EL ÁRBOL TENÍA UNA HERIDA...
El árbol tenía una herida
irreversible.
Unos dedos habían grabado en su corteza
un corazón y una frase:
"Te amo".
Tiempo después, la herida había empeorado.
Lo grabado no latía
y la vida se escapaba del árbol.
Era otoño, con un amor de verano,
ya caduco y marchitado.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/09/12
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario