TE FUISTE SIN AVISAR...
Te fuiste sin avisar,
sin despedirte.
Tú siempre tan miedosa
y nos dejaste aquí
con tus miedos por recuerdo.
Te miré y te vi dormida.
Pero tú habías cerrado los ojos
para abrir los míos
y decirme que no ibas lejos,
que siempre estarías cerca,
¡muy cerca!,
alimentando mis sueños.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/07/17
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