VESTIRÉ COMO ANTAÑO...
Vestiré como antaño
con mi seda y franela,
y en los días de invierno
llevaré pana vieja.
Pero luego, más tarde,
llegará primavera,
con los cielos azules
y las nubes traviesas.
Y en las noches de mayo
buscaré las estrellas,
con mi mano y tus dedos
juguetones y alertas.
Buscaré para ti
los brillantes cometas,
cuya luz nos deslumbra,
nos subyuga y nos ciega.
Vestiré para ti,
gitanita traviesa,
con tus ojos de miel
y tu cara tan tierna.
Porque quiero decirte
y leerte el poema,
que salió de mi alma
juvenil y sincera.
Y en sus versos de plata
te dirá lo que piensa,
el poeta que escribe
del amor que lo ciega.
Porque son mil suspiros,
los que allí se reflejan,
entre versos sagrados
que te abrazan y besan.
Vestiré en el verano
con mi traje de fiesta,
y zapatos brillantes
con betún y bayeta.
Y estaré muy cerquita
esperando me veas,
y te animes al baile
y quizás la verbena.
Si te animas entonces,
te diré la promesa
que me hiciste aquel día
de bailar unas piezas.
Y seguro que, entonces,
bailaremos sin cuenta,
sin pensar en la vida
y en sus dudas eternas.
"...Vestiré como antaño,
no lo dudes, princesa,
para ti con cariño
gitanita tan bella..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/04/14
con mi seda y franela,
y en los días de invierno
llevaré pana vieja.
Pero luego, más tarde,
llegará primavera,
con los cielos azules
y las nubes traviesas.
Y en las noches de mayo
buscaré las estrellas,
con mi mano y tus dedos
juguetones y alertas.
Buscaré para ti
los brillantes cometas,
cuya luz nos deslumbra,
nos subyuga y nos ciega.
Vestiré para ti,
gitanita traviesa,
con tus ojos de miel
y tu cara tan tierna.
Porque quiero decirte
y leerte el poema,
que salió de mi alma
juvenil y sincera.
Y en sus versos de plata
te dirá lo que piensa,
el poeta que escribe
del amor que lo ciega.
Porque son mil suspiros,
los que allí se reflejan,
entre versos sagrados
que te abrazan y besan.
Vestiré en el verano
con mi traje de fiesta,
y zapatos brillantes
con betún y bayeta.
Y estaré muy cerquita
esperando me veas,
y te animes al baile
y quizás la verbena.
Si te animas entonces,
te diré la promesa
que me hiciste aquel día
de bailar unas piezas.
Y seguro que, entonces,
bailaremos sin cuenta,
sin pensar en la vida
y en sus dudas eternas.
"...Vestiré como antaño,
no lo dudes, princesa,
para ti con cariño
gitanita tan bella..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/04/14
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