QUISIERA CAMINAR AL INFINITO...


Quisiera caminar al infinito,
perderme en el verano soñoliento,
con sus días de luces y sonrisas
escuchando los ecos del silencio.


Olvidaría llantos y desgracias,
reproches que me deja el pensamiento,
los lazos y ataduras a las gentes
en un septiembre oscuro y más bien negro.


Buscaría el abrazo de los ángeles
y la nota brotada de los cielos,
en música arrancada a los violines
por la hermosa batuta del maestro.


Miraría sin pausa los rincones
donde duermen los hombres que están ciegos,
intentando con fuerza despertalos
y llevarles un poco de consuelo.


Quisiera ser tan sólo el guardabosques,
cuidador de los robles siempre eternos,
el guardián de la casa de las hadas
junto al niño travieso de los sueños.


Tomaría el perfume de lavanda
impregnando mis manos y mis dedos,
y esas plantas hermosas y olorosas
me darían, sin duda, sus secretos.


Llegaría en la tarde del otoño
a buscar en el lago, ese reflejo,
de la luna que asoma al horizonte
y que lleva consigo mil secretos.


Más también rozaría con mi mano
a la estrella que cruza el firmamento,
deteniendo su paso y su camino
y enviando tras de ella mis deseos.


Quisiera ya olvidarme del pasado
y vivir el presente sin recelo,
aspirar a un futuro de utopías
donde nazcan locuras en mis versos.


Porque tú te mereces tantas cosas,
corazón que soportas mis desvelos,
el que guarda mi caja de caoba
y el que acuna mis sueños tan eternos.


Para ti te dedico este poema
porque sé, que me lees y estás atento,
a los duros reveses que la vida,
junto al Amor, traen a mi puerto.


Espero que algún día el temporal
pase con sus rayos y sus truenos,
y me deje el abrazo incomparable
de la brisa, sin par, de mis recuerdos.


"...Quisiera caminar cual peregrino
y trazar con mis pasos un sendero,
en un campo abonado de esperanzas
donde rían los niños en sus juegos..."


Rafael Sánchez Ortega ©
03/09/12

No hay comentarios: