EN UN ÁRBOL TRANQUILO...
En un árbol tranquilo
del otoño que pasa,
hoy descansan las aves
con sus plumas mojadas.
Ha llovido, sin duda,
y es octubre el que manda
este agua del cielo
a lavarnos la cara.
Otro árbol, dormido,
que responde por haya,
permanece impasible
en un sueño y descansa.
En sus ramas las aves
hacen alto y se paran
a mirar a las hojas
y también a sus canas.
Otros árboles lindos
al otoño se abrazan,
y se estiran gozosos
ofreciendo sus ramas.
Hay en ellos cordura,
sensatez y templanza,
y no existe, entre ellos,
esa envidia malsana.
Es por eso que envidio
del otoño su calma,
y a las hojas del árbol
ofreciendo esa nana.
La canción sempiterna
con sus notas doradas,
la que deja y suspira
con un algo de magia.
"...En un árbol tranquilo,
del jardín de las hadas,
he encontrado dos letras
que se abrazan y aman..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/10/16
del otoño que pasa,
hoy descansan las aves
con sus plumas mojadas.
Ha llovido, sin duda,
y es octubre el que manda
este agua del cielo
a lavarnos la cara.
Otro árbol, dormido,
que responde por haya,
permanece impasible
en un sueño y descansa.
En sus ramas las aves
hacen alto y se paran
a mirar a las hojas
y también a sus canas.
Otros árboles lindos
al otoño se abrazan,
y se estiran gozosos
ofreciendo sus ramas.
Hay en ellos cordura,
sensatez y templanza,
y no existe, entre ellos,
esa envidia malsana.
Es por eso que envidio
del otoño su calma,
y a las hojas del árbol
ofreciendo esa nana.
La canción sempiterna
con sus notas doradas,
la que deja y suspira
con un algo de magia.
"...En un árbol tranquilo,
del jardín de las hadas,
he encontrado dos letras
que se abrazan y aman..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/10/16
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