ESTABA EL SEÑOR ALCALDE...


Estaba el señor alcalde
de un buen pueblo de castilla,
sentadito allí en  su silla,
comiendo pastel de hojalde. (*)

De pronto pensó, y no en balde,
en la historia y la Bastilla,
transformada en pesadilla
sin causa que lo respalde.

Porque dejar a la gente
sin pan y especulación
ya es motivo suficiente.

¡Ay qué triste es la ración
que empacha certeramente
por dineros y ambición!

Rafael Sánchez Ortega ©
14/04/14

(*) Hojalde = Hojaldre, ver RAE.

No hay comentarios: