahora te cuento.
Tendrás los mares para ti sola,
tendrás los campos, tendrás el cielo,
y en los relojes de sol y sombra
hoy sus tic-taces serán tu aliento.
Tendrás las mieles de la fortuna,
y en ese néctar tendrás mis besos,
tendrás sonrisas, siempre, en tus labios
y por tus venas la sangre ardiendo.
"...Por si te animas, niña querida,
tendrás mi vida porque te quiero,
porque te amo, porque te adoro
porque tú tienes lo que yo anhelo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/09/16
tendrás la rosa que yo te ofrezco,
también el cáliz, la paz eterna,
la suave brisa que deja el viento.
Tendrás un traje con mil claveles,
unos zapatos de charol viejo,
una mantilla para la noche
y una violeta para tu pelo.
Tendrás mi mano junto a tu mano,
y entre tus dedos tendrás mis dedos,
serán caricias, serán ternura
las rozaduras que allí te dejo.
Tendrás un ángel en tu costado
y si tú quieres tendrás silencio,
la zarabanda que llena el alma
y que alimenta, también, los sueños.
Tendrás la fuente que mana fresca
con ese chorro que baja al suelo;
tú te refrescas, tal vez, la frente,
la cara tierna y el bello cuello.
Tendrás el bosque lleno de gnomos,
con hadas y elfos que son sus dueños,
pero te entregan, a ti, las llaves
de esa hermosura que ahora te cuento.
Tendrás los mares para ti sola,
tendrás los campos, tendrás el cielo,
y en los relojes de sol y sombra
hoy sus tic-taces serán tu aliento.
Tendrás las mieles de la fortuna,
y en ese néctar tendrás mis besos,
tendrás sonrisas, siempre, en tus labios
y por tus venas la sangre ardiendo.
"...Por si te animas, niña querida,
tendrás mi vida porque te quiero,
porque te amo, porque te adoro
porque tú tienes lo que yo anhelo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/09/16
CONTADOR DE PALABRAS...
Contador de palabras
y de sílabas muertas,
esto es lo que hace
nuestro amigo el poeta.
Las palabras vacías
son silencios que hielan
atrapando a la sangre
en profundas tinieblas.
Pero él las transforma
y las da muchas vueltas,
recobrando el sentido
de tersursa y de seda.
Y renacen palabras
con las hojas que vuelan,
porque llega el otoño
otra vez a la tierra.
Contador de palabras
y de sílbas neutras
cuenta bien esos versos
y tendrás recompensa.
Un romance adecuado,
un soneto de entrega,
pregonero sin nombre
que da vida a la fiesta.
Así quieres que conste
lo que dicen tus letras,
esas tiernas palabras
que tú buscas y cuentas.
Porque sílabas vivas
no se ven en poemas,
ni en la tinta plasmada
en añejas libretas.
"...Contador de palabras
no permitas que mueran
tantos versos logrados
por los niños que sueñan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/09/16
y de sílabas muertas,
esto es lo que hace
nuestro amigo el poeta.
Las palabras vacías
son silencios que hielan
atrapando a la sangre
en profundas tinieblas.
Pero él las transforma
y las da muchas vueltas,
recobrando el sentido
de tersursa y de seda.
Y renacen palabras
con las hojas que vuelan,
porque llega el otoño
otra vez a la tierra.
Contador de palabras
y de sílbas neutras
cuenta bien esos versos
y tendrás recompensa.
Un romance adecuado,
un soneto de entrega,
pregonero sin nombre
que da vida a la fiesta.
Así quieres que conste
lo que dicen tus letras,
esas tiernas palabras
que tú buscas y cuentas.
Porque sílabas vivas
no se ven en poemas,
ni en la tinta plasmada
en añejas libretas.
"...Contador de palabras
no permitas que mueran
tantos versos logrados
por los niños que sueñan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/09/16
SE ESTÁ MARCHANDO LA TARDE...
Se está marchando la tarde
y nos da su despedida,
por el sol que, lentamente,
con sus rayos se retira.
Y se va para otras tierras,
a otros campos y semillas,
a llevar la zarabanda
que iluminen las pupilas.
