NO QUIERO ILUSIONARME...


No quiero ilusionarme de palabras
que luego me devuelvan el vacío,
prefiero caminar pasito a paso
y ver la realidad de mi destino.

Se escuchan estos días mil promesas
y suenan como cantos de los grillos,
resurgen los profetas con su labia
vendiendo mil mensajes exquisitos.

Sonrío, cuando escucho al vocinglero,
al hombre que promete el infinito,
palabras y palabras, para nada,
si acaso confusión en los sentidos.

Es fácil dirigir al que protesta
y más el confundir al indeciso,
nos falta la razón y que analice
aquello que proclaman los listillos.

No quiero ilusionarme de programas
que ofrecen tan hermosos paraísos,
prefiero el sacrificio y el trabajo
y andar con mi conciencia muy tranquilo.

Nos mienten, y se mienten, los profetas,
dejando sus mensajes repetidos,
parece que nos tratan como tontos
y puede que seamos muy pardillos.

Recuerdo los rumores de los bosques,
el giro virtuoso del vinilo,
la música del viento detenida
y el faro bostezando con su brillo.

...De antiguo me enseñaron que, la vida,
depende simplemente de unos hilos,
y somos portadores de esta carga,
que sufre de avatares y de ciclos.

"...No quiero ilusionarme, con "profetas",
que venden a su madre si es preciso,
con tal de conseguir una poltrona
y luego desdecir lo que ya han dicho..."

Rafael Sánchez Ortega ©
23/05/15

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