SE ME ROMPE EL CORAZÓN...
Se me rompe el corazón en mil pedazos
y no puedo remediar lo que me pasa,
siento pena y rebeldía en el cerebro
que es ajeno a temporales y distancias.
Yo sé bien lo que la vida nos entrega,
lo que pide y lo que surge en la mañana,
y también que la razón no es importante
y que priman las señales más extrañas.
Yo quisiera caminar entre las nubes
y volar por los senderos de las aguas,
y quisiera que escucharas el silencio
y también la sinfonía sin palabras.
Yo quisiera rescatar tu cuerpo herido
y apartar de tus pupilas las legañas,
restañar esa tristeza de tus ojos
y dejar entre los mismos mi esperanza.
Una brisa que te cubra y te serene,
una linda mariposa plateada,
una brizna de alegría de los cielos
y una gota de la lluvia en tus entrañas.
Porque quiero retenerte entre mis brazos
y dejarte en tus oídos muchas nanas,
y llevarte al bosque eterno de los elfos
y dormirte en la cabaña de las hadas.
Y es así, como te quiero, cenicienta,
y es así como te buscan mis resacas,
las eternas fantasías de la mente
que en mis labios y mi pecho van marcadas.
Yo te quiero con el cuerpo estremecido,
el que vibra asustadizo a la campana,
el que lucha por la vida día a día,
el que late cuando llora y cuando ama.
"...Se me rompe el corazón en mil pedazos
y la sangre es un torrente que me estalla,
es un grito incandescente que reprimo
de protesta y de vacío ante la nada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/09/13
y no puedo remediar lo que me pasa,
siento pena y rebeldía en el cerebro
que es ajeno a temporales y distancias.
Yo sé bien lo que la vida nos entrega,
lo que pide y lo que surge en la mañana,
y también que la razón no es importante
y que priman las señales más extrañas.
Yo quisiera caminar entre las nubes
y volar por los senderos de las aguas,
y quisiera que escucharas el silencio
y también la sinfonía sin palabras.
Yo quisiera rescatar tu cuerpo herido
y apartar de tus pupilas las legañas,
restañar esa tristeza de tus ojos
y dejar entre los mismos mi esperanza.
Una brisa que te cubra y te serene,
una linda mariposa plateada,
una brizna de alegría de los cielos
y una gota de la lluvia en tus entrañas.
Porque quiero retenerte entre mis brazos
y dejarte en tus oídos muchas nanas,
y llevarte al bosque eterno de los elfos
y dormirte en la cabaña de las hadas.
Y es así, como te quiero, cenicienta,
y es así como te buscan mis resacas,
las eternas fantasías de la mente
que en mis labios y mi pecho van marcadas.
Yo te quiero con el cuerpo estremecido,
el que vibra asustadizo a la campana,
el que lucha por la vida día a día,
el que late cuando llora y cuando ama.
"...Se me rompe el corazón en mil pedazos
y la sangre es un torrente que me estalla,
es un grito incandescente que reprimo
de protesta y de vacío ante la nada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/09/13
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