ME HE DESPERTADO...
Me he despertado,
he retirado la sábana que me cubría
y he buscado las zapatillas
para dar los primeros pasos por la habitación
y recibir bien al día que saluda
en la ventana.
Todo comienza de esta forma,
mientras mis ojos se limitan a deshojar
una pequeña flor en las pupilas.
Todo ha comenzado, menos la muerte,
menos la vida,
y también el amor y el odio
están pendientes de esos pétalos
que van siendo deshojados uno a uno
en la ruleta cruel de la fortuna.
Porque todo empieza de nuevo
en este amanecer.
La pasión y el deseo de amar,
de odiar, de vivir y de morir,
frente a ese oscuro jugador que tengo enfrente
y que oculta su rostro
con las sombras de la noche.
Parece un ángel negro y oscuro.
Un ángel con su espada de fuego.
Y frente a él me encuentro yo,
con una flor entre mis dedos.
Casi no me di cuenta
pero ya estábamos jugando la partida.
Yo jugaba y quería vivir.
Negaba la muerte y la alejaba.
Él respondía con ironía y con su silencio.
Sobre el tapete verde dejaba su oferta
en forma material.
Había dinero, aplausos, fama, adulación
y hasta abundante salud.
¡Hermosa tentación...!
Pero aguanté el envite y pedí amor,
cariño, ternura, sensibilidad
y tiempo para vivir, como quería mi flor.
El angel negro se apoyó en su espada de fuego
y volvió a sonreír.
Tenía el fuego y la muerte entre sus manos.
Yo añoraba la vida con mi flor.
Él conocía mis pasos y también los movimientos
que podía hacer.
Sabía que buscaba la libertad,
que ansiaba el Amor con mayúsculas,
que quería vivir para escuchar el latido
de la poesía en cada segundo de la vida.
Pero eso no lo podía aceptar ni consentir.
Él era consciente de que si aceptaba la apuesta ganaría,
que yo me quedaría con la "libertad" y mis sueños
y él con su victoria.
Por eso apostó todo y depositó su espada de fuego
sobre el tapete.
Yo miré al cielo, tembloroso,
y cuando iba a posar mi flor
las nubes comenzaron a llorar,
en el nuevo día.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/07/16
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario