TENGO UN CANSANCIO MUY FUERTE...


Tengo un cansancio muy fuerte
que me doblega la espalda,
es un cansancio del cuerpo
y otro cansancio del alma.

Pero la edad no perdona
y es como brisa mal sana,
que en primavera refresca
aunque en invierno te mata.

Pero volviendo al cansancio
y a mi inicial perorata,
pienso que es bueno pararse
y contemplar lo que pasa.

Ver a la vida sin prisas,
ver a las nubes tan blancas,
ver las ciudades tan grises
con sus pasiones lejanas.

Siento el abrazo que llega
de ese cansancio sin pausa,
que ahora te da sus favores
aunque te clave una daga.

Son los misterios del hombre
por esta tierra quemada,
entre zarzales y espinos
por conseguir su esperanza.

Sueños de libros de niños
donde se juntan las hadas,
donde florecen las rosas
y margaritas tempranas.

Hay telarañas sin nombre
donde los pechos se empapan,
y mil susurros que salen
de las lejanas guitarras.

"...Tengo un cansancio muy fuerte
y espero ya la mañana,
para encontrar ese beso
del nuevo sol con el alba..."

Rafael Sánchez Ortega ©
07/02/15

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