Unas gotas de rocío
por la tarde ya destilan,
se derraman por las rosas
y también las margaritas.
Estas tiemblan a su roce
y se muestran más altivas,
ignorando que ese beso
es la esencia de la vida.
Mientras tanto, por los campos,
surgen brumas y neblinas
que transforman aquel cuadro
que se queda en la retina.
Una iglesia renovada,
en el prado una novilla,
unos cuervos en los olmos
y en el cuerpo hay mucha prisa.
Una prisa porque avanza
esta tarde que termina,
y la noche se presenta
de repente y sin pedirla.
Hay mil nervios en el alma
y otros mil en las mejillas,
con temblores en los labios
por nostalgias infinitas.
"...Se está marchando la tarde
y tras ella van mis cuitas,
los ensueños y añoranzas
y también mi poesía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/09/16
y nos da su despedida,
por el sol que, lentamente,
con sus rayos se retira.
Y se va para otras tierras,
a otros campos y semillas,
a llevar la zarabanda
que iluminen las pupilas.
Unas gotas de rocío
por la tarde ya destilan,
se derraman por las rosas
y también las margaritas.
Estas tiemblan a su roce
y se muestran más altivas,
ignorando que ese beso
es la esencia de la vida.
Mientras tanto, por los campos,
surgen brumas y neblinas
que transforman aquel cuadro
que se queda en la retina.
Una iglesia renovada,
en el prado una novilla,
unos cuervos en los olmos
y en el cuerpo hay mucha prisa.
Una prisa porque avanza
esta tarde que termina,
y la noche se presenta
de repente y sin pedirla.
Hay mil nervios en el alma
y otros mil en las mejillas,
con temblores en los labios
por nostalgias infinitas.
"...Se está marchando la tarde
y tras ella van mis cuitas,
los ensueños y añoranzas
y también mi poesía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/09/16
SOY UN AVE...
Soy un ave que pasa por la vida,
una nota fugaz sin pentagrama,
un barquero que cuida de su herida
y un papel donde posa un telegrama.
Soy también quien rechaza la partida,
el que busca la vida y la reclama,
el que lucha y persigue la salida
hacia un acto de amor sin melodrama.
Pero soy el que soy, y así lo acepto,
una gota de lluvia en la mañana.
Un clavel cuya nota y su concepto
es mirar cada día tu ventana.
Y al final, soy humano, sin precepto
a pesar de aceptarte tu manzana.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/09/16
una nota fugaz sin pentagrama,
un barquero que cuida de su herida
y un papel donde posa un telegrama.
Soy también quien rechaza la partida,
el que busca la vida y la reclama,
el que lucha y persigue la salida
hacia un acto de amor sin melodrama.
Pero soy el que soy, y así lo acepto,
una gota de lluvia en la mañana.
Un clavel cuya nota y su concepto
es mirar cada día tu ventana.
Y al final, soy humano, sin precepto
a pesar de aceptarte tu manzana.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/09/16
UNA TARDE EN EL COLEGIO...
Una tarde en el colegio,
con la lluvia en la ventana.
Unos niños ven un libro
otros miran la pizarra.
Y en el fondo, en una esquina,
hay un niño que se escapa,
que navega por los cielos
y la lluvia con sus lágrimas.
Es un niño, como tantos,
soñador en su mirada,
con el pelo arrebolado
que acentúa bien su cara.
Una cara de inocencia,
de pupilas sin nostalgia,
con pequeñas mariposas
que ya vuelan por su alma.
Y es aquí, donde comienzan,
los encantos y la magia,
de ese mundo incomprensible
de los gnomos y las hadas.
En la clase, en una esquina,
hay un banco con un arpa,
quizás busca la caricia
de una mano tierna y blanda.
Nuestro niño, el de los sueños,
da dos pasos hacia el alba,
a ese mundo que amanece
sin batuta y pentagrama.
Y se acerca sigiloso
hacia el arpa tan amada,
la acaricia con sus dedos
y en sus cuerdas traza un ancla.
"...Una tarde en el colegio
yo sentí que me llamabas
con tus ojos silenciosos
que me hablaban sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/09/16
con la lluvia en la ventana.
Unos niños ven un libro
otros miran la pizarra.
