HAY UNOS VIAJES...
Hay unos viajes que se hacen y disfrutan
y que vuelves de los mismos renovado;
es posible que la calma y la alegría,
tranquilicen los sentidos de tus pasos.
Es posible que las largas caminatas
aceleren el olvido del trabajo,
y lo dejen archivado en la alacena
de un sincero pensamiento muy humano.
Si has estado recogiendo las semillas
y los frutos primorosos de los campos,
aunque sea con la vista, simplemente,
tú sabrás, sinceramente, de que hablo.
Y es así la melodía de las almas,
la que suena revoltosa en los remansos,
la que gritan por las noches las estrellas,
la que emiten las cigarras a los astros.
La que sale en la mañana con el alba,
la que evocan los gorriones con sus cantos,
la que dejan las montañas con sus nieves,
la que surge en las calderas y barrancos.
Todo es nuevo en los albores de los viajes,
cuando crecen y prodigan los abrazos,
cuando nacen sentimientos en las almas
cuando brotan los suspiros de los labios.
Todo es nuevo, en primavera, y tú lo sabes,
porque viajas por la vida de mi mano,
porque sueñas con mil sueños y utopías,
porque buscas la caricia y el regalo.
Sin embargo pasa el tiempo y a su vez,
en el tiempo, recorremos un verano;
se nos van las margaritas de colores,
y se acerca un viejo otoño marchitado.
Es por eso que los viajes son precisos
y también las carantoñas de los ratos,
con las bromas compartidas y el buen vino,
y las risas que nos salen sin dudarlo.
"...Hay unos viajes que se hacen y te alegran,
y que vuelves tras los mismos muy borracho,
y es el néctar de la vida que has bebido,
y es la lava que en tu sangre está brotando..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/09/13
y que vuelves de los mismos renovado;
es posible que la calma y la alegría,
tranquilicen los sentidos de tus pasos.
Es posible que las largas caminatas
aceleren el olvido del trabajo,
y lo dejen archivado en la alacena
de un sincero pensamiento muy humano.
Si has estado recogiendo las semillas
y los frutos primorosos de los campos,
aunque sea con la vista, simplemente,
tú sabrás, sinceramente, de que hablo.
Y es así la melodía de las almas,
la que suena revoltosa en los remansos,
la que gritan por las noches las estrellas,
la que emiten las cigarras a los astros.
La que sale en la mañana con el alba,
la que evocan los gorriones con sus cantos,
la que dejan las montañas con sus nieves,
la que surge en las calderas y barrancos.
Todo es nuevo en los albores de los viajes,
cuando crecen y prodigan los abrazos,
cuando nacen sentimientos en las almas
cuando brotan los suspiros de los labios.
Todo es nuevo, en primavera, y tú lo sabes,
porque viajas por la vida de mi mano,
porque sueñas con mil sueños y utopías,
porque buscas la caricia y el regalo.
Sin embargo pasa el tiempo y a su vez,
en el tiempo, recorremos un verano;
se nos van las margaritas de colores,
y se acerca un viejo otoño marchitado.
Es por eso que los viajes son precisos
y también las carantoñas de los ratos,
con las bromas compartidas y el buen vino,
y las risas que nos salen sin dudarlo.
"...Hay unos viajes que se hacen y te alegran,
y que vuelves tras los mismos muy borracho,
y es el néctar de la vida que has bebido,
y es la lava que en tu sangre está brotando..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/09/13
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