NO QUIERO NAVEGAR POR LOS RINCONES...
No quiero navegar por los rincones
que ocultan telarañas y zapatos,
algunas con hollines incluidas,
los otros con retazos de algún barro.
Si acaso viraré por mar abierta
buscando las sirenas y pegasos,
figuras que me dicen que no existen
tan solo en las leyendas y relatos.
Es fácil confundir a las estrellas
con luces parpadeantes de los faros,
seguro que lo hacen los marinos
que llegan a los puertos muy cansados.
Pero es su corazón el que les guía,
el que hace de timón en su trabajo,
no importa si no existen las sirenas
y menos los pegasos añorados.
No quiero navegar por los rincones
del viejo carrusel de mi retrato,
buscando la sonrisa imperceptible
que escape de mi boca y de mis labios.
Si acaso buscaré, querida mía,
el seno tras tu escote dibujado,
la cima sinuosa que se estira
del monte y la colina que hay debajo.
Es fácil confundirse con la niebla
que cubre las fachadas y tejados,
igual que se confunde el tartamudo
y deja su mensaje suspirando.
Pero es el corazón el que me importa
y quiero que reciba su regalo,
la rosa que le lleve mi palabra,
la voz entrecortada con que hablo.
"...No quiero navegar por los rincones
y menos en un barco solitario,
por eso yo te invito a mi trainera
y a ser la prisionera de mis manos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/10/15
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