Y en el fondo, en una esquina,
hay un niño que se escapa,
que navega por los cielos
y la lluvia con sus lágrimas.
Es un niño, como tantos,
soñador en su mirada,
con el pelo arrebolado
que acentúa bien su cara.
Una cara de inocencia,
de pupilas sin nostalgia,
con pequeñas mariposas
que ya vuelan por su alma.
Y es aquí, donde comienzan,
los encantos y la magia,
de ese mundo incomprensible
de los gnomos y las hadas.
En la clase, en una esquina,
hay un banco con un arpa,
quizás busca la caricia
de una mano tierna y blanda.
Nuestro niño, el de los sueños,
da dos pasos hacia el alba,
a ese mundo que amanece
sin batuta y pentagrama.
Y se acerca sigiloso
hacia el arpa tan amada,
la acaricia con sus dedos
y en sus cuerdas traza un ancla.
"...Una tarde en el colegio
yo sentí que me llamabas
con tus ojos silenciosos
que me hablaban sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/09/16
POR AQUELLA CASA...
Por aquella casa,
de grises recuerdos,
bailaban las sombras
detrás del espejo.
Los muebles cantaban,
también los pucheros,
dejando emociones
de malos y buenos.
Quizás el pasado
evoca los miedos,
la sopa comida
con pan y con huevos.
Quizás es el hambre,
la sombra del tiempo,
la dulce agonía
de amor y deseo.
Entonces el baile
se para y lo siento,
no quiero añoranzas
de ayeres ya muertos.
La casa está triste,
vacía, en silencio,
habrá que animarla
cual alma que quiero.
No sé las palabras
que dicten los elfos,
más yo las recojo,
abrazo y entiendo.
Porque esta carcasa,
de casa que tengo,
camina conmigo
por duros senderos.
"...Por aquella casa
nacieron mis huesos,
y un alma tranquila
voló con mis sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/09/16
de grises recuerdos,
bailaban las sombras
detrás del espejo.
Los muebles cantaban,
también los pucheros,
dejando emociones
de malos y buenos.
Quizás el pasado
evoca los miedos,
la sopa comida
con pan y con huevos.
Quizás es el hambre,
la sombra del tiempo,
la dulce agonía
de amor y deseo.
Entonces el baile
se para y lo siento,
no quiero añoranzas
de ayeres ya muertos.
La casa está triste,
vacía, en silencio,
habrá que animarla
cual alma que quiero.
No sé las palabras
que dicten los elfos,
más yo las recojo,
abrazo y entiendo.
Porque esta carcasa,
de casa que tengo,
camina conmigo
por duros senderos.
"...Por aquella casa
nacieron mis huesos,
y un alma tranquila
voló con mis sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/09/16
YA CUBREN LOS CRISTALES...
Ya cubren los cristales
imperceptibles gotas,
son lágrimas del cielo,
regalos como rosas.
Las mira el peregrino,
sus dedos ya las tocan,
y luego, entre sus sueños,
las lleva hasta su boca.
Son simples pergaminos,
arpegios de ala rota,
suspiros de los dioses
que duermen a deshora.
Por eso los cristales
se cubren y rebosan
y mandan a los suelos
las lágrimas traidoras.
Un hombre sorprendido
sopesa bien su ropa
y observa que la lluvia
también le cala y moja.
Entonces se descubre
dejando atrás su boina,
también los calcetines
que quedan con su sombra.
Un perro que le sigue
menea fiel su cola,
no importa que la lluvia
le moje la cogorza.
Así lloran los cielos
quizás con risa loca,
nosotros, los mortales,
sentimos su derrota.
"...Ya cubren los cristales
el vals de las palomas
y así nacen los versos
que cobran nueva forma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/09/16
MIS SILENCIOS VAN CAMBIANDO...
Mis silencios van cambiando
como las hojas del viento,
unas veces se diluyen
como las letras de un verso.
Un poema de palabras
y en el fondo ese silencio,
es el alma que suspira
y nos deja sus lamentos.
Sin embargo las esquinas
de ese libro, más bien negro,
tienen tonos agridulces
con las huellas de tus besos.
