YO QUISE ESTAR UNA TARDE...
Yo quise estar, una tarde,
a tu lado como el viento,
para besarte la cara
y acariciar a tu pelo.
Y aquella tarde que evoco
no fue, sin más, el momento,
de una pasión imprevista
que culminaron dos cuerpos.
Fue un gran preludio, sin duda,
y un recital en el tiempo,
algo incapaz de narrarse
con unas letras y versos.
Porque escribir del cariño
es detallar el reflejo,
de esos minutos robados
y esos instantes eternos.
Yo quise estar, una tarde,
a tu lado y en tu lecho,
para sentir los latidos
que me dejaba tu seno.
Quise sentir esa mano
y ese rozar de tus dedos,
cuando buscaban la nota
de aquel violín indiscreto.
Porque con gracia gitana
tú me alterabas los nervios,
mientras besabas mis labios
y me robabas mil besos.
Eras limón y naranja
con la pasión y el deseo,
en una tarde de lluvia
de un arrogante febrero.
"...Yo quise estar una tarde,
a tu lado, con mis sueños,
para ofrecerte la luna
y decirte que te quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/02/15
a tu lado como el viento,
para besarte la cara
y acariciar a tu pelo.
Y aquella tarde que evoco
no fue, sin más, el momento,
de una pasión imprevista
que culminaron dos cuerpos.
Fue un gran preludio, sin duda,
y un recital en el tiempo,
algo incapaz de narrarse
con unas letras y versos.
Porque escribir del cariño
es detallar el reflejo,
de esos minutos robados
y esos instantes eternos.
Yo quise estar, una tarde,
a tu lado y en tu lecho,
para sentir los latidos
que me dejaba tu seno.
Quise sentir esa mano
y ese rozar de tus dedos,
cuando buscaban la nota
de aquel violín indiscreto.
Porque con gracia gitana
tú me alterabas los nervios,
mientras besabas mis labios
y me robabas mil besos.
Eras limón y naranja
con la pasión y el deseo,
en una tarde de lluvia
de un arrogante febrero.
"...Yo quise estar una tarde,
a tu lado, con mis sueños,
para ofrecerte la luna
y decirte que te quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/02/15
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