MÁS ALLÁ DE LOS CIELOS...
Más allá de los cielos y la tierra,
donde están tantos bosques infinitos,
se congregan las hadas y los elfos
para un viaje de sueños amarillos.
Y vendrán, no lo dudes, a tu puerta,
llamarán con paciencia y con sigilo,
y al final sentirás en tus entrañas
la canción que desgranan sus nudillos.
Será un sueño plagado de sorpresas,
donde tú, Don Quijote sin molinos,
buscarás a la dueña del Toboso,
Dulcinea invisible y sin castillo.
Pero luego tendrás esa alegría
de seguir los meandros de los ríos,
para ver si se oculta en la ribera
esa barca de amor junto a los lirios.
Más allá de los cielos y la tierra
está el agua y la fuente con sus grifos,
las fontanas un tanto cantarinas
para alivio de tantos peregrinos.
Y serás uno más en esa senda,
un viajero con rumbo a su destino,
una mano que busca presurosa
a la mano que quiere, con cariño.
Y serás el poeta de la tierra
y quizás el corcel asustadizo,
aquel hombre escribiendo en el cuaderno
y guardando en el pecho los suspiros.
Porque quieres amar y ser amado
y tener y sentir ese cariño,
ese rostro tan bello de tu amada
y que marcha contigo en tus latidos.
"...Más allá de los cielos y la tierra
hay un sitio llamado el Paraíso,
y es en él donde quieres que tus sueños
puedan ser unos pétalos sencillos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/06/15
donde están tantos bosques infinitos,
se congregan las hadas y los elfos
para un viaje de sueños amarillos.
Y vendrán, no lo dudes, a tu puerta,
llamarán con paciencia y con sigilo,
y al final sentirás en tus entrañas
la canción que desgranan sus nudillos.
Será un sueño plagado de sorpresas,
donde tú, Don Quijote sin molinos,
buscarás a la dueña del Toboso,
Dulcinea invisible y sin castillo.
Pero luego tendrás esa alegría
de seguir los meandros de los ríos,
para ver si se oculta en la ribera
esa barca de amor junto a los lirios.
Más allá de los cielos y la tierra
está el agua y la fuente con sus grifos,
las fontanas un tanto cantarinas
para alivio de tantos peregrinos.
Y serás uno más en esa senda,
un viajero con rumbo a su destino,
una mano que busca presurosa
a la mano que quiere, con cariño.
Y serás el poeta de la tierra
y quizás el corcel asustadizo,
aquel hombre escribiendo en el cuaderno
y guardando en el pecho los suspiros.
Porque quieres amar y ser amado
y tener y sentir ese cariño,
ese rostro tan bello de tu amada
y que marcha contigo en tus latidos.
"...Más allá de los cielos y la tierra
hay un sitio llamado el Paraíso,
y es en él donde quieres que tus sueños
puedan ser unos pétalos sencillos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/06/15
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