Son los besos de la noche,
de la luna y sus reflejos,
y los besos de los lirios
inclinados sobre el lecho.
Unos hombres temblorosos
paso a paso van al puerto,
van en busca de su barca,
de la pesca y de los remos.
Yo los miro simplemente
en silencio y, desde dentro,
hago un alto en el camino
y a la Virgen mando un rezo.
Que se cambie su fortuna
y se cumplan sus deseos,
y el salitre de los mares
sea el cáliz de su cesto.
Ese cesto tan usado,
remendado y siempre viejo,
donde guardan la comida
preparada con esmero.
"...Mis silencios van cambiando
y es así como los veo,
uno a uno en sus figuras
temblorosos y sin miedo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/09/16
como las hojas del viento,
unas veces se diluyen
como las letras de un verso.
Un poema de palabras
y en el fondo ese silencio,
es el alma que suspira
y nos deja sus lamentos.
Sin embargo las esquinas
de ese libro, más bien negro,
tienen tonos agridulces
con las huellas de tus besos.
Son los besos de la noche,
de la luna y sus reflejos,
y los besos de los lirios
inclinados sobre el lecho.
Unos hombres temblorosos
paso a paso van al puerto,
van en busca de su barca,
de la pesca y de los remos.
Yo los miro simplemente
en silencio y, desde dentro,
hago un alto en el camino
y a la Virgen mando un rezo.
Que se cambie su fortuna
y se cumplan sus deseos,
y el salitre de los mares
sea el cáliz de su cesto.
Ese cesto tan usado,
remendado y siempre viejo,
donde guardan la comida
preparada con esmero.
"...Mis silencios van cambiando
y es así como los veo,
uno a uno en sus figuras
temblorosos y sin miedo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/09/16
HABÍA MARGARITAS QUE SOÑABAN...
Había margaritas que soñaban
y niños que buscaban las estrellas,
las unas eran tiernas y agridulces,
los otros querubines en esencia.
Por eso en el silencio de los cielos
un ángel esbozaba mil siluetas,
las nubes se prestaban orgullosas
cual piezas de un sutil rompecabezas.
Había caracolas y montañas,
senderos que surcaban las mareas,
resacas que dormían dulcemente
en brazos de las playas y la arena.
No sé lo que pensaban los mortales
mirando renacer tanta belleza,
los dedos de los ángeles divinos
plasmaban todo aquello en un poema.
Había muchas hadas por el bosque
preciosas y luciendo su melena,
un niño las seguía en su paseo
en medio de los musgos y las setas.
Preciosas florecillas encantadas
que copian todo aquello que hoy observan,
mañana dejarán en los jardines
aromas en las rosas y violetas.
Es fácil contagiarse de los sueños
dejando que la mente se nos duerma,
los niños soñarán con esas hadas,
los hombres con las flores tan coquetas.
Por eso, en cada tiempo, hay un camino,
compuesto de senderos y de cuestas,
logremos superar esos riscales
que luego encontraremos los cometas.
"...Había un corazón que palpitaba
y un niño, (casi un hombre), entre sus venas,
la vida le pedía en su osadía
soñar, mientras seguía en la pelea..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/09/16
y niños que buscaban las estrellas,
las unas eran tiernas y agridulces,
los otros querubines en esencia.
Por eso en el silencio de los cielos
un ángel esbozaba mil siluetas,
las nubes se prestaban orgullosas
cual piezas de un sutil rompecabezas.
Había caracolas y montañas,
senderos que surcaban las mareas,
resacas que dormían dulcemente
en brazos de las playas y la arena.
No sé lo que pensaban los mortales
mirando renacer tanta belleza,
los dedos de los ángeles divinos
plasmaban todo aquello en un poema.
Había muchas hadas por el bosque
preciosas y luciendo su melena,
un niño las seguía en su paseo
en medio de los musgos y las setas.
Preciosas florecillas encantadas
que copian todo aquello que hoy observan,
mañana dejarán en los jardines
aromas en las rosas y violetas.
Es fácil contagiarse de los sueños
dejando que la mente se nos duerma,
los niños soñarán con esas hadas,
los hombres con las flores tan coquetas.
