HOY HE VUELTO A PISAR EL CAMINO...
Hoy he vuelto a pisar el camino
tan sagrado que tú me enseñaste
y sentí revivir el pasado
con momentos dorados y tardes.
¡Cuántos besos de nácar nos dimos
que alteraron la paz de la sangre
y hasta hicieron unir a dos manos
en un lazo sutil y muy grande!
Yo seguía tu linda figura
y escuchaba tu voz, como un ángel,
extasiado en la bella campiña
y en el bosque vestido de encaje.
Son recuerdos que hoy he vivido,
meditando en aquellos instantes,
porque quiero que vuelvan de nuevo
ya que ansío en el bosque besarte.
Yo deseo llevarte a ese sitio,
compartir los minutos fugaces,
escuchar a las aves que cantan
y hasta el río que baja a los valles.
Hoy estaban ausentes las flores
en la gran variedad que allí nace,
y pensé que esperaban tu vuelta
y tu paso sutil y adorable.
Pero solo rompía el silencio
el rumor de la brisa y el aire,
que rozaban con mano de seda
a las hayas y robles sin nadie.
¡Cuánta magia se esconde en sus ramas,
con leyendas de acaso verdades!
¡cuántos lindos suspiros se emiten
admirando preciosas imágenes!
"...Hoy he vuelto a pisar el camino
tan hermoso que tú me donaste,
y al volver a ese sitio sagrado
quise darte mil besos reales..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/04/14
tan sagrado que tú me enseñaste
y sentí revivir el pasado
con momentos dorados y tardes.
¡Cuántos besos de nácar nos dimos
que alteraron la paz de la sangre
y hasta hicieron unir a dos manos
en un lazo sutil y muy grande!
Yo seguía tu linda figura
y escuchaba tu voz, como un ángel,
extasiado en la bella campiña
y en el bosque vestido de encaje.
Son recuerdos que hoy he vivido,
meditando en aquellos instantes,
porque quiero que vuelvan de nuevo
ya que ansío en el bosque besarte.
Yo deseo llevarte a ese sitio,
compartir los minutos fugaces,
escuchar a las aves que cantan
y hasta el río que baja a los valles.
Hoy estaban ausentes las flores
en la gran variedad que allí nace,
y pensé que esperaban tu vuelta
y tu paso sutil y adorable.
Pero solo rompía el silencio
el rumor de la brisa y el aire,
que rozaban con mano de seda
a las hayas y robles sin nadie.
¡Cuánta magia se esconde en sus ramas,
con leyendas de acaso verdades!
¡cuántos lindos suspiros se emiten
admirando preciosas imágenes!
"...Hoy he vuelto a pisar el camino
tan hermoso que tú me donaste,
y al volver a ese sitio sagrado
quise darte mil besos reales..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/04/14
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