TOMARÉ DE LOS NIÑOS...
Tomaré de los niños la sonrisa
y del campo, también, la primavera,
para ver esa linda pitonisa
desde el tiempo, remoto, en que naciera.
Es posible que sea muy imprecisa
la actitud de abordar de esta manera
y, a la vez, que se pierda en la repisa,
este noble jarrón con su solera.
Pero quiero del niño la alegría
y del campo la tierra y el pecado
como néctar feraz del día a día.
Porque siempre se logra lo añorado,
con paciencia que el hombre sentiría
si, en verdad, estuviera enamorado.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/07/17
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