Por eso, en cada tiempo, hay un camino,
compuesto de senderos y de cuestas,
logremos superar esos riscales
que luego encontraremos los cometas.
"...Había un corazón que palpitaba
y un niño, (casi un hombre), entre sus venas,
la vida le pedía en su osadía
soñar, mientras seguía en la pelea..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/09/16
LA VIDA...
La vida es un compendio de ideales,
un tiempo que se escapa y que te lleva,
vivimos sin saber por qué vivimos
y entonces aporrean nuestra puerta.
La muerte se ha apuntado a nuestro viaje,
lo hizo sin aviso y sin maleta,
tan solo se ha pegado a nuestra sombra
del hombre soñador con sus estrellas.
Pero algo se revuelve en las entrañas
del niño que quisiera ser poeta,
él quiere disfrutar de cada día
y quiere combatir en "su pelea"
La vida es una eterna interrogante,
un bucle que se trenza y se destrenza,
las almas de los hombres se resisten,
los sueños de los niños la serenan.
Se puede ser mayor y ser un niño
y el alma repartida en mil poemas,
entonces lucharás por lo que quieres
la vida y el amor que está en tu puerta.
Miramos muchas veces la distancia
dejando en el olvido a nuestra esencia,
el día y el segundo que vivimos
al lado de los seres que nos velan.
Porque es en este mundo del silencio,
allí donde se encuentran nuestras penas,
el mundo del amor y la esperanza
y el mundo de la lucha y el poema.
Volvamos nuestros ojos a los suelos,
veamos todo aquello que está cerca,
quizás nos asombremos de su magia
y un faro nos encienda su linterna.
"...La vida es un compendio de ideales
y lucho por vivir y retenerla,
la quiero para ver su poesía
un día y otro día, hasta que duerma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/09/16
un tiempo que se escapa y que te lleva,
vivimos sin saber por qué vivimos
y entonces aporrean nuestra puerta.
La muerte se ha apuntado a nuestro viaje,
lo hizo sin aviso y sin maleta,
tan solo se ha pegado a nuestra sombra
del hombre soñador con sus estrellas.
Pero algo se revuelve en las entrañas
del niño que quisiera ser poeta,
él quiere disfrutar de cada día
y quiere combatir en "su pelea"
La vida es una eterna interrogante,
un bucle que se trenza y se destrenza,
las almas de los hombres se resisten,
los sueños de los niños la serenan.
Se puede ser mayor y ser un niño
y el alma repartida en mil poemas,
entonces lucharás por lo que quieres
la vida y el amor que está en tu puerta.
Miramos muchas veces la distancia
dejando en el olvido a nuestra esencia,
el día y el segundo que vivimos
al lado de los seres que nos velan.
Porque es en este mundo del silencio,
allí donde se encuentran nuestras penas,
el mundo del amor y la esperanza
y el mundo de la lucha y el poema.
Volvamos nuestros ojos a los suelos,
veamos todo aquello que está cerca,
quizás nos asombremos de su magia
y un faro nos encienda su linterna.
"...La vida es un compendio de ideales
y lucho por vivir y retenerla,
la quiero para ver su poesía
un día y otro día, hasta que duerma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/09/16
LA SOLEDAD ES AL ALMA...
La soledad es al alma
como espada al corazón
sin importar a quien hiere,
niño, muchacho o mayor.
Es una daga invisible
que te nubla la razón
y hasta anula los sentidos
del más tierno soñador.
Pero entre tanto silencio,
y en este mundo de Dios,
la soledad no es motivo
para parar el reloj.
Ese sencillo aparato
con su tic-tac volador
sigue contando las horas
de tu pecho con pasión.
Por eso sigue adelante,
paso a paso, bajo el sol,
la soledad, aunque ahoga,
es siempre cosa de dos.
Rompe tu amarra marino,
toma con fuerza el timón
y aunque la lluvia te moje
busca en el cielo la flor.
Porque estarán a tu lado
sueños, de nuevo sin ton
donde serás prisionero
de su exquisito sabor.
Sueños de estar con la gente,
y compartir su canción,
rabia, emoción y cultura
y hasta un poquito de amor.
"...La soledad es al alma
un motivo y confusión
pero también el suspiro
de quien te quiso y te amó..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana. 28/08/16
como espada al corazón
sin importar a quien hiere,
niño, muchacho o mayor.
Es una daga invisible
que te nubla la razón
y hasta anula los sentidos
del más tierno soñador.
Pero entre tanto silencio,
y en este mundo de Dios,
la soledad no es motivo
para parar el reloj.
Ese sencillo aparato
con su tic-tac volador
sigue contando las horas
de tu pecho con pasión.
Por eso sigue adelante,
paso a paso, bajo el sol,
la soledad, aunque ahoga,
es siempre cosa de dos.
Rompe tu amarra marino,
toma con fuerza el timón
y aunque la lluvia te moje
busca en el cielo la flor.
Porque estarán a tu lado
sueños, de nuevo sin ton
donde serás prisionero
de su exquisito sabor.
Sueños de estar con la gente,
y compartir su canción,
rabia, emoción y cultura
y hasta un poquito de amor.
"...La soledad es al alma
un motivo y confusión
pero también el suspiro
de quien te quiso y te amó..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana. 28/08/16
TIEMBLA LA VOZ EN EL NIÑO...
Tiembla la voz en el niño,
pero también en el alma,
cuando la vida suspira
y el temporal se desata.
Porque el marino y el hombre
tienen la fiebre alterada
y sus pupilas vacilan
entre el fulgor y la rabia.
Es la tormenta precisa
para romper bien la calma
de los susurros ardientes
y las sentidas palabras.
Tiembla la voz, como digo,
aunque también las miradas
porque si buscan, no encuentran,
más que impacientes migajas.
Son los relatos de otoño
de una vibrante alborada
donde las olas despiertan
tras una noche de magia.
Es la función de la vida
el de romper coordenadas,
la de alterar los sentidos
para acortar la distancia.
Tiembla la voz, nuevamente,
al recordar la alquitara
y al comprobar que los sueños
son cual rescoldos con ansias.
Porque en el pecho del hombre
sigue latiendo su infancia,
aunque le tiemblen las manos
y el corazón se deshaga.
"...Tiembla la voz en el niño
tras recibir a las hadas,
entre los brazos divinos
que le ofrecieron su nana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana, 26/08/16
al recordar la alquitara
y al comprobar que los sueños
son cual rescoldos con ansias.
Porque en el pecho del hombre
sigue latiendo su infancia,
aunque le tiemblen las manos
y el corazón se deshaga.
"...Tiembla la voz en el niño
tras recibir a las hadas,
entre los brazos divinos
que le ofrecieron su nana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana, 26/08/16
AHORA ENTIENDO MEJOR A LA VIDA...
(De nuevo con vosotros, amigos de la poesía, después de una larga travesía. Larga y dura, diría para ser justo y aún sin terminar, pero navegación que merece la pena, ya que la vida es eso que todos intentamos cada día: "buscar en ella a la poesía y al amor").
***
Ahora entiendo mejor a la vida
cuando veo sus luces y claros,
y a los hombres gritar encendidos
festejando alegría y encantos
Pero el niño que llevo en el alma,
ese ser infantil tan extraño,
para él toda vida es un cuento
porque es poesía y regalo.
Hoy vivimos la vida de nuevo
y lo hacemos sacando la mano
a la luna que brilla gozosa
y a las luces también de los astros.
Es por eso que vemos la muerte
como un ser que nos viene a robarnos
y vivimos intensos los días
caminando por bosques y prados.
Hay espíritus pobres y necios
que se quedan quizás esperando
la ilusión de unos ojos perdidos
en marjales sin cañas y barro.
Pero el niño que aguarda impaciente,
con sus ojos azules y claros
ese busca tan solo el poema
que la vida le ofrece a diario.
La miseria se esconde en el mundo
en figuras de ricos y sabios,
los profetas que van por la vida
la riqueza y pasión pregonando.
Más el niño central del poema,
el que mira y se queda alelado,
es la tierna visión de la vida
porque Dios le ha tendido su mano.
"...Ahora entiendo mejor a la vida
y a los niños que viven soñando,
porque el hombre ruin es de cobre
y los rizos del niño dorados..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana, 03/08/16
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