POR EL CAMINO A LA FUENTE...
Por el camino a la fuente
va pasando un carricoche,
lleva luces encantada
y relucientes faroles.
No es por agua, a lo que acude,
ni tampoco a buscar flores,
solo lleva mariposas
no se sabe bien a dónde.
Una niña le contempla
y hasta observa su galope,
aquel tiro de caballos
relucientes y veloces.
Pero pronto, el mal camino,
les reduce un poco el trote,
y los vemos muy inquietos
con sus ojos tan enormes.
Por el camino a la fuente
hoy volvieron ilusiones
y hasta nervios retenidos
en baúles y hasta cofres.
Porque siempre es primavera
en el alma de los pobres,
y hasta brotan las semillas
de unas nuevas ilusiones.
Es otoño, y tú lo sabes,
y es el tiempo de colores,
de cambiar las primavera
y aumentar las sensaciones.
Yo te quiero y tú me quieres,
en el día y por la noche,
y hasta vemos las estrellas
y la luna sin retoques.
¡Ay amor, que tanto tienes,
no me dejes y abandones!,
y hasta vente, ahora, conmigo,
a esa fuente que se esconde.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/10/15
va pasando un carricoche,
lleva luces encantada
y relucientes faroles.
No es por agua, a lo que acude,
ni tampoco a buscar flores,
solo lleva mariposas
no se sabe bien a dónde.
Una niña le contempla
y hasta observa su galope,
aquel tiro de caballos
relucientes y veloces.
Pero pronto, el mal camino,
les reduce un poco el trote,
y los vemos muy inquietos
con sus ojos tan enormes.
Por el camino a la fuente
hoy volvieron ilusiones
y hasta nervios retenidos
en baúles y hasta cofres.
Porque siempre es primavera
en el alma de los pobres,
y hasta brotan las semillas
de unas nuevas ilusiones.
Es otoño, y tú lo sabes,
y es el tiempo de colores,
de cambiar las primavera
y aumentar las sensaciones.
Yo te quiero y tú me quieres,
en el día y por la noche,
y hasta vemos las estrellas
y la luna sin retoques.
¡Ay amor, que tanto tienes,
no me dejes y abandones!,
y hasta vente, ahora, conmigo,
a esa fuente que se esconde.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/10/15
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