FUE BONITO VIVIR AQUEL MOMENTO...
Fue bonito vivir aquel momento
y sentir el placer de contemplarte,
yo dejé que mis ojos te buscaran
y soñaran contigo en ese instante.
Fue tu voz melodiosa y tan sublime,
quien rompió los hechizos sin alardes,
y me habló, como le hablas a la vida,
con amor, con pasión y con donaire.
Y así fue que rompiste mi tristeza
y cubriste la brisa con tus artes,
me dejaste al fiel viento del nordeste
con su manto preciso en aquel lance.
Y crujieron mesanas y cubiertas
abrazados con fuerza por los aires,
y llegaron los besos y suspiros
de unos labios del cielo vacilantes.
"No te vayas aún", tú me dijiste,
y quedé pensativo ante tu frase,
yo quería seguir en ese sueño
mas tenía, por contra, que marcharme.
Y salí con el alma entristecida
y llevando rescoldos y saudades,
de los lindos minutos transcurridos
y el placer de tu voz al escucharte.
Yo sabía la magia del momento,
que pisaba, sin duda, mil cristales,
que el embrujo y la chispa se producen
y se pierden por ríos y canales.
Pero quiero quedarme con tu acento,
retener la figura tan amable,
y soñar como sueñan los poetas
con un beso, a tus labios, de mi parte.
"...Fue bonito vivir aquel momento
que quizás se quedó en inolvidable,
a pesar de que quiera repetirlo
y que frene las ganas de mi sangre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/09/13
y sentir el placer de contemplarte,
yo dejé que mis ojos te buscaran
y soñaran contigo en ese instante.
Fue tu voz melodiosa y tan sublime,
quien rompió los hechizos sin alardes,
y me habló, como le hablas a la vida,
con amor, con pasión y con donaire.
Y así fue que rompiste mi tristeza
y cubriste la brisa con tus artes,
me dejaste al fiel viento del nordeste
con su manto preciso en aquel lance.
Y crujieron mesanas y cubiertas
abrazados con fuerza por los aires,
y llegaron los besos y suspiros
de unos labios del cielo vacilantes.
"No te vayas aún", tú me dijiste,
y quedé pensativo ante tu frase,
yo quería seguir en ese sueño
mas tenía, por contra, que marcharme.
Y salí con el alma entristecida
y llevando rescoldos y saudades,
de los lindos minutos transcurridos
y el placer de tu voz al escucharte.
Yo sabía la magia del momento,
que pisaba, sin duda, mil cristales,
que el embrujo y la chispa se producen
y se pierden por ríos y canales.
Pero quiero quedarme con tu acento,
retener la figura tan amable,
y soñar como sueñan los poetas
con un beso, a tus labios, de mi parte.
"...Fue bonito vivir aquel momento
que quizás se quedó en inolvidable,
a pesar de que quiera repetirlo
y que frene las ganas de mi sangre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/09/13
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